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Quiroz: Historia de la corrupción en el Perú

6. Asaltos a la democracia, 1963-1989: Belaúnde - Velasco - García

Belaúnde con contrabando - Velasco con reforma de territorios - descuido y rebeldes con Sendero Luminoso y drogas - Belaúnde otra vez - García y su mafia roban el resto - militares y el APRA convierten el Perú en una anarquía corrupta


de Alfonso W. Quiroz (2013) - Traducción de Javier Flores Espinoza - IEP Instituto de Estudios Peruanos

Horacio Urteaga 694, Lima 11 - Telf. (511) 332-6194 - Web: www.iep.org.pe

A don Alfonso Martín y a sus ilustres abuelos - notas

presentado por Michael Palomino (2023)

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1. Corrupción Política; 2. Desarrollo económico y social; 3. Historia; 4. Colonia; 5. República; 6. Perú

Índice

6. Asaltos a la democracia, 1963-1989 - p.383
Las promesas rotas de Belaúnde - p.384
El escándalo del contrabando - p.391
«Revolución» militar - p.401
Negligencia benigna - p.417
Los medios de Alan García - p.424
Juicio frustrado - p.433
Persistencia de los patrones de corrupción - p.439


Capítulo 6. Asaltos a la democracia, 1963-1989: Belaúnde - Velasco - García


[APRA con Haya investiga la corrupción - renuncia en 2000 - Haya: "La honestidad es como la lepra" - Las reformas siempre son bloqueadas por corruptos criminales - Haya y Basadre documentan la corrupción de Belaúnde, García y Fujimori - Libros]

Cuando se escribían estas líneas, el exparlamentario Héctor Vargas Haya aún vivía en la misma casa familiar que había ocupado por muchos años en un barrio limeño desprovisto de las típicas ostentaciones en las que cae, por lo general, la clase política peruana. Desde los años sesenta, Vargas Haya se había dedicado a la investigación de casos notorios de corrupción en la Administración Pública. Entre sus credenciales estaban el haber servido honestamente como diputado por casi veinte años y haber presidido la Cámara de diputados durante el periodo 1988-1989. Después de más de diez años de amargas discrepancias con la dirigencia de su propio partido, Vargas Haya renunció oficialmente, en el año 2000, a toda una vida de militancia aprista. El exparlamentario denunció consistentemente la corrupción en sus diversas formas y exigió una urgente reforma constitucional para reconstruir instituciones que desde hacía décadas continuaban desvirtuándose.

En una entrevista periodística, Vargas Haya sostuvo que, en «el Perú, ser honesto es como ser un leproso». [1] Es comprensible que este político jubilado tuviera una visión pesimista con respecto a la corrupción y su vinculación con las debilidades institucionales. A lo largo de su vida, las diversas oportunidades de lograr una reforma real del sistema al parecer se vieron frustradas [p.383] y desperdiciadas debido, en gran medida, a intereses sustentados en la corrupción. Al igual que Basadre, el historiador y funcionario, Vargas Haya, el político y legislador, fue un testigo de este fenómeno desde el interior mismo del sistema político. Vargas Haya es autor de importantes libros que documentan detenidamente la evolución de las formas de la corrupción de alto vuelo durante los dos gobiernos de Belaúnde (1963-1968 y 1980-1985), la dictadura militar «revolucionaria» (1968-1980), el primer periodo presidencial del líder del APRA Alan García Pérez (1985-1990) y el régimen de Alberto Fujimori (1990-2000). El relato histórico que sigue compara y contrasta la solitaria voz pública de Vargas Haya con otras fuentes excepcionales. En este caso, ilustra una lucha particularmente difícil en el transcurso de la cual avances democráticos claves —efectuados bajo la presión de una población creciente y empobrecida— fueron víctimas de arteros asaltos a dichas aspiraciones democráticas por parte de líderes políticos y jefes militares enmarañados en cuestionados legados.


Las promesas rotas de Belaúnde

[¿QUIÉN era Belaunde?
Belaunde era un arquitecto educado en México, luego vino a Perú, fundó una revista de arquitectura, hizo construir casas nuevas en Lima, fundó un partido político "Frente Democrático" en 1945 y 18 años después se convirtió en Presidente de Perú. La corrupción durante su presidencia con nepotismo, familiares y asuntos de contrabando arruinó su reputación. Habría sido mejor que nunca hubiera llegado a la presidencia, entonces habría conservado su buena reputación como arquitecto de institutos y zonas residenciales peatonales con jardines].
Vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=aHdsXxjlU_0

 
Video: SUCEDIÓ EN EL PERÚ - Fernando Belaúnde Primera Parte 2/4 (12'43'')
https://www.youtube.com/watch?v=aHdsXxjlU_0 - YouTube-Kanal: TVPeru - hochgeladen am 21.2.2023


[1963: Elección del tecnócrata Belaúnde (AP con los "cristianos" (PDC) - Reforma agraria piloto en Cusco - Planificación espacial con el Instituto Nacional de Planeación INP]

Fernando Belaúnde, el candidato reformista de Acción Popular (AP), fue elegido presidente del Perú en junio de 1963 con el apoyo de la alianza con el Partido Demócrata Cristiano (PDC). Estas elecciones fueron reguladas y monitoreadas detenidamente por la Junta Militar que gobernó el Perú entre 1962 y 1963. Varios jefes del alto mando militar preferían a Belaúnde y simpatizaban con su ideología tecnocrática. La junta había justificado su toma del poder para combatir un supuesto fraude en las elecciones anuladas de 1962 y cumplir con el objetivo de una «república verdaderamente democrática».

Para contener la toma ilegal de tierras en el Cuzco, el gobierno militar implementó una reforma agraria piloto en el valle de La Convención — subvencionada por préstamos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) — con resultados alentadores pero limitados. La junta, asimismo, implementó sus aspiraciones tecnocráticas con la creación del Instituto Nacional de Planificación (INP), un organismo centralizador de estrategias para el desarrollo. Estas medidas favorecieron las tendencias burocráticas y las políticas de centro-izquierda, pero también reforzaron la oposición militar a los esfuerzos apristas por alcanzar el poder.

[1963: Los militares Godoy y Bossio quieren nacionalizar los campos petroleros de La Brea y Pariñas - son superados en votos + despedidos - el general Lindley sale como embajador de Perú en Madrid]

Diversas facciones se manifestaron en el seno de la junta militar en los meses previos a las elecciones programadas para 1963. El general Ricardo Pérez Godoy, el vocero más visible de la junta, encarnó con el apoyo del ministro de [p.384] Gobierno, el general Juan Bossio, una tendencia autoritaria personalista, similar a la de anteriores dictadores militares. Pérez Godoy y Bossio buscaron el reconocimiento público mediante sus intentos por anular el controversial laudo arbitral de 1922, que otorgó a la International Petroleum Company (IPC) los derechos de superficie sobre los yacimientos de petróleo de La Brea y Pariñas [norte del Perú]. Esta solución unilateral al dilatado problema con la IPC formaba parte de dogmas nacionalistas desarrollados desde 1959 por ideólogos de izquierda que influyeron en las estrategias intervencionistas «reformistas» del Centro de Altos Estudios Militares (CAEM). El general Nicolás Lindley y otros dos miembros de la Junta Militar se oponían a esta posición nacionalista considerada como una opción radical. Los militares «moderados» prevalecieron sobre Godoy y Bossio, les obligaron a renunciar y cumplieron la promesa de celebrar elecciones sin más intervenciones inconstitucionales. Lindley fue posteriormente recompensado por Belaúnde con el puesto de embajador en Madrid. [2]

[Belaúnde al embajador estadounidense Wesley Jones: la compañía petrolera nunca pagó impuestos]

Antes de asumir oficialmente su cargo, el electo presidente Belaúnde tuvo una importante reunión privada con el embajador estadounidense John Wesley Jones. En lo referente a las relaciones con Estados Unidos, Belaúnde consideraba la vieja cuestión de La Brea y Pariñas como una «bomba de tiempo» que debía ser resuelta con premura. Este problema había sido heredado de gobiernos anteriores y su renacida controversia era peligrosa en las circunstancias políticas del momento. Belaúnde reveló entonces que la posición de su partido era similar a la de los militares: el fallo de 1922 favorable a la IPC era «nulo e inválido», puesto que la empresa debía al Perú una gran suma en impuestos no pagados.

Por razones políticas debidas a la oposición que Belaúnde esperaba encontrar en el Congreso, resultaba imperativo que se negociara algún tipo de arreglo, no necesariamente monetario, entre la compañía y el poder ejecutivo peruano. Jones replicó que la posición de Belaúnde con respecto al laudo de 1922 no ayudaría a las negociaciones con la IPC y los círculos financieros estadounidenses. [3] Días más tarde, Celso Pastor, cuñado y cercano asesor de [p.385]Belaúnde, declaró a un sorprendido diplomático estadounidense que el problema más apremiante que el presidente electo enfrentaba era consolidar su autoridad sobre los militares. [4]

[Belaúnde con militares contra el criminal APRA con Haya de la Torre]

A pesar de su limpia procedencia democrática, el sostén político que Belaúnde obtuvo de los militares para vencer al candidato aprista Haya de la Torre era, tal vez, el pasivo más importante que sellaría el destino de su gobierno. Cuando un periodista extranjero le preguntó cuál era a su juicio el rol apropiado de las fuerzas armadas en los asuntos nacionales, Belaúnde respondió que la cooperación entre civiles y militares era necesaria, y que las fuerzas armadas constituían verdaderas escuelas para los reclutas indígenas. [5] Según un diplomático de Estados Unidos, esta actitud acomodaticia hacia los militares resultaba comprensible, «en vista de la deuda que tiene con las Fuerzas Armadas por su elección en 1963». [6]

[Gobierno de Belaúnde: Los militares son sobornados como siempre - para mantener al criminal APRA bajo control - APRA con Odría Union destruye la popularidad de Belaúnde - primera decisión petrolera contra el IPC de 1922]

Paradójicamente, la regeneración de la democracia constitucional peruana, las reformas radicales y las prácticas «moralizadoras» prometidas por Belaúnde, dependían, en gran medida, del viejo y peligroso juego de atraer y recompensar a los militares para que se alinearan con una de las facciones políticas. Este error estratégico era el mismo que el gobierno de Bustamante había cometido ante la presión insurreccional aprista de 1948. En el largo plazo, el entendimiento implícito entre Belaúnde y los militares fracasó sin lograr contener la trayectoria sinuosa y desestabilizadora del APRA, partido que en el pasado había intentado repetidamente penetrar e influir entre la oficialidad militar.

Asimismo, el respaldo inicial que las fuerzas armadas le brindaron a Belaúnde dio a los apristas una justificación histórica para oponerse duramente a su gobierno y a su programa de reformas urgentemente necesarias. El APRA formó una coalición reaccionaria e inescrupulosa con Odría y la UNO (la Unión Nacional Odriísta) para controlar el Congreso y contrarrestar la popularidad inicial de Belaúnde. En su primer discurso presidencial, Belaúnde había prometido resolver prontamente la cuestión de La Brea y Pariñas. En un intento preventivo de ganar la iniciativa, así como los votos necesarios para las cercanas elecciones municipales, el bloque parlamentario APRA-UNO aprobó [p.386] una ley el 31 de octubre en ambas Cámaras y declaró que el laudo de 1922 era nulo «por haber violado requisitos legales pertinentes».[7]


[APRA + Odristas criminales bloquean el programa de reforma de Belaúnde - Andes: adultos jóvenes ocupan tierras libres para la construcción de viviendas - infiltración izquierdista de los militares por parte de AP - ley de reforma agraria se diluye + carretera andina norte-sur bloqueada]

El ambicioso programa reformista de Belaúnde pasó así a ser presa de las presiones tanto parlamentarias como militares. Una renovada y más seria oleada de tomas de tierra se propagó por el campo el mismo día en que Belaúnde asumió el mando presidencial. Esta vez, la promesa de una reforma agraria, mediante expropiaciones debidamente compensadas, alentó la ocupación ilegal por parte de arrendatarios y campesinos sin tierra. También era motivo de preocupación la infiltración izquierdista en el partido Acción Popular, las instituciones gubernamentales y las fuerzas armadas. Mientras su gobierno lideaba con las tomas de tierras y expropiaba unas cuantas haciendas por decreto, Belaúnde había enviado, en agosto de 1963, su proyecto de reforma agraria al Congreso, el cual retrasó su aprobación hasta por ocho meses.

La ley de reforma agraria finalmente aprobada fue diluida para que encajara con los intereses de la coalición APRA-UNO, emasculando así su efectividad. Con la creciente preocupación por los negativos efectos fiscales e inflacionarios del costoso programa de reformas y obras públicas de Belaúnde, los apristas y odriístas también se opusieron tenazmente al proyecto preferido del presidente para construir la Carretera Marginal de la Selva, una vía que proyectaba recorrer de norte a sur más de mil kilómetros de la región de la selva alta. [8]

[Gobierno de Belaunde contra APRA+Odristas criminales: elige más militares al gabinete + a los comités de planificación - desde 1965: militares quieren más derechos contra las guerrillas - aviones de combate Mirage contra los andinos provoca tensiones con los "EUA", que querían vender F-5]

Aunque los demócrata-cristianos ocuparon posiciones claves en el Ministerio de Agricultura y el Instituto de Reforma Agraria, Cornejo Chávez y su partido se resintieron ante el compromiso final de la ley de reforma agraria. Se irritaron también por la baja prioridad que se le dio al programa radical de la reforma original, que había servido de base a la alianza AP-PDC, persistentemente erosionada por acción de la reaccionaria oposición parlamentaria. [9] Del mismo modo, varios de los ministros de Belaúnde fueron censurados por la coalición APRA-UNO en el Congreso. Harto de este obstruccionismo parlamentario, [p.387] Belaúnde consideró realizar un referéndum para respaldar las iniciativas del ejecutivo. Eligió a más ministros militares para ocupar puestos claves de su gabinete. También le concedió a los oficiales militares cargos importantes como planificadores nacionales y directores de obras públicas. Es más, con la propagación de las actividades guerrilleras en 1965, los militares presionaron a Belaúnde para que les otorgara carta blanca en la lucha contra los movimientos insurreccionales. Así en 1967, las fuerzas armadas lograron asegurar la compra de un escuadrón de mirage V, aviones de combate franceses costosos y sofisticados. Esta compra generó tensiones con el gobierno de Estados Unidos, que intentaba limitar la proliferación de aeronaves supersónicas en la región con la venta programada de aviones F-5 de fabricación estadounidense. [10]

[Ricos "carlistas" contra las reformas de Belaúnde - Seoane para la legalidad correcta - no hay lugar para las leyes anticorrupción - todos sobornan a todos]

La toma de decisiones por parte de Belaúnde se vio limitada aún más por un grupo de asesores y amigos íntimos conocidos como los «carlistas», llamados así porque varios se llamaban Carlos (entre ellos el acaudalado industrial Carlos Ferrero, y los empresarios y parientes Carlos Velarde y Carlos Muñoz). Esta camarilla privilegiada y conservadora era vista como más interesada en incrementar activos particulares que en servir al público. Entre los carlistas más conspicuos figuraban Manuel Ulloa, a quien observadores extranjeros consideraban un político de pocos escrúpulos, y Carlos Muñoz, primo político de Belaúnde y jefe de una compañía de agentes de aduana, así como miembro de la junta directiva del Fondo Nacional de Salud y Bienestar Social nombrado por el gobierno. [11] En las filas de AP, los carlistas enfrentaban a los «termocéfalos», la facción liderada por el doctrinario Edgardo Seoane, un ardiente defensor de la rectitud administrativa y partidario de la ideología nacionalista y reformista original de AP.

El debilitamiento y la posición políticamente dependiente de Belaúnde estorbaron la toma de medidas vigorosas para contener y repeler la corrupción [p.388] cada vez más evidente entre funcionarios y militares. Según un analista político extranjero, «los líderes de AP creen que el patronazgo es una recompensa natural del control político». [12] Tradicionalmente, esta red de «amiguismo» había anidado en el ejecutivo, fuertemente concentrado en Lima a pesar de los intentos de descentralización. Dicha burocracia ejercía un tipo particular de democracia elitista, tutelar o guiada, que generaba excesos burocráticos e ineficiencia. [13] El gobierno de Belaúnde no fue la excepción a la regla, pero sí trajo consigo manifestaciones específicas.

[Gobierno de Belaúnde con escándalo de construcciones: corrupción en proyectos de construcción - consorcio italiano ofrece un 15% más barato, pero construye un 140% más caro - el ministro de Obras Públicas es expulsado de la AP en 1967]

Los primeros indicios de gestiones impropias de la administración Belaúnde incluyeron el favoritismo y el tráfico de influencias en los contratos del gobierno. Uno de estos casos implicó al ministro de Fomento y Obras Públicas y a otros importantes funcionarios influidos por un consorcio italiano decidido a conseguir un contrato de obras públicas. A comienzos de 1966 el gobierno había cancelado, con el raro respaldo parlamentario de la coalición APRA-UNO, un contrato previo con una empresa angloalemana para un proyecto de desarrollo en la cuenca del Mantaro en el departamento de Huancavelica. El contrato se otorgó, entonces, a un contratista italiano que había presentado una propuesta económica un 15 por ciento más baja. Sin embargo, el nuevo contratista tomó más tiempo en terminar el proyecto y el costo subió a 237 millones de dólares, casi 140 por ciento más de lo originalmente presupuestado. Cuando el ministro cesó su cargo retuvo, sin embargo, su escaño de senador pero se le expulsó de AP en 1967 por «desviarse de la línea partidaria», en evidente referencia a su comportamiento como ministro. [14]

[Escándalos de construcción son normales en los países católicos para cobrar más salarios a través de períodos de construcción más largos, o se usa concreto inferior, que luego se desmorona después de 10 años ya, etc.].

[Gobierno de Belaunde con escándalo en electrificación: Mafia del desarrollo fong FNDE con la empresa francesa Socimpex: 10 millones de intereses inventados - el jefe de la empresa quiere darle a Vargas Haya un viaje a París - indicado - comisión de investigación 1963-1965]

Otra temprana indicación de mala administración fue proporcionada por una comisión investigadora parlamentaria integrada por el joven diputado Vargas Haya en los años 1963-1965. La investigación se centró en los tratos realizados por el Fondo Nacional de Desarrollo Económico (FNDE) y Socimpex, una compañía francoperuana encargada de financiar proyectos de electrificación. Con la complicidad de los funcionarios del FNDE, Socimpex había cobrado excesivamente por concepto de intereses más de 10 millones de [p.389] dólares al gobierno peruano. Un abogado peruano y representante de la compañía financiera intentó comprar el favor de Vargas Haya ofreciéndole un viaje pagado para que «visite» la sede en París de Schneider Electric, el proveedor principal de la Socimpex y así «mejorar» la investigación. Vargas Haya inmediatamente presentó cargos contra el frustrado sobornador.

Al conocerse los severos informes de la comisión parlamentaria, se procedió a la cancelación del contrato con Socimpex y al rembolso del monto cobrado de más. Varios funcionarios y empresarios fueron procesados, pero pronto se abandonó el caso judicial sin imponer sanciones efectivas. [15]

[Gobierno de Belaunde: contrabando en buques de guerra]

Del mismo modo, el descubrimiento de una gran cantidad de contrabando transportado por barcos de la marina peruana entre 1962 y 1965 fue acallado con el despido de varios oficiales subalternos. Estos incidentes aparentemente aislados solo generaron una publicidad marginal, aun cuando eran las primeras manifestaciones de una creciente corruptela en las esferas más altas del gobierno y las instituciones militares, un escándalo listo para estallar bajo las condiciones políticas y económicas apropiadas.

[Gobierno de Belaunde: pretende ser incorruptible - pero después de 3 años hay grandes problemas financieros debido a la mala gestión + costos excesivos del proyecto - APRA criminal + Odristas bloquean la reforma fiscal - "EUA" + GB donan nada más - inflación + devaluación del Sol en noviembre de 1967 - el contrabando torpedea los ingresos fiscales]

Según informes bien documentados y perceptivos, el gobierno de Belaúnde fue inicialmente considerado uno de los más limpios en la historia del país. Esta era la opinión común de los «peruanos, muchos de los cuales tienden a ser cínicamente tolerantes de la difundida corrupción que tradicionalmente ha permeado al gobierno peruano de arriba abajo». [16] La popularidad inicial de Belaúnde debía bastante a la imagen proyectada de un presidente incorruptible, que exigía cabal integridad a sus ministros y funcionarios. Sin embargo, después de los tres primeros años de su régimen, la situación fiscal mostraba alarmantes señales de un mal manejo debido a gastos públicos excesivos sin un incremento correspondiente en los ingresos fiscales. La reforma tributaria prometida para incrementar los impuestos directos y disminuir la dependencia de los indirectos, así como la urgente creación de gravámenes indirectos más efectivos, fue combatida eficazmente por la coalición APRA -UNO en el Congreso. La asistencia y los préstamos extranjeros fueron limitados e, incluso, paralizados debido a la intensificada disputa con la IPC y la compra de los aviones mirage. Los altos déficits fiscales fueron cubiertos mediante la expansión monetaria, lo cual llevó a [p.390] la inflación y la devaluación del sol peruano en noviembre de 1967. [17] Entonces el prestigio del gobierno de Belaúnde se derrumbó precipitadamente. A comienzos de 1968 aumentaron los rumores que indicaban que el Estado no cobraba rentas sumamente necesarias por culpa del extenso contrabando asistido por funcionarios del gobierno. Estos rumores capturaron la atención del público.


El escándalo del contrabando

[Gobierno de Belaunde en diciembre de 1967: Red de contrabando con aviones aterrizando en la carretera Panamericana entre Ica y Nasca - industria textil peruana sufre pérdidas - los criminales = funcionarios + empresarios + policía aduanera - Más de 500 páginas de material]

En febrero de 1968, los diarios de Lima lucían primeras planas con la historia del sensacional aterrizaje clandestino de un cuatrimotor perteneciente a la línea aérea peruana de carga Rutas Internacionales Peruanas S. A. (Ripsa). La prensa reportó que en diciembre de 1967 el avión fue visto desembarcando su cargamento en una pista clandestina en el desierto cerca de la carretera Panamericana, a 260 kilómetros al sur de Lima [en la región entre Ica y Nasca la pista está recta por 5km]. Este era apenas uno de muchos aterrizajes ilegales detectados. [18]

La información sobre las actividades irregulares de Ripsa aparentemente le fue proporcionada al diario El Comercio por intereses textiles locales que estaban sufriendo pérdidas debido al creciente contrabando. [19] Poco después se denunciaron varios otros casos en la prensa y en el Congreso. Estos escándalos de contrabando dañaron la imagen del gobierno belaundista y de las fuerzas armadas. Una comisión multipartidaria del Congreso, encabezada por el diputado aprista Vargas Haya, fue formada para investigar el contrabando que implicaba a funcionarios del gobierno, a empresarios civiles y a la policía aduanera. Además de los reveladores informes de la policía fiscal, la comisión pronto recibió más de quinientas páginas de acusaciones y quejas hechas por [p.391] ciudadanos particulares e informantes anónimos. [20] La escala de las redes de contrabando con protección oficial era más grande y seria de lo que se había sospechado.

[Gobierno de Belaunde: Se expone el contrabando sistemático en buques de guerra - por ejemplo, en el buque "BAP Callao" y un Texeira en la cárcel]

El escándalo de contrabando se intensificó cuando el senador Cornejo Chávez se refirió a un informe oficial de julio de 1965, [21] citado ya antes por el diario aprista La Tribuna en 1966. Dicho documento revelaba que varios exoficiales de la marina habían participado en un extenso contrabando a bordo de naves de la Armada Peruana. Las observaciones hechas por Cornejo Chávez hicieron que el vicealmirante Raúl Delgado, ministro de Marina, se presentara ante el Senado, admitiera el problema del contrabando en su armada y prometiera llevar ante una corte marcial a los responsables de la mercadería ilegal encontrada en la carga del [nave de guerra] "BAP Callao" en 1965.

En ese año, un reacomodo inesperado del gabinete privó al almirante Florencio Texeira de la cartera de Marina. Desde que fuera nombrado ministro de Marina en 1963, Texeira había firmado contratos con empresas privadas con el fin de arrendar el [buque de guerra] "Callao" y usarlo para importar mercancía de contrabando. La nave, comandada por personal de la marina, realizó varios de estos viajes irregulares mientras el ministro Texeira pudo proteger las importaciones de contrabando. Sin embargo, en septiembre de 1965, el "Callao" fue puesto bajo estricta vigilancia al asumir el cargo un nuevo ministro. En los almacenes del puerto se localizó mercadería de contrabando no reclamada, valorizada en 10,9 millones de soles y con un costo adicional de 44 millones de soles por evasión de impuestos a la importación. La mencionada mercancía estaba destinada a los bazares de la marina, el ejército y la fuerza aérea. Con suficiente documentación en mano, la comisión parlamentaria encontró que Texeira era directamente responsable de este caso de contrabando.

Otro caso similar, que involucró al [barco naval] "BAP Chimbote" en 1964, también fue investigado por la comisión parlamentaria. Aquí se halló evidencias adecuadas [p.392] para acusar a un exministro de Gobierno y a un director general de la Guardia Republicana, quien posteriormente fuera juzgado en un tribunal militar y hallado culpable del cargo menor de fraude. Texeira fue acusado formalmente, encontrado culpable y cumplió su pena en prisión, a pesar de los intentos de altos mandos de la marina para desestimar el caso. [22]  Esta fue una sanción sin precedentes en la larga historia de inmunidad de facto de que gozaban los funcionarios civiles y militares.

[Gobierno de Belaunde: un congresista "Napoleón" saca de contrabando 9 o 12 Mercedes de Alemania - y más casos de contrabando]

El asunto del contrabando y las investigaciones relacionadas se abrieron en diversas direcciones entre marzo y mayo de 1968. El diputado Napoleón Martínez tuvo que defenderse de las evidencias que, presentadas en un informe oficial, indicaban que él había abusado de sus privilegios diplomáticos y exenciones de impuestos. Martínez había convenido con el empresario privado Sigmund Markewitz para importar autos Mercedes Benz adquiridos en el extranjero con descuento y sin pagar impuestos con el fin de venderlos luego en el Perú con una enorme ganancia. En su defensa, el diputado afirmó que solamente había importado nueve y no doce autos a su nombre, que había muchos otros casos similares y que un país extranjero conspiraba en su contra, acusación que un observador calificó como ejemplo clásico del dicho de que el «patriotismo es el último refugio de los canallas». [23] Eventualmente, Martínez fue privado de su inmunidad parlamentaria, procesado y encontrado culpable en 1969. [24]

[Gobierno de Belaunde: Cargos contra aduanas con tío de Belaunde: Quiñones Muñoz soborna a la policía - aduanas pueden contrabandear - Carlos Muñoz es expulsado de la AP etc. - PIP sobornado - aduanas aeroportuarias con Víctor Guillén: importaciones están infravaloradas + dinero de soborno distribuido]

El escándalo ampliamente publicitado de Ripsa impactó de lleno en el círculo más íntimo del presidente Belaúnde. La comisión parlamentaria presentó cargos contra los ejecutivos de Consorcio Aduanero, una compañía de agentes de aduanas administrada por José Carlos Quiñones Muñoz y dirigida por su tío Carlos Muñoz, el conspicuo asesor carlista de Belaúnde. Quiñones había sobornado a oficiales de la Policía de Investigaciones (PIP) para asegurar el despacho de la mercadería de contrabando en la aduana y el cobro de coimas [p.393] por Muñoz. [25] Este último cayó en desgracia al ser suspendido de sus vínculos con AP. Varios otros parientes del presidente, exministros y miembros de AP también resultaron investigados. Entre ellos se encontraba el secretario de la  presidencia y un exministro de Hacienda. [26]

Víctor Guillén, militante de AP, había sido colocado como perito de aduanas en el aeropuerto internacional Jorge Chávez. Gracias al abuso de dicho puesto y al ingreso que ello le producía, Guillén pronto adquirió casas, edificios comerciales e, incluso, acciones en la compañía de agentes de aduana de Muñoz. Guillén ayudó a Quiñones a conseguir tasaciones tributarias extremadamente bajas mediante la declaración de importaciones subvaluadas, negociadas por varias compañías (Continental Motors, Nadir, Hiltra y Globoimport) vinculadas a un grupo de empresarios implicados en otros casos de contrabando. Guillén confesó a la policía sus negocios con Quiñones y la forma en que se repartían los sobornos: 30 por ciento iba al superintendente general de aduanas, José Chaparro Melgar; 20 por ciento el jefe de aduanas del aeropuerto; 20 por ciento a Guillén; y 30 por ciento a otros funcionarios de aduanas. [27]

Por otro lado, las revelaciones del caso Ripsa llevaron al despido de Javier Campos Montoya, un alto director de la PIP, a quien se le acusó de proteger el contrabando. En respuesta a un artículo de la revista Caretas acerca de su opulento estilo de vida, Campos reveló a la prensa que, en 1958, había ganado dos veces la lotería y que había tenido suerte apostando en las carreras de caballos. [28] Campos, Chaparro y otros fueron acusados formalmente y llevados a los tribunales por cohecho y abuso de sus cargos.

La policía fiscal, por su parte, presentó a los investigadores parlamentarios evidencias detalladas de una red de contrabando que comprendía a la mayoría de los funcionarios de las aduanas postales de Lima, en colusión con empresarios locales para subvaluar diversas importaciones, falsificar documentos y evadir impuestos. Los acusados incluían a veinte empleados de la aduana postal, entre los cuales se encontraba el administrador en jefe Luis Porras Tizón y el tesorero Alberto Núñez Alarco, así como una gama asombrosa de propietarios y gerentes [p.394] de negocios muy conocidos como Chicolandia, Hogar S. A., Otecsa y Casa
Fernández Hermanos, entre muchos otros. [29] Además de los empleados de la aduana postal de Lima, docenas más fueron despedidos de sus puestos como funcionarios de aduana en el puerto del Callao y en el aeropuerto internacional. [30] Aparentemente, casi la totalidad de la Administración de Aduanas estaba afectada.


[Marzo de 1968: Contrabando expuesto: sustancias valiosas son declaradas como material de paracaídas - los militares defienden el contrabando]

En marzo de 1968, La Prensa reportó que veintinueve paquetes importados, cuyo contenido estaba etiquetado como telas de paracaídas y tenía como destino el alto mando del ejército, contenían en realidad ricas telas para ropa de mujer. El ministro de Gobierno, vicealmirante Luis Ponce, afirmó que reportes falsos de la prensa como este le hacían daño al país. Ponce también le comentó a un funcionario de la embajada de Estados Unidos que, a su juicio, el escándalo del contrabando estaba siendo manipulado por el APRA para desacreditar al gobierno y a las fuerzas armadas. [31]

En esta crucial coyuntura, Belaúnde nombró al general Francisco Morales-Bermúdez Cerruti como ministro de Hacienda, no solo para ocuparse de la crisis fiscal sino también para manejar la investigación del ejecutivo sobre las aduanas y el contrabando. Con el fin de desalentar futuras investigaciones sobre la participación del ejército en los escándalos de contrabando, el ministro de Guerra Julio Doig celebró una conferencia de prensa en presencia del comandante general del ejército, el general Juan Velasco Alvarado, y el jefe de Estado Mayor Roberto Dianderas, en la que afirmó que el ejército no estaba involucrado en el contrabando de los «paracaídas». Doig también sostuvo que las maniobras de la extrema izquierda buscaban vincular a las fuerzas armadas con el contrabando para desacreditarlas ante la opinión pública. [32] [p.395]

[Contrabando: Correspondencia Perú-Panamá Dic.1965-En.1968 editado por Trajtman + Kardonsky: altos oficiales militares y la red de contrabando están expuestos - siempre buenos "regalos": dinero o lavadoras, etc. - militares+policías salen como negociantes]

Inesperadamente, el general Morales-Bermúdez proporcionó una asistencia importante a la comisión parlamentaria. Los investigadores de la policía fiscal habían incautado la correspondencia de Novelty Supply, una compañía de importación, y su asociada panameña, Peikard S. A., de la cuales se sospechaba que se dedicaban a un extenso contrabando. Morales-Bermúdez entregó la correspondencia incriminadora a la comisión parlamentaria. [33] Para asombro del general y de la comisión, estas cartas escritas entre diciembre de 1965 y enero de 1968 suministraron cuantiosas evidencias de operaciones empresariales ilegales e implicaron a altos oficiales militares en el encubrimiento y facilitación del contrabando a cambio de favores y sobornos. Los principales autores, los empresarios José Trajtman y Sam Kardonsky, revelaron sus elaboradas estrategias para asegurar la protección y la colusión de oficiales militares y policiales, mediante una red de contactos personales e intermediarios con información interna privilegiada. Dichas cartas discutían la conveniencia de otorgar «comisiones» o sobornos a uno u otro funcionario. Estos últimos competían entre sí por los sobornos, se quejaban de su monto insuficiente y aceptaban «regalos» de máquinas de lavar u otros aparatos eléctricos importados. [34]

El centro de estas operaciones de contrabando lo constituían las mercancías importadas destinadas a los bazares de las fuerzas armadas y policiales. A todas estas instituciones se les había concedido el privilegio de importar cierta cantidad de mercadería exenta de impuestos para uso exclusivo del personal militar y policial. Sin embargo, estos bazares solamente tenían una línea de crédito limitada y garantizada por el gobierno central. No obstante, diversas compañías, como Novelty Supply, ofrecían, amplio crédito privado, hecho que mejoraba considerablemente la capacidad de importación de los bazares. A su vez, estas compañías privadas obtenían de los gerentes, ministros y generales supervisores de los bazares, una gran cantidad de mercadería exenta de impuestos para su venta a los civiles. Esta operación arrojaba grandes utilidades a dichas empresas a cambio de sobornos para todos los oficiales involucrados. [35]


[Gobierno de Belaunde: Los ministerios absuelven a todos los contrabandistas debido a la falta de pruebas - operaciones sistemáticas de contrabando - El libro de Haya "Contrabando" estima el valor del contrabando en 117 millones de soles - 59 mil millones de soles de impuestos faltantes]

Entre los oficiales de alto rango implicados en esta trama de contrabando figuraban el vicealmirante Ponce (futuro ministro del Gobierno), el general [p.396] Ítalo Arbulú (exjefe del Comando Conjunto de las fuerzas armadas), otro general, tres coroneles y dos tenientes coroneles. En lugar de hacer públicos estos nombres, la comisión parlamentaria remitió la lista del personal militar y policial mencionado en las cartas a los ministerios respectivos para una investigación interna. Las autoridades de los ministerios desecharon los cargos y declararon a los sospechosos «inocentes». Un informe del inspector general del ejército, recibido por el general Velasco Alvarado y convalidado con su firma antes de remitirse a los comisionados parlamentarios, exoneraba a todos los oficiales implicados por las cartas debido supuestamente a la insuficiencia de pruebas. [36]

Gracias a la investigación realizada por la comisión del Congreso en 1968, más de trescientas personas, entre las cuales se encontraban funcionarios del gobierno y empresarios privados, fueron procesadas en los tribunales civiles peruanos luego de la abrupta suspensión de las actividades de la comisión, en octubre de dicho año. [37]  La mayoría de los oficiales militares acusados fueron procesados en tribunales militares y gran parte de ellos fue absuelta. Según una fuente diplomática estadounidense, el escándalo había sacudido la confianza del público en Belaúnde y manchado el prestigio de las fuerzas armadas, causando así una gran tensión dentro de estas. Ello tendría gran importancia para la política nacional: «No cabe duda de que para fines de 1967, el contrabando de artículos de lujo y otros bienes al Perú se había vuelto un negocio masivo y bien organizado, que operaba evidentemente con el conocimiento y la complicidad de altos funcionarios civiles y militares del gobierno peruano». [38]

En su libro de 1976 titulado "Contrabando", Vargas Haya realizó cálculos estimados del costo total del contrabando y de las rentas tributarias no recaudadas en el periodo 1963-1967. Al valor declarado de las importaciones imponibles (47.000 millones de soles), Vargas Haya le sumó el valor estimado de las importaciones de contrabando y subvaluaciones (70.000 millones de soles), lo [p.397] que dio un monto total de 117.000 millones de soles. Al aplicar una tasa tributaria promedio de 70 por ciento, la renta tributaria total por importaciones debió haber sumado alrededor de 82.000 millones de soles (16,4 mil millones de soles al año). Dado que la renta tributaria efectivamente recaudada por importación totalizaba solo 23 mil millones de soles, la renta sin recaudar se calculaba, así, en 59.000 millones de soles (un promedio de 11,8 mil millones de soles o 440 millones de dólares al año). [39] Si el gobierno hubiese recaudado siquiera la tercera parte de este ingreso perdido por la corrupta evasión, el déficit comercial anual medio de 3.000 millones de soles podría haberse eliminado por completo.

Los cálculos de Vargas Haya toman como base inicial promedio unas altas tasas de tributación y evasión. Este mismo autor preparó, sin embargo, distintos cálculos estimados. De este modo, tan solo para 1967 calculó que aproximadamente el 68 por ciento de los impuestos por aduanas quedó sin cobrar debido al contrabando, la subvaluación y las exenciones. Adicionalmente, a partir de datos obtenidos en el transcurso de las investigaciones parlamentarias, Vargas Haya estimó tasas de evasión tributaria de 45 por ciento en las importaciones de 1966, 32 por ciento en las de 1965, 24 por ciento en las de 1964 y 18 por ciento en las de 1963, con lo que resultaba un promedio de 37 por ciento al año entre 1963 y 1967. [40] Sobre la base de una tasa tributaria media más realista de 50 por ciento y una tasa de evasión de 37 por ciento, la renta tributaria no recaudada debido al contrabando y la evasión habrían sumado 14.000 millones de soles (un promedio anual de 2.800 millones de soles o 104 millones de dólares), casi lo suficiente como para cubrir el déficit comercial anual medio durante el periodo. En consecuencia, revisando dichos estimados, el costo de las actividades de contrabando facilitadas por la corrupción durante el régimen de Belaúnde equivalió a aproximadamente el 14 o 15 por ciento de los ingresos del gobierno nacional en el periodo 1963-1967. [41]

[La década de 1960 fue la época del "milagro económico", pero los católicos criminales de la clase alta del Perú no realizaron este "milagro" debido a su adicción al crimen y al contrabando. De esta manera por contrabando criminal el Rey de España ya tenía que abandonar la mina de mercurio de Huancavelica...].

[Abril de 1968: Escándalo de contrabando: los nombres aún se mantienen en secreto - llamadas telefónicas amenazantes anónimas - maniobras militares y presión contra el APRA y la Comisión de Investigación]

Para abril de 1968, la presión política ejercida sobre los integrantes de la comisión investigadora parlamentaria era enorme. Aumentaban también los rumores referentes a que las personas de alto rango implicadas en el escándalo [p.398] de contrabando incluían a parientes cercanos de Belaúnde, a los más importantes oficiales militares y a dirigentes parlamentarios de diversos partidos. [42] Los miembros de la comisión investigadora y sus familias fueron amenazados con llamadas telefónicas anónimas y sufrieron enojosas investigaciones por parte de ciertas autoridades. [El diario] El Comercio clamaba por el pronto anuncio del nombre de las personalidades prominentes involucradas en el escándalo. [43] Las autoridades militares incrementaron la presión, en particular contra el demócrata-cristiano Rafael Cubas Vinatea, un prominente miembro de la comisión investigadora.

En este momento tan crucial, el general Doig anunció en un impactante comunicado de prensa que el alto mando militar abandonaría su tradicional veto a la candidatura presidencial de Haya de la Torre. Este hecho desató la especulación en torno a que venía cocinándose un compromiso entre los militares y el APRA para detener la investigación sobre el contrabando y evitar la revelación de los nombres de los militares implicados. Vargas Haya negó la existencia de semejante trato y afirmó que la investigación parlamentaria continuaría sin dejarse intimidar. [44] Sin embargo, como miembro disciplinado del APRA, muchas de las decisiones políticas quedaban más allá de su control, puesto que eran tomadas directamente por Haya de la Torre y Armando Villanueva del Campo, el secretario general del partido. El PDC y Cornejo Chávez en el Senado advirtieron a los investigadores parlamentarios que se les estaba poniendo de lado a favor de un pacto político para demoler la investigación acerca del contrabando. En consecuencia, Cubas Vinatea renunció a la comisión investigadora. [45] Parecía también que al APRA se le iba presionando a retroceder en medio de una creciente preocupación sobre un posible golpe militar. Hacia mediados de mayo, la investigación del contrabando parecía haber disminuido considerablemente y era muy improbable que se tomaran mayores medidas contra los funcionarios implicados en el asunto. [46]

[Mayo de 1968: El ministro de Hacienda Morales-Bermúdez renuncia - no puede reestructurar las finanzas del estado debido a las pérdidas de contrabando - todos los partidos se luchan - nuevo ministro de Hacienda Ulloa - APRA se vuelve aceptable + Haya espera la victoria electoral en 1969]

El escándalo del contrabando agravó la crisis política del régimen y de los partidos y facciones que lo apoyaban. El ministro de Hacienda Morales-Bermúdez renunció en mayo, afirmando que «consideraciones políticas [p.399] partidarias» habían retrasado peligrosamente la solución a la crisis fiscal y económica. En el Congreso, el APRA se había opuesto a un incremento del impuesto a la gasolina, una parte crucial del programa de recuperación fiscal de Morales- Bermúdez. Los jefes militares también le habían retirado calladamente el apoyo a este ministro por el papel que desempeñó en la investigación del contrabando. [47]

Los divididos demócrata-cristianos rompieron su alianza con AP por cuestiones de principios políticos. Hasta la coalición APRA-UNO se desintegró. Por último, AP se dividió luego de un choque en torno a la cuestión de la IPC [campos de petroleo]; por un lado quedó la facción termocéfala, encabezada por Seoane, y por otro la mayoría pro gobiernista. Sin embargo, Belaúnde había encontrado un valioso apoyo político en el «carlista» Ulloa, nombrado ministro de Hacienda y primer ministro para negociar un acuerdo temporal con el APRA para la resolución de algunos de los problemas fiscales. En estas condiciones políticas extremadamente críticas, era interés del APRA apuntalar a Belaúnde hasta las elecciones presidenciales de 1969, que ellos creían le darían a Haya la victoria largamente esperada. [48]

[Belaunde 1968: No hay condenas contra las plagas de los contrabandistas - acuerdo con la compañía petrolera IPC]

El escándalo del contrabando amainó, pero dejó tras de sí una profunda insatisfacción y una falta de confianza en el régimen. El gobierno de Belaúnde había esperado poner fin a las humillaciones políticas que iba sufriendo enterrando este asunto. [49] Sin embargo, pronto se reavivó y estalló otro gravísimo escándalo relacionado esta vez con el petróleo y la IPC. Los ejecutivos de esta compañía se aproximaron al presidente para manifestarle su deseo de alcanzar un acuerdo final sobre el problema de La Brea y Pariñas. Las intransigencias previas fueron negociadas rápidamente para así conseguir unos puntos políticos sumamente necesarios para Belaúnde. Parecía como si esta antigua cuestión, dilatada fundamentalmente por la corrupción de gobiernos anteriores, estuviera a punto de ser resuelta. [p.400]

Un contrato sancionaría la entrega de los derechos de superficie y subsuelo de La Brea y Pariñas al Estado peruano. El documento fue firmado apresuradamente por Fernando Espinosa, gerente general de la IPC, y Carlos Loret de Mola por la Empresa Petrolera Fiscal (EPF). Sin embargo, semanas más tarde, Loret de Mola desató, durante una emisión televisiva, la que habría de ser la crisis final del acosado gobierno de Belaúnde. El presidente de la EPF informó que faltaba una página del contrato original, la infame página once, en la cual él había firmado y estipulado de su puño y letra la base para el precio del petróleo que la EPF le vendería a la IPC para su refinamiento.

Algunos han dudado de que dicha página alguna vez existiera o contemplan la posibilidad de una pérdida accidental. Otros responsabilizan a las motivaciones
políticas de Loret de Mola, así como a su ambición, irresponsabilidad o ingenuidad. [50] Una cosa era cierta: los escándalos de corrupción todavía recientes y la desconfianza que estos generaron pesaron fuertemente sobre la percepción negativa del público en torno al contrato con la IPC. [51] El escándalo de la «desaparición» de la página once y las acusaciones de una abyecta capitulación o «entreguismo» a la IPC era, según lo indican todas las evidencias, parte de una campaña política que acusaba al régimen de Belaúnde de traidora corrupción. La imputación era infundada en sus detalles, pero logró tener inmensas repercusiones. Un grupo de conspiradores militares aprovechó el escándalo para justificar públicamente y llevar a cabo un golpe de Estado que trajo consigo cambios drásticos en la conformación política, social y económica del país y sus instituciones.


«Revolución» militar

[Reformas bajo la dictadura de Velasco 1968-1975
La dictadura de Velasco se aprovecha de los errores del gobierno de Belaunde y nacionaliza las grandes empresas, todas las empresas reciben nuevos nombres, muchas con el nombre "Perú", ahora están bajo control estatal, él lleva a cabo una reforma agraria y una reforma agraria que deberían haberse realizado hace 200 años ya, introducen el ketschua como idioma igualitario junto al español, reducen los medios de comunicación a un solo periódico y a canales de televisión y emisoras de radio progubernamentales, y prohíben a los extranjeros dirigir medios de comunicación en Perú para que los capitalistas se callen la boca. Una de las faltas grandes de Velasco fue que no ha visto que falta la educación de los analfabetas de los Andes ANTES de la reforma de territorios - eso fue procesado más tarde a partir de 1975. Fue sólo la crisis agraria interna la que impulsó el establecimiento del sistema escolar en todo el país.
 
 
Video: Velasco y la dictadura militar en el Perú - Clase didáctica - USMPTV (17'22'')
https://www.youtube.com/watch?v=cjYxZDFfgx0 - canal de YouTube: Archivos Educativos - instalado 3-1-2021


Dice la Wikipedia del Mosad:
https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Velasco_Alvarado

Obras principales

  • Nacionalizó la Banca Nacional desde el inicio de su gobierno, cuando el 31 de diciembre de 1968 se dio el decreto ley 17330 dispuso que el 75% del accionariado debía estar en manos de peruanos.
  • Nacionalizó algunos de los recursos mineros del país: expropió los yacimientos petrolíferos de Talara (de la IPC), así como las explotaciones e instalaciones de Cerro de Pasco Corporation y Marcona Mining. Surgieron diversas empresas estatales: PETROPERÚ (Petróleos del Perú), CENTROMIN PERÚ (encargada de la actividad minera metalúrgica de la zona central del Perú), HIERRO PERÚ (para Marcona) y SIDER PERÚ (para la siderúrgica de Chimbote).
  • Por decreto ley 17716 dada el 29 de junio de 1969, se dispuso una reforma agraria en todo el país con el objetivo de poner fin a la oligarquía terrateniente. Afectó a los latifundios de la sierra, pero también a los complejos agroindustriales de la costa, en las que se crearon Cooperativas Agrarias de Producción (CAPS), sin estar debidamente capacitadas para administrarlas. Ello condujo al colapso de la industria azucarera, hasta entonces uno de los pilares de la economía peruana.[cita requerida]
  • Estatizó la industria pesquera y creó el Ministerio de Pesquería. La pesquería se orientó hacia el consumo humano. Con ello se mejoró la alimentación de la población, puesto que por ejemplo el pescado de mar que nunca había llegado fresco a los andes peruanos, llegaba ahora en carros refrigerados de la empresa pesquera estatal. Pero de otro lado, se inició el colapso de la industria pesquera (harina y aceite de pescado), hasta entonces la primera del planeta.[cita requerida] [por sobrepesca]
  • Para distribuir los alimentos producidos por las cooperativas agrarias creadas por la revolución, se creó el Ministerio de Alimentación, que gestionó convenios para importar alimentos para el país.
  • La reforma del sector industrial se hizo por medio de la Ley General de Industrias, que creó la Comunidad Industrial. Esta involucraba a todos los trabajadores de una empresa, los cuales en teoría debían participar en las utilidades, en la gestión y la administración de la misma.
  • Impuso un control directo del Estado sobre las telecomunicaciones. La Compañía Peruana de Teléfonos fue expropiada y el Estado asumió una participación mayoritaria en la Radio y la Televisión, inicialmente en un 51% del accionarado; posteriormente abarcó el 100%.
  • Creó las Empresas de Propiedad Social, nuevo modelo empresarial, con base en la autogestión del yugoslavo Josip Broz Tito, donde la base del capital era el trabajo. Su puntal financiero era el Fondo Nacional de Propiedad Social FONAPS.
  • Igualó los derechos de los hijos legítimos y naturales ante la ley.
  • Impuso fuertes restricciones a la libertad de prensa, confiscando todos los diarios de la capital, en la medianoche del 27 de julio de 1974. También se confiscaron diarios en provincias.
  • Las Fuerzas Armadas fueron equipadas con moderno armamento adquirido de la Unión Soviética, convirtiéndose en una de las mejores de América Latina. El Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) mantuvo relaciones de cooperación, colaboración e intercambio de información con el KGB.8
  • Con el fin de movilizar organizadamente a la población y controlar las movilizaciones sociales, creó en 1972 el Sistema Nacional de Apoyo a la Movilización Social (SINAMOS), que pronto actuó como una entidad política al servicio del gobierno revolucionario, odiada y temida. Pasaron a formar parte del SINAMOS algunos intelectuales progresistas y cuadros de izquierda, es el caso del exguerrillero del ELN, Héctor Béjar, quien fue nombrado director del área juvenil del SINAMOS. Otros directivos del SINAMOS fueron Carlos Delgado (exaprista), Carlos Franco, Hugo Neira, Jaime Llosa, etc.
  • En el ámbito internacional, el gobierno de las Fuerzas Armadas promovió una política de no alineación, bajo el lema "ni con el capitalismo ni con el comunismo". En los hechos, la ruptura con los Estados Unidos implicó alianzas con el llamado bloque socialista.
  • Estableció relaciones diplomáticas con la Unión Soviética, la República Popular China, con Hungría, Bulgaria, Alemania del Este, Yugoslavia, Polonia y Corea del Norte. Había prohibición de viajar a esos con puniciones penales. El primer embajador fue Javier Pérez de Cuéllar en la URSS, el cual después llegó a secretario general de las Naciones Unidas entre enero de 1982 y diciembre de 1991.
  • En 1972, decretó una reforma educativa que previó entre otros una educación bilingüe [con ketchua] para los peruanos, sobre todo usuarios de lenguas nativas, que componían casi la mitad de la población.
  • En 1973 se dio el Reglamento de Educación Bilingüe9​ y, el 27 de mayo de 1975, por Decreto Ley 21156", el cual reconoció al quechua, al igual, que el español, como lengua oficial de la República.10​ Se aprobó el Alfabeto básico general del Quechua por R.M. N.º 4023 del 16 de octubre de 1975.11​ En 1976, ya durante el gobierno de Morales Bermúdez, se editaron seis gramáticas y sus respectivos diccionarios para los diversos dialectos del quechua.
  • Realizó un conjunto de obras en beneficio de su tierra natal: la restitución al departamento de Piura de terrenos que se hallaban incluidos sin aparente razón en el de Lambayeque; el proyecto Chira-Piura; la construcción de una planta de fertilizantes en Talara; el complejo pesquero de Paita; la modernización de la refinería de petróleo de Talara; la creación del comité ejecutivo del complejo Bayóvar; y la construcción de una planta de solventes para producir alcohol isopropílico y acetona en Talara.12
  • Los militares y sus allegados coparon puestos de dirección y niveles de administración pública.


Y sobre el fracaso:
"Las grandes reformas emprendidas con el propósito de cambiar la fisonomía del país fueron relativamente ineficaces, a pesar de cierta mejora del nivel de vida de las clases trabajadoras y del desarrollo industrial. La pesca y la agricultura son fracasos especialmente evidentes. PescaPerú sobreexplotó la anchoa, que se utiliza principalmente para la producción de harina de pescado y es un elemento clave en el ecosistema marino peruano. La producción alcanzó niveles récord en los primeros años, pero ello, unido a los efectos del fenómeno de El Niño de 1972, provocó un fuerte descenso de las capturas, hasta el punto de que se tardó más de una década en recuperar un nivel de actividad adecuado. La deuda estatal y la política inflacionista obligaron a devaluar la moneda. Además, la reforma agraria, ambiciosa pero mal llevada, dio lugar a la creación de miles de explotaciones sin capital, lo que perturbó la producción agrícola. Además, los canales de distribución eran objeto de sabotaje, especulación y contrabando, lo que provocaba periódicamente escasez y racionamiento. 13​ "


El golpe tiene como objetivo restaurar la "dignidad" de los católicos criminales en el Perú:

[Perú 3-10-1968: Golpe militar - destrucción de documentos - Vargas Haya es expulsado del Congreso - elecciones de 1969 y victoria electoral del APRA están bloqueadas - General Velasco destruye el libro "Contrabando" 1970 - en 1976 se puede venderlo]

Mientras los tanques cercaban el palacio presidencial en el inicio del golpe para deponer a Belaúnde el 3 de octubre de 1968, un destacamento militar especial ocupó el Congreso. Unos cuantos días más tarde las tropas del ejército confiscaron y saquearon las oficinas y la documentación de la comisión [p.401] parlamentaria de investigación del contrabando. [52] Este hecho tuvo un impacto demoledor sobre el diputado Vargas Haya, quien fue privado de su escaño y del acceso a las evidencias documentales con las cuales finalizar su investigación. Su partido, el APRA, se vio asimismo negado de una victoria segura en las elecciones de 1969 que jamás se celebraron.

Vargas Haya decidió arriesgarse a escribir un libro para documentar los resultados de la comisión investigadora del contrabando y publicar evidencias contra los militares. En abril de 1970, agentes de la policía secreta incursionaron en las instalaciones de los talleres en donde se venía imprimiendo el libro para confiscar y destruir su primera edición. Vargas Haya sostuvo que este ataque contra la libertad de expresión fue ordenado por el general Velasco Alvarado. Años más tarde, estas afirmaciones fueron confirmadas en declaraciones hechas a la prensa por un exministro del Interior. La segunda edición del libro solamente apareció en 1976, cuando Velasco había dejado la presidencia. [53]

Los mandos militares que urdieron el golpe pensaban permanecer en el poder por largo tiempo. Este no era un «golpe puente» ordinario, que sirviera de transición entre un régimen civil o de mandato constitucional y el siguiente. Velasco y sus asesores más cercanos anunciaron que eran cuatro las causas principales de la intervención militar contra la democracia:
-- el imperativo de defender la «dignidad» nacional, herida por la IPC y el escándalo de la «página once»;
-- introducir reformas socioeconómicas estructurales;
-- contener el peligroso deterioro de las condiciones políticas civiles, que abrían las puertas a una victoria electoral aprista y la insurrección comunista; y, finalmente,
-- superar la degradación moral del país. [54] [p.402]
Las versiones convencionales del papel histórico del régimen militar de 1968 han subrayado estos argumentos oficiales. [55]

Vargas Haya, por su parte, ha sostenido consistentemente que los jefes del golpe militar tuvieron dos grandes objetivos:
-- enterrar para siempre las evidencias de la participación de los militares y la intervención personal de Velasco en el escándalo del contrabando, y
-- frustrar una vez más el acceso del APRA al poder. [56]
En respaldo de esta afirmación, Vargas Haya presentó evidencias reveladoras, aunque necesariamente parciales. Su apoyo partidario a la obstinada oposición aprista al régimen militar, así como la existencia de otras causas institucionales e ideológicas más probables del golpe de 1968, pueden ser aducidas como argumentos para matizar la explicación dada por Vargas Haya. Sin embargo, diversas fuentes independientes indican que la corrupción y el patronazgo sí tuvieron un lugar prominente entre las causas y consecuencias del golpe. En cierto modo, constituyeron las bases políticas del régimen «revolucionario». Vargas Haya y otros han sostenido que la cuestión de la IPC y la página once solamente fue un pretexto para destruir la democracia peruana. Más aún, analistas políticos coinciden en que la dura postura «nacionalista» contra la [empresa petrolera] IPC fue usada por Velasco y su facción para consolidar su control directo sobre el régimen y desplazar a otras facciones militares más moderadas. [57]


[Dictadura Velsaco: agitación contra miembros del gobierno de Belaunde por incompetencia + robo + colaboración con países extranjeros - enjuiciamiento judicial de ministros por el escándalo petrolero y otros robos - la "Comisión Nacional de Ayuda" fue otra cosa]

Una temprana campaña de «moralización» en 1968 se utilizó para desacreditar a las instituciones democráticas y a los exfuncionarios civiles del gobierno de Belaúnde. Velasco y sus seguidores radicales lanzaron un duro ataque contra la supuesta incompetencia, enriquecimiento ilícito y desfalcos de algunos funcionarios depuestos, que supuestamente permitían un injusto enriquecimiento de intereses extranjeros. Se les tildó de «malos» peruanos, que habían traicionado [p.403] a su país. [58] Aunque no se formó un tribunal ad hoc para que impusieran sanciones, como sucedió durante la dictadura de Sánchez Cerro del periodo 1930- 1931, el gobierno militar asumió poderes legislativos e, incluso, judiciales para denunciar, acusar y procesar a varios exministros por corrupción en relación con el escándalo de la IPC, entre otros cargos. [59] Velasco, asimismo, amenazó a otros excongresistas para que hicieran frente a lo que él llamó el escándalo parlamentario de fondos públicos mal utilizados. [60] El general Armando Artola, ministro del Interior, sostuvo que se habían detectado serias irregularidades en el Congreso y en la Junta de Asistencia Nacional dirigida por la hermana de Belaúnde. Estos cargos no fueron probados o se encontró que carecían de sustento alguno. [61]


[Dictadura de Velasco: Comisión especial sobre el dinero del petróleo - el banco central está militarizado]

A comienzos de 1969 se estableció una comisión especial para investigar las supuestas transferencias ilegales de 17 millones de dólares en utilidades repatriadas por la IPC, permitidas por el Banco Central y el ministro de Hacienda después del golpe de 1968. Esta comisión, dirigida por el vicealmirante Enrique Carbonel Crespo y conformada por asesores civiles radicales, despidió a los gerentes más altos del Banco Central de Reserva y puso fin a su independencia. De este modo, Velasco neutralizó las intensificadas críticas periodísticas contra la integridad de su política «dura» con respecto a la IPC; obligó a renunciar y luego hizo procesar al moderado ministro de Hacienda, el general Ángel Valdivia; y fortaleció el control del régimen sobre instituciones financieras claves. [62] El jefe de la comisión Carbonel, un exoficial de inteligencia de la marina, implicado en el escándalo de contrabando, era un amigo cercano y colaborador de Velasco. A diferencia de otros oficiales de marina vulnerables, involucrados [p.404]



Fig. 17. El general Juan Velasco Alvarado (1968-1975) rodeado por oficiales en el poder en 1969. A través del sistemático desmantelamiento de contrapesos constitucionales, judiciales y parlamentarios, y ante la neutralización de los medios de comunicación independientes, el régimen militar «revolucionario» contribuyó al mal gasto e ineficiente administración de los recursos públicos que cobijaron una amplia corrupción burocrática. Archivo Revista Caretas.


Fig. 18. Juego de cartas militar. En un contexto de huelgas, represión y persistentes privilegios para los oficiales de las fuerzas armadas, el presidente, general Francisco Morales-Bermúdez (1975-1980) y el primer ministro, general Pedro Richter Prada, representan un juego intervencionista bien conocido por la opinión pública. «La timba está legal». Por Carlos Tovar, «Carlín». Monos y Monadas 74, n.° 134, 1979, p. 3. Biblioteca Nacional del Perú, Lima. [p.405]

[Dictadura de Velasco con nuevas carreras: el primo de Velasco se convertirá en teniente coronel - militares e intelectuales de izquierda tomarán el poder - los campos petroleros serán confiscados]

en el escándalo y posteriormente purgados por conveniencia política, Carbonel fue perdonado y posteriormente presidió el Comando Conjunto de las fuerzas armadas. De este modo, el ejército, con Velasco al mando, dominó a la marina así como a la fuerza aérea cuyo orden de ascenso tradicional fue manipulado por el general golpista a favor de su primo, el teniente coronel Eduardo Camino Velasco, al igual que de otros oficiales que apoyaban al dictador. [63]

La consolidación de la facción de Velasco trajo consigo el surgimiento de la izquierdista «generación terremoto» de coroneles y generales, decididos a implementar radicales reformas estructurales. Los más conspicuos fueron el general Jorge Fernández Maldonado, ministro de Energía y Minas, y el general Leonidas Rodríguez Figueroa, jefe de la vertical organización corporativa SINAMOS. Estos ministros nombraron como sus más cercanos asesores pagados y funcionarios de alto rango a diversos civiles de izquierda que habían figurado de modo prominente en la prolongada campaña política y legal contra la IPC. Algunos de estos asesores habían alcanzado una influencia política sin precedentes, infiltrándose en la academia militar y el CAEM, orquestando además campañas «nacionalistas» a favor de la política confiscatoria de Velasco para con la IPC. Este grupo de asesores incluía a Alberto Ruiz Eldredge, Alfonso Benavides Correa, Germán Tito Gutiérrez, Guillermo García Montúfar, Efraín Ruiz Caro y Augusto Zimmerman (sobrino del polémico exsenador Alfonso Montesinos), entre otros. [64]

[Sospecha: Cuba financia a estudiantes y periodistas en Perú contra la petrolera "estadounidense" CPI]

Algunos de estos privilegiados asesores de izquierda, entre ellos exparlamentarios y figuras públicas, habrían recibido fondos del gobierno cubano desde 1961 para erosionar la democracia peruana y para organizar campañas políticas como la cruzada contra la IPC. Muchos de ellos habrían recibido estipendios mensuales de miles de soles. Aunque justificados por una ideología «revolucionaria», los pagos hechos por extranjeros a funcionarios y personalidades peruanos constituían también casos de influencia indebida. Según el encargado de negocios español en La Habana, era posible que periodistas muy [p.406] influyentes hayan recibido dinero cubano para difundir campañas mediáticas velasquistas. [65]

[Dictadura Velasco: Nuevo nepotismo con regalos y puestos entre amigos - 9 agentes de la KGB en los medios peruanos - y la CIA también está jugando]

Los asesores y periodistas izquierdistas conformaban una red de asociados que, juntamente con los jefes militares, repartía empleos y favores entre sus seguidores y amigos ideológicos. Algunos asesores y confidentes izquierdistas de alto rango defendían una colaboración íntima con la entonces Unión Soviética. Uno de estos influyentes asesores, que controlaba dos diarios gubernamentales, era pagado (con al menos 5.000 dólares en 1971) por la KGB para que influyera en las decisiones del gobierno y la opinión pública. En 1972, la KGB contaba con nueve de estos contactos estratégicos y confidenciales, muchos de ellos seducidos con presentes, dinero y viajes a la URSS. El Servicio de Inteligencia Nacional peruano (SIN) también cooperaba formalmente con su contraparte soviética para neutralizar las redes de espionaje de Estados Unidos. [66] Los éxitos aparentes de la influencia encubierta, la propaganda y la desinformación soviéticay cubana fueron contrarrestados por operaciones rivales de la CIA en el Perú.
 
[Dictadura Velasco: El jefe del servicio de inteligencia nacional ONI, Vladimir Montesinos, hace un pacto con los "Estados Unidos" - arrestado en 1977]

El capitán Vladimiro Montesinos —sobrino de Alfonso Montesinos y primo del intelectual en apuros financieros Augusto Zimmerman, jefe de la Oficina Nacional de Información (ONI) — también tuvo acceso a los favores repartidos por la red izquierdista. [67] Sin embargo, en ese tiempo Vladimiro [p.407] Montesinos trabajaba para la inteligencia de Estados Unidos. Sus contactos con la embajada de ese país en Lima y su papel como informante confidencial se confirmaron con evidencias documentales. En 1977 fue arrestado por esta razón, así como por haber viajado a Washington como invitado del gobierno estadounidense sin autorización oficial peruana. A Montesinos se le describió como un agente de la CIA que reunía información en torno al séquito de asesores izquierdistas de los generales, ministros y exjefes de inteligencia claves Edgardo Mercado Jarrín, Enrique Gallegos Venero y Fernández Maldonado. [68]

[Dictadura Velasco: se vuelve casi tan izquierdista como el APRA - y tan corrupta como los gobiernos militares antes de Belaunde]

En otras redes civiles, algunos conservadores prominentes como Beltrán y los Miró Quesada inicialmente prestaron su respaldo a las políticas nacionalistas del régimen militar. [69] Sin embargo, estos y otros políticos y empresarios conservadores pronto se alarmaron por el giro izquierdista del régimen. No obstante, un grupo particular de amigos influyentes, los así llamados «altecos», [70] se mantuvieron fieles al régimen de Velasco hasta el final. El miembro más conspicuo de ese grupo era el acaudalado político Enrique León Velarde, un amigo cercano de Velasco. León Velarde tenía relaciones de patronazgo con grupos civiles de interés y fue decisivo en el nombramiento por «dedocracia» de los alcaldes de las municipalidades distritales más importantes de Lima. La selección de estos alcaldes, en la cual León Velarde ejerció su influencia a favor de amigos cercanos y «amigotes sociales» de Velasco entre los altecos, era considerada el «regreso a [las] prácticas corruptas que caracterizaron a los gobiernos locales en la era pre-Belaúnde». [71] [p.408]

[Tiburón inmobiliario León Velarde organiza contactos para Velasco - un cuñado de Velasco sale como director del seguro social]

León Velarde, un magnate imobiliaro y financiero, además de propietario de caballos pura sangre, le ofreció a Velasco acceso a las celebridades locales en fiestas realizadas en mansiones privadas y yates. El amigo del presidente también fue un importante asesor político de inclinaciones populistas, nombrado viceministro del Interior en 1971. Desde esta posición estratégica, León Velarde resolvió muchos problemas para sus amigos a través de su acceso directo a Velasco. En sus memorias sinceras y chispeantes, el sociable asesor narra los favores especiales y los chismes íntimos de estos años. Sin al parecer advertir las distorsiones políticas, institucionales, sociales y morales introducidas por la «revolución» de Velasco, León Velarde pinta un cuadro apologético pero revelador del dañino legado de la dictadura militar para los contrapesos institucionales a la desenfrenada corrupción. [72]

Entre las personas favorecidas por Velasco, uno de sus cuñados fue colocado en la planilla de diversas empresas estatales y actuó como director del mal administrado seguro social. [73] Todas estas redes de patronazgo prestaron apoyo político temporal a cambio de favores y colusión a un régimen que jamás logró convocar y organizar un apoyo político masivo. Este fracaso organizativo eventualmente erosionó el control que el régimen tenía sobre el poder en medio de una decadencia institucional generalizada. [74] [p.409]

[Dictadura de Velasco 1968-1979: nuevas normas, prácticas, ministerios, organizaciones - para encubrir la corrupción - centralización del Estado - Comité Asesor COAP - los jueces deben ser confirmados por el gabinete]

Durante el régimen militar, el patronazgo y la corrupción se beneficiaron del cambio institucional radical que demolió las débiles bases de la democracia política en el Perú. Esta transformación ha tenido un legado duradero. Las nuevas reglas y prácticas introducidas por los militares entre 1968 y 1979, juntamente con nuevas empresas estatales, ministerios y organizaciones, generaron ineficiencia y abusos que escondían o protegían la corrupción. [75] De entre la multitud de estas deformaciones institucionales, unas cuantas bastan para brindar ejemplos reveladores.

La organización del Estado fue reestructurada mediante una serie de decretos leyes y leyes «orgánicas» que aumentaron la centralización, el poder ejecutivo y la autoridad personal de Velasco y su sucesor Morales-Bermúdez. El Comité de Asesoramiento de la Presidencia (COAP ) pasó a ser un órgano estratégico de toma de decisiones. Tenía poder para legislar, pero carecía de la capacidad de centralizar la implementación, que estaba sujeta a interpretaciones contradictorias e inconsistentes de ministros caprichosos. [76] En efecto, la reorganización de la judicatura a través de la inconstitucional Ley Orgánica del Poder Judicial (decreto 18060) privó al país de un sistema judicial realmente independiente, puesto que los jueces eran nombrados y estaban sujetos a confirmación por el poder ejecutivo.

[Dictadura de Velasco: asesores de izquierda se convierten en ministros o embajadores en "ciudades hermosas" - juez criminal quería contrabandear diamantes con maleta diplomática - 1 juez corrupto es destituido - se instalan muchos nuevos jueces corruptos - se abole la justicia neutral]

Los abogados que contribuyeron a este dañino acto contra la autonomía judicial fueron los célebres asesores legales izquierdistas Ruiz Eldredge, Benavides Correa, Alfonso Montesinos y el demócrata-cristiano Cornejo Chávez. Posteriormente, todos ellos recibieron puestos en el gobierno o se les nombró embajadores. El detonante de esta demolición judicial fue el arresto de un juez de la Corte Suprema que había intentado contrabandear diamantes a Estados Unidos usando su pasaporte [y maleta] diplomático: el gobierno militar usó el escandaloso caso de este juez para acusar a la Corte Suprema de prácticas [p.410] corruptas. [77] Otros jueces experimentados y honrados fueron así despedidos y reemplazados por magistrados mediocres y a menudo corruptos. Los observadores extranjeros concluyeron que en la práctica el imperio de la ley había quedado abolido. La desconfianza hacia el poder judicial creció y pasó a ser un rasgo más o menos permanente en el seno de la opinión pública. [78]

[Dictadura Velasco: Sobrepesca y destrucción de pesquerías Y: derechos de pesca a "estados amigos"]

El caso más conspicuo de ineptitud económica fue el manejo de la industria pesquera por parte de empleados estatales, hecho que llevó a una sobrepesca excesiva, así como a la expropiación y demolición de la capacidad empresarial de este sector productivo clave. Más aún, los recursos del sector pesquero administrados por Pescaperú se usaron para promover un patronazgo político reaccionario [derechos de pescar a Rusia etc.] a costa de los trabajadores y consumidores. [79] En consecuencia, los peruanos tuvieron significativamente menos pescado que comer, y la alguna vez boyante industria de exportación de harina de pescado se vio seriamente afectada.

[Dictadura Velasco: La reforma agraria de 1969 es sólo parcialmente exitosa - la producción agrícola disminuye - las nuevas grandes cooperativas son corruptas desde el principio - expropiación de los grandes capitalistas]

Del mismo modo, la reforma agraria de 1969 —muy alabada en ciertos sectores por redistribuir verticalmente la tierra de modo más equitativo— contribuyó a una caída de la productividad agrícola que redujo las agroexportaciones y generó una mayor dependencia de las importaciones de alimentos, sin llegar a resolver los problemas de la inmensa mayoría de los trabajadores del sector agrícola (los minifundistas y los campesinos sin tierra comprendían el 85 por ciento de la fuerza laboral agraria). Los abusos y la corrupción en la implementación de la reforma y en el manejo de las recién formadas cooperativas agrícolas se extendieron. La inclusión de grandes complejos agroexportadores en el plan de expropiaciones quebró a capitalistas nativos como los grupos Prado y Aspíllaga, que representaban conglomerados de carteras diversificadas más allá de la agricultura de exportación. [80] El hecho fue alabado por el sector [p.411] oficialista como el ocaso exitoso de la «oligarquía», un término sumamente manipulado que ocultaba la importancia de los grupos económicos.

[Velasco=de facto APRA
En lenguaje sencillo: La dictadura de Velasco está haciendo exactamente la política del APRA que fue negada al APRA por la dictadura de Velasco].


[Dictadura de Velasco: economía deficitaria + alta deuda externa - medios bajo control estatal desde 1974 + campañas estatales - quien diga la verdad será deportado - abuso + corrupción ahora sin control]
La mayoría de las empresas estatales (Petroperú, Mineroperú, Empresa Pública de Servicios Agropecuarios [EPSA], Pescaperú, Sedapal y la Compañía Peruana de Teléfonos [CPT]) resultaron ser muy ineficientes. Como parte de un ciclo vicioso de prácticas administrativas, estas empresas consistentemente acumularon pérdidas que el gobierno financiaba a través de la expansión del crédito y de préstamos externos. Sin embargo, el financiamiento del déficit de las empresas estatales ofrecía una excelente cobertura para las ganancias personales de empleados públicos, a costa de la mayoría de los ciudadanos y contribuyentes. [81] El monstruoso crecimiento de la deuda externa se debió en gran parte a una administración ineficiente y a la corrupción. Asimismo, la fallida política petrolera de los militares fue criticada por expertos que, al alegar que se habían rendido los recursos petroleros nacionales a intereses japoneses y a otras empresas extranjeras, fueron perseguidos y deportados. [82]

El control ideológico y represivo inicialmente ejercido sobre la prensa se hizo absoluto con la expropiación de todos los medios de comunicación masiva en 1974. Los ingresos de los periodistas asalariados pasaron a depender del Estado, por lo que comprometieron su pluma y su conciencia. Varios se dedicaron a difamar a la oposición política y a llevar a cabo campañas para manipular a la opinión pública. Los pocos periodistas y propietarios de medios de comunicación independientes eran deportados si iban más allá de lo permitido. [83] Fruto de este copamiento de los medios de comunicación por personal [p.412] del gobierno fue la desaparición del papel vigilante de la prensa libre contra las injusticias, los abusos y la corrupción.

[Dictadura de Velasco: la corrupción está protegida, la iluminación se vuelve imposible, la cultura del silencio - comprar armamentos y tanques soviéticos a crédito barato - militares con chofer + gasolina gratis - el contrabando aumenta aún más]

El descubrimiento de los escándalos de corrupción bajo las condiciones institucionales distorsionadas impuestas por el régimen militar quedó, pues, limitado por el control dictatorial del poder judicial y los medios de comunicación masiva. En ausencia del poder legislativo era imposible una investigación parlamentaria de los casos de corrupción descarada en el sector público. Además, había una actitud general de espíritu de cuerpo que impedía que los posibles informantes revelaran la corrupción. El temor a la represalia acalló muchas voces. La cultura política y económica había cambiado de modo tan dramático, y los incentivos estaban tan distorsionados, que las mismas autoridades tenían patentes dificultades conceptuales para reconocer su propia corrupción. Una investigación más profunda que se concentre en la Administración Pública entre 1968 y 1980, indudablemente descubrirá más aspectos en la historia de la corrupción en el Perú. No obstante, existen algunos casos bien documentados de escándalos de corrupción en el gobierno militar que podemos citar como prueba del generalizado estado subyacente de corrupción ilimitada.

A través de entrevistas con exoficiales militares, un especialista en estudios militares peruanos se informó que el extendido uso y abuso del poder tuvo el efecto de incrementar sustancialmente la corrupción entre las fuerzas armadas y sus instituciones. [84] Uno de los privilegios más resguardados y secretos de los militares — la compra de armas y de materiales en el extranjero — permitía recibir sobornos que enriquecieron a unos cuantos oficiales y comandantes. El informe oficial acerca de la compra aparentemente ventajosa de tanques y equipos militares soviéticos con bajo interés y financiada a largo plazo, sospechosamente jamás se publicó. [85] Del mismo modo, los oficiales militares gozaban de gollerías que irritaban al civil promedio como el uso de autos con chofer y gasolina gratis. Las políticas proteccionistas más estrictas adoptadas por el gobierno militar no redujeron el contrabando. Por el contrario, el ingreso ilegal de [p.413] importaciones prohibidas como automóviles, aparatos eléctricos y televisores en color creció de modo evidente. [86]

[Dictadura de Velasco octubre de 1974: Se expone la corrupción en el comercio de alimentos de la EPSA - el ministro de Comercio Barandiarán debe renunciar - el ministro de Agricultura Valdez Angulo encarcelado - las demandas se trivializan + se desestiman]

En octubre de 1974 estalló en la prensa parametrada un gran escándalo de malversación que involucró a EPSA, la empresa estatal a cargo de la venta de alimentos al por menor. Más de cien empleados fueron implicados y arrestados; Luis Barandiarán, el ministro de Comercio, se vio obligado a renunciar. Este tipo de corrupción perjudicaba al peruano promedio porque afectaba los productos de primera necesidad y, por ende, la supervivencia de la población empobrecida. El escándalo, asimismo, obligó a la renuncia y posterior encarcelamiento del general Enrique Valdez Angulo, ministro de Agricultura. Posteriormente, los cargos fueron reducidos y eventualmente sobreseídos debido a las dificultades que los fiscales tuvieron para determinar las irregularidades de EPSA con separación del sistema intervencionista, generador de déficit y financiado con endeudamiento. [87]

[Dictadura de Velasco: El general criminal Tantaleán Vanini usa dinero para la industria pesquera para viajes privados, equipos de fútbol, artículos de lujo - el contribuyente debe pagar por todo - el grupo político "La Misión" alrededor de Velasco - Velasco se vuelve demente]

El caso más aparente de corrupción fue el del general Javier Tantaleán Vanini, quien manejaba la empresa estatal Pescaperú. Los fondos destinados para la empresa se gastaron en viajes en jet privados, equipos de fútbol y diversos lujos. Los déficits de Pescaperú fueron virtualmente ignorados puesto que se sabía que el Estado los cubriría generando nuevas deudas. Hacia el final del gobierno de Velasco, Tantaleán junto con otros oficiales y ministros tuvieron un acceso privilegiado al presidente. Este grupo reaccionario, al que se conoce como La Misión, había desplazado a los altecos como el círculo íntimo de Velasco, debido en parte a una discrepancia seria aunque temporal entre León Velarde y Velasco. Entretanto Tantaleán, quien estaba emparentado con el presidente a través de su familia política, era considerado su más probable sucesor. La Misión apoyó a un Velasco cada vez menos apto física y mentalmente con la esperanza de aprovechar esta ventana de oportunidad que se cerraba rápidamente. [88] [p.414]

[1975: Golpe de Estado del general Morales-Bermúdez - arresto de confidentes de Velasco - congelación de cuentas + confiscaciones - planificación de una normalización a gobierno civil - nueva constitución 1980]

Cuando Velasco fue finalmente depuesto del poder por el general Morales-Bermúdez en 1975, Tantaleán y otros velasquistas, entre ellos León Velarde y varios altecos, fueron encarcelados y sus cuentas bancarias y propiedades embargadas. La neutralización de la influencia de estos derechistas y su riqueza se realizó fundamentalmente para contener la inmanejable corrupción durante los primeros y cruciales días del nuevo gobierno. [89] Morales-Bermúdez procedió entonces a minar a los grupos izquierdistas en medio de una situación política y económica realmente difícil. Al igual que Velasco, el nuevo mandatario militar intentó establecer una base de apoyo político pero fracasó. Entonces se dio cuenta de que necesitaba una estrategia de salida constitucional. Morales-Bermúdez decidió implementar un cronograma de transición de tres años para que se lograra la transferencia del poder a los civiles y el retorno de los militares a sus cuarteles. Aunque fue duramente reprimido, el descontento social abrió el camino para las elecciones prometidas a una asamblea constituyente en 1978, así como a elecciones generales luego de completada la nueva Constitución en 1980.

[Dictadura de Morales 1975-1979: las deportaciones están aumentando, todo lo que se mueve mal - censura - ministerios + economía siguen siendo ineficientes - deuda sin fin - política de estabilización y exportación - el falso exportador - se celebran los logros de la revolución]

Sin embargo, Morales-Bermúdez gozó en el periodo 1975-1979 de un poder autoritario, similar al que ejerció Velasco. En efecto, la deportación de políticos, personalidades y periodistas de izquierda y derecha se incrementó durante su gestión. La censura de los medios, la disfunción del sector público y la ineficiencia económica se mantuvieron con pocos cambios. El deterioro en la situación económica, alimentado por un creciente déficit presupuestario y por la deuda externa, fue enfrentado con unas controversiales políticas de estabilización económica y refinanciamiento de la deuda. El déficit público cayó hasta porcentajes de un solo dígito. Una política modernizada para estimular la exportación de manufacturas «no tradicionales», de textiles en particular, tuvo ciertos resultados positivos iniciales gracias a incentivos tributarios, financieros y subsidios bajo la forma del Certex (certificados de reintegro tributario a las exportaciones), que pronto pasaron a ser mecanismos de tráfico de influencias por parte de falsos exportadores. [90] [p.415]

El régimen militar dejó en claro que una asamblea constituyente debería incorporar los «logros» de la «revolución». Morales-Bermúdez y los resucitados partidos políticos, fundamentalmente el APRA y el Partido Popular Cristiano (PPC), que conformaban la mayoría de la nueva asamblea, llegaron a un acuerdo implícito. El cronograma no sería alterado siempre y cuando se cumpliera con cada paso de la transición. Morales-Bermúdez realizó un gran esfuerzo para dejar atrás la vieja disputa entre los militares y el APRA. En una jugada que finalmente le resultaría políticamente ventajosa, Belaúnde y AP se mantuvieron al margen de este oneroso compromiso con el régimen militar, al no tomar parte en las elecciones a la asamblea constituyente.

[La nueva Constitución de 1980 con derechos especiales para decretos, 60 días de suspensión de la Constitución, nombramiento de jueces, etc.]

Con la expectativa de vencer en las elecciones presidenciales de 1980, los asambleístas del APRA y del PPC diseñaron una Constitución con serios defectos. En un intento por resolver los impasses entre el ejecutivo y el legislativo que habían resultado evidentes en los pasados regímenes democráticos, la Carta de 1979 fortaleció al primero y debilitó al segundo.
-- Un ejemplo de ello fue la concesión al ejecutivo del derecho a emitir decretos especiales en asuntos económicos y financieros.
-- Además, el presidente podía suspender los derechos constitucionales por periodos renovables de sesenta días en casos de emergencia.
-- También se le dio al mandatario autoridad para nombrar los jueces de la Corte Suprema y la Corte Superior a partir de un grupo seleccionado por un consejo encabezado por el fiscal general.
Finalmente, la propia Constitución solamente podía ser enmendada con gran dificultad. [91] Estos defectos constitucionales y su aprovechamiento por los presidentes civiles contribuyeron a minar los contrapesos cruciales para contener la corrupción desde la década de 1980.

[Dictaduras de Velasco + Morales: Infraestructura descuidada - la resistencia comunista en el campo crece con el "Sendero Luminoso" + ganancias de la cocaína: los cárteles de la droga sobornan a la policía + la justicia no tiene ninguna posibilidad - narcotraficante Langberg]

Entre otros legados dañinos del régimen militar, el vergonzoso descuido del desarrollo de la infraestructura y la seguridad en las provincias y en el campo permitió que la amenaza subversiva maoísta de Sendero Luminoso se arraigara y creciera. Además, en la década de 1970, el aumento explosivo de la producción y contrabando de cocaína planteó problemas insolubles para el cumplimiento de las leyes, el sistema de justicia criminal y el imperio de la ley. Desde al menos mediados de los años sesenta, algunos cárteles de drogas ricos y poderosos infiltraron y sobornaron a las autoridades de la policía de investigaciones. El general Fernando Velit, el último ministro del Interior del régimen militar, fue implicado luego en la liberación ilegal de la prisión del narcotraficante y financista Carlos Langberg. Este mismo traficante habría buscado asegurarse [p.416] políticamente durante la transición contribuyendo a la campaña de Armando Villanueva, el infructuoso candidato presidencial del APRA. [92]

[Gobierno de Belaunde 1980: El legado de los militares peruanos es terror + drogas + deuda]
Belaúnde fue elegido presidente por segunda vez en 1980 en un contexto de escalada del terrorismo y del narcotráfico, un exagerado intervencionismo económico estatal, una deuda externa de 10.000 millones de dólares y otras condiciones adversas para el renacer de las instituciones democráticas. Además, su nuevo gobierno tuvo que enfrentar el dilema recurrente de cómo tratar a los militares y sus apremiantes demandas por conservar sus privilegios, recursos e inmunidad bajo la recién restaurada democracia civil.


Negligencia benigna

[1980: Arquitecto Belaunde con nueva democracia y proyectos de construcción - no enjuiciamiento de los militares criminales-corruptos, sino un nuevo pacto con ellos: reciben inmunidad por sus crímenes, pero están restringidos - nuevos juguetes Mirage por $870 millones]

El orden democrático inaugurado en julio de 1980 contó con el inicial y entusiasta respaldo de una gran parte de la ciudadanía peruana. Belaúnde fue elegido por una mayoría respetable y Acción Popular, aliado del PPC, consiguió la mayoría en el Congreso. Belaúnde prometía una renovación democrática acompañada por ambiciosos proyectos públicos, no obstante los serios problemas que planteaba una transición incierta y difícil. Esta se veía directamente amenazada por los intereses creados por intervencionistas legados económicos e institucionales, y por las crecientes actividades subversivas y otras vinculadas al narcotráfico. [93]

Al inicio de su gobierno, Belaúnde no se dedicó a una campaña de «moralización» ni tampoco inventarió las adversas condiciones financieras, sociales e institucionales que había heredado. Por el contrario, el nuevo régimen se apresuró a apaciguar a los todavía influyentes militares, declarando que no tenía intención alguna de buscar represalias ni restituciones. Además, Belaúnde [p.417] estableció un acuerdo pragmático con el general Rafael Hoyos Rubio, el más alto oficial militar que tuvo lazos orgánicos con el exrégimen de Morales- Bermúdez. A las fuerzas armadas se les garantizó la autonomía en cuestiones profesionales internas e inmunidad por cualquier ofensa o delito previo, a cambio de que el poder de los militares se limitara a la esfera puramente castrense. [94]

Este pacto de un modus vivendi con los militares tuvo serias consecuencias políticas y económicas en los años siguientes. Tras una escaramuza fronteriza con el Ecuador a comienzos de 1981 y la venta de aviones de caza usados a la Argentina durante el conflicto de las islas Falklands-Malvinas en 1982, los militares recibieron luz verde para adquirir una flota de modernos cazas mirage 2000 por 870 millones de dólares que fueron financiados a un alto interés. Este elevado gasto chocó con el programa económico liberal que el nuevo gobierno intentaba aplicar. [95]


[Gobierno de Belaunde con equipo "Dinamo" líderado por Leter Ulloa - intento de liberalización y privatización + libertad de medios - grandes proyectos - persiste la deuda externa - resistencia a la liberalización - gobierno con decretos sin congreso]

Bajo el lema liberal de «trabajar y dejar trabajar», Belaúnde fue asistido por un equipo de tecnócratas denominado «Dinamo» y encabezado por Manuel Ulloa, el controversial primer ministro y ministro de Economía. Al timón de este grupo de economistas profesionales, educados en el extranjero y con experiencia en corporaciones y agencias internacionales, Ulloa dio inicio a un intento inconsistente de liberalizar el comercio, privatizar las empresas estatales y promover la inversión extranjera. Los diarios se devolvieron a sus antiguos propietarios y unas cuantas empresas del Estado se privatizaron (p. ej.: Cementos Lima). Belaúnde dio libertad de acción al grupo Dinamo, mientras que él se concentraba más bien en diseñar y publicitar costosos proyectos públicos que en última instancia contradecían las políticas de reducción del déficit. Una facción de AP, liderada por Javier Alva Orlandini, también presionaba para realizar un mayor gasto público. [96] Además, la excesiva y continua dependencia de la deuda externa y sus mecanismos de refinanciamiento se incrementaron en lugar de disminuir. [p.418]

A la agenda económica liberal de Ulloa se le opusieron tenazmente los intereses arraigados del sector manufacturero, que dependían de la protección del Estado, así como las presiones del personal administrativo de las empresas estatales. La oposición al desmantelamiento de los sistemas estatistas y proteccionistas heredados y las flagrantes inconsistencias e irregularidades en la implementación de medidas claves llevaron a una liberalización económica trunca y en última instancia ineficaz. [97] Los parlamentarios y políticos izquierdistas y apristas, Vargas Haya entre ellos, también protestaron contra lo que consideraban políticas elitistas favorables a los extranjeros, que recordaban el «entreguismo» del primer gobierno de Belaúnde. Además, el equipo Dinamo generó decretos ejecutivos que evadían el debate legislativo. El Congreso no solo perdió importancia, sino que se deterioró internamente, a medida que algunos diputados y senadores se ocupaban de sus negocios privados asistidos por su influencia parlamentaria. [98]

[Gobierno de Belaunde a finales de 1982: Crisis económica internacional, caída de los precios y disminución de los ingresos fiscales + inflación + inundaciones]

La luna de miel del gobierno de Belaúnde había terminado para finales de 1982. Diversos factores contribuyeron a la catastrófica erosión de su respaldo político. La recesión internacional y la contracción financiera del periodo 1982-1983 ayudaron a la caída de los precios de las principales exportaciones peruanas y a una debacle de los términos de intercambio y balanza de pagos. La reducción de los ingresos fiscales produjo un déficit creciente y una galopante inflación. En 1983 el producto bruto interno cayó en 13 por ciento y la inflación anual alcanzó 130 por ciento. La deuda externa creció en 40 por  ciento hasta totalizar 14.000 millones de dólares. Para empeorar las cosas aún más, una serie de desastres climáticos destruyeron la infraestructura y causaron daños estimados en 1.000 millones de dólares. [99]

[Gobierno de Belaunde: La policía corrupta en los Andes permite que los maoístas crezcan aún más con el "Sendero Luminoso" - cárteles de la droga con el "Padrino" - militares controlan la "zona de emergencia" y cometen aún más violencia - "Sendero Luminoso" contra "Estados Unidos" con medidas antidrogas - capos de la droga con el APRA quieren dominar los partidos políticos]

Entretanto, Sendero Luminoso intensificó sus violentos ataques y asesinatos. El crecimiento de la organización subversiva no se controló en esta temprana y crucial fase debido, en gran medida, a la ineficiencia y corrupción de las [p.419] unidades de la policía de investigaciones dirigidas por notorios generales, quienes fueron vinculados al cártel narcotraficante de Reynaldo Rodríguez López (alias «El Padrino»). [100] En un intento descaminado por enfrentar el creciente terrorismo y la subversión, Belaúnde tomó la aciaga decisión de suspender las garantías constitucionales y permitir que los militares tuvieran el control total de varias provincias de los Andes centrales, las así llamadas «zonas de emergencia». En lugar de pacificar la región, los militares exacerbaron la violencia y cometieron abusos contra los derechos humanos. Para 1984, el control militar se había extendido a otras regiones, entre las cuales se contaba la zona productora de coca del valle del Alto Huallaga, que había sido penetrado por Sendero Luminoso con la intención de «proteger» a los cocaleros de las operaciones de erradicación e interdicción de la droga auspiciadas por "Estados Unidos". De este modo, los derechos civiles fundamentales de aproximadamente el 60 por ciento de la población peruana se vieron restringidos. [101]

Los desafíos planteados por Sendero Luminoso y el creciente narcotráfico minaron las debilitadas instituciones democráticas y el imperio de la ley. [102] Los partidos políticos se vieron expuestos a la influencia de narcotraficantes que buscaban generar influencia política. A comienzos de la década de 1980, el traficante Carlos Langberg seguía estando vinculado a un sector de la cúpula del APRA, el partido de oposición. [103] [p.420]

[Gobierno de Belaunde: Los cárteles de la droga luchan sobornando al poder judicial - capo de la droga + traficante de personas "Mosca Loca" ofrece pagar la deuda externa de Perú - recibe 20 años de prisión - muerte en motín en prisión 1984]

El poder judicial fue una de las instituciones centrales que más sufrió con el asalto insurgente y el narcotráfico, ya de por sí erosionado en su autonomía e integridad durante el régimen militar anterior. Más aún, la Constitución de 1979 permitía al ejecutivo influir sobre el sistema judicial mediante el nombramiento de jueces. Los escandalosos casos de ineficiencia judicial, el descarrío de la justicia y el soborno de los magistrados contribuyeron a la caída precipitada del prestigio de la judicatura. La creciente cantidad de presos que esperaban ser juzgados y la percepción de que los jueces estaban parcializados o sobornados por terroristas y traficantes detenidos exacerbaron el cinismo con respecto al poder judicial. [104]

En 1980, el acaudalado narcotraficante Guillermo Cárdenas Dávila, alias «Mosca Loca», asombró a todos con su audaz promesa de pagar la deuda externa peruana si se le permitía operar con tranquilidad. En 1981, Mosca Loca se encontraba preso y esperaba ser sentenciado en el juicio seguido contra él y sus asociados en la Corte Suprema. Pero cinco de los jueces encontraron quelas evidencias no bastaban para condenar al traficante y ordenaron su inmediata liberación. Los cargos se desestimaron. La indignación ciudadana y la protesta del Ministerio Público obligaron a los jueces del caso a revertir su decisión. Según su propio testimonio, esta había sido tomada sin ver las evidencias principales, excluidas «inadvertidamente» de su consideración. Mosca Loca fue finalmente condenado a veinte años de prisión. [105] Mientras cumplía su sentencia, pagó por lo bajo para poder tener un espacio más cómodo y otros lujos negados a los demás prisioneros. En cierto momento, compartió la celda con Antonio Díaz Martínez, un ideólogo de Sendero Luminoso. En 1984, Mosca Loca resultó muerto durante un motín [en la cárcel] provocado por el severo hacinamiento y las atroces condiciones de vida en la prisión.

[Gobierno de Belaunde: Ministro de Justicia Elías Laroza con contrato para nuevas cárceles por 55 millones de dólares - todo inadecuado, incompetencia + corrupción - investigación - las cárceles siguen siendo miserables - desde 1985 Elías Laroza es diputado y tiene inmunidad]

El manejo de las prisiones y correccionales era responsabilidad del ministro  de Justicia. Belaúnde le entregó esta cartera clave a sus aliados del PPC. Enrique Elías Laroza, un notable abogado y dirigente del PPC, fue ministro de este sector en el periodo 1981-1982. Durante el año que estuvo en el cargo, Elías firmó contratos importantes para la construcción y el equipamiento de nuevas prisiones «de última generación» con la compañía española Guvarte. El [p.421] trato formaba parte de un acuerdo de asistencia crediticia entre los gobiernos peruano y español. El elevado costo de 55 millones de dólares para las nuevas prisiones y sus aparentes insuficiencias despertaron sospechas. La incompetencia, la corrupción y el proceso de investigación subsiguiente retrasaron aún más la solución de las condiciones abismales de las prisiones del Estado. Miguel Ángel Cussianovich, el contralor general, presentó cargos contra Elías Laroza y sus colaboradores cercanos por malversación de fondos públicos. El caso fue eventualmente abandonado, puesto que Elías adquirió inmunidad parlamentaria tras ser elegido diputado en 1985. En su defensa, sostuvo que los cargos habían sido motivados por una conspiración política por parte de sectores de izquierda y políticos de AP que tenían intereses creados en su contra. [106]


[Gobierno de Belaunde con comisiones de corrupción: corrupción = incumplimiento de la constitución - grandes proyectos + minería - algo de favoritismo]

Vargas Haya formó parte de varias comisiones parlamentarias creadas para investigar los supuestos casos de corrupción administrativa una vez terminado el segundo gobierno de Belaúnde. Estas investigaciones generaron varios cargos de violaciones de la Constitución. En particular, los parlamentarios y políticos apristas e izquierdistas pusieron la mira sobre las medidas, decretos ley y contratos públicos implementados y promovidos por dos ministros de Economía, Manuel Ulloa y Carlos Rodríguez Pastor, y el ministro de Energía y Minas Pedro Pablo Kuczynski. Algunas de estas acusaciones tenían un claro sesgo político, en consonancia con las posiciones «nacionalistas» típicas del régimen velasquista. Sin embargo, otros cargos se debieron a escándalos que involucraban notorios conflictos de interés. Ulloa, por ejemplo, era un empresario con intereses en varias industrias, entre las cuales se contaban medios de comunicación (el diario Expreso y el canal 5 de televisión). Además, su renuncia en diciembre de 1982 se produjo poco después de que el escándalo Vollmer desatase una investigación parlamentaria y presiones políticas. Ulloa aparentemente favoreció a un conglomerado empresarial venezolano, el grupo Vollmer, en la venta de Irrigadora Chimbote S. A. De hecho, Ulloa había sido accionista y miembro del directorio de dicho grupo. [107] [p.422]

[Gobierno de Belaunde: Alivio de la deuda contra la Constitución: 1) Rescate bancario de Bancoper - 2) Alivio de la deuda debido a 2 buques de carga - exportaciones falsas con abuso de subvenciones a la exportación de Certex]]

En 1982, el fracasado rescate estatal de Bancoper, un banco privado que se encontraba en serias dificultades financieras por préstamos hechos a empresas del grupo Bertello, uno de sus principales accionistas, llevó a que el Estado usara hasta 30 millones de dólares del Banco Central de Reserva y del Banco de la Nación para cancelar deudas del sector privado. Este procedimiento irregular generó una «acusación constitucional» en 1985, sobre la base del informe en mayoría de una comisión investigadora del parlamento. [108] Otro cargo fue hecho contra dos exministros del régimen belaundista por haber aceptado una deuda de 42 millones de dólares (posteriormente elevada a 73 millones), generada por las pérdidas en el arriendo y posterior «compra» del Mantaro y el Pachitea, dos naves de carga inútiles. Estas transacciones se concertaron en 1981 con una compañía italiana por el gerente general de la Corporación Peruana de Vapores (CPV), Sandro Arbulú Doig, y otros funcionarios de la CPV. [109]

Ambos cargos no avanzaron debido a obstáculos parlamentarios y judiciales asociados con el principio político de «borrón y cuenta nueva», aplicado durante el gobierno siguiente de Alan García. Pero tal vez el caso más escandaloso de abuso involucró el uso de los incentivos fiscales del Certex, permitido por los funcionarios del Ministerio de Economía y la Administración de Aduanas. Exportadores inescrupulosos, entre los cuales se encontraban los propietarios de Confecciones Carolina, recibieron pagos en efectivo del Certex por el envío de contenedores con exportaciones «no tradicionales» falsas o inexistentes; o, en su forma de carrusel, por la «exportación» e «importación» del mismo producto hacia y desde un país vecino. Estos y otros abusos contribuyeron a disputas con Estados Unidos en torno al comercio bilateral de productos textiles. [110]

[Gobierno de Belaunde: La democracia vuelve a ser dictadura - crece la corrupción en todos los ámbitos - populismo e intervencionismo - Alan García del APRA promete "honestidad"]

Al final, la víctima principal de los malos manejos, la corrupción y la incompetencia de la negligencia benigna del segundo régimen belaundista fue [p.423] la mismísima democracia liberal. Esta se tildó de democracia «delegativa» o democracia con un asterisco. [111] La pérdida de confianza en las instituciones democráticas camufló una proclividad generalizada hacia la corrupción en todos los sectores de la Administración Pública y de la vida cotidiana. Los problemas económicos exacerbaron esta tendencia. Más aún, la creciente percepción de la incompetencia de la democracia liberal para resolver problemas urgentes inclinó la balanza a favor de posturas populistas y del intervencionismo estatal del joven candidato aprista Alan García Pérez, quien prometió honestidad y medidas urgentes para superar la crisis. [112]


Los medios de Alan García

-- Alan García nació el 23.5.1949 en Lima, colegio en Barranco
-- su familia es del APRA, su madre Nytha Pérez Rojas fue cofundadora del APRA en Camaná [ciudad costera del sur del Perú].
-- su padre Carlos García Ronceros fue secretario del APRA bajo el gobierno militar de Odría, el APRA fue prohibido y su padre estuvo detenido durante años.
-- Alan García destacó en retórica en el colegio, estuvo en las juventudes apristas y obtuvo su carnet de afiliado a los 17 años.
-- Estudió derecho en Lima, graduado en 1971 en la Universidad de San Marcos, 1972 doctorado en derecho en Madrid, 1974-1977 estudió sociología durante 3 años pero sin título [web02].

[Gobierno de García desde 1985: El APRA de drogas quiere resolver todos los problemas - soborno + corrupción continúan - decepción desde 1987 - Vargas Haya renuncia al APRA]

La toma de mando de García Pérez en julio de 1985 se recibió con grandes expectativas. Era la primera vez en la historia que el viejo partido aprista dominaba el poder ejecutivo sin rival alguno y contaba además con una clara mayoría en el Congreso. Las recompensas esperadas por tantos años de lucha política animaban a jóvenes y viejos apristas: esta era la oportunidad largamente esperada de resolver los problemas del Perú siguiendo el lema sectario de «solo el APRA salvará al Perú». García, de treinta y seis años, confiaba más bien en la vieja escuela populista radical, opuesta a la postura moderada en retirada. [113] Con el respaldo del viejo dirigente partidario Armando Villanueva, García desplazó a las facciones rivales surgidas tras la muerte de Haya en 1979, consolidó la autoridad partidaria y se convirtió en secretario general del APRA y su candidato presidencial en 1984 y 1985, respectivamente.

Los apristas desplazados pronto criticaron lo que vieron como el creciente distanciamiento ideológico y moral que separaba a García del reverenciado patriarca Haya. También denunciaron la incapacidad de García para superar el soborno y la corruptela en su recién inaugurado gobierno. [114] Vargas Haya, diputado elegido por el APRA en 1985 y presidente de la Cámara de diputados [p.424] en 1988, discrepaba con los procedimientos de la dirigencia de su partido en varios aspectos, sobre todo en lo que él consideraba como el perdón de la corrupción del gobierno anterior. [115] A Vargas Haya le tomó varios años denunciar públicamente los males de su partido y, finalmente, renunciar a su antigua militancia aprista. La creciente decepción con el gobierno de García dentro del APRA y entre quienes votaron por él creció después de su primer año y se extendió tras su segundo año en el mando.


[Gobierno de García: política económica con fines políticos para sí misma - intervencionismo con controles de precios, controles de importación, controles de cambio - programa de empleo - quiere reducir el gasto militar - tipo de cambio especial del dólar para industriales - 12 apóstoles]

Inicialmente, el presidente había logrado mantener un importante respaldo público y la colaboración de influyentes grupos de élite gracias a su carisma personal y a sus sigilosas transacciones políticas y económicas. Su política económica central fue diseñada por un pequeño grupo de estrategas económicos «heterodoxos» de inclinación izquierdista. Pronto se hizo evidente que García buscaba manipular el manejo económico para conseguir resultados políticos. Sus medidas intervencionistas recordaban a las implementadas por los gobiernos de Bustamante y Velasco puesto que favorecían los controles de precios, importaciones y divisas extranjeras, todas ellas fuentes principales de un abusivo poder discrecional, favoritismo y tráfico de influencias. García, además, elevó los salarios, lanzó un ambicioso programa de empleo y prometió reducir el gasto militar. [116]

Los peligros de la intervención populista no perturbaron a los importantes intereses económicos que habían logrado un pacto o concertación con el gobierno de García con la finalidad de que reactivara la economía mediante la expansión de la oferta interna. Las políticas que reducían la capacidad industrial subutilizada y daban un acceso privilegiado a las divisas extranjeras, a una tasa subsidiada más baja (dólar de mercado único de cambio o dólar MUC), fueron particularmente beneficiosas para aproximadamente una docena de grupos empresariales nacionales cuyos líderes pasaron a ser conocidos como los «doce apóstoles» por su compromiso con García. Los más importantes de ellos habían contribuido discreta pero generosamente a su campaña presidencial. [117]

[Gobierno Alan García: limita los pagos de intereses en el extranjero al 10% de los ingresos de exportación - 2 años de crecimiento económico - julio  1987: García quiere nacionalizar bancos + compañías de seguros + sus aliados con resistencia - García fracasa]

Asimismo, la estrategia económica y financiera de García descansaba sobre la temprana y controversial decisión de limitar el pago de los intereses [p.425] de la deuda externa al 10 por ciento de los ingresos totales de las exportaciones peruanas. Las implicaciones políticas internacionales de este audaz anuncio colocaron al Perú, un país con urgentes necesidades de financiamiento e inversión extranjera, en una situación incómoda con la comunidad financiera internacional. Esta vulnerabilidad eventualmente tuvo consecuencias negativas para las finanzas y reservas peruanas. Sin embargo, García se presentó como el valeroso defensor de un pequeño país asediado por las grandes instituciones bancarias internacionales. El artificio económico contradictorio, preparado por García, sus asesores y aliados, solamente funcionó por dos años. Comenzó a derrumbarse después de que el presidente anunciara su decisión de nacionalizar los bancos y las compañías de seguros en julio de 1987. Esta decisión fue un error monumental que alejó a sus amigos capitalistas, varios de los cuales eran propietarios de los bancos más importantes del país, y a la mayoría de la clase media. Así, pese a los serios esfuerzos realizados por el ejecutivo para implementar la nacionalización, la creciente oposición y los obstáculos legales derrotaron el plan radical de García.

[Gobierno de García: mejora los derechos humanos en el ejército, reduce la corrupción en la policía - reorganización de la policía - éxitos contra el narcotráfico]

En lo que concierne a las fuerzas policiales y militares, las primeras medidas de García se concentraron en la «moralización» y el respeto por los derechos humanos. La reacción de este presidente populista a la extendida corrupción de las diversas ramas de la policía al finalizar el gobierno de Belaúnde consiguió logros modestos. Se despidió u obligó a pasar al retiro a los funcionarios y autoridades corruptos y reorganizó la Guardia Civil, la Guardia Republicana y la Policía de Investigaciones. A comienzos de 1986, estas se rebautizaron como los departamentos de Policía General, de Seguridad y Técnica, respectivamente, y los tres fueron puestos bajo la égida de una Policía Nacional. La Policía Técnica de investigaciones, en particular, profundamente corrompida durante el gobierno anterior, experimentó una mejora al enfrentar los delitos relacionados con el tráfico de drogas. [118]


[Gobierno de García: Investigación de masacres militares en los Andes - reorganización del Ministerio de Defensa - García quiere solo 12 juguetes Mirage]

García había pensado depender más de las fuerzas policiales bajo la autoridad de su ministro del Interior, al tiempo que limitaba el poder inflado de los militares en cuestiones del gasto en adquisición de armas y represión de la subversión. Varios generales fueron responsabilizados por distintas masacres de civiles en las zonas de emergencia y obligados a pasar a retiro. García envió mensajes contradictorios a los militares en relación con esfuerzos antiterroristas y creó un único Ministerio de Defensa que absorbió a los ministerios de [p.426] las tres fuerzas armadas. Aunque el cambio fue fundamentalmente burocrático y cosmético, muchos altos oficiales consideraron que se trataba de una intromisión indeseable en los asuntos militares y amenazaron con un golpe. [119] Pero tal vez la decisión más controversial en lo que respecta a los militares fue la que implicó el corte de parte de la compra de veintiséis aviones caza mirage 2000 pactada por el gobierno de Belaúnde con las compañías estatales francesas Marcel Dassault y Snecma Thomson. García y sus asesores sostenían que reducir la compra a doce aviones le ahorraría al gobierno peruano una suma considerable que podría usarse en rubros más urgentes. Sin embargo, las negociaciones secretas y el arreglo final de este asunto dejaron persistentes dudas. [120]

[Gobierno de García: sobornar a los medios con el tipo de cambio del dólar MUC - amigos en los medios - ¿de dónde viene su fortuna?]

Durante los primeros años de gobierno, los medios de comunicación tuvieron una actitud benigna con García. Los dueños de diarios, radios y empresas televisivas tenían un acceso privilegiado a los dólares MUC [financiado por el contribuyente], a la tasa oficial para importar bienes y pagar por servicios en el extranjero. Además, García contaba con el respaldo de propietarios claves de los medios, como su cercano amigo y asesor Héctor Delgado Parker, copropietario de la red de TV más importante de la época. La influyente revista Caretas y el diario de izquierda La República también simpatizaban con García. Otros periódicos ligados a importantes grupos económicos evitaron molestar al joven presidente con miras a conseguir algún tipo de beneficio. No sorprende que aparecieran pocos escándalos de corrupción antes de 1987. Solamente Fernando Olivera, un tenaz diputado de la oposición, planteó preguntas enojosas acerca de los orígenes de los ingresos y propiedades del presidente electo justo antes de asumir el mando. Olivera propuso una investigación parlamentaria que fue rechazada por la mayoría aprista en la Cámara de diputados. [121]


[Gobierno de García: favorece a la gente del APRA en oficinas y administración - sin competencia ni diplomas - dólar MUC - siempre más APRA en la justicia + descuidado - bajos salarios favorecen soborno - luminosos siguen libres por amenazas]

Las primeras señales y percepciones de renovada corrupción aparecieron debido a la presencia cada vez mayor de militantes y simpatizantes apristas en los puestos e instituciones de la Administración Pública. La competencia técnica y el mérito pesaban menos que el auspicio partidario. Las burocracias claves como el Banco Central de Reserva (BCR), el departamento de contribuciones [p.427] (DGC) y el seguro social (IPSS) fueron controladas por funcionarios apristas. [122] Los amigos cercanos de García y su partido, como algunos empresarios, tuvieron acceso a dólares a una tasa de cambio subvaluada para sus propios negocios privados. Asuntos similares trajeron abajo al régimen de Fernando Collor de Mello en Brasil.

El sistema de justicia mantuvo una decadencia que parecía imparable. El gobierno de García impuso la selección de varios jueces entre miembros de su partido. Los recursos urgentemente necesarios para revivir el sistema judicial no llegaban. De este modo, las condiciones de jueces incompetentes, salarios extremadamente bajos y una peligrosa cantidad de casos pendientes, el 80 por ciento de los cuales estaba ligado a personas detenidas en prisión, no cambiaron o más bien empeoraron. Muchos narcotraficantes operaban con virtual impunidad sobornando a los jueces, en tanto que los magistrados de Lima y provincias temían condenar a terroristas por miedo a sufrir represalias. [123] Al explicar la información conseguida por los funcionarios del programa USAID sobre reformas judiciales en el Perú desde 1987, un funcionario de Estados Unidos sostuvo que el presupuesto inadecuado era «probablemente la causa más importante del fracaso del sistema, puesto que lleva a la corrupción del personal judicial, que para su supervivencia económica depende de pagos de dinero bajo la mesa hechos por abogados y clientes». [124]


[Gobierno de García: Escándalo carcelario de junio de 1986: Los Senderos convierten cárceles en sede de Sendero - motines carcelarios - cerca de 300 muertos - García encuentra un chivo expiatorio "Guardia Republicana"]

Uno de los escándalos que remeció al gobierno de García se derivó de las espantosas condiciones de vida en las prisiones estatales. Los senderistas detenidos [maoistas del "Sendero Luminoso" en los Andes], la mayoría de los cuales esperaba ser juzgado, habían convertido varias prisiones en bastiones de resistencia, propaganda y reclutamiento. Así, los presos terroristas coordinaron levantamientos simultáneos en tres penales de Lima en vísperas de la conferencia de la Internacional Socialista, celebrada en Lima en junio de 1986, en la cual García esperaba tener un papel estelar. El presidente ordenó al alto mando de las fuerzas armadas que se hiciera cargo del asunto, en lo que sería una acción militar que dejó alrededor de trescientos [p.428] presos muertos, un gran número de los cuales fueron ejecutados in situ luego de haberse rendido. [125] Los pedidos de investigaciones por los abusos cometidos contra los derechos humanos se multiplicaron tanto dentro como fuera del país, una vez que se supo la magnitud de la masacre unos cuantos días más tarde. García dio marcha atrás en su postura inicialmente desafiante y atribuyó a la débil Guardia Republicana lo que él llamó los «excesos» cometidos en la represión de los levantamientos, en lugar de implicar a los militares o a su mando civil. En esta ocasión, García demostró su semblante político al evitar asumir obvias responsabilidades. Su reputación había sido dañada y su imagen se erosionó profundamente. [126]


Mira como son los católicos criminales en el Perú y como se destruyen:

[Gobierno de García: corrupción y traición desde 1987 - lavado de dinero en el Banco de Crédito - contrabando de armas - inflación superior al 1000% - el PIB cae un 14% - proyectos grandes como el ferrocarril de Lima o riego fracasan debido a la corrupción en el régimen de García]

Los escándalos de corrupción comenzaron a salir a la luz tras la fallida nacionalización de la banca en 1987, que convenció a un importante sector de la élite y de los medios de masas de oponerse a las inconsistencias, políticas contradictorias y traiciones de García. Dionisio Romero, uno de los banqueros más ricos e influyentes del Perú, declaró en el canal 5 de televisión que él había contribuido al financiamiento de la campaña electoral de Alan García. [127] El depósito irregular de las decrecientes reservas del BCR en el Banco de Crédito y Comercio Internacional (BCCI), que estaba en problemas y que era culpable de lavado de dinero y de otras prácticas ilegales en el ámbito global, captó la atención de la creciente oposición.
-- El sospechoso papel desempeñado por el gobierno en un posible encubrimiento de tráfico de armas en conexión con el general Manuel Noriega de Panamá (el caso de la nave danesa Pía Vesta) (contrabando de armas soviéticas de Rostok a Lima sin destinatorio [web01]), y
-- el ministro del Interior Agustín Mantilla (la nave peruana Sabogal y la polaca Zuznica), exsecretario de García y su mano derecha,
-- a quien además se acusaba de proteger a comandos paramilitares,
llevó a diversas investigaciones y especulaciones. [128] El desastroso desempeño económico que condujo a tasas de inflación de cuatro dígitos y a una caída del 14 por ciento del PBI incrementó la presión contra el régimen aprista en el poder. Las obras públicas fallidas o [p.429] ineficientes
-- como el costoso tren eléctrico, anunciado como la solución al problema del transporte de Lima, y
-- el proyecto de irrigación de Chavimochic, en la región norte,
pasaron a ser símbolos icónicos de la corrupción.


[Gobierno García: La agricultura no avanza, los controles de precios y las importaciones restringidas provocan hambre + mercado negro - errores y escándalos de transporte]

Asimismo, el fracaso de la política agraria de García, de los controles de precios y de las restricciones a la importación de alimentos, tuvo varias consecuencias desastrosas. Surgió entonces un mercado negro de productos alimenticios, y la especulación y otras manipulaciones provocaron grandes penurias para los consumidores de bajos ingresos. Los funcionarios del Estado se encontraron implicados en numerosos escándalos. Por ejemplo, el ministro de Agricultura Remigio Morales-Bermúdez Pedraglio se vio forzado a renunciar a mediados de 1988, luego de que un envío de carne importada fuera descubierto podrido a su arribo, supuestamente por un mal manejo burocrático. [129]

[Gobierno de García: Erradicación de la cultura de la coca no sale por resistencia andina: ataques a la base policial de Santa Lucía - cultivadores de coca están protegidos de los maoístas y la policía participa en el narcotráfico - el exterminio de los maoístas tiene la primera prioridad]

En el campo del narcotráfico, el compromiso del gobierno con la erradicación de la coca y la interdicción del tráfico de cocaína, en colaboración con los programas de la Agencia Antidrogas (DEA) del Departamento de Justicia de Estados Unidos que aprobó automáticamente la certificación del Congreso estadounidense para la asistencia técnica, fue minado por la oposición política izquierdista y las actividades rebeldes en el Alto Huallaga. La respuesta militar a los ataques insurgentes contra la base policial antidrogas de Santa Lucía (cerca de Uchiza, en la provincia de San Martín), comandada por el brigadier general Alberto Arciniega, habría sido proteger a los productores y traficantes de coca para así contrarrestar la influencia de [los maoistas del] Sendero Luminoso y beneficiarse personalmente. [130] Un informe de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) estadounidense afirmaba, en septiembre de 1989, que los «militares peruanos están ahora involucrados con los traficantes de drogas al tiempo que intentan erradicar la insurgencia». [131]

[Puede ser que los maoístas "Sendero Luminoso" sean una maniobra del gobierno como argumento para luego expandir el tráfico de drogas contra los "Estados Unidos"].



Fig. 19. Asalto a los bancos. En 1987 el presidente Alan García Pérez (1985-1990)
añade motivos de sospecha a su declinante primera administración con un intento explosivo por
nacionalizar el sistema bancario. «¡Manos arriba!». Por Eduardo Rodríguez, «Heduardo».
La historia según Heduardo. Lima: Empresa Editora Caretas, 1990.



Fig. 20. Alan García se defiende contra acusaciones de corrupción en 1991, poco después del término de su
primer mandato. Una serie de imputaciones se acumularon contra García en base a evidencias provenientes de
Nueva York, Italia y de investigaciones parlamentarias. Los cargos contra García fueron archivados debido a
alegaciones sobre la amenaza a los derechos humanos refrendadas por la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos, así como por evidentes errores procesales durante el fujimorato. Archivo Revista Caretas. [p.431]


[1990-1991: Investigaciones por corrupción contra García - García intenta defenderse - políticos anticorrupción intentan eliminar su inmunidad]

Sin embargo, las revelaciones y descubrimientos más importantes de malos manejos y corrupción tuvieron lugar después de que García dejara el mando en [p.430] julio de 1990. Una serie de complicadas alegaciones y cargos que llevaron a investigaciones, sanciones y procesos parlamentarios echó luz sobre una amplia gama de corruptelas que habría existido durante el gobierno de García. Ellas comenzaron con las investigaciones parlamentarias. García, con el respaldo infalible de sus asesores y colaboradores políticos y legales, se defendió con enérgicas muestras de destreza legal y oratoria. Una nueva generación de políticos anticorrupción —los diputados Fernando Olivera, Lourdes Flores y Pedro Cateriano, entre otros— unieron fuerzas para privar a García de su inmunidad parlamentaria como primer paso para que fuera enjuiciado.

[Proceso contra García 1991: Acusaciones de enriquecimiento + robo de fondos de juguetes Mirage, del rescate Banco de Crédito y del tren suburbano de Lima - el régimen de Fujimori comete errores procesales y García permanece impune]

Los principales cargos presentados contra García en 1991 incluían el enriquecimiento ilícito como funcionario, debido a ingresos no declarados de dudoso origen y probables ganancias ilegales provenientes de su participación directa en los casos de los aviones mirage y el BCCI. Cargos adicionales incluyeron el pedido y la recepción de sobornos de la agencia estatal italiana que financió la construcción del sistema del tren eléctrico de Lima. Altos exfuncionarios, entre ellos Mantilla, el último ministro del Interior de García, también enfrentaron cargos. Las evidencias provinieron inicialmente de investigaciones no relacionadas entre sí, llevadas a cabo en Estados Unidos e Italia, así como de las repercusiones de las averiguaciones parlamentarias y judiciales de la década de 1990. A pesar de los errores procesales que finalmente descarrilaron el caso de la fiscalía contra García, y del corrupto contexto político e institucional del posterior régimen de Fujimori, se aprendieron importantes lecciones para el establecimiento de procedimientos anticorrupción modernos en los sistemas tanto político como legal del Perú.

[1991: La caída de García sin formación política - pero juega con el poder judicial para que nunca sea castigado]

La habilidad oratoria y demagógica de García lo hizo un dirigente carismático y popular. Pero él distaba mucho de ser un líder adecuado para las urgentes circunstancias del momento. Vargas Haya consideraba que García era movido fundamentalmente por el beneficio personal inmediato y por el supremo deseo de conquistar el poder. [132] Sus notorias tendencias egocéntricas, autocráticas y sectarias minaron en lugar de reforzar las instituciones del sector público que tan necesitadas estaban de un cambio profundo. Muchos analistas se han concentrado en las consecuencias negativas de los rasgos políticos y autoritarios de García, descuidando, sin embargo, la difundida corrupción que semejante estilo político generó. [133] La historia de los casos legales abiertos en su contra [p.432] entre 1990 y 2001 ilustra un patrón de aprovechamiento de la incompetencia judicial y de la política como un medio para recuperar el poder.


Juicio frustrado - [el corrupto Fujimori da la libertad del corrupto García]

[Gobierno de Fujimori contra García: creación de una "comisión especial" sobre el "enriquecimiento" - la masacre de carceles de 1986 no es investigado - Fernando Olivera con el partido moral FIM]

El 16 de agosto de 1990, durante una de las primeras sesiones de la nueva legislatura tras el fin del primer gobierno de García, se aprobó una moción multipartidaria en la Cámara de diputados para crear una comisión especial que investigara las transacciones locales y extranjeras de García durante su mandato. La insatisfacción pública con su gobierno apoyó la medida legislativa de investigar al expresidente y senador vitalicio. Si la pesquisa producía evidencias suficientes para dudar de la honestidad administrativa de García, el expresidente perdería su inmunidad parlamentaria e iría a juicio por «enriquecimiento ilícito». La decisión del Congreso de permitir que la comisión especial investigue las finanzas de García era un mero formalismo, puesto que el entendimiento entre el APRA y Fujimori podría fácilmente haber detenido toda acción parlamentaria efectiva en contra de García. Un intento simultáneo de acusarle de violaciones de los derechos humanos en relación con la masacre de los penales de 1986 fue frustrado por los diputados apristas y fujimoristas.

La investigación sobre los ingresos de García fue liderada por Fernando Olivera, tenaz diputado que representaba a un nuevo partido, el Frente Independiente Moralizador (FIM), que había competido en las elecciones de 1990 bajo la bandera de la lucha contra la corrupción. La comisión especial estaba asimismo integrada por tres otros prometedores abogados y miembros de la minoría opositora: Lourdes Flores, Pedro Cateriano y Fausto Alvarado. La Comisión Olivera, como se la llamó, tuvo un encargo limitado: encontrar evidencias creíbles para presentar a la Cámara de diputados la posibilidad de establecer cargos formales contra García.

[Comisión Olivera: La prueba de las diferencias entre los ingresos oficiales y los bienes declarados no es suficiente - Se deben proporcionar pruebas de transacciones - Los funcionarios bloquean la Comisión - Testigos + detectives - García se negó a revender los juguetes Mirage a Medio Oriente con una ganancia de 300 millones de dólares]

Con poco tiempo para construir el caso, la Comisión Olivera optó por encontrar evidencias de ingresos sospechosos que pudieran constituir la base de una acusación de enriquecimiento ilícito. Este método tenía, sin embargo, una debilidad flagrante: incluso si los miembros de la comisión podían probar una desproporción considerable entre el ingreso oficial de García y sus activos [p.433] declarados, sería necesario contar con más evidencias para convencer a una audiencia parlamentaria o jurado de la existencia de delitos relacionados con la corrupción.

Las declaraciones completas del impuesto a la renta de García y otras fuentes financieras fueron difíciles de obtener, debido a que los altos funcionarios del nuevo gobierno de Fujimori no colaboraban. Sin embargo, la comisión reunió datos interrogando a testigos y contratando a dos agencias privadas de detectives: Kroll de Nueva York y Larc de Miami. Además, la investigación del caso de los Mirage reveló que lejos de haber sido una transacción ventajosa para el Estado peruano, como afirmaba García, el gobierno había perdido un ingreso potencial de aproximadamente trescientos millones de dólares. Según los contratos originales, si el gobierno francés hubiera dado su aprobación, el Perú podría haber revendido los catorce aviones no deseados con una ganancia gracias al alza del precio de las aeronaves en el mercado internacional. De este modo, una tercera parte que actuaba a nombre de un país de Oriente Medio pudo haber sobornado a funcionarios peruanos para beneficiarse con la reventa que el gobierno desistió de llevar a cabo. La Comisión Olivera presentó evidencias demostrando que las reuniones de García con el legendario traficante de armas Abderraman El Assir, que el exmandatario negaba, en realidad sí tuvieron lugar. [134] Sin embargo, los representantes del gobierno francés del presidente François Mitterrand declararon que no hubo ninguna irregularidad en la compra peruana.

[Cuentas bancarias de Alán García y su esposa en los "EUA" - Alán García contrata al bufete de abogados Arnold & Porter de Washington contra la Comisión Olivera con quejas formales - Alán García agita ahora con grandes oraciones contra la Comisión Olivera]

Entretanto, las agencias Kroll y Larc presentaron —independientemente la una de la otra— evidencias de posibles cuentas bancarias en "Estados Unidos" bajo el nombre de García o el de su esposa, abiertas en la década de 1980. García, representado legalmente por Jorge del Castillo, abogado, exparlamentario y exalcalde de Lima, había conseguido los servicios de la poderosa firma legal Arnold & Porter de Washington, D. C., para contrarrestar las investigaciones de la Comisión Olivera en Estados Unidos. [135] Las averiguaciones de Kroll y Larc se vieron limitadas por varios factores. La Comisión Olivera tuvo dificultades para pagar los servicios proporcionados por ambas agencias, puesto que carecía de respaldo financiero para sus gastos. Además, Arnold & Porter sostuvo quejas formales a nombre de García contra ambas agencias por irregularidades empresariales. Las quejas presentadas en Florida tuvieron [p.434] como resultado multas menores impuestas a Ralph García, el investigador y propietario de Larc, circunstancia que el APRA y sus partidarios aprovecharon en los medios peruanos para desacreditar los hallazgos de la Comisión Olivera.


[Evidencia contra Alán García: del comité del Congreso "estadounidense" encabezado por John Kerry - sobre lavado de dinero + comercio de juguetes en el banco de crédito BCCI]

Cuando la investigación estaba a punto de encallar, aparecieron evidencias adicionales provenientes de una fuente inesperada. Mientras la Comisión Olivera intentaba salvar en Estados Unidos las tenues evidencias presentadas por Kroll y Larc, apelando a las autoridades estadounidenses para que levantaran el secreto sobre las cuentas que García podía tener en dicho país, también se iba siguiendo la pista de las conexiones de García con el BCCI. Miembros de la comisión peruana se reunieron con el personal de la comisión del Congreso de Estados Unidos, liderada por el senador John Kerry, que entre otros asuntos estaba a cargo de la investigación del lavado internacional de dinero y el tráfico de armas del BCCI. En julio de 1991, las autoridades británicas y estadounidenses emitieron órdenes judiciales para el cierre de las sucursales del BCCI en catorce países y la confiscación de los archivos de la compañía. En Washington, D. C., los miembros de la Comisión Olivera fueron informados de que Robert Morgenthau, el fiscal de distrito de la ciudad de Nueva York, se encontraba investigando el caso.


[NYTimes mit Artikel über die Kreditbank-Aktivitäten: Schmiergelder für die 2 Chefs der Nationalbank von Peru: 3 Millionen Dollar - von der Peru BCCI fliessen 250 Mio. Dollar an die Panama-BCCI - García muss davon gewusst haben - Quelle sind Kronzeugen in den "USA"]

Einige Wochen später veröffentlichten die New York Times und andere Medien Berichte über verdächtige Transaktionen zwischen der peruanischen Regierung und der BCCI in der Ära García. Am 1. August 1991 berichtete Morgenthau in einer in Peru ausgestrahlten Wochenschau, dass die beiden Spitzenbeamten der Central Reserve Bank of Peru (BCR) im Zeitraum 1985-1986, ihr Präsident Leonel Figueroa und ihr Manager Héctor Neyra, Schmiergelder in Höhe von insgesamt drei Millionen Dollar auf zwei Offshore-Konten erhalten hatten, um die Einzahlung von BCR-Reserven in Höhe von bis zu 250 Millionen Dollar in der panamaischen BCCI-Niederlassung zu veranlassen. Morgenthau enthüllte die Codenamen der Konten und behauptete, Garcia habe von diesen riskanten Transaktionen gewusst und sie genehmigt. Morgenthaus Informationen stammten aus der Prüfung von Dokumenten, die bei BCCI beschlagnahmt worden waren, und aus Aussagen von Angeklagten, die sich im Gegenzug für eine Strafminderung oder einen Freispruch für eine Zusammenarbeit mit der Staatsanwaltschaft entschieden hatten. Morgenthau wies die Olivera-Kommission darauf hin, dass in solchen Fällen Vereinbarungen über die Zusammenarbeit von Zeugen die einzige Möglichkeit darstellten, rechtlich zulässige Beweise zu erlangen. In Peru wurden erst Jahre später (durch das Gesetz 27378 vom 20. Dezember 2000) rechtliche Verfahren eingeführt, um Aussagen von beschuldigten oder potenziell beschuldigten Zeugen im Austausch für Schutz und effektive Zusammenarbeit zu erhalten. [p.435]


[La aduana "estadounidense" reporta grandes sumas de dinero del círculo de amigos del Perú - Congreso + Senado deciden acusar a García - pero el poder judicial peruano es todavía con el APRA + rechaza la acusación por falta de pruebas e inexactitud de los cargos]

Con la información así reunida, la Comisión Olivera presentó su informe a la Cámara de diputados. La opinión pública estaba abrumadoramente a favor de que se procesara a García, a Figueroa y a Neyra (los dos últimos habían fugado del país). Información adicional solicitada al Departamento del Tesoro de Estados Unidos dio evidencias adicionales de que varias personas del entorno de García habían declarado grandes sumas de dólares en efectivo en las aduanas de "Estados Unidos". Entonces, en octubre de 1991, una mayoría de diputados y senadores decidió suspender la inmunidad de García y procesarle por enriquecimiento ilícito. [136] Sin embargo, la primera corte penal peruana rápidamente desestimó el caso por falta de evidencias e imprecisión de los cargos criminales. Los jueces responsables por esta controversial decisión habían sido nombradosdurante el gobierno de García o tenían sólidos vínculos con el APRA.


[5.4.1992: Fujimori deja agir militares - arresto de amigos de García - García busca asilo en la embajada de Colombia - junio de 1992: El presidente de Colombia Gaviria rescata al criminal García - Fujimori lo permite - García se convierte en un tiburón inmobiliario en Bogotá y París (!) - juicio en ausencia en septiembre de 1992]

El 5 de abril de 1992, el autogolpe de Fujimori que contó con el respaldo de los militares demolió toda apelación legal de base constitucional en el caso de García. Se enviaron oficiales militares a que arrestaran al expresidente y a otros jefes políticos. García supuestamente evadió la prisión escondiéndose durante tres días en una obra en construcción cerca de su casa. Luego, buscó asilo en la embajada colombiana, un tradicional refugio aprista. El presidente colombiano César Gaviria dispuso personalmente que un avión militar lo retirara del Perú en junio de 1992 y el gobierno de Fujimori le permitió partir sin recurrir a los procedimientos de deportación. García pasó los siguientes ocho años viviendo entre Bogotá y París, donde se arguye adquirió inmuebles de mucho valor. Los fiscales iniciaron el proceso en su contra in absentia en un tribunal criminal especial en septiembre de 1992. El caso (expediente 21-92) incorporó todas las evidencias presentadas por la Comisión Olivera. [137]

Mira como cacólicos criminales saben robar al contribuyente peruano: 7 millones de dólares del sistema de trenes de Lima que no fue acabado:

[Nov. 1993: Testimonio de Italia de Tralima: García ha desviado cerca de 7 millones de dólares del proyecto del tren suburbano de Lima para su círculo de amigos - cuenta del amigo Zanatti en las Islas Caimán en Barclays Bank frente a Cuba - orden de arresto]

En noviembre de 1993 se obtuvo información adicional crucial contra García cuando Vittorio Paraggio, un fiscal italiano, llegó a Lima para compartir y corroborar los resultados de una investigación italiana. Paraggio estaba [p.436] investigando la corrupción del expresidente italiano Bettino Craxi y de su ministro de Relaciones Exteriores Giulio Andreotti. Sergio Siragusa, un testigo italiano especial y jefe de Tralima —una agencia vinculada con el departamento italiano de asistencia al exterior, a cargo del financiamiento de la construcción del sistema del tren eléctrico de Lima —, hizo un testimonio comprometedor mediante el procedimiento italiano de colaboración eficaz. Siragusa afirmaba que García personalmente había solicitado «comisiones» similares a las de «Bettino» para facilitar el proyecto de construcción. Siragusa atestiguó que él mismo había entregado dinero en efectivo, además de realizar depósitos en una cuenta del Barclays Bank de Gran Caimán, [islas de Caimán cerca de Cuba] perteneciente a Alfredo Zanatti, el amigo de García, por un total de unos siete millones de dólares. Estas evidencias novedosas fueron la base de un nuevo caso abierto en 1995 (01-95), que incorporó y sustituyó al anterior (21-92). Los fiscales ad hoc del Ministerio Público y del Ministerio de Justicia acordaron los cargos contra García: conspiración para defraudar (colusión ilegal), tráfico de influencias (negociación incompatible), recepción de sobornos (cohecho pasivo) y enriquecimiento ilícito. [138] Se repartió una orden judicial a las agencias apropiadas de los gobiernos extranjeros para que se arrestara a García bajo el cargo de «reo contumaz».

Un japonés criminal Fujimori proteje a un peruano cacólico choro criminal García que ha robado 7 millones de dólares:

[Los abogados del APRA de García afirman que la orden de arresto afectaría los "derechos humanos" de García - el criminal Fujimori retrasa el caso hasta el estatuto de limitaciones - y García se postula para presidente nuevamente (!)]

Del Castillo, el abogado defensor de García, y su sucesora, la abogada aprista Judith de la Matta, fundaron la defensa sobre una queja presentada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos, encabezada en ese entonces por el expresidente colombiano Gaviria. La decisión de la CIDH, emitida en 1995, fue favorable a García y recomendaba desestimar los cargos debido a las restricciones políticamente motivadas al ejercicio de los derechos humanos de García. Tras la caída de Fujimori, la sala criminal especial a cargo del caso 01-95, al contemplar la decisión de la CIDH remitida por el entonces ministro de Justicia Diego García Sayán, aprobó que se desestimaran los cargos debido a la prescripción de los delitos alegados. Esta controversial decisión fue infructuosamente apelada por el fiscal ad hoc Jorge Melo-Vega Layseca. Dado que García ya no enfrentaba un juicio, le fue posible lanzar su candidatura a la presidencia en las elecciones de abril de 2001. [p.437]

[Ministro del Interior de García Mantilla con algo de dinero de ayuda de Montesinos: 30.000 dólares para una campaña electoral - y un poco de comercio de juguetes con Israel con el traficante de armas Zvi Sudit]

Los escándalos que involucraban a miembros del círculo íntimo de García continuaron apareciendo. El líder y parlamentario aprista Agustín Mantilla, su exministro del Interior, fue captado en una grabación de video (1830 y 1831, 13 de marzo de 2000) recibiendo 30.000 dólares de Vladimiro Montesinos para financiar la debilitada campaña electoral aprista y, además, prestarle cierta credibilidad a la farsa electoral de 2000. [139] La investigación parlamentaria y el proceso judicial del caso Mantilla revelaron, adicionalmente, los acuerdos que hiciera como ministro y viceministro del Interior en el periodo 1985-1990 con el traficante de armas israelí Zvi Sudit y sus asociados. Este último evitó una pena de prisión declarando tanto contra Montesinos como contra Mantilla.

[Comercio de armas: Mantilla tiene 2 empresas en las Islas Vírgenes - 6 millones de dólares en UBS en Miami - las cuentas fueron instaladas por Sudit de IL - se dice que son "donaciones" para las campañas electorales del APRA en Perú - el dinero se divide y se transfiere a amigos en Perú - 5 años de prisión - 2006 Mantilla dice: Él solo cumplió órdenes]

Dos compañías incorporadas en las Islas Vírgenes británicas pertenecientes a Mantilla y a su hermano, Jorge Luis Mantilla, movieron más de seis millones de dólares en la sucursal de Miami del Union Bank de Suiza (UBS). Estas cuentas habían sido abiertas en 1990 con depósitos del Israeli Discount Bank, el banco preferido de Sudit. [140] Según los hermanos Mantilla, el dinero en sus cuentas secretas se derivaba de donaciones extranjeras no fundamentadas para las campañas del APRA en el Perú. La mayoría de las transferencias provenía de las cuentas de Mantilla en el UBS, usando el modo swift que protege la identidad del receptor. Los fondos extranjeros se canalizaron al Perú a través de una serie de cuentas en bancos peruanos, con el nombre de numerosos parientes y asociados. Mantilla fue liberado en 2005, luego de cinco años de prisión. A lo largo de su juicio y mientras estuvo en la cárcel, no admitió haber creado o participado en una red encubierta que canalizaba dinero a García y al APRA. Finalmente, en septiembre de 2006, Mantilla dijo haber seguido órdenes en un video emitido públicamente. [141] [p.438]

[García niega cualquier participación en los juegos financieros - García trivializa su robo en masa, afirma que todas las demandas tienen motivaciones políticas, enfatiza los errores formales - y todo está prescrito de todos modos - otras personas del APRA apoyan a García y reclaman venganza primitiva - copian a los virreyes criminales + funcionarios coloniales]

García afirmó no haber estado involucrado en las actividades corruptas de Mantilla, Zanatti, Figueroa y Neyra. Durante su exilio en Colombia escribió una relación ficticia de sus recientes aventuras políticas, titulada El mundo de Maquiavelo. [142] García sostuvo consistentemente que los diversos cargos presentados en su contra obedecían a una motivación política y montó, de modo igualmente consistente, una defensa detallada y enérgica basada en tecnicismos, entre los cuales se encuentran la transgresión de sus derechos humanos y políticos, la inapropiada aplicación retroactiva y la prescripción de los delitos que supuestamente habría cometido. Otros expertos apristas ofrecieron detalladas refutaciones legales contra los cargos, describiéndolos como una violación de la Constitución motivada por la venganza. [143] Los argumentos de esta defensa legal son muy parecidos a los que usaron virreyes y funcionarios coloniales cuando enfrentaron a sus supuestos «enemigos» y acusadores partidarios en los denominados juicios de residencia.


Persistencia de los patrones de corrupción

[El APRA criminal sin fin con abogados y conexiones - Fujimori protege a García - terminación del caso - APRA y Fujimori paralizan el poder judicial en el Perú]

El APRA mostró que su legendaria disciplina interna, sus astutos abogados y sus conexiones internacionales podían ser usados una y otra vez para acceder y mantenerse en el poder. Además, después de 1992, el gobierno inconstitucional de Fujimori ayudó indirectamente a la defensa legal de García, gracias a su interferencia en un juicio torpemente manejado, que tuvo como resultado la desestimación del caso contra el exiliado expresidente. En suma, García y sus asociados se beneficiaron con el continuo deterioro del sistema legal peruano, influido y corrompido aún más por las fuerzas escondidas detrás del régimen de Fujimori.


* * *

[Resumen: Los militares y el APRA han convertido al Perú en una anarquía corrupta 1963-1989]

Para recapitular: es justo anotar que, desde la década de 1960 hasta la de 1980, los asaltos a la democracia revelaron las débiles bases institucionales, las reformas incompletas y los crecientes problemas sociales heredados desde la década de 1950. Pese a la voluntad de avanzar con una reforma honesta, el primer [p.439] gobierno de Belaúnde quedó atrapado en un lodazal político que finalmente produjo su caída. Belaúnde y su partido estuvieron sujetos a una creciente influencia militar y a la corrupción en las adquisiciones de las instituciones armadas, que se permitió e ignoró debido a favores políticos contraídos en el pasado con el alto mando de las fuerzas militares. Una recalcitrante oposición parlamentaria encabezada por el APRA, que se esforzaba por vencer en las siguientes elecciones presidenciales, minó al régimen, retrasando reformas y medidas de política urgentes. Así también, reactivos intereses extranjeros, el alza de la inflación y los crecientes montos del déficit y de la deuda externa agravaron la crisis. Belaúnde, por su parte, enfrentó una corrupción de alto vuelo relacionada con el contrabando, que involucró a miembros de su propio partido, empresarios privados y oficiales militares. Estos escándalos de contrabando anularon el poco prestigio del primer régimen belaundista y resultaron en altos costos de corrupción, bajo la forma de rentas perdidas del sector público y sobornos para los funcionarios.

La investigación parlamentaria de este extenso contrabando se vio interrumpida en 1968 por un golpe militar, que arrasó con los débiles avances democráticos de las décadas anteriores. Durante doce años, la Constitución, las instituciones, las políticas públicas, la economía y los medios de comunicación se vieron sometidos a la intervención y el control militar. El Congreso fue cerrado y las autoridades judiciales y de los gobiernos locales fueron nombradas o ratificadas por los militares. El gobierno se llevaba a cabo fundamentalmente mediante decretos ejecutivos. En este marco institucional, la corrupción y la ineficiencia quedaron sin control, y a menudo era difícil distinguirlas. Los crecientes déficits debidos a las fallidas empresas estatales se cubrieron con nuevos  préstamos del extranjero. Un cronograma de transición fue luego aplicado para devolver el poder a funcionarios electos en 1980.

Sin embargo, los medios de corrupción heredados del régimen militar — como el abuso en los subsidios a las exportaciones, los controles de cambio y las tasas de dólares preferenciales— perduraron en la década de 1980. Las rentas gubernamentales perdidas y otros costos de corrupción continuaron existiendo durante el segundo régimen belaundista y el primer gobierno de García. (En la década de 1980 y comienzos de la de 1990, escándalos similares estallaron en otras naciones latinoamericanas con nuevos gobiernos democráticos. Estos casos incluyeron noticias sobre el desvío de recursos públicos a las arcas secretas de partidos durante las presidencias de Carlos Andrés Pérez y [p.440] Jaime Lusinchi en Venezuela, así como tramas de soborno que habrían beneficiado a Fernando Collor de Mello en Brasil.) [144]

La creciente deuda externa trajo consigo el mal manejo y el uso irregular e ilegal de la deuda pública, la deuda externa y las reservas. Los contratos de adquisiciones militares y de obras públicas continuaron siendo empleados como medios de corrupción. Desde mediados de la década de 1970 y particularmente en la de 1980, los problemas del narcotráfico, asociados fundamentalmente con la creciente producción y el contrabando de cocaína, corroyeron seriamente el cumplimiento de la ley y las instituciones judiciales. El financiamiento ilegal de los políticos, partidos y campañas con narcodólares fue algo usual en el Perú de esta época, al igual que en otros países latinoamericanos, como sucedió, en la campaña electoral del presidente colombiano Ernesto Samper a comienzos de la década de 1990. El costo indirecto de las inversiones extranjeras perdidas creció cuando la inversión extranjera directa y de cartera estuvo algo más disponible en las décadas de 1970 y 1980, pero la inestabilidad y la corrupción institucionales obstaculizaron la confianza y los incentivos a los inversionistas.

[Se debe imaginar: Todo el milagro económico de Europa de 1950 a 1980 NO tuvo lugar en el Perú o solo en la delgada y privilegiada clase alta].


[El costo de la corrupción: poco menos del 4% del PIB - algunas medidas contra presidentes corruptos luego entran en vigor en Fujimori]

El costo global de la corrupción creció consistentemente en el periodo 1960-1989, alcanzando un estimado anual medio de alrededor de 1.000 millones de dólares en la década de 1980 (cuadro A.5). Sin embargo, en términos comparativos, los niveles más altos de corrupción tuvieron lugar en la década de 1970, con 42 por ciento del gasto gubernamental y 4,9 por ciento del PBI. Compárense estas cifras con el 31 por ciento de gasto y 3,7 por ciento del PBI en la década de 1970, y el 35 por ciento del gasto y 3,9 por ciento del PBI en la década de 1980 (cuadro A.6). En consecuencia, podemos considerar al régimen militar «revolucionario» como el más corrupto del periodo, seguido por el primer gobierno de Alan García (cuadro A.7).

Aunque la acusación formal y el procesamiento del expresidente Alan García fueron manejados torpemente y, finalmente, quedaron descarrilados por razones técnicas, sí se aprendieron importantes lecciones acerca de la exposición, la investigación y los procedimientos legales que se deben seguir para procesar la corrupción. La percepción, tolerancia y reacción del público, asimismo, ganaron experiencia para eventualmente enfrentar la inmensa ola de corrupción que creció durante la «década infame» del depredador régimen de Fujimori-Montesinos. [p.441]



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Fuentes
[web01] https://es.wikipedia.org/wiki/Incidente_del_Pia_Vesta
El incidente del Pia Vesta fue la interceptación en Panamá del barco danés Pia Vesta que trasladaba armas.
Acontecimientos

Del puerto de Rostock, Alemania Oriental,1​ partió el barco danés Pia Vesta en mayo de 1986.2​3​ El barco estaba cargada con armas de origen soviético4​ y estaba capitaneada por Johannes Christiansen.1​ La carga fue vendida por la empresa estatal alemana oriental IMES.5​ El 6 de junio de 1986, el Pia Vesta llegó al puerto del Callao sin identificarse con las autoridades peruanas2​ y dejando parte de su cargamento.6​ La Agencia Central de Inteligencia (CIA) alertó al entonces presidente peruano Alan García de la presencia del barco en el Callao.5​ Por su parte, los tripulantes del Pia Vesta recibieron una llamada desconocida que les alertaba que debían abandonar el Perú.2​ Se desató una persecución siendo detenido el Pia Vesta en Panamá7​ tras los contactos entre el gobierno panameño y peruano.8​ Las circunstancias sobre a quién estaba destinado el cargamento se iniciaron. Se especuló que el cargamento estaba destinado a Sendero Luminoso, al MRTA, al FMLN salvadoreño o a los sandinistas nicaragüenses (o su contraparte los contras).2​ Una investigación del senado peruano concluyó que el Pia Vesta estaba trasladando armas para los contras de Nicaragua.9​ Por su parte, el capitán del barco declaró que las armas estaban destinadas a Sendero Luminoso.4​

Referencias
1. «Danish Ship Caught Carrying Soviet-Made Weapons». AP NEWS (en inglés). Consultado el 27 de abril de 2023. enlace
2. «CORDIC - SIGLO XXI: El Enigma del "Pia Vesta" - CORDIC». CORDIC - SIGLO XXI. Consultado el 27 de abril de 2023. enlace
3. Graham, Bradley (29 de agosto de 1986). «Ship Off Peru Bore Arms, but Whose?».  Washington Post (en inglés estadounidense). ISSN 0190-8286. Consultado el 27 de abril de 2023. enlace
4. Gao, Jian (1 de enero de 2021). «Causing Troubles Elsewhere: The Shining Path and Its International Networks, 1980-1993». Asian Journal of Latin American Studies. Consultado el 27 de abril de 2023. enlace
5. Riding, Alan (31 de agosto de 1986). «ARMS SHIP LEAVES WAKE OF MYSTERY IN PERU». enlace The New York Times (en inglés estadounidense). ISSN 0362-4331. Consultado el 27 de abril de 2023.
6. Caño, Antonio (21 de junio de 1986). «Un extraño barco cargado de armas alerta al Gobierno peruano». El País. ISSN 1134-6582. Consultado el 27 de abril de 2023. enlace
7. «El fantasma del Pía Vesta | La Prensa Panamá». www.prensa.com. 10 de enero de 2015. Consultado el 27 de abril de 2023. enlace
8. «The Pia Vesta Caper: A New Dimension To Contragate». enlace
9. «East German dirty-arms trail leads to Iran-Contra». enlace

[web02] https://es.wikipedia.org/wiki/Alan_Garcia


Fuentes de fotos



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