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Quiroz: Historia de la corrupción en el Perú

5. Dictadores: Dictadores venales y pactos secretos, 1931-1962

con la Segunda Guerra Mundial, presidentes corruptos y militares corruptos - un juego sin fin

de Alfonso W. Quiroz (2013) - Traducción de Javier Flores Espinoza - IEP Instituto de Estudios Peruanos

Horacio Urteaga 694, Lima 11 - Telf. (511) 332-6194 - Web: www.iep.org.pe

A don Alfonso Martín y a sus ilustres abuelos - notas

presentado por Michael Palomino (2023)

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Índice

5. Dictadores venales y pactos secretos, 1931-1962 - p.315
Un coronel populista frente al APRA - p.316
Restauración con Benavides - p.327
Política de guerra sin principios - p.337
Transición en la cuerda floja - p.344
La recompensa del general Odría - p.353
Perdonar y olvidar - p.364
Reformas pospuestas - p.374


Capítulo 5. Dictadores venales y pactos secretos, 1931-1962


[Basadre como estudiante - Caída de Leguía en 1930 - Basadre como profesor universitario de reformas electorales]
En 1930, el historiador Jorge Basadre (1903-1980) presenció el derrumbe del régimen dictatorial de Leguía. La insostenible modernización incitada por la extravagancia financiera del Oncenio abrió las puertas a una crisis política y social de grandes proporciones. La crisis se vio agravada por la depresión económica y el surgimiento de nuevos actores populares. [1] Basadre fue perseguido durante el Oncenio por sus actividades reformistas y antigobiernistas como dirigente estudiantil. En 1927, fue encarcelado por varios meses en la isla San Lorenzo. Tras la caída de Leguía, el ilustre profesor universitario y bibliotecario contribuyó a promover reformas democráticas y electorales urgentes para reconstruir el marco institucional del país, tan deteriorado durante el Oncenio.

[desde 1930: Nuevas fuerzas corruptas con Luis Sánchez Cerro y APRA]
Basadre constató que Leguía había destruido los partidos políticos tradicionales. [2] Luego de la caída del dictador, dos nuevos adversarios políticos aprovecharon el momento: el movimiento militarista «revolucionario», encabezado por el teniente coronel Luis Sánchez Cerro, y la nueva y radical APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana), dirigida por Víctor Raúl Haya de la Torre. [p.315] Basadre discrepaba resueltamente con la postura antidemocrática de ambos grupos populistas que llevaron al Perú al borde de la guerra civil. Además, ambas fuerzas recurrieron en más de una oportunidad a distintas formas de corrupción para alcanzar sus metas políticas.

[desde 1931: Anarquía en Perú bajo el Cerro militarista - Universidad de San Marcos cerrada hasta 1935 - colusión, fraude, manipulación + corrupción, etc.]
Las disputadas elecciones presidenciales de 1931 dieron como resultado el triunfo de Sánchez Cerro. El nuevo gobierno pronto dictó la clausura de la Universidad de San Marcos, donde Basadre ejercía su empleo principal. El historiador viajó al extranjero y solo regresó al país cuando la universidad reabrió sus puertas en 1935. Durante su larga como profesor y empleado público, Basadre experimentó repetidas frustraciones en sus esfuerzos por efectuar reformas de corte institucional y educativo. Tuvo que enfrentar la tenaz oposición y el sabotaje por parte de intereses que emplearon medios astutos para beneficiarse indebidamente con las cambiantes circunstancias políticas. Basadre, asimismo, fue testigo de sucesivas dictaduras y procesos electorales plagados de escandalosos fraudes y pactos secretos que beneficiaron a las camarillas dominantes. El periodo que le tocó vivir fue uno de agudísimos problemas sociales, mientras que la corrupción persistía como medio probado para apuntalar continuidades políticas y retrasar así reformas urgentes.


Un coronel populista frente al APRA - [gobierno de Cerros 1930-1933 (asesniado por la APRA criminal)]

[Coronel Cerro con arrestos de personas de Leguía, arrestos, tribunal de sanciones, etc. - no se realizan reformas administrativas]
Sánchez Cerro manifestó su intención de limpiar la Administración Pública y erradicar las prácticas corruptas prevalecientes durante el régimen de Leguía. El coronel sustentó su promesa de «moralización» en el apresamiento de algunas de las más visibles figuras del difunto régimen, entre ellas el expresidente Leguía y su hijo Juan, y en la confiscación de sus propiedades. El Tribunal de Sanción Nacional ad hoc presentó acusaciones devastadoras de «enriquecimiento ilícito» contra Leguía y sus exministros. Según el encargado de negocios británico en Lima, estas acusaciones «dejarían en ridículo al Perú ante el mundo pero eran a pesar de todo ciertas». [3] Entretanto, se ignoraron importantes reformas administrativas, similares a las que contuvieron la corrupción en Chile desde [p.316] 1925 y recomendadas al gobierno peruano por el economista estadounidense Edwin Kemmerer como consultor contratado por el nuevo régimen. [4]

Mira lo que los católicos criminales en el Perú están haciendo ahora:

[Tribunal de sanciones contra Leguía es inconstitucional - gente de Leguía se atrinchera en embajadas - corrupción en el poder judicial como siempre]
El anciano y enfermo Leguía fue trasladado a la Penitenciaría de Lima, donde estuvo encarcelado hasta poco antes de su muerte acaecida en febrero de 1932 en un hospital naval. La estricta determinación de Sánchez Cerro por castigar a Leguía se percibió tanto como una venganza personal que exacerbaba las divisiones políticas, como una actitud de principios contra la corrupción.[5] Sin embargo, los procedimientos y acciones legales del Tribunal de Sanción encargado de juzgar a Leguía y sus asociados probaron ser ineficientes e inconstitucionales. La administración de las propiedades confiscadas a los acusados de corrupción se caracterizó por el abierto malgasto y la venalidad. Hubo «bastante corrupción y negligencia» en los trámites oficiales relativos a varios de los acusados que se habían refugiado en embajadas extranjeras. Por ejemplo, los partidarios leguiístas de alto rango Jesús Salazar, Sebastián Lorente y Foción Mariátegui aparentemente tuvieron que pagar sobornos para ser exonerados o evitar ser encarcelados. [6]

[Anarquía bajo Cerro: levantamientos militares - elecciones civiles preparadas - un poco de nepotismo]
A pesar de su popularidad y el apoyo de los miembros más conservadores de la élite, Sánchez Cerro seguía sin contar con un partido organizado que diera cauce a sus infladas ambiciones presidenciales. Sánchez Cerro estaba convencido de que la presidencia era su justa recompensa por haber depuesto a Leguía, pero enfrentaba una vigorosa oposición dentro de las fuerzas armadas. Un número creciente de levantamientos de unidades del ejército y la marina auguraba una anarquía generalizada. Sánchez Cerro renunció como jefe de la Junta Militar para mantener abiertas sus opciones presidenciales en las elecciones de 1931. Oficiales ambiciosos como el teniente coronel Gustavo «Zorro» Jiménez le disputaron decididamente el espacio político abierto por la crisis. En marzo de 1931, David Samanez Ocampo, un político de viejas inclinaciones pierolistas procedente del sur del país, recibió el respaldo de Jiménez para que liderara un gobierno provisional. El breve mandato de Samanez decretó una gran [p.317] expansión del electorado, y le encomendó a una junta electoral la realización de las elecciones presidenciales y de representantes a la Asamblea Constituyente programadas para octubre de 1931. [7]

Durante su breve dictadura, anterior a las elecciones, Sánchez Cerro dio «empleo a su familia entera y sus colaboradores probablemente hicieron lo mismo». [8] Los observadores diplomáticos pensaban que la corrupción en la Junta Militar era casi tan amplia como lo había sido con Leguía. Se citaba el caso de la sospechosa moratoria otorgada al Banco del Perú y Londres en camino a la quiebra. Asimismo, se mencionaba que el coronel Ernesto Montagne, ministro de Relaciones Exteriores, y otros miembros del gabinete se habían mudado a casas lujosas y mejorado su estilo de vida sin ganar un salario oficial conmensurable con ello. [9]

Mire cómo son realmente los católicos criminales, por ejemplo, en el Perú:

[Dictadura militar bajo Cerro: negocio del opio, drogas, casino y damas con su hermano Pablo Ernesto Cerro - las finanzas del hermano del dictador - nuevo partido Unión Revolucionaria]
El círculo político íntimo de Sánchez Cerro incluía a su inescrupuloso hermano Pablo Ernesto [Cerro], un estudiante de medicina que fue nombrado director de la oficina de Salud Pública. J. Hortensio, otro hermano, también consiguió un empleo gubernamental. De Pablo Ernesto se sospechaba que controlaba el tinglado ilegal antes explotado por Juan Leguía de la venta de opio, principalmente a los residentes chinos de Lima. [10] Se consideraba a Pablo Ernesto como la conexión con el juego, las drogas, la prostitución y otros intereses del crimen organizado que contribuyeron con dinero para promover las ambiciones políticas de su hermano. [11] Antes de las elecciones de 1931, Pablo Ernesto preparó la llegada de su hermano del extranjero con el lanzamiento de una campaña electoral bien financiada. El lujoso alojamiento de Pablo Ernesto en el exclusivo Hotel Bolívar de Lima era financiado con contribuciones obscuras y la asistencia de partidarios acaudalados como la del minero Lizandro Proaño. [12] Entre los más notorios asesores y colaboradores del candidato figuraban Francisco [p.318] R. Lanatta, un abogado de reputación cuestionable y ambiciones ministeriales, y el pro fascista Luis A. Flores. Para defender la candidatura de Sánchez Cerro se formó un nuevo partido, la Unión Revolucionaria (UR).

[APRA: fundada en México por Haya de la Torre]
Entretanto, Haya de la Torre, el otro candidato importante en las elecciones de 1931, también preparaba su arribo a Lima, luego de años de exilio y de campañas políticas realizadas en el extranjero. Haya, un connotado líder opositor a lo largo del Oncenio, había fundado, en México, el APRA, un movimiento de inclinaciones radical-populistas, intervencionistas y antiimperialistas. Sus disciplinados colaboradores en el Perú habían organizado este partido, en rápido crecimiento desde 1930, bajo el nombre tácticamente modificado de Partido Aprista Peruano (PAP), sobre la base de un llamado masivo a los trabajadores organizados y a las clases medias y profesionales. [13] Los años de lucha contra la dictadura habían generado una dirigencia aprista dispuesta a usar cualquier medio, entre los cuales se contaba la violencia y las acciones clandestinas o ilegales para alcanzar el poder.

[El APRA es apoyado por gente de Leguía y "diplomáticos", posiblemente con dinero de la droga]
Los apristas, asimismo, sostenían estar comprometidos con la lucha contra la corrupción gubernamental, así como con la influencia corruptora de los ricos. Los seguidores de Haya vislumbraban instaurar un Estado eficiente, tecnocrático e intervencionista contra los privilegios locales y extranjeros. [14] Acusaban a Sánchez Cerro de recibir apoyo y fondos de los miembros más antiapristas y conservadores de la élite, incluido el notorio grupo Miró Quesada, los propietarios de El Comercio, el periódico local más importante e influyente. El APRA, por otro lado, recibió el respaldo de prominentes leguiístas ansiosos por derrotar a su enemigo Sánchez Cerro. Dos importantes jefes leguiístas dirigían las estratégicas secretarías apristas de finanzas y política. [15] Además, diplomáticos estadounidenses reportaron que un importante donante de la campaña aprista de 1931 fue Carlos Fernández Bácula, un exdiplomático «sospechoso de [p.319] ser un agente [en el …] tráfico clandestino de narcóticos». Fernández Bácula confió a un miembro de la embajada de Estados Unidos el haber contribuido generosamente a la campaña de Haya. [16]

Miren lo que están haciendo los católicos criminales en Perú: APRA

[Elecciones 1931: Hermosas elecciones con el coronel Cerro - y luego levantamientos del APRA - miembros del APRA son arrestados + deportados]
Al igual que en otros países latinoamericanos, la lucha por aprovechar las oportunidades políticas, inauguradas a comienzos de los años de 1930 por la crisis, resultó en el choque de ideologías de extrema derecha e izquierda en competencia por capitalizar este momento favorable al populismo. Sánchez Cerro venció claramente en las disputadas elecciones que según Basadre y otros observadores imparciales fueron inusualmente limpias. [17] Los apristas, siguiendo la vieja táctica pierolista, alegaron un fraude electoral «sancho-civilista» y pasaron rápidamente a la acción insurreccional violenta. [18]

Una vez en el poder, los sanchezcerristas y sus aliados conservadores implementaron un amplio cambio en el personal del Estado, alienando aún más a la oposición. [19] También consiguieron la mayoría en el Congreso Constituyente: hasta Pablo Ernesto, el poco capacitado hermano del presidente y «chanchullero menor», ganó un escaño en representación de la provincia de Piura [en el norte del Perú]. [20] Sánchez Cerro pasó entonces a reprimir a los apristas y a los oficiales y reclutas de las fuerzas armadas que apoyaban las medidas insurreccionales del APRA. Los parlamentarios elegidos por este partido fueron detenidos y deportados.

Miren lo que están haciendo los católicos criminales en el Perú: se matan mutuamente:

[APRA criminal marzo de 1932: Intento de asesinato contra coronel Cerro - APRA organiza motín en buques de guerra - Levantamiento en Trujillo con cerca de 1000 muertos + reconquista + venganza - corte marcial con sentencias de muerte - indultos con sobornos]
Un fallido intento de asesinato ejecutado por un adolescente aprista en marzo de 1932, que casi le cuesta la vida a Sánchez Cerro, fue seguido por una masiva represión contra el APRA y el encarcelamiento de Haya. Días más tarde, un motín de inspiración aprista estalló el 7 de mayo a bordo de dos barcos de la armada en el puerto del Callao. Aproximadamente mil personas murieron en la ciudad norteña de Trujillo, luego de un violento y sangriento levantamiento aprista dirigido por Agustín Haya, hermano de Víctor Raúl. Varios oficiales [p.320] militares, soldados y policías, desarmados y prisioneros de los apristas, fueron asesinados. Las tropas del ejército volvieron a tomar la ciudad y masacraron a muchos militantes y seguidores apristas. Cientos de ellos fueron condenados a muerte por una apresurada corte marcial, aunque unos cuantos fueron perdonados después de que sobornaran a los encargados de llevar a cabo las ejecuciones. [21]

[Gobierno del Cerro: hospitalización con herida de bala - el corrupto Lanatta debe irse+es reinstalado]
Tras el atentado, Sánchez Cerro pasó un mes en el hospital curándose las heridas de bala recibidas en el pecho. Durante su ausencia en el mando se destapó un escándalo de corrupción ligado a Lanatta, el colaborador político más cercano y de más confianza del presidente que sería como su primer ministro y ministro de Hacienda. Tal fue la gravedad de las acusaciones contra Lanatta que Sánchez Cerro interrumpió su recuperación para supervisar personalmente la renuncia de Lanatta a su puesto de ministro a comienzos de abril. [22] Lanatta, sin embargo, retuvo su escaño en el congreso constituyente, donde fue rehabilitado con ayuda de la mayoría sanchezcerrista. Así logró evitar ser acusado formalmente por los delitos en el cargo, citados en el informe en minoría de una comisión investigadora parlamentaria especial. [23] Pero el público se percató plenamente de la grave responsabilidad del exministro. En consecuencia, las pretensiones de probidad administrativa de Sánchez Cerro perdieron aún más credibilidad. [24] [p.321]

[Gobierno del Cerro con Lanatta: soborna a peruanos para bloquear empresas extranjeras+muchos apoyan sus maniobras]
Las dimensiones de la corrupción del cuestionado ministro quedan reveladas en la correspondencia confidencial de empresarios y diplomáticos estadounidenses. Lanatta había tratado de dominar el escenario político inmediatamente después del atentado contra Sánchez Cerro. El ministro intensificó su acoso a grandes empresas extranjeras con intenciones de cohecho. Se le conocía como un inescrupuloso abogado que dos décadas antes se había desempeñado como uno de los abogados de la Cerro de Pasco Copper Corporation. Muchos parecían estar al tanto de su turbio proceder, inclusive ciertos grupos de interés que buscaban sostenerle en un alto cargo político para que así «se puedan llevar a cabo maniobras cuestionables». [25]


Mire lo que los católicos criminales del Perú están haciendo: por ejemplo, chantajear a los extranjeros:

[Gobierno del Cerro: Lanatta con asistente Botto con sobornos y extorsiones contra empresas extranjeras sin fin - y cocaína]
Al menos diez casos serios de corrupción que implicaban a Lanatta y su asistente, el señor Botto, se reportaron a la embajada de Estados Unidos.
-- En primer lugar, estaba la demora en las negociaciones con las corporaciones Cerro de Pasco y Frederick Snare para la construcción de las nuevas instalaciones portuarias en el Callao, con miras a recibir 20.000 soles como «una leve consideración a su favor».
-- Lanatta también pidió un puesto bien remunerado en la administración portuaria para el hermano del presidente. [26] Otros incidentes incluyeron
-- un pedido de coima para arreglar una deuda de 70.000 soles debida a la International Petroleum Company por combustible suministrado a la marina de guerra peruana y
-- la manipulación de vales de aduanas por 60.000 soles asignados a la marina (estos últimos designios aparentemente fueron puestos en conocimiento de Sánchez Cerro);
-- la extorsión de varios comerciantes chinos por 10.000 soles;
-- la apropiación de 15.000 soles de subsidios para la Universidad de San Marcos; un monto desconocido cobrado a Grace & Co.; y
-- el intento de conseguir un soborno de 30.000 soles de H. J. Gildred & Co., el contratista para la construcción del Palacio de Justicia. [27]
La acostumbrada «comisión» ilegal solicitada por Lanatta fluctuaba entre 45 y 60 por ciento; en total, es posible que haya recaudado alrededor de un millón de soles con este [p.322] descarado tráfico de influencias. [28]
-- Unos cuantos años más tarde, el exministro también intentó la introducción ilegal de muestras de cocaína a "Estados Unidos" con miras a su distribución entre grandes compañías químicas. [29] [p.324]


Fig. 11. Polémico tribunal ad hoc, establecido en agosto de 1930 por el régimen militar del comandante Luis M. Sánchez Cerro, para castigar a exfuncionarios luego de la caída de Leguía. «La prórroga [editor: del Tribunal de Sanción]». Por Raúl Vizcarra. Variedades 28, n.° 1209, 1931, p. 1. Biblioteca Central, Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima.


Fig. 12. Intenciones moralizadoras del presidente José Luis Bustamante y Rivero (1945-1948). A pesar de su honestidad personal y sus sinceros intentos por limpiar su administración de la extendida plaga de la corrupción, Bustamante no tuvo éxito ante la presión del APRA, de los militares y de la derecha conservadora. «Como en la  inamarca de Hamlet, “hay algo que huele podrido” en el Perú». Por Geo. Suácate 1, n.° 7, 1945, p. 1. Biblioteca Nacional del Perú, Lima. [p.323]


[Cerro se vuelve maníaco-depresivo - Embajador de "Estados Unidos" informa sobre miembros corruptos del gobierno - el presidente Benavides recibe salarios por el tiempo en el exilio]
Ya en febrero de 1932 el embajador de Estados Unidos, dudoso del temperamento inestable de Sánchez Cerro y de su actitud para con las corporaciones extranjeras, escribió que su régimen «se había podrido hasta el tuétano» y que el presidente se «rodeó de los miembros con menos principios y más impulsivos entre sus seguidores». [30] Estos personajes reemplazaron a las figuras civilistas del primer gobierno de Sánchez Cerro, a excepción del ministro de Marina Alfredo Benavides Diez Canseco, cuñado del general Benavides. [31] El expresidente Benavides, mentor y apoyo de Sánchez Cerro, fue recompensado con una embajada primero en Madrid y luego en Londres, además de restituírsele salarios impagos durante el exilio que le fuera impuesto por Leguía. Benavides había buscado soporte entre sus amigos militares para la elección de Sánchez Cerro. [32]

[Gobierno del Cerro: jefe de policía Guzmán se enriquece con dinero para protección]
Los ministros y asesores sanchezcerristas cuestionados, todos ellos congresistas elegidos, incluían a
-- Luis A. Flores (ministro de Gobierno, asistido por el sanguinario director de policía Ricardo Guzmán Marquina),
-- Carlos Sayán Álvarez (ministro de Justicia),
-- Gerardo Balbuena, un «abogado y político listo y sin principios» y, por supuesto,
-- Francisco Lanatta. [33]
Algunos consideraban al teniente coronel Guzmán Marquina como el «rasgo más cruel y venal» del gobierno de Sánchez Cerro. Antes de las elecciones de 1931, Guzmán Marquina [p.324] no poseía gran cosa, pero apenas unos cuantos meses más tarde ya era rico y alardeaba de un extravagante estilo de vida. Supuestamente se enriqueció con sobornos vinculados a contratos gubernamentales y cobrando grandes sumas por no ejecutar sentencias de muerte dictadas contra apristas insurrectos en Trujillo y Cajamarca. [34]

[Gobierno Cerro: corrupción y carrera como antes]
Los crecientes «actos de corrupción y absurda mala administración de las responsabilidades públicas» habían alejado a la mayoría de los colaboradores más respetables de Sánchez Cerro. [35] Sin embargo, el magnate de la prensa conservadora Antonio Miró Quesada continuó apoyando las nocivas políticas del presidente. José Matías Manzanilla, histórico parlamentario civilista entrado ya en años y amigo cercano del director de El Comercio, perjudicó su reputación al proponer obsequiosamente al Congreso que ascendiera a Sánchez Cerro al rango de general. Esta petición le ganó luego a Manzanilla el nombramiento de ministro de Relaciones Exteriores y primer ministro. [36]


Mira qué amables son los criminales católicos del Perú:

[Gobierno del Cerro tiene problemas financieros: banco central saqueado y extranjeros chantajeados]
Las crecientes presiones financieras obligaron a retrasar por varios meses el pago a empleados públicos y personal del ejército. Esta era una situación peligrosa para el régimen. Una solución temporal pero irresponsable fue drenar al Banco Central de Reserva. Del mismo modo, el coronel Rodrigo Zárate, un integrante de la comisión diplomática del Congreso Constituyente, presionó a los diplomáticos extranjeros a que gastaran más en agasajar a ministros, parlamentarios y al presidente, para así facilitar las negociaciones con intereses extranjeros. Claramente, las autoridades sanchezcerristas esperaban recibir deferencia y presentes de los representantes extranjeros, [37] aun si los contratos públicos formales se violaban a menudo, y las rentas públicas eran «desviadas para fines privados». [38] [p.325]

[Gobierno del Cerro: quiere que Colombia devuelva el territorio robado "Leticia" - Benavides se convierte en director del Consejo de Defensa Nacional]
Los problemas del régimen continuaron creciendo, agravados por decisiones y actos oficiales controversiales, incompetentes e ilegales. Una disputa fronteriza con Colombia, en la zona de Leticia, amenazaba agravarse hasta conducir a una guerra abierta. Sánchez Cerro estaba decidido a revertir el acuerdo internacional que había cedido Leticia a Colombia durante el gobierno de Leguía. Contando con el respaldo de El Comercio y el ministro de Relaciones Exteriores Manzanilla, el belicoso presidente decidió seguir el camino de la guerra, pero tuvo que enfrentar la patética falta de preparación de las fuerzas armadas y los problemas financieros que las afectaban. Para apuntalar su campaña por la guerra, Sánchez Cerro nombró al general Benavides — su viejo mentor y entonces embajador en Londres— director del Consejo de Defensa Nacional, un nuevo cargo de mayor jerarquía que el de los ministros de Guerra y Marina. [39]

Eche un vistazo a lo que los católicos criminales en Perú están haciendo:

[Gobierno del Cerro: Tratado secreto de Guano a cambio de armas con Japón - las Islas Guaneras también se convertirán en depósitos de armas y reservas de opio]
Además, se informó que el régimen de Sánchez Cerro negociaba un pacto secreto de «guano por armas» con el Japón, en respuesta a la renuencia de Estados Unidos a venderle armas al Perú en circunstancias de una guerra inminente con Colombia. Supuestamente, este costoso acuerdo, llevado a cabo inicialmente por la Okura Trading Co., también conllevaba la explotación de una isla guanera por intereses japoneses. El envío encubierto de miles de rifles desde el Japón al Perú fue reportado por diplomáticos colombianos y estadounidenses. Este esfuerzo improvisado por suministrar armas al ejército peruano también implicó el contrabando de mercadería japonesa y opio a través de las estratégicas islas guaneras. Este escándalo solamente estalló en el Perú después de la muerte de Sánchez Cerro. [40] [p.326]

Eche un vistazo a lo que los católicos criminales en Perú saben hacer:

[30-04-1933: Asesinato de Cerro por el criminal APRA - y Benavides incluso impide vengarse del hipercriminal APRAS - ¡los está coimando!]
Los planes de guerra mal concebidos y peligrosos tuvieron un temprano y abrupto final en la tarde del 30 de abril de 1933, cuando la caravana presidencial abandonaba la sede de un desfile militar. Un aprista de diecisiete años se acercó al presidente y le efectuó varios disparos de pistola que acabaron con la vida de Sánchez Cerro. Horas más tarde, una sesión de emergencia del Congreso aprobó por abrumadora mayoría nombrar al general Benavides como presidente para completar el mandato del difunto Sánchez Cerro. Esta medida contradecía, sin embargo, la nueva Constitución de 1933, que prohibía a los oficiales militares en servicio activo ocupar la presidencia. Se impuso, entonces, la ley marcial por temor al desorden subsiguiente. Benavides incluyó en su primer gabinete a los sanchezcerristas radicales Luis A. Flores, ministro de Marina, y Pablo Ernesto Sánchez Cerro, ministro de Fomento. Evidentemente, esta era una medida para aplacar a los enardecidos miembros de la UR que habían contemplado una asonada para asesinar a Haya de la Torre y otros apristas que se hallaban en prisión. Este plan se vio frustrado por una iniciativa tomada por diplomáticos extranjeros. [41] Benavides negoció diestramente una salida a esta peligrosa situación que lindaba con una guerra civil y externa, combinando medios legales, autoritarios y corruptos.



Restauración con Benavides

[Gobierno de Benavides: libera al pueblo del APRA - 3 ministros del grupo Cerro renuncian al gobierno de Benavides]
En su breve discurso de aceptación del mando, el presidente Benavides declaró que, al no ser él un político, esperaba contar con la colaboración de todos los peruanos. Esta afirmación se interpretó como una promesa de amnistía política general que beneficiaría principalmente a los apristas. [42] Benavides tenía las «habilidades» necesarias para una solución negociada pero conservadora de la crisis política, puesto que se le consideraba «astuto, sagaz, cruel y carente de principios». [43] El presidente comenzó por suprimir los fondos gubernamentales suministrados por el gobierno de Sánchez Cerro a los locales partidarios de la [p.327] Unión Revolucionaria (UR) y a sus redes de espionaje. [44] Benavides luego ratificó  la decisión de un tribunal militar que absolvía — por falta de evidencias y por haberse extraído las confesiones bajo tortura— a un grupo de veinte apristas acusados de haber tomado parte en el asesinato de Sánchez Cerro. En consecuencia, los tres ministros sanchezcerristas del primer gabinete de Benavides renunciaron. [45]

[Maniobras de Benavides contra la Unión Revolucionaria (UR) de Cerro - Pueblo de Cerro son neutralizados con puestos de embajadores - derrota y acuerdo de Colombia 1934]

Frente a una mayoría venal de la UR en el Congreso, Benavides buscó dividir a esta agrupación para poder así dirigir a la derecha política. En noviembre de 1933 se lanzó una campaña en el seno de la Cámara de diputados contra la mayoritaria UR acusada del mal manejo de cuatro millones de soles asignados a los gastos de dicha Cámara. [46] El principal enemigo de Benavides era Luis Flores, el jefe de la UR, quien conspiró para organizar una legión fascista según el modelo italiano con la colaboración de funcionarios del gobierno y miembros de la élite empresarial simpatizantes con su causa. [47] Guzmán Marquina, colaborador cercano de Flores, fue retirado momentáneamente de la escena al ser nombrado agregado de Aviación en Francia, aunque luego se las ingenió para candidatear a un puesto parlamentario. [48] La poderosa influencia de El Comercio también fue contenida temporalmente, ofreciendo cargos diplomáticos a varios miembros de la familia Miró Quesada. [49] Apoyado por las fuerzas armadas, Benavides desactivó, asimismo, la posibilidad de una guerra con Colombia mediante un acuerdo internacional alcanzado en 1934. [50]

[El APRA criminal-ilegal está lubricado: paz, orden y trabajo]
En el avance de este peligroso curso político, Benavides recibió la asesoría de su amigo Jorge Prado Ugarteche, quien fue nombrado primer ministro en junio de 1933. Prado pasó a ser la punta de lanza de una política de conciliación que buscaba «comprar» la cooperación del APRA. En marcado contraste con  la contraproducente política de extermino de Sánchez Cerro contra el APRA, [p.328] Prado más bien concibió y puso en práctica una política de cooptación que resultó parcialmente exitosa. Prado fue el primero de varios políticos conservadores que reconocerían que las bases venales de la política peruana también podían incluir a los líderes del APRA. [51] La conciliación temporal se dio después de negociaciones que incluyeron conversaciones con el jefe aprista Haya de la Torre. Hacia julio de 1933 se había liberado a los presos políticos, excepto Haya, y se había permitido que Juan Leguía saliera del país. [52] Aunque el APRA continuó siendo un partido ilegal, se concedió la excarcelación de Haya el 9 de agosto con el entendimiento de que moderaría las acciones políticas de su partido. A su salida de prisión, Haya visitó a Benavides. [53] El régimen procedió, entonces, a restaurar las garantías constitucionales. Bajo el lema oficial de «paz, orden y trabajo», la economía peruana comenzó su recuperación gracias
-- a la mejora de la demanda internacional y
-- de los precios del algodón y otras exportaciones,
-- a la expansión de la base agrícola del país,
-- a reformas en el financiamiento privado y público,
-- a la producción industrial en ascenso, así como
-- a políticas de obras públicas y construcción de carreteras que suministraron miles de empleos. [54]

Todos los éxitos políticos son inútiles, mira como los católicos criminales de mierda del Perú siempre se destruyen a sí mismos - pacto entre APRA+UR:

[Elecciones 1936: Benavides tiene enemigos sin fin - APRA+UR quieren destruir el Perú de nuevo - Benavides ofrece a la APRA 25% de participación]
Pese a estos logros significativos, el régimen de Benavides no logró construir o cooptar un soporte político organizado. La oposición política de derecha e izquierda continuaba amenazando la supervivencia del régimen al acercarse las elecciones presidenciales de octubre de 1936. Los diversos grupos políticos asumían al gobierno como un fenómeno temporal, mientras que el general Benavides consideraba que su misión restauradora terminaría con la transferencia del poder al candidato oficial Jorge Prado. Las insatisfechas ambiciones del APRA, la UR y otros dirigentes partidarios amenazaban la estabilidad política [p.329] la recuperación económica. Estos jefes políticos llegaron a conspirar para derrocar a Benavides por la fuerza. Ya en noviembre de 1933, Jorge Prado se vio forzado a renunciar como primer ministro debido a las crecientes presiones políticas, campañas hostiles en la prensa y la oposición reaccionaria a su política conciliadora y de respaldo a los derechos constitucionales. [55]

Prado fue reemplazado por el intelectual archiconservador José de la Riva-Agüero, quien se concentró en combatir duramente las huelgas y conspiraciones de inspiración aprista. Tales acciones se intensificaron en la región norteña, donde el APRA ejercía una fuerte influencia política, así como entre oficiales militares pro apristas de mediano y bajo rango. Haya continuó reuniéndose con Benavides a pesar de las abiertas amenazas. [56] Este comportamiento característico de Haya ha sido interpretado como un intento oportunista de negociar su acceso al poder a escondidas de sus partidarios y de la opinión pública en general.[57] El jefe aprista posteriormente le confió al científico social e historiador Frank Tannenbaum, durante una entrevista realizada en Lima, que Benavides le ofreció significativos incentivos personales y políticos, entre ellos un 25 por ciento de la representación parlamentaria para el APRA, siempre y cuando colaborara con los planes electorales del general. [58]


Mira lo que los católicos criminales de mierda en el Perú tienen en la cabeza: se matan mutuamente:

[APRA criminal con doble asesinato el 15-05-1935 - gabinete militar - Benavides se niega a castigar al asesino del APRA]
Benavides obviamente no podía confiar en las intenciones de un Haya presionado por otros jefes apristas más radicales. En efecto, la dirigencia aprista estuvo profundamente envuelta en la desestabilización del régimen de Benavides antes de las elecciones presidenciales de 1936. El 15 de mayo de 1935, un aprista de diecinueve años de edad asesinó al influyente líder conservador Antonio Miró Quesada y a su esposa, María Laos de Miró Quesada. Este acto le generó serios problemas políticos a Benavides. Un nuevo gabinete conformado íntegramente por oficiales militares juramentó dos días después del asesinato. La familia Miró Quesada, El Comercio y la UR atacaron a Benavides por negarse a usar un tribunal militar para enjuiciar al asesino. [59] La extrema [p.330] derecha incrementaba así su presión sobre un régimen que iba debilitándose políticamente.


Y los católicos criminales del APRA no paran de cometer la mierda:

[Mayo de 1936: El APRA criminal planea una guerra civil desde el sur del Perú - con soborno del presidente de Bolivia Toro - promesa de Arica - falta de dinero - el posterior presidente boliviano Germán Busch intenta la misma maniobra con el criminal APRA nuevamente]
En mayo de 1936, la dirigencia aprista en el exilio conspiró para armar a sus militantes y lanzar una insurrección en el sur del país bajo el mando de Julio Cárdenas. El plan conllevaba convencer al coronel David Toro —el presidente izquierdista de Bolivia opuesto al gobierno de Benavides— para que suministrara dinero y armas a los militantes apristas en diversas partes de la frontera entre Perú y Bolivia. A cambio, el líder aprista Manuel Seoane prometió a Toro que tras la caída de Benavides, el Perú no se opondría a que Chile cediera a Bolivia una salida al mar a través de territorios que habían sido peruanos. Esta parte del acuerdo entre Toro y el APRA violaba el tratado de paz de Ancón entre Perú y Chile de 1883. El complot aproboliviano sufrió demoras cruciales debido a la falta de fondos: los bonos apristas de un millón de dólares para un préstamo de «acción social» no encontraron suficientes inversionistas fuera de ciertas figuras políticas extranjeras como Lázaro Cárdenas. La atrevida conspiración finalmente fracasó debido a las enérgicas presiones diplomáticas ejercidas por el gobierno de Benavides. Un complot posterior incubado por el próximo presidente boliviano, Germán Busch, para entregar armas a conspiradores apoyados por el APRA, también fue descubierto por espías y liquidado por los agentes de Benavides, que arrestaron a los cabecillas peruanos en el suelo boliviano de La Paz. [60]

Católicos criminales en Perú: Miren, Benavides quería lubricar al APRA, y si alguien más gana con el APRA, ¡Benavides cancela la victoria electoral!

[1935: APRA se convierte en una "organización ilegal" - apoya a candidatos de izquierda en Perú - Burgueses divididos - Fascistas con Flores+Quesada - Benavides declara inválido al ganador de las elecciones Eguigurs - sigue la dictadura de Benavides]
A medida que la campaña electoral iba avanzando, el APRA iba siendo rotulado como una organización internacional ilegal y, por tanto, proscrita en l Perú. Incapaz de presentar su propio candidato, el APRA prestó su apoyo al candidato de la alianza izquierdista Frente Democrático, Luis Antonio Eguiguren, exalcalde de Lima y cercano colaborador de Sánchez Cerro. La derecha fue a las urnas completamente dividida. La pro fascista UR fue liderada por Flores y José Quesada. Jorge Prado había intentado negociar el respaldo del APRA, pero la exiliada dirigencia de este partido rechazó sus tentativas. Para Prado disminuyeron así las posibilidades de obtener el éxito electoral a [p.331] la cabeza del Frente Nacional. [61] En estas circunstancias y mientras los votos venían contándose, Benavides, con la ayuda de un Congreso sumiso, declaró inválidas las elecciones, pues los resultados iban favoreciendo claramente a Eguiguren. El Congreso se disolvió a sí mismo y Benavides quedó en control del país hasta las nuevas elecciones de 1939. Flores fue pronto exiliado a México. [62] Se intensificó, entonces, la oposición a estas medidas por parte de diversos grupos económicos y políticos opuestos a la dictadura de Benavides.

QUIÉN es Eguiren?
Traducción con Translator.eu:
"fundador y líder del Partido Social Demócrata Peruano. Ganó las elecciones presidenciales peruanas de 1936, pero su victoria fue ignorada por el Congreso y el entonces presidente Oscar R. Benavides, quien afirmó que había ganado con votos del APRA. Presidió la Corte Suprema y el Poder Judicial en 1953 y 1954." [web01]

APRA criminal todavia existe y se llaman "cacólicos":

[APRA criminal comienza campaña de difamación contra Benavides - Benavides hace el término medio - tiene cooperación de entrenamiento con Mussolini - instala policía italiana en Lima contra el APRA criminal]
La dirigencia aprista lanzó una campaña para desacreditar al gobierno de Benavides en los ámbitos tanto nacional como internacional. Autores apristas le acusaron de ponerse del lado de Mussolini y del movimiento fascista. [63] Recientes estudios históricos sobre la correspondencia diplomática italiana de ese entonces han demostrado que estas imputaciones no tenían fundamento. Benavides era, en realidad, un moderado ideológico que enfatizaba una postura política de «ni comunismo ni fascismo». [64] Si bien tuvo parte en arreglos financieros con la comunidad italiana en el Perú, lo hizo por razones prácticas. También compró pertrechos italianos para la infantería y la fuerza aérea, entrenó pilotos peruanos en Italia, permitió que se instalara una fábrica de aviones italianos Caproni en Lima y contrató una misión policial italiana, cuya actividad de espionaje le causó graves problemas al APRA. Pero estas medidas no convertían a Benavides en fascista. Según un embajador fascista italiano, el Perú no era tierra fértil para el fascismo en 1937 y, además, el presidente Benavides jamás abrazaría dicha ideología debido a sus antecedentes culturales y sus «viejas tendencias liberales democráticas». [65]

Los católicos SIEMPRE roban, porque piensan que su dios de fantasía es más fuerte que todos los demás, incluso el gobierno de Benavides en el Perú:

[Católicos criminales en el gobierno de Benavides con escándalo de guano en 1934: solo robaron 1 millón de soles - APRA criminal grita algo de nepotismo con 300 millones de soles para edificios públicos, incluidas "hermosas casas privadas" - NO se puede confirmar NADA]
Pese a ello, las acusaciones de corrupción que el APRA lanzaba contra el régimen de Benavides tuvieron un impacto sobre la percepción que el público se iba formando de las continuas irregularidades cometidas en la Administración Pública. En septiembre de 1934, la malversación de un millón de soles de las utilidades de la Compañía Administradora del Guano se denunció públicamente en una carta abierta firmada por el exgerente de la compañía, el san- [p.332] chezcerrista Adolfo Lainez Lozada. [66] Las ventas de guano a Japón continuaron despertando las sospechas de autoridades estadounidenses todavía en marzo de 1938. J. Edgar Hoover, el director del FBI (Buró Federal de Investigación, en español), le comunicó al secretario de estado de Estados Unidos que un informante, el exvicecónsul peruano en Yokohama, alegaba que seguía intercambiándose guano por armas japonesas. [67] Del mismo modo, un panfleto aprista denunciaba la corrupción y el mal uso de fondos públicos en la contratación que el gobierno hizo de trescientos millones de soles en préstamos nacionales para proyectos de obras públicas. Estas maniobras financieras supuestamente explicaban los lujosos hogares del ministro de Gobierno, general Antonio Rodríguez, y del exministro de Fomento, coronel Federico Recabarren. El folleto asimismo afirmaba que los intentos de Benavides para que un candidato «amistoso» le sucediera estaban motivados por su deseo de impedir que se investigaran dichas irregularidades financieras al finalizar su gobierno. [68] Estas denuncias no fueron confirmadas por otras fuentes.

Los católicos siempre roban, ciertamente no solo en el Perú, y luego suelen mentir para hacer capital político:

[Gobierno de Benavides: Rumores de robo masivo por parte del "Ministro de Desarrollo" Arturo Chávez Cabello contra Satipo - y en el centro de impuestos]
Existen otras evidencias más confiables relacionadas con la corrupción administrativa durante el gobierno de Benavides. En una queja firmada por los habitantes de la colonia de Satipo [jungla central del Perú], se acusó públicamente al ministro de Fomento del régimen inicial —el sanchezcerrista Arturo Chávez Cabello — de desviar subsidios públicos destinados para esa colonia amazónica. [69] Del mismo modo, el ministro de Hacienda Benjamín Roca se vio obligado a renunciar en diciembre de 1934, en medio de una creciente tensión entre el ejecutivo y el legislativo. A Roca se le imputaba haberse rehusado a despedir a un gerente de la Caja de Depósitos y Consignaciones (la agencia recaudadora de impuestos), que había sido denunciada en los periódicos y el Congreso por estar plagada de malversaciones, empleados incompetentes y depósitos perdidos. [70] [p.333]


Los católicos roban y difaman, especialmente cuando se sienten seguros:

[Dictadura de Benavides 1937: Robos gigantescos en el Ministerio de Hacienda]
En febrero de 1937, Julio Villegas, fiscal de la Corte Superior de Justicia de Lima, despertó un vendaval, al procesar exitosamente un caso de corrupción en el Ministerio de Gobierno. El empleado culpable fue despedido de su cargo, pero poco después José Carlos Bernales, un ciudadano particular, publicó una carta abierta dirigida a Villegas, en la cual denunciaba serias irregularidades en el Banco Central Hipotecario estatal. Villegas respondió con otra carta abierta en la prensa local anunciando que investigaría el caso. También reveló haber recibido informes anónimos de corrupción y mala administración en oficinas gubernamentales claves, entre las cuales se encontraba la Secretaría de la Presidencia, el Ministerio de Hacienda y el Estado Mayor del ejército. Los jueces de la Corte Suprema inmediatamente reprendieron a Villegas por sus revelaciones francas pero inapropiadas. [71] Pronto comenzaron a circular rumores acerca del difundido nivel de corrupción pública. Un diplomático de Estados Unidos describió la situación como sigue:

Uno de los temas de creciente intensidad en las conversaciones en el club y los círculos políticos, es la cantidad de corruptelas que se cree existen en las oficinas públicas. Se citan casos concretos de cuando en cuando. El gobierno no hace nada sobre este particular, salvo en raras ocasiones cuando se despide a empleados subalternos acusados de corrupción. [72]
[Fin de la descripción].

[Gobierno de Benavide 09-08-1937: Dos leyes anticorrupción - pero apenas aplicadas - las empresas "estadounidenses" coiman menos y están en desventaja - el principio: En Perú, TODOS son corruptibles, así son los católicos criminales en Perú]
El 9 de agosto de 1937 se expidieron dos decretos firmados por Benavides y el general Rodríguez, dirigidos a contener la corrupción. El primer decreto — basado en los artículos 333, 343 y 353 del Código Penal contra las infracciones cometidas en los cargos públicos como solicitar o recibir pagos ilegales por servicios públicos prestados (concusión), perversión o mala administración de la justicia (prevaricato) y soborno (cohecho) — declaraba que los empleados públicos que no denunciaran tales infracciones serían despedidos y procesados según ley. El segundo decreto establecía que los empleados públicos no podían ser parte o agentes en contratos en los cuales participase una agencia estatal. [73] [p.334]

Estas medidas legales rara vez eran cumplidas, en tanto que los sobornos y la corrupción continuaron siendo algo acostumbrado en los asuntos oficiales. En este sentido, resulta revelador un caso que implicó a una compañía estadounidense. En febrero de 1939, el presidente de Contract Sales Inc., un consorcio comercializador de muebles manufacturados en Estados Unidos, escribió una carta al secretario de Estado de su país, en la que se quejaba de que, en el Perú, las firmas europeas gozaban de un respaldo diplomático que ponía en desventaja a las compañías estadounidenses, puesto que estas no contaban con la misma «flexibilidad» por parte de sus representantes diplomáticos.

Laurence Steinhardt, el embajador de Estados Unidos en Lima, se ofendió ante esta queja y pasó a informar detalladamente sobre los tratos ilegales en los que Hans von Dreyhausen, el agente de Contract Sales en Lima, estuvo envuelto desde abril de 1938. El gobierno peruano tradicionalmente compraba muebles a las compañías londinenses Maple & Co. y Waring & Gillow. Decidido a desplazar a los competidores británicos mediante técnicas de «ventas de alta presión», Von Dreyhausen informó a Steinhardt que una «comisión de algún tipo» había servido para llegar a un «arreglo» entre Maple & Co. y el embajador peruano en Gran Bretaña para una orden de compra por 100.000 dólares.

Además, Von Dreyhausen ofreció a Gustavo Berckemeyer, el agente personal y asesor financiero del presidente Benavides, una comisión de 25.000 soles si lograba convencer a Benavides para que se hiciera un pedido de compra a Contract Sales. Esta última transacción no tuvo éxito porque el presidente rechazó la oferta. Sin embargo, Von Dreyhausen sí logró asegurar una orden de compra oficial por 300.000 dólares para la decoración y amoblado del nuevo Palacio de Justicia, mediante el pago de un comisión de «financiamiento de estricta reciprocidad» de más de 10 por ciento al arquitecto e ingeniero en jefe, Juvenal Monge. [74]

El embajador Steinhardt concluyó que la «flexibilidad» que Contract Sales  exigía a los diplomáticos de Estados Unidos en el Perú «parece ser de una naturaleza tal que no se la permitiría persona alguna que se respete a sí misma, estuviese esta persona vinculada a negocios privados o a la representación de un gobierno». En ausencia de una legislación internacional que prohibiera el soborno de funcionarios extranjeros, los empresarios estadounidenses tenían los mismos «derechos» que los europeos, inclusive «el derecho a ofrecer [p.335] comisiones a funcionarios públicos», tal como Von Dreyhausen había hecho para conseguir contratos «tras las bambalinas». [75]

Mira lo amables que son los católicos criminales en Perú: El criminal APRA nunca ha destruido lo suficiente:

[Gobierno de Benavides: Intento de golpe de Estado con APRA y UR en 1939]
A pesar de los logros del gobierno de Benavides con respecto a la estabilización política y la recuperación económica, varios fueron los factores que contribuyeron a la supervivencia de las prácticas corruptas en el periodo 1933-1939. Benavides tenía un débil respaldo político más allá de su base militar institucional. Incluso, este apoyo aparentemente sólido vaciló seriamente en febrero de 1939, cuando el supuesto fiel general Rodríguez lideró un golpe de Estado contra él, con el respaldo del APRA y de la UR. El golpe fracasó; Rodríguez fue muerto en la intentona y más de cuarenta conspiradores militares recibieron condenas de prisión. Este violento suceso obligó a Benavides a seguir con el calendario electoral de 1939. [76]

[Católicos criminales como siempre en el Perú: Las elecciones manipuladas en octubre de 1939 se convierten en un modelo para "elecciones" futuras]
Esta vez Benavides respaldó a Manuel Prado, el hermano menor de Jorge, expresidente del Banco Central de Reserva y facilitador de las políticas intervencionistas en materia de reservas monetarias nacionales. A pesar de las crecientes críticas al presidente por tramitar el apoyo electoral aprista para el candidato oficial, se esperaba que Manuel Prado venciera en las elecciones de octubre de 1939. [77] Pero las numerosas negociaciones llevadas a cabo en vísperas de las elecciones combinaron varias posibilidades oportunistas de alianzas políticas, tales como la de un pacto antes inconcebible entre Flores y Haya para respaldar a José Quesada, candidato de la UR. [78]

Prado llegó a ganar las elecciones presidenciales, dada la desorientación de los votantes apristas combinada con una dosis de fraude electoral. Las elecciones  estringidas, arregladas y fraudulentas de 1936 y 1939 con Benavides sembraron las semillas de procesos electorales similares, especialmente en 1950, 1956 y 1962. Estos sancionaron resultados poco democráticos y la continuidad de corruptelas en la Administración Pública.

¿QUÉ son los católicos? Corrupto y criminal - ejemplo Perú con Benavides:

[Gobierno de Benavides: corrupto como todos los demás - la manipulación electoral se convierte en modelo]
Entre crecientes críticas desde todos los flancos, especialmente el virulento ataque derechista de la familia Miró Quesada, [79] Benavides buscó garantizar [p.336] el apoyo esencial de sus seguidores algo veleidosos que incluían a militares, la burocracia estatal, el clan Prado y otros grupos de la élite. Cabe poca duda de que el gobierno de Benavides permitió prácticas corruptas entre los militares y sus servidores públicos. Estas se dieron bajo el manto de obras públicas que ofrecían trabajo en medio de la recuperación económica. Asimismo, sus manipulaciones electorales, quedaron como modelo de fraude y de turbios arreglos políticos. Sin embargo, a diferencia de periodos anteriores de corrupción incontrolada, durante el régimen de Benavides se llevaron a cabo ciertos intentos cosméticos para «moderar» la corrupción. Por lo tanto, la restauración de Benavides puede también ser entendida como una «normalización» de los elevados niveles de corrupción heredada y persistente.

[Falta un balance positivo de lo que se ha construido en Perú. ¿Líneas ferroviarias? ¿Fábricas?].


Política de guerra sin principios

Un Prado y un Basadre:

[desde diciembre de 1939: gobierno de Manuel Prado - con el historiador Jorge Basadre ("USA", D+Sp), director de la Biblioteca Nacional]
Cuando el presidente Manuel Prado Ugarteche asumió el mando en diciembre de 1939 durante la segunda guerra mundial, Jorge Basadre había alcanzado prominencia como profesor y bibliotecario de la Universidad de San Marcos. Su prestigio como intelectual independiente y progresista era ampliamente reconocido entre las élites políticas e intelectuales. Basadre regresó al Perú en 1935, luego de haber estudiado y dado conferencias en Estados Unidos, Alemania y España, y de haber sido testigo del auge del fascismo en Europa. Ante la severa mirada del presidente Benavides, Basadre ofreció la conferencia inaugural del Congreso de Americanistas, celebrado en Lima en 1939. También en ese año se publicó su primera "Historia General de la República del Perú". Unos cuantos años más tarde, Prado le nombró director de la Biblioteca Nacional, una posición importante aunque difícil, pues se le encargó su reconstrucción tras un desastroso incendio (de 1943 [web02]). Esta y otras experiencias como empleado público le proporcionaron a Basadre una visión interna de la corrupción arraigada y tradicional en la burocracia del gobierno y la toma de decisiones administrativas.

[Perú con Prado 1939-1945: Italia+D+Japón infiltran compañías peruanas - APRA criminal con el líder Haya hace intrigas en el "EE. UU." contra Prado - el "EE. UU." financió a Hitler para ganar sobre Rusia]

La guerra mundial alteró significativamente el paisaje político en el Perú. El apoyo oficial que Prado había recibido para llegar a ser presidente le impedía tener una amplia base política. Tuvo, más bien, que depender de los militares, de sus amigos políticos y de una comunidad banquera y empresarial infiltrada por intereses parciales a las potencias del Eje. Prado enfrentó una seria oposición política de parte de la pro fascista UR y del antifascista APRA.

A medida que la guerra avanzaba, fue creciendo la presión sobre Prado para competir con el APRA por las simpatías de los Aliados. Tras rechazar una [p.337] temprana oferta que Prado hiciera a comienzos de 1940 para la formación de un gabinete de coalición, Haya lanzó una intensa campaña con el fin de desestabilizar al gobierno explotando las debilidades del régimen. En el transcurso de varias reuniones que tuvo con diplomáticos de Estados Unidos y agentes del FBI, Haya acusó a Prado y sus ministros de proteger los intereses del Eje. Estas revelaciones eran parte de la información política y de inteligencia que el líder aprista brindaba a los agentes de los gobiernos Aliados.

[FALSO: Las fuerzas derechistas de los "Estados Unidos" han sobornado y financiado a Hitler para ganar contra Rusia y, en última instancia, para convertir a Europa en un campo de ruinas para eliminar la competencia].


[APRA criminal es como el antifa criminal - exige libertad de expresión para destruir el Perú (!) - Haya quiere convertirse en el presidente de Perú con los Aliados - a partir de 1942, Prado es amigable con los aliados - APRA no es tan amado]

La dirigencia del APRA [con el criminal Haya] favorecía entonces al antifascismo internacional con la expectativa de gozar del favor de diversos gobiernos extranjeros, en especial el de Estados Unidos, para ejercer presión sobre Prado para que restaurara las libertades civiles y de expresión. [80] Esta era una abierta invitación a la intervención extranjera en los asuntos internos peruanos, supuestamente justificada por el creciente peligro totalitario. Al igual que Getulio Vargas en el Brasil, pero a diferencia de Juan Perón en la Argentina, el populista Haya de la Torre optó por el campo de los Aliados para sustentar su búsqueda por el poder. Prado respondió aumentando la colaboración con los Aliados, particularmente a comienzos de 1942 cuando Estados Unidos entró a la guerra. Prado, asimismo, sedujo a diversos dirigentes comunistas y apristas para que defeccionaran y se unieran a su bando, dedicándose, al mismo tiempo, a una implacable campaña de represión para detener las acciones del APRA. [81]

Cacólicos peruanos NO tienen NINGÚN problema de endrogar el eje:

[Perú entrega frutas, verduras y materias primas a los poderes del eje - "EUA" sionista reacciona oficialmente con "Lista negra" - cocaína+opio]

La situación de guerra internacional también le proveyó un enterno distinto a la corrupción tradicional. La creciente demanda de bienes agrícolas y otras materias primas por parte de empresas alemanas, italianas y japonesas incentivó a exportadores, comerciantes y autoridades venales peruanos, a pesar de que los Aliados colocaron en la lista negra a aquellas empresas favorables al Eje. La inteligencia aliada informó sobre las redes de abastecimiento del Eje que eran permitidas o protegidas por autoridades peruanas sobornadas. Se aplicó una celosa vigilancia a la producción y comercialización de drogas [p.338] (principalmente cocaína y opio), algodón, productos petrolíferos y otras exportaciones estratégicas.

A partir de la inteligencia reunida por el FBI en el Perú, J. Edgar Hoover informó al Departamento de Estado de Estados Unidos, en octubre de 1941, que el gobierno peruano estaba vendiendo combustible de petróleo de los depósitos de reserva a los japoneses a casi el doble de su precio normal; también había una creciente preocupación por el cultivo y la compra de algodón por parte de compañías japonesas. Unos cuantos meses más tarde, Hoover también proporcionó información confidencial acerca del tráfico de cocaína por parte de una red de espías argentinos y peruanos favorables al Eje. [82]

[Lufthansa transporta cocaína del Perú a D+It - rutas Perú-Brasil-Europa o Perú-Argentina-Europa - responsables peruanos son coimados]

El ministro de Hacienda David Dasso informó a diplomáticos de Estados Unidos en 1941 que alrededor de 1.000 kilos de cocaína habían sido exportados legalmente a Alemania e Italia a través de la aerolínea Lufthansa, pasando por Bolivia y Brasil. Asimismo, los funcionarios del Departamento de Estado estimaban que 1.200 kilos de cocaína habían sido contrabandeados de Perú a Alemania e Italia a través de Argentina. [83] Se sospechaba que Suiza y España eran otros destinos de la droga. [84]

La producción de cocaína por encima de la demanda de las exportaciones legales y del mercado doméstico se canalizó hacia el mercado negro. En 1943 se descubrieron y eliminaron varias redes de tráfico de drogas en el Perú. [85] La más notoria de estas redes conectaba a compradores de los países del Eje con [p.339] los contrabandistas Héctor Pizarro y «Chino» Morales. La investigación del caso reveló que César Cárdenas García, director del Ministerio de Gobierno, recibía un soborno de 5.000 soles mensuales, y el prefecto de Lima, otros 2.000 soles al mes, por permitir que las actividades de contrabando se realizaran sin molestias. [86]

[Perú 1942: La especulación con arroz al extranjero provoca escasez en el propio Perú - David Dasso con ganancias con madera, carbón y hierro]
Se sospechaba que otros funcionarios de alta jerarquía del gobierno de Prado también lucraban con la guerra. En septiembre de 1942, Guillermo Garrido Lecca Montoya, el ministro de Gobierno, fue denunciado y posteriormente cesado por especulación con arroz y exportación en grandes cantidades, con lo que contribuía a la escasez doméstica de este producto de primera necesidad. [87] Del mismo modo, David Dasso, el ministro de Hacienda y confidente de diplomáticos estadounidenses en cuestiones comerciales y económicas, sufrió un ataque al corazón poco después de ser denunciado en el Congreso peruano por contribuir a las ganancias excesivas de la compañía importadora de madera de su familia (gracias a aranceles más bajos para la madera que Dasso personalmente negoció en un acuerdo comercial con Estados Unidos), así como por beneficiarse personalmente, utilizando un programa de desarrollo gubernamental del carbón y el hierro. [88]

Estos escándalos, la creciente inflación, el control de precios y los impuestos locales más altos contribuyeron a formar una adversa opinión pública sobre una ya sospechada concentración de riqueza por parte del «Imperio Prado» durante los años de la guerra. [89] Diplomáticos estadounidenses observaron un marcado deterioro en la posición del régimen debido a la siguiente razón: [p.340]

[… el] chisme concerniente a las actividades económicas del presidente Prado y el grupo que le rodea y del cual depende. En todos los grupos se alega crecientemente que el círculo de Prado viene adquiriendo paso a paso todas las fuentes disponibles de riqueza del país [...]. No se ha hecho ninguna defensa efectiva contra estas imputaciones. [90]
[Fin con los diplomáticos].

[De 1942: Política de Prado con los aliados sionistas - 1941: Guerra contra Ecuador es perdido - sin embargo, promociones+aumentos de salarios - desde 1942 problemas de inflación+de déficit]
Prado optó por fortalecer su posición interna y externamente. A pesar de las serias dudas que los funcionarios del Departamento de Estado de EE. UU. tenían sobre el compromiso de su gobierno con los Aliados, Prado había alcanzado, para marzo de 1942, importantes logros diplomáticos. Ellos fueron descritos como el cambio «de una política vacilante e indecisa a un enfoque definitivamente a favor de la democracia y cooperación con los Estados Unidos». [91]

El Perú participó en la Conferencia de Río que suscribió la defensa democrática del hemisferio. Además, el gobierno rompió relaciones con las potencias del Eje y llegó a un acuerdo con el Ecuador en torno al conflicto fronterizo de 1941. El resultado favorable de este breve conflicto armado entre las dos naciones vecinas ayudó a consolidar la posición nacional de Prado y fortalecer su apoyo entre los militares. Las fuerzas armadas reafirmaron su compromiso profesional con la defensa nacional. Gracias a un presupuesto especial de defensa, financiado a través de préstamos nacionales reservados, Prado brindó generosas recompensas en la forma de ascensos militares y paga más alta, para así garantizar el respaldo político de las fuerzas armadas. Además, el seguro social y los grandes programas de obras públicas, también financiados con préstamos nacionales, continuaron la política fiscal heredada de Benavides. [92] No obstante, la corrupción, los déficits y las presiones inflacionarias entraron en una espiral de descontrol que sentaría las bases para endémicas interrelaciones entre problemas deficitarios e inflación, presentes durante prácticamente el resto del siglo XX.

[Perú 1942: Sanciones contra Japón+Alemania - disturbios contra Japón - deportación de más de 1800 japoneses del Perú a los "EUA" sionistas - expropiación de escuelas japonesas, asociaciones, empresas, territorios]

Las medidas que el régimen adoptó para sancionar económicamente y expulsar del Perú a ciudadanos del Eje estuvieron acompañadas por serios [p.341] casos de corrupción de empleados públicos.
-- Se congelaron fondos japoneses y alemanes;
-- el Banco Italiano fue suspendido y obligado a cambiar de nombre;
-- productos importados no se entregaban a una «lista proclamada» de empresas; y
-- se implementaron las leyes 9586 y 9592 para anular las operaciones comerciales, bancarias, agrícolas e industriales del Eje en el Perú. [93]

El gobierno aplicó estas medidas siguiendo las recomendaciones de funcionarios estadounidenses. Más de 1.800 ciudadanos japoneses varones, entre ellos maestros y miembros de asociaciones japonesas locales, fueron deportados forzosamente a Estados Unidos. [94] Los colegios, asociaciones, negocios y propiedades japoneses fueron clausurados y sus activos expropiados. Todas estas medidas estuvieron precedidas por la violencia de las turbas contra personas y propiedades japonesas, en particular las asonadas de mayo de 1940. [95]

[Desde 1942: Ganancias para peruanos que aceptan fondos de protección o "asuman" cosas alemanes y japoneses - pasaportes de protección para japoneses a precios de la usura]
Varios funcionarios de alto rango recibieron sobornos de ciudadanos japoneses y alemanes que intentaban eludir la deportación y expropiación, o se apropiaron ilegalmente de propiedades confiscadas a personas que habían sido deportadas. [96] Hoover informó que Moisés Mier y Terán, el jefe de la División de Investigaciones de la policía, juntamente con César Cárdenas García, director de Gobierno, fueron condenados por extorsión a gran escala y otras serias irregularidades perpetradas durante la deportación de ciudadanos del Eje en febrero de 1943. Mier, un agente clave en la represión de los apristas, había sido ascendido por Manuel Ugarteche Jiménez, el primo pro germano del presidente. A pesar de los cargos formulados en su contra, Mier continuó trabajando para la división de investigaciones en provincias del interior. [97] Otro plan llevado a cabo por funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores fue la [p.342] venta, por miles de soles, de documentos de ciudadanía peruana a japoneses que estaban a punto de ser deportados. [98]

Católicos criminales en Perú 1945: El APRA criminal no está contento, se apresura contra el gobierno de haber sobrevivido a la Guerra Mundial sin guerra, pero:

[1945: El APRA criminal se apresura contra el Prado - Comité Revolucionario de Oficiales del Ejército (CROE) - y Benavides hace su maniobra en el medio]

El gobierno de Prado enfrentó las elecciones programadas para junio de 1945 en medio de crecientes problemas
-- para contener la corrupción,
-- lidiar con la oposición política y
-- manejar la deteriorada situación financiera.
Las publicaciones apristas continuaron sus ataques, pero ahora apelaban abiertamente a jóvenes oficiales militares para que tomaran acción contra lo que el partido aprista consideraba era un gobierno hondamente corrupto. [99] Justo antes de las elecciones, el Comité Revolucionario de Oficiales del Ejército (CROE), liderado por el mayor Víctor Villanueva, un simpatizante aprista que criticaba el tráfico de influencias políticas y la corrupción dentro de las fuerzas armadas, comenzó a preocupar a las autoridades peruanas y a los funcionarios de inteligencia estadounidenses. [100]

Prado jugó con la idea de la reelección, pero advirtiendo la probabilidad de su fracaso optó finalmente por prestar su apoyo al general Eloy Ureta, un héroe de la guerra de 1941 con el Ecuador. Esta estrategia electoral que favorecía prolongar la fórmula de alianza élite-fuerza armada, molestó al mariscal Benavides, quien había retornado al Perú de sus misiones diplomáticas con la expectativa de que Prado le devolvería el favor electoral de 1939. En enero de 1945, Benavides publicó un manifiesto urgiendo la candidatura de un civil honesto y la unidad de las fuerzas armadas, en lo que era un evidente rechazo tanto a Prado como a Ureta. Esta medida del sagaz Benavides dividió el bando de derecha de Prado y favoreció las tendencias izquierdistas apoyadas por el APRA. [101] [p.343]

El Partido Aprista negoció con el Frente Democrático Nacional (FDN), cuyo candidato era José Luis Bustamante y Rivero, a quien se le tenía en su Arequipa natal como «demasiado honesto y demasiado carente de carácter político » como para que gobernara al Perú. [102] El mariscal Benavides se opuso a Ureta, afirmando que en el Perú era necesario contar con un presidente civil. La postura de Benavides benefició a Bustamante y a sus aliados apristas. Sin embargo, las negociaciones de último minuto entre los dirigentes apristas y los seguidores de Ureta en la UR amenazaron la alianza izquierdista con el FDN. Asimismo, la alianza fue puesta en peligro por las exigentes demandas que el Partido Aprista le hizo al FDN en lo que tocaba a la proporción aprista en la lista de candidatos parlamentarios.

Estas maniobras electorales se consideraron como «una serie de traiciones, impresionantes incluso para la política peruana», que recordaban a las intrigas electorales de 1939. [103] El persistente patrón de un oportunismo electoral carente de principios, que minaba en efecto a la democracia para beneficiar a unos cuantos políticos, formaba parte de los altos costos de transacción de una cultura política infestada por la desconfianza y la corrupción. Al final, Bustamante fue elegido presidente por amplio margen sobre Ureta, gracias en gran medida a los votos apristas. El repentino deceso del mariscal Benavides a comienzos de julio de 1945, cuando se estaban contando los votos, privó al FDN de Bustamante de un aliado importante con el cual moderar las crecientes expectativas políticas apristas. [104] La dirigencia y la militancia aprista estaban listas para el «cogobierno» como medio para tomar el poder a cualquier costo posible.


Transición en la cuerda floja

Y siguen los católicos criminales en el Perú de basuuura:

[1945: Bustmante elegido por el gobierno con votos de la APRA criminal, supuestamente "jóvenes expertos" en el Gabinete - Ministro de Educación, Basadre quiere combatir la corrupción - costos de construcción de la nueva Biblioteca Nacional suben sin fin - bancos escolares con precios demasiado altos]

Inmediatamente después de asumir el mando, Bustamante emitió una serie de decretos que buscaban «limpiar la casa» heredada del gobierno anterior. Las nuevas medidas estaban orientadas a inspeccionar más estrechamente las finanzas estatales, eliminar sinecuras y empleos superfluos, y despedir a funcionarios [p.344]  deshonestos. [105] El primer gabinete del nuevo régimen, al cual se le denominó el «gobierno moralizador», estuvo formado por jóvenes profesionales. Basadre, una figura políticamente independiente, fue nombrado ministro de Educación y desde su posición intentó combatir la corrupción entre los funcionarios del ministerio. Aunque tenía una experiencia limitada para semejante cargo, Basadre sostuvo que «por lo menos, fuimos honestos». [106] Una de sus primeras medidas fue realizar una profunda investigación del sospechoso incendio [de 1943] que había destruido la Biblioteca Nacional, un desastre sobre el que no se había indagado plenamente. [107]

Para asumir su nuevo cargo ministerial, Basadre dejó temporalmente la dirección de la Biblioteca Nacional, puesto que había asumido inmediatamente después del incendio de mayo de 1943. En esa función de reconstruir y restaurar la biblioteca, Basadre tuvo fricciones con la compañía e ingeniero contratados por el Ministerio de Fomento para construir su nuevo edificio: los costos continuaban creciendo sin tener en consideración las necesidades presupuestarias y técnicas. Como ministro, Basadre también descubrió una trama para defraudar al Estado por aproximadamente el 40 por ciento del valor de un número considerable de pupitres escolares, fabricados por un contratista en colusión con un funcionario de alto rango. Basadre sentó la denuncia y remitió el caso a un tribunal indiferente. El funcionario acusado respondió apoyándose en influencias políticas para evitar ser procesado e inició trámites para un juicio por difamación contra el ministro.

Este episodio y la presión política ejercida por el APRA obligaron a Basadre a renunciar como ministro a solo dos escasos meses y días de asumir la cartera. Luego de su renuncia, Basadre volvió a su puesto de director de la Biblioteca Nacional hasta el año 1947. A partir de esta experiencia fugaz como ministro, Basadre concluyó que, en el Perú, los burócratas del Estado asumían que el enriquecimiento ilícito mediante la corrupción era una actividad normal. [108] [p.345]

Las publicaciones apristas criticaron e insultaron a Basadre sin cesar debido a su independencia política, llamándole «un cobarde y un adulón que ha sacrificado la integridad de su posición a cambio de la sinecura». [109] El APRA presionaba para tener el control de varios ministerios claves, entre ellos el de Educación, para así promover sus objetivos políticos. Basadre y otros ministros pasaron a ser el blanco favorito de los dardos apristas como parte de la estrategia global del APRA de humillar, obstruir y desestabilizar al régimen de Bustamante.


[Desde 1945: el APRA criminal ahora el nuevo presidente Bustaman - y los miembros criminales de APRA salen libres con amnistía - y maniobras políticas contra el gobierno con nuevas leyes]

Bustamante y su primer ministro, Rafael Belaúnde, inicialmente le habían ofrecido dos carteras al APRA. Sin embargo, la dirigencia aprista exigía al menos cuatro ministerios, entre ellos los de Relaciones Exteriores, Hacienda, Fomento y Educación. [110] Desde el principio, la alianza electoral inicial no se tradujo en una colaboración en el gobierno. El APRA había ganado más del 50 por ciento de todos los escaños en el Congreso. Con el control de la legislatura, el «partido del pueblo», organizado verticalmente, bloqueó las iniciativas legislativas de Bustamante y le disputó la autoridad ejecutiva. El primer acto de este Congreso «independiente» fue aprobar una amplia ley de amnistía que beneficiaba fundamentalmente a los apristas presos por haber cometido actos violentos.

Siguiendo una disciplina estrictamente jerárquica, los parlamentarios apristas  bregaron por legislar según la agenda de su partido. Todos los senadores y diputados apristas electos tuvieron que entregar una carta de renuncia en blanco al jefe del partido. Por iniciativa de esta agrupación se formaron varias comisiones investigadoras en el Congreso, supuestamente para perseguir la corrupción, pero lo hicieron en realidad para entrometerse en los asuntos del poder ejecutivo. Una ley de elecciones municipales auspiciada por el APRA facilitó el control aprista sobre muchos municipios locales que competían con las prerrogativas tributarias del gobierno nacional. Esta era una estrategia de oposición política riesgosa y peligrosa, que exacerbaba los conflictos locales. [111] [p.346]


[De 1945: APRA criminal con manifestaciones violentes para Ministerios - APRA con Ministerios de Finanzas, desarrollo+agr - aumento de burocracia y regala puestos - reformas sociales no sirven mucho debido a la inflación+costos de burocracia - economía de deficiencia comunista+falta de divisas]

Las serias diferencias que Bustamante y su primer ministro tenían con respecto a cómo manejar las violentas manifestaciones apristas llevaron a la renuncia de Belaúnde. En enero de 1946, Bustamante intentó aplacar al APRA entregándole tres carteras estratégicas: Hacienda, Fomento y Agricultura. La acrecentada influencia aprista en materia de política económica se tradujo en el crecimiento de la burocracia estatal, que llegó hasta un total de 44.700 empleados, 160 por ciento más que con Benavides y 60 por ciento más que con Prado. [112] Muchos de los nuevos puestos estatales fueron para militantes del APRA. Esta política presupuestaria expansiva chocaba con una situación económica en deterioro, con inflación y escasas reservas de divisas, todo lo cual ya era observable hacia el final del gobierno anterior. Para los apristas, entre otros, la reforma social justificaba el incremento del gasto público, aun cuando esto beneficiaba fundamentalmente a la misma burocracia estatal.

Del mismo modo, las políticas de tipo de cambio y controles a las importaciones, heredadas del régimen de Prado —medidas supuestamente necesarias para incrementar las reservas de divisas e impedir la fuga de capitales—, en realidad beneficiaban a quienes obtenían licencias de cambio y de importación. Estos permisos fomentaban privilegiadas ventajas monopólicas y eran obtenidas mediante la influencia o el soborno. [113] Entretanto, el control de cambios sofocaba los incentivos para la exportación; en consecuencia, el volumen de las exportaciones se estancó y los ingresos procedentes de las exportaciones decayeron. Los exportadores, liderados por Pedro Beltrán, manifestaron su descontento. La escasez de los productos de primera necesidad alimentaba el descontento popular. Los controles de precios empeoraron las cosas. La crítica carencia de divisas extranjeras intensificó la necesidad de contar con préstamos externos de estabilización, que, sin embargo, se encontraban empantanados debido a la espinosa cuestión del subsistente impago de la deuda externa anterior. A pesar de los frenéticos esfuerzos oficiales, las negociaciones en torno [p.347] a la deuda externa siguieron fracasando, y eso se sumó a las dificultades que sufría el asediado gobierno de Bustamante. [114] La influencia aprista en la política económica, en combinación con las descaminadas políticas heredadas, resultó desastrosa.

Mira lo que los católicos criminales del Perú cometen otra vez - una vida normal legal NO conocen:

[APRA es criminal en el Ministerio de Finanzas como cualquier otro partido: policía criminal disuelto - APRA se hace cargo de los centros policiales - encajar sobornos de protección - APRA con cuentas extranjeras acumulando coimas para el caso de una nueva guerra desde el exterior]

La ambición aprista por el poder supremo justificaba no solamente aplicar políticas económicas irresponsables, sino también prácticas irregulares e ilegales por parte de sus militantes, sin importar el empeoramiento de la situación económica y social. Una temprana medida ventajosa para las operaciones clandestinas del APRA fue la disolución de la división de la policía de investigaciones y la «reorganización» general de las fuerzas policiales presionada por legisladores apristas. [115] Se otorgaron prefecturas y subprefecturas de provincias claves a miembros de este partido. Además, asistidos por una sesgada ley electoral municipal aprobada en el Congreso, políticos apristas controlaron abusivamente las «juntas transitorias» que malversaban los fondos municipales por medio de «verdaderos peculados». [116]

Los anónimos informantes confidenciales del agregado militar de Estados Unidos reportaban que el APRA se había apropiado ilegalmente de fondos considerables mediante su manejo de las finanzas nacionales, el clientelismo en las obras públicas y el control de las licencias de importación. Estos fondos fueron supuestamente transferidos a Estados Unidos y Europa por un leal confidente aprista para financiar las operaciones del partido en caso se presentasen problemas en el Perú. Aunque el embajador estadounidense consideraba que esta información era exagerada, otros funcionarios pensaban que el informe [p.348] coincidía con información independiente acerca del «crecimiento de una difundida corrupción en el Perú». Varios nombres y ejemplos fueron mencionados como evidencia. [117]

Por "faltas formales", el contrato de petroleo de Sechura no pasa el congreso - mira como los católicos criminales del Perú arreglan el asunto:

[1947: El APRA criminal con petróleo, el tratado de Sechura con soborno para sus propios bolsillos - el contrato no pasa el Congreso - APRA mata al presidente de "La Prensa" - la policía bloquea la investigación (!) - Bustamante rompe con el APRA+forma un gobierno militar]

Con el fin estratégico de conservar sus buenas relaciones con los funcionarios e intereses de Estados Unidos, la dirigencia aprista apoyó el apresurado contrato ad referendum de Bustamante para otorgarle, a la International Petroleum Company (IPC), una subsidiaria canadiense de la Standard Oil de Nueva Jersey, una concesión perpetua de derechos de exploración petrolera en el desierto norteño de Sechura [en el norte del Perú]. Esta postura a favor de la IPC le ganó al APRA amigos influyentes en Washington. Sin embargo, conservadores y comunistas se opusieron por igual a este acuerdo. Estos opositores sostenían que el contrato debió darse después de la promulgación de una ley general de explotación petrolera, además de que los políticos apristas estaban implicados indebidamente en tal proyecto para su propio beneficio pecuniario. El convenio no fue aprobado en el Congreso, puesto que la conservadora Alianza Nacional, dirigida por Beltrán, apoyó la abstención de la oposición en la sesión de apertura del legislativo en julio de 1947. Esta medida obligó a tomar un prolongado receso parlamentario. [118] [p.349]

Uno de los opositores más activos al contrato de Sechura fue Francisco Graña Garland, presidente de la junta directiva del periódico La Prensa e influyente hombre de negocios. El 7 de febrero de 1947, cuando abandonaba el edificio de una de sus empresas, Graña fue muerto a tiros por varios hombres que huyeron en un automóvil verde marca Buick. A pesar de la ineptitud de la policía de investigaciones que truncó la resolución del caso, se logró identificar a Manuel López Obeso como el dueño del vehículo, y se acusó formalmente al congresista aprista Alfredo Tello, el secretario de defensa del partido a cargo de los escuadrones de fuerza. [119] El APRA negó estar involucrado en el asesinato y comunicó a través de varios canales teorías descabelladas que apuntaban hacia otros posibles culpables. [120] En efecto, el asesinato de Graña transformó la escena política y minó la posición del APRA; sus jefes se vieron forzados a proponer una «retirada estratégica» y la renuncia de los tres miembros apristas del gabinete. Bustamante rompió abiertamente con el APRA, pero luego cometió el error garrafal de formar un gabinete integrado por militares, con el que buscaba estabilizar la volátil situación. Esta dependencia excesiva de las fuerzas armadas abrió las puertas a una costosa intervención militar. [p.350]

[1948: APRA criminal prepara una revolución: armas para el APRA en secreto de los "EUA" - el traficante de drogas Eduardo Balarezo es responsable para armas, municiones y divisas]

El APRA no dejó de conspirar, promover la subversión entre los oficiales subalternos e interferir en el proceso de ascensos militares. El CROE [Comité Revolucionario de Oficiales del Ejército] y otras organizaciones militares ilegales prepararon un clima de insurrección, fomentado tanto por dirigentes apristas como por sectores reaccionarios. [121] En una entrevista con diplomáticos estadounidenses en agosto de 1948, Haya anunció planes en marcha para lo que sería un derrocamiento militar del presidente Bustamante «sin derramamiento de sangre». [122] Haya, asimismo, informó al embajador español que la opresión de la oligarquía cesaría en cualquier momento. [123] El alto mando militar quedó preocupado con la inminente revolución aprista.


En abril de 1948, se encontró una gran cantidad de armas a bordo del navío de guerra peruano BAP Callao que regresaba de efectuar reparaciones en un astillero de Nueva York. Aparentemente estaban destinadas a los insurgentes. Se sospechó, entonces, de la participación de oficiales de marina apristas. Haya había estado en Nueva York a comienzos de 1948, cuando el navío aún se hallaba en puerto. Aún más, los oficiales al mando del navío le habían invitado a que cenara a bordo. [124] Según testigos, se sospechaba que el traficante en narcóticos Eduardo Balarezo se encontraba suministrando armas, municiones y fondos al APRA . Este abordó el Callao llevando costosos artefactos de contrabando, que fueron interceptados en el puerto del Callao por funcionarios de aduanas, a los cuales intentó sobornar. La posible vinculación del APRA con el tráfico ilegal de Balarezo fue revelada por la [p.351] prensa estadounidense y peruana de 1949-1950. Una investigación del Buró Federal de Narcóticos en Nueva York reveló la operación de contrabando de cocaína a Estados Unidos realizada por Balarezo y sus posibles vínculos con el partido de Haya. [125]


Los católicos criminales en Perú se matan mutuamente:

[3-10-1948: Levantamiento de APRA con partes del ejército infiltrado - centro telefónico en Lima está bloqueado - el ejército de Perú hace una carrera - el liderazgo del APRA huye al extranjero - Bustamante no quiere prohibir el APRA criminal - el ejército termina con Bustamante: golpe de estado el 28 de octubre de 1948]

Tras un intento abortado en febrero de 1948, el muy esperado levantamiento aprista tuvo lugar el 3 de octubre de ese año. Esta asonada involucró a marineros y oficiales de la marina de guerra en el Callao, pilotos de la fuerza aérea de la base de Las Palmas y civiles en Lima. Los insurrectos controlaron varios navíos de guerra, la escuela naval y la guarnición del Real Felipe, pero no lograron capturar bases del ejército ni la fuerza aérea. En Lima, una turba atacó la central telefónica y trastornó las comunicaciones. No cabía duda de que los apristas radicales habían preparado el movimiento, dada la identidad de la dirigencia naval de la insurrección y su acción coordinada con militantes armados. Estos radicales habían sido animados consistentemente a que tomaran estas acciones, aunque la dirigencia del partido pudo atemorizarse a último momento. [126] El levantamiento aprista perdió impulso y fue aplastado por el ejército. Los principales dirigentes del partido pasaron a la clandestinidad o buscaron asilo en diversas embajadas.

Bustamante quedó entonces expuesto a la influencia del general Manuel Odría, exjefe del Estado Mayor del ejército y ministro de Gobierno, quien [p.352] desde mayo de 1947 venía activamente abogando para que se colocara al APRA fuera de la ley y para reabrir carta blanca en los asuntos de seguridad interna. [127] Odría era un firme paladín antiaprista, que contaba con un sólido respaldo entre los oficiales militares de alto rango, comprometidos con la destrucción del APRA y su perniciosa influencia dentro de las fuerzas armadas. Bustamante retiró a Odría del gabinete en junio de 1948, pero no logró detener su amenazante conspiración. Apenas unas cuantas semanas después del levantamiento aprista el 28 de octubre de 1948, Odría realizó un clásico golpe militar en Arequipa. Fue cuidadosamente planeado y muy parecido al que Sánchez Cerro escenificara en 1930. Los regimientos más importantes en provincias y en Lima apoyaron a Odría en su acción de deponer a Bustamante, quien fue forzado a exiliarse. [128] La dictadura militar establecida por Odría abrió un nuevo capítulo en la historia de la corrupción del sector público, implicando profundamente al sector militar que ahora poseía el control directo del gobierno y sus recursos.


La recompensa del general Odría

[Desde finales de 1948: dictadura militar Odría - eliminar controles comunistas - elecciones manipuladas para Odría en 1950 - intelectuales son degradados]

Siguiendo los ejemplos anteriores de Cáceres, Benavides y Sánchez Cerro, un líder militar nuevamente se levantaba para «restaurar» y «rescatar» la política peruana de la inestabilidad extrema y del conflicto interno. Odría dio a su golpe el contradictorio título de la «revolución restauradora». Como lo alaertaban los políticos de entonces, su movimiento dictatorial solamente podía mantenerse en el poder si, «poseía la habilidad de resolver los problemas económicos... o de reprimir con puño de hierro y sobornar a mano abierta». [129]

Inicialmente, los miembros antiapristas claves de la élite agroexportadora y empresarial apoyaron el movimiento restaurador de Odría, que prometía [p.353] celebrar nuevas elecciones presidenciales en 1950. [130] Pedro Beltrán, entonces presidente del Banco Central, proporcionó los conocimientos de política económica necesarios para un vigoroso giro hacia principios económicos liberales que eliminaron los controles de cambios, comercio exterior y precios, para permitir la recuperación económica y estimular la inversión extranjera. Según Beltrán, los controles intervencionistas «habían tenido como resultado la corrupción, una intervención gubernamental innecesaria en la industria privada, y habían alcanzado precisamente efectos contrarios a los deseados». [131]

Algunos han sostenido, desde una perspectiva económica heterodoxa, que esta alianza inicial expresaba una transacción partidaria entre la facción de la «oligarquía» agroexportadora, que buscaba maximizar sus ganancias de divisas xtranjeras, y la dictadura militar de Odría. [132] Sin embargo, a medida que se acercaban las elecciones programadas para 1950, Beltrán y un sector importante de la élite económica organizada en la Alianza Nacional riñeron abiertamente con Odría y su séquito militar. Sus principales diferencias concernían a asuntos económicos y políticos fundamentales, entre los cuales ocupaban un lugar central los asuntos del fraude electoral y el gasto público repleto de corruptelas y proclive al déficit. [133] Odría procedió entonces a suprimir la oposición de élite y a amañar las elecciones de 1950, que posiblemente fueron las más fraudulentas de toda la historia peruana. Estas maniobras le permitieron gobernar hasta [p.354] 1956 con una mayoría abrumadora de senadores y diputados sumisos. [134] Al igual que en dictaduras pasadas, los partidos políticos se derrumbaron dejando atrás a una pequeña colección de personalidades y grupos oportunistas con un «casi absoluto carecimiento de principios doctrinales serios». [135] [p.356]



Fig. 13. El dictator Manuel A. Odría (centro) y su colaborador íntimo general Zenón Noriega (derecha),
1954. Odría (1948-1956) obtuvo el poder tras un golpe militar contra el presidente Bustamante, se enriqueció
durante los ocho años de su dictadura y permitió el abuso de poder y de los fondos públicos por parte de otros
altos jefes militares. Colección fotográfica de Humberto Currarino, Callao

Fig. 14. Odría (derecha, en terno blanco) disfrutando de una fiesta de carnaval, hacia 1956. Era de
público conocimiento que Odría compartía extravagantes celebraciones con círculos de la élite y amigotes.
Colección fotográfica de Humberto Currarino, Callao. [p.355]


[De 1950: el gobierno militar de Odría es "radical -nacional" - aumentos salariales y nuevos juguetes de guerra - varios grupos militares - nuevo sistema de asentamiento en ciudades para inmigrantes con construcción de chozas]

Según fuentes e informes diplomáticos confidenciales, el círculo íntimo de Odría fue caracterizado como un grupo radicalmente «nacionalista». [136] Los militares de alto rango controlaban prácticamente todas las carteras. Entre sus asesores civiles figuró hasta los últimos años de su gobierno Héctor Boza, el exministro de Fomento de Benavides. En esta escena política transformada, el régimen fue entregando cada vez más poder y recursos a las instituciones militares y su cuerpo de oficiales. Los salarios de los oficiales militares se incrementaron hasta en 25 por ciento y el presupuesto de defensa militar subió en 45 por ciento, tan solo durante el primer año de gobierno de Odría. [137]

En las fuerzas armadas, diversas facciones se disputaban el poder celosamente guardado por Odría como caudillo en jefe. Por un lado estaba, por ejemplo, la facción favorable a la UR formada por el volátil coronel Alfonso Llosa, quien fue recompensado financieramente con fondos públicos por sus actos insurrectos contra Bustamante, además de ser nombrado ministro de Fomento en 1948; el mariscal Ureta quien, al igual que el líder de la UR fue premiado con una embajada en Europa; y el general sanchezcerrista Ernesto Montagne, un veterano favorecido. Esta facción fue pronto erradicada por sus crecientes ambiciones políticas y su desafiante puja electoral en 1950. Por otro lado figuraba el almirante pro estadounidense Roque Saldías. Aunque el general Zenón Noriega, mano derecha de Odría y beneficiario de fondos públicos a su disposición, tenía ideas peronistas. Noriega se oponía radicalmente a la [p.356] influencia de la élite, en una época en la cual la figura de Perón, antítesis del liberalismo económico, venía creciendo en América Latina. [138]

Odría también buscó ganarse el respaldo de la creciente población inmigrante llegada del campo a Lima y a otras ciudades, ofreciéndoles un gasto  de bienestar social y permitiendo la toma ilegal de terrenos baldíos por parte de los residentes en barriadas. Los costosos proyectos de irrigación y de construcción de carreteras, que incluyeron una pista al pueblo natal de Odría en Tarma [Carretera Central] se aceleraron a comienzos de 1951. [139]

[Suplemento:
La propaganda del "Primer Mundo" dice "favelas". La falta grande de esos nuevos distritos ciudadanas es que faltan pistas amplias para el caso de fuego para bloquear fuegos por las pistas - y faltan muros fuertes contra fuegos. La gente del campo continúa con fuegos abiertos y cilindros de gas para cocinar, que a veces explotan o se manejan mal - o juegan con velas. Hasta el día de hoy (2023), vecindarios enteros a menudo se queman 2 veces por año. Y hasta la década de 1990, las columnas de hormigón armado también carecían para sobrevivir a los terremotos sin daño. En otras palabras, el gobierno está abriendo nuevas oportunidades, pero le importa NADA la seguridad de las personas que vienen de la Sierra a las ciudades costeras. El racismo eterno de los mestizo contra los nativos sigue así. El barrio de los shipibos en Lima (Cangallo) ha quemado en 2016, y eso NO fue un caso singular pero es un cálculo a propósito del gobierno racista del Perú: NO hay prevención, NO hay instrucción, pero quemado es. ¿Dónde es la corrupción? Alquién especulaba con los territorios EN AVANCE].


[De 1950: nepotismo con Odría contra la economía liberal - nuevos juguetes militares contra el comunismo - trigo de Argentina - y el líder del APRA Haya está escondido en la embajada colombiana]

El creciente déficit presupuestario presionaba a favor de la devaluación de la moneda y obligó a incrementar la deuda externa del sector público, que acababa de ser reestructurada en 1952 tras casi dos décadas de permanecer impaga. [140] Todos estos errores de cálculo económico tuvieron como origen una política deliberada de patronazgo entre los partidarios militares y civiles del régimen. Un diplomático hizo el siguiente comentario sobre las redes de clientelaje de Odría: «el esquema es uno familiar en Latinoamérica: el de un jefe fuerte y capaz rodeado de un grupo que se beneficia del “patrón” y al cual le muestra lealtad». [141] Las crecientes necesidades de patronazgo del régimen dominado por los militares chocaban con las políticas liberales defendidas por Beltrán y el control presupuestario aconsejado por una comisión económica especial, encabezada por Julius Klein, un exsubsecretario del Departamento de Comercio de Estados Unidos. [142] [p.357]

A pesar de sus tendencias populistas, Odría continuó dependiendo de los préstamos de estabilización y la creciente asistencia militar y de equipos proveniente  de Estados Unidos. Varios de sus oficiales de mayor confianza viajaron a Washington a negociar préstamos y la compra a crédito de aviones jet, submarinos, tanques y otros equipos militares. [143] Odría usaba constantemente su endose a las políticas económicas liberales y su colaboración a la campaña militar continental contra el comunismo como las cartas de presentación más importantes en su política respecto de las relaciones entre el Perú y Estados Unidos. Sin embargo, en varias cuestiones diplomáticas esenciales, su gobierno claramente contradijo la política exterior estadounidense de conservar un «patio trasero» tranquilo y estable en América Latina durante la Guerra Fría. [144] Estas instancias de fricción incluyeron las negociaciones con Perón, enemigo de Estados Unidos, para el trueque de trigo argentino cuando escaseaban los alimentos; las continuas disputas limítrofes con el Ecuador; una política marítima cada vez más nacionalista; [145] y el caso sumamente publicitado del asilo de Haya en la embajada colombiana de Lima, un incidente de importantes repercusiones internacionales. [146]

Haya buscó asilo en la embajada colombiana en enero de 1949, intentando eludir la fuerte represión y persecución de Odría. Al rehusársele [p.358] un salvoconducto para salir del país, Odría exacerbó la oposición internacional contra los cargos criminales y de tráfico de drogas formulados por el gobierno peruano contra el derecho de asilo de Haya de la Torre. La disputa en torno a su asilo elevó la tensión entre Perú y Colombia, y el caso se presentó luego ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya. A pesar de la preocupación de los agentes de la ley de Estados Unidos por el creciente contrabando de cocaína desde el Perú [147] —una actividad ampliamente publicitada debido al caso de narcotráfico de Balarezo que se juzgaba entonces en Nueva York—, la posición diplomática oficial de Estados Unidos consistía en afirmar que no había ninguna evidencia definitiva sobre el financiamiento que Balarezo supuestamente había proporcionado al levantamiento aprista del 3 de octubre de 1948. [148]

La conexión de Haya con Balarezo había surgido de modo prominente en la correspondencia de la Oficina Federal de Narcóticos de Estados Unidos (cartas de Garland Williams, comisionado de narcóticos de Nueva York, a su jefe, Harry J. Anslinger), así como en el expediente del caso Balarezo. [149] El fiscal de Nueva York, Joseph Martin, siguió las ramificaciones políticas del caso de narcóticos solo hasta cierto punto. Presionados por personas influyentes en Estados Unidos, que consideraban a Haya un héroe de la democracia amenazado por un gobierno dictatorial, los funcionarios del Departamento de Estado optaron por exculpar a Haya en beneficio de la estabilidad continental y las pacíficas relaciones interamericanas. Haya permaneció confinado en la embajada de Colombia hasta 1954, cuando finalmente se le permitió dejar el país tras negociaciones bilaterales entre Perú y Colombia. [150] [p.359]

[Suplemento:
"El fiscal de Nueva York, Joseph Martin, siguió las ramificaciones políticas del caso de narcóticos solo hasta cierto punto." ¿Para no encontrar narcos importante? En unos casos la fiscalía funciona como depósito de droga].


[Corrupción con Odría: Casas como regalos - un Capitán Ipinza le gusta actuar con dinero protector - enriquecimiento en el Ministerio de Guerra - posiblemente es un narco del gobierno "estadounidense"]

Las evidencias de casos específicos de corrupción durante el gobierno de Odría solo aparecieron esporádicamente antes de 1956. Era una época de condiciones represivas bajo el constante peligro de deportación, una libertad de imprenta limitada y un poder legislativo servil. Sin embargo, una creciente percepción del enriquecimiento indebido de Odría, junto al de sus ministros y círculo más íntimo, se iba perfilando entre la oposición política, la opinión pública y el personal diplomático. Un despacho diplomático afirmaba que «Odría ha adquirido al menos tres casas como regalos de parte de calculadores adherentes, y se dice que ha adquirido otras formas de riqueza. [… Que él] esté dispuesto a dejar una posición tan gratificante y altanera parece muy improbable». [151] Estos elementos de enriquecimiento indebido, probados con incriminadores títulos de propiedad, fueron usados como argumentos para pedir una investigación parlamentaria formal, tras el final del régimen odriísta en 1956.

Además, un incidente de abuso doméstico en Washington, D. C. —según quejas presentadas a la policía por una ciudadana estadounidense casada con el capitán Antonio Ipinza Vargas, un asistente cercano de Odría — despertó fundamentadas sospechas de turbias conexiones financieras. Ipinza había sido edecán de Odría desde la época en que el general ejerció como ministro de Gobierno en el periodo 1947-1948. Fuentes confidenciales de Lima confirmaron que Ipinza era un «hombre inescrupuloso», que había usado su cargo oficial para enriquecerse y extorsionar a súbditos chinos y japoneses. Ipinza se mantuvo cerca de Odría durante y después del golpe de 1948, y en 1952 obtuvo una visa de negocios de la embajada de Estados Unidos a solicitud del gobierno peruano. En Washington, Ipinza compró propiedades por las sumas entonces fenomenales de 55.000 y 265.000 dólares, y eso llevó a la conclusión de que «podría estar llevando a cabo algunas transacciones financieras privadas del Presidente». [152] En 1958, luego del final del gobierno de Odría, Ipinza fue elegido diputado y posteriormente estuvo involucrado en un fallido complot para deponer al presidente de ese entonces. En esta conjura, Ipinza estuvo asociado con otros odriístas que se habían enriquecido gracias a una empresa [p.360] de fabricación de armas de mala calidad (la fábrica de armas Los Andes) y a los contratos de venta pactados con el ministro de Guerra de Odría. [153]

[Se supone:
Mirando los beneficios de Ipinza en Nueva York, él podría ser un narcotraficante de gobiernos con la droga del Perú].


Los católicos criminales no saben calcular, pero siempre esperan la ayuda de su dios de fantasía: la moneda en Perú baja como la lira, y Cusco después del terremoto de 1950 permanece en ruinas:

[1954: El militarista Odría no entiende nada de finanzas - pérdida del curso del Sol como la lira - intento de golpe de Noriega en agosto de 1954 - Cusco después del terremoto de 1950: se desviaron fondos de reconstrucción]

Hacia comienzos de 1954, la deteriorada situación monetaria y económica enfatizaba la declinante posición política de Odría. La moneda nacional se depreció aún más y se contrataron nuevos préstamos de estabilización para compensar el excesivo gasto gubernamental, la expansión del crédito bancario (generada por los préstamos internos del gobierno) y el déficit en el comercio exterior. [154] En agosto de 1954, el general Noriega, el políticamente ambicioso ministro de Guerra, lanzó, junto a un grupo de oficiales del ejército, un golpe fallido contra Odría, acción que se sospechaba contó con el respaldo de Perón. Noriega fue inmediatamente exiliado. Tras ser traicionado por su cercano asociado político y militar, Odría le confió a Harold Tittman, el embajador de Estados Unidos, que le había permitido a Noriega usar su posición como ministro de Guerra y los fondos oficiales a su disposición para que promoviera sus propias metas políticas, «aunque sus actos fueron obviamente incorrectos puesto que debió haber renunciado [editor: a su puesto] antes de iniciar una campaña política». [155]

Al irse aproximando las elecciones generales programadas para julio de 1956, Odría fue criticado desde varios flancos en particular por los abusos administrativos y las malversaciones cometidos durante su régimen. En diciembre de 1954, Raúl Porras Barrenechea, el conocido historiador y exdiplomático, criticó públicamente la injustificable demora del régimen en la reconstrucción de partes considerables de la ciudad del Cuzco tras el terremoto de 1950. [156] [p.361] (En 1956, Porras impulsó una moción en el Senado para investigar las transgresiones administrativas y la corrupción del Ochenio de Odría.) La seguridad interna del régimen y las leyes electorales eran una clara amenaza a unas elecciones democráticas limpias y al bienestar de los partidos políticos formales. El control abrumador que Odría ejercía sobre su Congreso inconstitucional queda en evidencia con el siguiente recuento: de un total de 47 senadores, 41 eran odriístas, y de un total de 156 diputados, 146 lo eran. Desde [el diario] La Prensa, Pedro Beltrán continuó criticando las políticas inflacionarias, el derroche de fondos gubernamentales en «suntuosas» obras públicas, políticas inadecuadas de vivienda e imposiciones antidemocráticas. [157]

[Suplemento: Cusco con el terremoto del 21 de mayo 1950
Vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=QB11R-_8wo4 (3'43'')

Vídeo:  TERREMOTO 1950 CUSCO PERU (3'43'')
 
Vídeo:  TERREMOTO 1950 CUSCO PERU (3'43'')
https://www.youtube.com/watch?v=QB11R-_8wo4  - YouTube-Kanal:
nakimpoproducciones - instalado el 25-01-2017

Transcripción de la película:
Fue el 21 de Mayo 1950 (40''), era domingo, mucha gente está en el partido de fútbol en el estadio por la tarde, el terremoto llegó a las 1:30pm (50''), la gente corría de un lado a otro, la plaza central (Plaza de Armas) se llenó de polvo, algunos lloraban, otros reían (0'49''), algunos se arrodillaban (1'46'') -- las líneas telefónicas están cortadas (2'17'') -- el terremoto tuvo una magnitud de 6,8 (2'30'') -- más de 3000 casas fueron destruidas, eran casas de adobe de la época Inca (2'40'') -- muchos edificios incas y de los "cristianos" criminales de la época colonial fueron tan dañados que no fueron reconstruidos en el mismo estilo (2'50'') -- muchas calles fueron anchadas para la reconstrucción, por lo que el aspecto general de la ciudad cambió (2'53'') -- había 1581 muertos (2'56'') -- más del 50% de las casas fueron dañadas (3'2'') -- los escombros de la construcción fueron gigantescos y provocaron nuevos cerros alrededor del Cusco (3'5'') -- en general, sin embargo, este evento aceleró el crecimiento de la ciudad del Cusco, porque este desastre hizo que el mundo entero mirara ha visto dónde está Cusco (3'15'')].

Seguimos el texto:

[1955: Abuso de poder por parte de Alejandro Esparza Zañartu - se ha llenado los bolsillos y los militares lo están copiando - y un poco de manipulación electoral 1956 - levantamiento del general Marcial Merino]

Alejandro Esparza Zañartu, el abusivo ministro de Gobierno, pasó a ser l blanco de una campaña negativa de relaciones públicas que culminó con su renuncia a mediados de 1955, en medio de huelgas a gran escala. [158] En un mensaje al Perú, impreso en 1955, el exiliado exmandatario Bustamante y Rivero, al resumir los males generados por la dictadura de Odría, sostenía lo siguiente:

El país ha descendido no pocos grados en el nivel de la ética social, —eso que siempre habíamos llamado la «corrección» y «decencia»—. Son notorios en altas personalidades del régimen los casos de enriquecimiento ilícito. Se han improvisado grandes fortunas a la sombra de la posición e influencia política. Esta mugre ha salpicado a los Institutos Armados. [159]
[Fin del mensaje].

Según Bustamante, el gobierno de Odría tenía un sistema de «comisiones», «participaciones» y «primas» para otorgar contratos de obras públicas y otros negocios oficiales. Gracias a este tráfico de favores se trocaba la adhesión política por fáciles ganancias: el político se convertía en comerciante y el hombre de negocios en político. Carecían de toda preocupación social o interés reformista. Las personas en el poder necesitaban asegurarse resultados electorales ventajosos al concluir la dictadura, para así protegerse de posibles sanciones. [160] [p.362]

Fue precisamente bajo las vergonzosas condiciones descritas por Bustamante que un nuevo frenesí de negociaciones políticas precedió a las elecciones de 1956. Odría tenía la intención de arreglar el resultado a su favor, pero se vio forzado a negociar su salida del gobierno presionado por inminentes conspiraciones militares. El levantamiento de la guarnición de Iquitos, encabezado por el general Marcial Merino, denunció las falsas promesas electorales de Odría. El dictador reaccionó de modo exagerado al mandar encarcelar a prominentes civiles, Beltrán entre ellos, que habían sido implicados erróneamente con el levantamiento de Merino.

[Manipulación electoral en Perú en 1956: Victoria de Prado contra Odría - pero gobierno ineficiente debido a "colegas" corruptos]

Odría intensificó, así, su juego electoral deshonesto. Ante la sorpresa de todos, el dictador mantuvo negociaciones políticas con Ramiro Prialé, un jefe del ilegal partido aprista que acababa de salir de prisión. Odría favorecía la candidatura del abogado Hernando Lavalle, quien inicialmente también fue cortejado por los dirigentes apristas. Lavalle fue, sin embargo, rechazado en última instancia por los votantes, fundamentalmente por considerársele candidato oficial de Odría. En esa coyuntura el expresidente Manuel Prado llegó de París para negociar la promesa de una amnistía, la coexistencia política (la convivencia) y puestos parlamentarios para el APRA a cambio de apoyo electoral. Prado, asimismo, le prometió a Odría y a sus ministros inmunidad contra las acusaciones de corrupción y actos inconstitucionales. [161]

Este pacto secreto y turbio, sellado apenas unas cuantas horas antes de las elecciones, le aseguró a Prado el triunfo a pesar del vigoroso éxito obtenido por el arquitecto Fernando Belaúnde Terry. Apoyado por un movimiento joven y popular que luchó por conseguir su inclusión en el proceso electoral, Belaúnde proclamó la urgente necesidad de efectuar reformas sociales e institucionales dejadas prácticamente de lado por líderes oportunistas. [162] Su fresca postura política estaba libre de la mancha de sospechosos pactos políticos carentes de principios. Trágicamente, el gobierno de Prado retrasó aún más las cruciales reformas bajo la influencia de sus aliados políticos, los miembros venales de su propio partido y los compromisos retorcidos que limitaron la eficiencia y dirección de su segundo mandato. [p.363]


Perdonar y olvidar

[desde 1956: El gobierno de Prado: amnistía para los criminales del APRA (Antifa?) Y por la corrupción criminal de Odría (!) - comisión especial del "Partido Demócrata Cristiano" PDC contra la corrupción de Odría]

Una de las primeras leyes aprobadas en el Congreso e implementadas por el gobierno de Prado, a poco de asumir el mando el 28 de julio de 1956, fue una amnistía política general encarnada en la ley 12654. Este instrumento legal no solamente beneficiaba a los miembros del APRA, sino que, además, protegía a Odría y su séquito de toda persecución. Sin embargo, la oposición parlamentaria, liderada por el nuevo Partido Demócrata Cristiano (PDC) y el movimiento belaundista, presionó para que se investigaran y sancionaran las flagrantes infracciones constitucionales e irregularidades administrativas cometidas por el gobierno de Odría. Invocando la Constitución de 1933 y las leyes existentes, que penaban la transgresión de las funciones del sector público, el 14 de agosto de 1956 se formó una comisión especial en el Senado para que investigara las violaciones constitucionales cometidas durante el régimen odriísta y determinara culpabilidades. [163] Del mismo modo, en la Cámara de diputados se presentaron varias mociones bajo la iniciativa del diputado del PDC Héctor Cornejo Chávez, para que se investigara a la policía secreta de Odría, las irregularidades administrativas, la evasión tributaria y el enriquecimiento ilícito. [164]

[Dos informes - violación de la Constitución: no es posible enjuiciar a los ministros y funcionarios destituidos]

Durante el mes de septiembre [1956] se produjo un debate constitucional importante. Esta controversia parlamentaria puso atención sobre la necesidad de reforzar los frenos a las transgresiones constitucionales y a las prácticas corruptas bajo la legislación existente. La comisión del Senado a cargo de investigar las infracciones constitucionales cometidas por Odría quedó dividida, con lo que se produjo un informe en mayoría y otro en minoría. El primero, defendido por cuatro senadores (tres pradistas y un «independiente»), era un argumento legalista en contra de la investigación de violaciones constitucionales pasadas  partiendo de dos premisas. En primer lugar, la legislación existente no especificaba qué medidas podían ser calificadas de inconstitucionales, lo que a su vez [p.364] impedía que el poder judicial estableciera lo mismo. En segundo lugar, la política general de amnistía política recientemente decretada con la ley 12654 debía tenerse en cuenta y ratificarse. Al sustentar esta posición, el senador Víctor Arévalo sostuvo que para resolver los vacíos legales y de lenguaje era necesario enmendar la Constitución y, por tanto, los cargos de violación constitucional contra Odría resultaban extemporáneos, porque estos solamente podían presentarse contra funcionarios activos y no contra los que habían dejado de ejercer funciones. [165]

[Informe minoritario: lamenta 8 años de "estado de sitio": los ex presidentes y ex funcionarios pueden ser procesados]

El informe en minoría era una refutación del texto en mayoría, que obviamente no cumplía con el mandato senatorial de investigar las transgresiones constitucionales. El senador demócrata cristiano Mario Polar sustentó el dictamen en minoría, enumerando algunas de las violaciones constitucionales más serias cometidas por Odría y su exministro de Gobierno Esparza Zañartu, escandalosamente recompensado con un puesto diplomático en el extranjero. Entre las numerosas infracciones citadas figuraba la supresión de derechos constitucionales por ocho años, hecho que claramente infringía la legislación sobre el «estado de sitio», que contemplaba la suspensión temporal de ciertos derechos pero solo para defender el orden constitucional.

Además, los artículos 8 y 31 de la Constitución habían sido violados, puesto que Odría estuvo ilegalmente exento del pago de impuestos sobre sus transacciones en bienes raíces. El informe en minoría pasaba entonces a analizar los mecanismos legales específicos a través de los cuales podía señalarse claras culpabilidades según la legislación existente. Polar no coincidía con la tesis de que un vacío legal impedía realizar dicha investigación. Citó así los artículos 20 y 179 de la Constitución, que específicamente señalaban las responsabilidades políticas, civiles y criminales de los funcionarios, así como los artículos 19 a 22  de la ley de 1878, que establecían que el Senado poseía el mandato de decidir si un expresidente podía ser procesado después de que la Cámara de diputados presentara formalmente los cargos. [166]

[El senador Barco López quiere proteger al ladrón Odría y su banda con sus regalos: casas, tierras, joyas, unos 10 millones de dólares en "EEUU" - Barco López exige la mejora de la constitución]

Otro senador de la oposición, Alejandro Barco López, observó que el informe en minoría no solicitaba una investigación sobre el enriquecimiento ilícito de los exfuncionarios y parlamentarios, que incluía los «regalos» de casas, [p.365] terrenos y joyas dados por compañías como pago para obtener contratos del sector público; así como la suma estimada de 10 millones de dólares que Odría había acumulado en cuentas bancarias en Estados Unidos (según un número de Visión, una revista en español impresa quincenalmente en Nueva York por Time Inc. para los mercados latinoamericanos, correspondiente a junio de 1954). Esa tarea, dijo, era para la Cámara de diputados; el informe en minoría solamente pedía que se investigaran las infracciones constitucionales, lo que en sí mismo representaría, al menos, una sanción moral y una alerta para corregir todo vacío legal o constitucional, o lenguaje ambiguo, de modo que tales infracciones pudiesen ser enjuiciadas. [167]

En respaldo a su posición, Polar citó a expertos legales que recomendaban el gobierno de la ley y no el de los hombres, así como la tesis de Max Weber sobre el gobierno limitado, insistiendo en la necesidad de defender la ley constitucional contra la burla de ella hacía el informe en mayoría, favorable a la impunidad de Odría. Polar sostuvo que el informe mayoritario equivalía al acto de Poncio Pilatos de lavarse las manos. Concluyó entonces que, dada la impunidad y la consigna de poner tales delitos en el olvido, sería imposible implementar un cambio radical en los métodos y sistemas de gobierno. Tal estado de cosas se opondría a lo que los votantes peruanos habían elegido en las recientes elecciones, esto es, un orden constitucional democrático. El historiador Raúl Porras, presidente del Senado, manifestó una posición similar con respecto al «continuismo». Esta continuidad política, concertada entre grupos como el Movimiento Democrático Peruano (MDP) de Prado y el Partido Restaurador (PR ) de Odría, era un mecanismo que minaba las instituciones fundamentales. [168]


[Se adopta el informe mayoritario - el gobierno de Prado se niega a investigar a Odría - eterna acusación de corrupción - Prado amenaza con dictadura si Odría es perseguido - se aprueba oficialmente la corrupción del régimen de Odría]

Desgraciadamente, los esfuerzos reformistas de la minoría fueron vencidos en el Senado. El informe en mayoría se aprobó en la Cámara alta el 20 de septiembre de 1956, con una votación de 30 contra 13. [169] Los políticos pradistas negaron consistentemente la existencia de un pacto preelectoral entre Prado y Odría. Pese a ello, el público estaba convencido de que tal pacto secreto existía, pues los pradistas se rehusaban a investigar al exdictador. Era [p.366] un resultado predecible. Según un funcionario extranjero, el presidente Prado había «sugerido a diversos congresistas que si intenta[ban] procesar a Odría, él allanaría el camino para el gobierno de una junta». [170] Así, por conveniencia política, ese día se sentó un precedente negativo que otorgaba la inmunidad a quienes violaban la Constitución. El aspecto crucial de instituir y respetar las reglas constitucionales a fin de detener la corrupción —una noción preminente en la elaboración y aplicación de la Constitución de Estados Unidos— fue ignorado por los representantes de la mayoría de representantes políticos del Perú. Esta grave falla reafirmó la práctica política de permitir y brindar incentivos para la corrupción política.

[Casas, tasas, cuentas, fondos]

El debate pertinente en la Cámara de diputados duró más que el del Senado, gracias a la tenaz insistencia de los representantes del PDC , encabezados por Cornejo Chávez. El 20 de agosto, los diputados del PDC presentaron un pedido para investigar las irregularidades fiscales cometidas durante el gobierno anterior y solicitaron la información relevante a los ministerios de Hacienda, Fomento, Marina y Agricultura. Las irregularidades sospechadas, citadas como ejemplos de corrupción, incluían
-- dispensas tributarias a los autos importados por Odría y otros;
-- el verdadero origen financiero de las residencias donadas a Odría o compradas por él en Lima, Monterrico, San Bartolo, Paracas y otras partes del  país;
-- una casa donada al exministro Zenón Noriega;
-- cuentas y activos de la oficina de Asistencia Social, antes dirigida por la esposa de Odría; y
-- el manejo de los fondos para el transporte de combustibles para los barcos de la marina peruana. [171]
Muchos otros pedidos específicos de investigaciones parlamentarias fueron presentados en las siguientes semanas. Eran numerosas las sospechas de transacciones, malversaciones y corruptelas durante el gobierno de Odría. [172] [p.367]

[¿QUIÉN donó las casas? - La gente de Odría quiere evitar un "indulto" y una investigación - un montón de bla, bla, sin una decisión]

La cuestión que desató los debates más encendidos fue el pedido para investigar el origen de las propiedades de Odría que habían sido compradas, transferidas y exoneradas de impuestos durante su gobierno. En su cruzada por descubrir y castigar la «corrupción e inmoralidad», Cornejo Chávez probó con documentos legales que Odría había recibido dichas propiedades como donaciones, evadiendo los impuestos correspondientes. [173] Los donantes de estas propiedades incluían a contratistas del sector público como la compañía estadounidense Anderson, Clayton & Co., que estaba a cargo del proyecto de irrigación en Pampa de los Castillos y por el cual recibió el 50 por ciento de las tierras afectadas a pesar de las protestas de la comunidad local. [174] El 14 de septiembre Javier Ortiz de Zevallos, líder del pradista MDP, afirmó que su agrupación política votaría en contra de semejante investigación para mantenerse fiel a las metas de unidad y amnistía que su partido había adoptado. Los miembros del PR odriísta y los diputados  pradistas atacaron a los demócratas cristianos por su cercanía al fracasado régimen de Bustamante, su falta de espíritu cristiano al no considerar el perdón y el desperdicio de tiempo del poder legislativo en cuestiones que no concernían directamente a la acción constructiva de emitir leyes para el presente. [175] Entre los diputados restauradores que defendieron firmemente a Odría figuraban Víctor  Freundt Rosell, [176] Manuel Montesinos, Héctor Castañeda (exsecretario de Odría y oficial militar), Pedro Chávez Riva y Antonio Ipinza Vargas (el exasistente de Odría y su supuesto agente financiero en Washington, D. C.). [177] [p.368]

El 11 de diciembre, Cornejo Chávez denunció la excesiva demora y los errores fácticos del ministro de Hacienda al proporcionar la información solicitada sobre el pago de impuestos de Odría. Cornejo consideraba que este hecho era una manifestación de la política del gobierno de «borrón y cuenta nueva», esto es, de condonar la corrupción pasada a fin de proceder como si nada hubiese ocurrido. [178] El debate continuó hasta comienzos de enero de 1957. [179] Los diputados pradistas insistieron en que Odría no podía ser acusado en el Senado o en los tribunales, debido a la falta de especificidad en la Constitución y al compromiso de su partido con la amnistía. Ortiz de Zevallos reafirmó la posición de su partido, negando nuevamente la existencia de un pacto bipartidario favorable al supuesto continuismo practicado por el gobierno de Prado. Algunos diputados independientes (principalmente apristas) coincidieron con este argumento legal. [180] Al igual que en el Senado, el reiterado pedido de abrir una investigación parlamentaria sobre las patentes transgresiones cometidas por Odría fue negado en la Cámara de diputados por una votación de 91 contra 39. [181] Solamente un par de pesquisas posteriores tuvieron cierta repercusión en los siguientes años, siendo la más conspicua el caso de los contratos de suministros militares del periodo 1950-1955. En este caso se señaló como chivo expiatorio a Francisco Mendoza, un empresario que tenía lazos con el caído general Zenón Noriega y que, como contratista, se valió de sobornos para venderle al gobierno material militar obsoleto, defectuoso y con sobreprecio. [182] Sin embargo, prácticamente todas estas averiguaciones caducaron y no tuvieron como resultado sanciones judiciales.

[desde 1956: el gobierno del Prado copia la corrupción de Odría - observaciones del historiador + ministro de educación Basadre - Basadre fracasa con la nueva ley de educación + disputa sobre los edificios escolares]

La impunidad permitida al pasado régimen dictatorial también fomentó la corrupción entre funcionarios y congresistas pradistas. La venalidad de los [p.369] políticos y empleados públicos pradistas fue observada de primera mano por el honrado y políticamente independiente Jorge Basadre, quien fue nombrado  por segunda vez ministro de Educación por el presidente Prado. Basadre ocupó dicho cargo entre julio de 1956 y octubre de 1958, cuando renunció por supuestas razones de salud. Sin embargo, Basadre posteriormente reveló que su renuncia tuvo otros motivos. Como ministro, nuevamente se esforzó por llevar a cabo un estudio integral de la situación real de la educación peruana y, sobre dicha base, proponerle al Congreso una ley general de educación pública. Estos esfuerzos constructivos fueron materia de abrumadoras dificultades en el Congreso. Las serias diferencias que Basadre tenía con algunos senadores y diputados pradistas continuaron y se intensificaron en torno a la cuestión de la construcción de varios colegios. [183]

La creciente población peruana de ese entonces ya superaba lo que el limitado sistema educativo podía ofrecer. El objetivo de Basadre era introducir rgentes reformas educativas. Tristemente, varios parlamentarios venales tenían otras prioridades que descarrilaron una vez más los esfuerzos reformistas de Basadre. El aplazamiento de las reformas necesarias debido a los intereses partidarios del segundo gobierno de Prado tendría consecuencias costosas para la sociedad y la economía peruana en las décadas siguientes.

El ministro Basadre fue presionado por los principales dirigentes del MDP para que aprobara las condiciones del contratista RIMSA. Esta compañía tuvo una disputa con el Ministerio de Educación en torno al incremento sustancial en los costos cobrados en la construcción de dos grandes colegios (el Colegio Hipólito Unánue y la Unidad Escolar de Huaraz), cuyos planos de construcción originales habían sido modificados para que cumplieran nuevos requisitos. Los expertos técnicos afirmaron que dichos cambios no justificaban el exorbitante alza de los costos. [184]


[desde 1954: Basadre es combatido por la mafia del Prado - Memo de Basadre 1958 contra la corrupción, el abuso de poder, el enriquecimiento + para reformas constitucionales - sin éxito]

En el transcurso de estas negociaciones, los dirigentes del MDP ejercieron su influencia política sobre el ministro. Como Basadre tenía una estrecha relación con los funcionarios de la embajada de Estados Unidos, a los que les confió [p.370] verse obligado a esconderse en una pequeña oficina anónima del ministerio para así evitar los incesantes asedios, influencias y demandas de funcionarios nombrados por motivos políticos. También les comunicó a los diplomáticos estadounidenses que los tres principales políticos que lo estaban presionando no eran otros que los conspicuos Carlos Ledgard Jiménez (presidente de la Cámara de diputados y jefe del MDP), Javier Ortiz de Zevallos (líder de la bancada parlamentaria del MDP) y Max Peña Prado, un pariente influyente del presidente. [185]

Basadre le escribió un memorando al presidente Prado en junio de 1958, exponiendo sus condiciones para continuar en el gabinete. El ministro exigía una limpieza administrativa integral que eliminara a los agentes del peculado, así como el acceso ilegal de empleados públicos y otros a los pagos, la contratación de obras y el financiamiento del sector público. Basadre, asimismo, urgió la implementación de una ley contra el enriquecimiento ilícito y propuso reformas constitucionales para limitar los gastos presupuestales descontrolados y la interferencia indebida de parlamentarios y otros funcionarios en las funciones del gobierno fuera de su jurisdicción. Según un diplomático estadounidense, el memorando de Basadre causó un considerable alboroto debido a que proponía eliminar las corruptelas y el favoritismo político. Desgraciadamente, Basadre era solo una «voz en el desierto». [186]

Católicos no saben vivir en paz:

[Mediados de 1958: El gobierno de Prado tiene problemas financieros - intento de golpe de Estado en marzo de 1958 - duelo Sologuren-Stoll - el Sol es devaluado por un 30% - comercio de automóviles con escándalos]

Para mediados de 1958, el gobierno de Prado experimentaba grandes dificultades políticas y financieras, en lo que se denominó una «crise de régime». [187] La dependencia de Prado con respecto a un pequeño grupo de políticos venales del MDP y la dañina alianza con apristas y odriístas trajeron consigo crecientes críticas a su gobierno. Un golpe intentado por varios tenientes coroneles, ayudados por el diputado odriísta Antonio Ipinza y el senador Wilson Sologuren, quienes gozaban de inmunidad parlamentaria, fue frustrado en marzo de 1958. Sologuren reaccionó insultando al ministro de Gobierno Jorge Fernández [p.371] Stoll, quien satisfizo su honor retándolo a duelo, una aparatosa ceremonia formalmente prohibida pero muy de moda entre hombres cuyo honor en otras esferas dejaba que desear. [188]

Los déficits presupuestales se incrementaron en 1957 y 1958. [189] La moneda peruana [Sol] fue devaluada en 30 por ciento. Augusto Thorndike, ministro de Hacienda y partidario de ampliar la oferta monetaria, fue retirado del gabinete en junio de 1958 debido a sus conocidas operaciones de tráfico de influencias. Según [el diario] "El Comercio", Thorndike había vendido 170 licencias tributarias de importación a concesionarios de automóviles europeos. [190] Otro escándalo, la exoneración de impuestos a la importación de automóviles para 22 senadores y 67 diputados, quedó expuesto por [el diaro] La Prensa en septiembre de 1958 y fue explotado por la oposición. [191]


[24.12.1958: El gobierno de Prado adjudica la red télex a los "EE.UU." por 200 millones de soles: Standard Electric - con estafa en sus propios bolsillos - contrato se rescinde]

El escándalo más dañino para el régimen de Prado se produjo a raíz de la firma, el 24 de diciembre de 1958, de un contrato por 200 millones de soles con la International Standard Electric Corporation de Nueva York, para la modernización de la red de teletipos del gobierno peruano sin una licitación pública previa. La prensa local y el diputado Cornejo Chávez sostuvieron que este turbio acuerdo incluía un «margen» inexplicado de 60 millones de soles o el 30 por ciento de la suma total contratada. El precio real de los equipos era considerablemente más bajo que el cotizado en el contrato, y la diferencia supuestamente se canalizaría a varios funcionarios venales.

El dirigente del MDP Ledgard Jiménez, el ministro de Gobierno Carlos Carrillo Smith y varios parlamentarios fueron considerados responsables por haber promovido y permitido estas transacciones. Las consecuencias políticas de este caso incluyeron la renuncia de Carrillo al ministerio y la dimisión de Ledgard como jefe del MDP. El contrato fue rescindido. Basadre eligió sta oportunidad para anunciar públicamente que su renuncia como ministro [p.372] de Educación se había debido a las presiones políticas ejercidas en el caso RIMSA.192 Al analizar estos escándalos de corrupción, un diplomático estadounidense concluyó que si bien las «corruptelas son un problema omnipresente en el Perú, parecería que en estos casos las personas cercanas al gobierno de Prado podrían haberse extralimitado». [193] [p.374]


Fig. 15. Escándalo del contrato por 200 millones de soles para equipos telegráficos (teletipos) con la International Standard Electric Corporation de Nueva York, revelado al público en diciembre de 1958. Una diferencia del 30 por ciento (60 millones de soles) entre el precio real del equipo y el monto señalado en el contrato comprometió al ministro de Gobierno, Carlos Carrillo Smith. «Negociado de telégrafos». Por Pablo Marcos, «Marcos». Rochabús 2, n.° 73, 1959, p. 2.


Fig. 16. El presidente Manuel Prado se lava las manos, acto que simboliza su tolerancia hacia los múltiples escándalos de corrupción que plagaron su segunda administración. «¡Al fin hombre, algo limpio en el régimen!». Por Pablo Marcos, «Marcos». Rochabús 2, n.° 76, 1959, p. 1. [p.373]


Reformas pospuestas

[Gobierno de Pardo: tiene un problema con la población andina - falta de vivienda y reforma agraria - apelaciones de Belaúnde y Beltrán]

«Tal vez el mayor factor desfavorable», escribió el embajador estadounidense Theodore Achilles al explicar la deteriorada situación socioeconómica y política en Perú, «es la sobrepoblación de la sierra en parcelas de tierra demasiado pequeñas y poco fértiles por familia». [194] Impedir que masas de indígenas pobres se inclinaran hacia el lado equivocado de la Cortina de Hierro [para convertirse en comunistas] hacía necesario efectuar reformas urgentes y tener un gobierno más eficiente. Fernando Belaúnde y Pedro Beltrán eran los críticos más conspicuos del gobierno de Prado. Ambos enfatizaron la necesidad de vivienda y de una reforma agraria, así como la «moralización» de la Administración Pública. Ambos tenían ambiciones presidenciales para las elecciones de 1962. Ya en enero de 1957, Belaúnde había denunciado, en una emisión radial altamente publicitada, el pacto encubierto entre pradistas, odriístas y apristas como la razón principal por la cual el gobierno de Prado había logrado tan poco. Además, Belaúnde subrayó un conjunto exhaustivo de reformas con las cuales verdaderamente transformar al país. La réplica publicada por el diputado del MDP Eduardo Watson hizo que Belaúnde citara la injuria contra su honor y valor de caballero como razón para exigir un duelo a sable, lo cual causó sensación en la prensa. [195] [p.374]

Las críticas de Beltrán fueron desatadas en mayo de 1958 a través de editoriales e informes de escándalos de corrupción ampliamente publicitados por su periódico La Prensa. Esta exhibición periodística enfureció al presidente Prado y a los parlamentarios del MDP. [196] En octubre de 1958, Beltrán escribió una convincente propuesta política en la cual argumentaba a favor de cambios radicales en las normas y el comportamiento político, la «moralización» y la eficiencia en todas las actividades del sector público, una reforma agraria tecnocrática, un programa de vivienda que hiciera frente a la cuestión de las crecientes barriadas urbanas, la facilitación del crédito y la reforma tributaria. Desde una perspectiva liberal, Beltrán pensaba que el Estado crecía a costa de los ciudadanos y citó las escandalosas exenciones tributarias a parlamentarios por los automóviles importados como ejemplo de cómo es que los políticos únicamente piensan solo en sí mismos y no en aquellos a quienes gobiernan. Según Beltrán, la mayoría de los peruanos deseaba una amplia reducción de la corrupción en los asuntos del poder ejecutivo y del poder judicial, así como en el ámbito de la educación. Los ciudadanos aspiraban al fin de los abusos, del enriquecimiento ilícito de los empleados públicos, del favoritismo y del gobierno deshonesto. Semejante moralización del sector público, afirmaba Beltrán, conformaría la base de un renacimiento espiritual con el cual mantener la fe en el futuro. [197]


[Marzo de 1959: El gobierno de Pardo quiere devaluar el Sol - Gallo Porras quiere medidas en lugar de la devaluación - Gallo Porras + Ministro de Hacienda Beltrán son despedidos - Exportaciones de minerales + harina de pescado - el pacto Prado-APRA es siempre más detectado - APRA con falsificación de dinero, sobornos, contrabando, malversación de fondos, etc.]


La prolongada crisis política llegó a su clímax en marzo de 1959. Luis Gallo Porras, primer ministro y ministro de Hacienda de Prado, intentó introducir urgentes medidas económicas y tributarias para enfrentar la devaluación de la moneda. La guardia vieja del MDP se opuso a estas medidas y, en consecuencia, Gallo fue obligado a dejar la dirigencia partidaria. Sorprendentemente, Beltrán fue convocado en julio de 1959 como primer ministro y ministro de Hacienda, cargos que aceptó para llevar a cabo un programa de estabilización y [p.375] recuperación económica. El alza de las exportaciones de minerales y de harina de pescado contribuyó a la mejora de la situación económica, mientras que el déficit fiscal fue significativamente reducido en el periodo 1960-1961. Sin embargo, Beltrán sucumbió a la realpolitik existente y se involucró profundamente en el pacto encubierto Prado-APRA, comportamiento que le costó caro a sus aspiraciones presidenciales. (Ya en agosto de 1957, los periódicos reportaban que Eudocio Ravines, un cercano asociado político de Beltrán, había visitado la casa de su viejo enemigo Haya de la Torre en Miraflores, de donde salieron reconciliados sobre la base de su mutuo anticomunismo, aprobación de la inversión extranjera y respaldo a la reforma agraria.) [198]

El grueso del programa inicial de reforma política de Beltrán no se materializó, no obstante reafirmaciones periódicas del mismo en [el diario] "La Prensa" y del grandilocuente anuncio de un programa de 1.700 millones de soles para la reforma agraria y de vivienda en abril de 1961. [199] Beltrán reforzó su acercamiento con el APRA apoyando como ministro de Fomento a Jorge Grieve, un pro aprista. [200] La oposición de derecha e izquierda continuó atacando los pactos encubiertos que sustentaban al régimen de Prado.

[El diaro] "El Comercio", fiel a su línea editorial antiaprista, fue implacable en su exposición de los acuerdos de la convivencia entre el APRA y el gobierno de Prado. En junio de 1957 se reportó la sensacional historia de que José Luis Arteta Yábar, un sacerdote aprista peruano, estaba relacionado con la falsificación de 300 millones de soles en Caracas. La policía venezolana implicó a Arteta en el intento de proveer dinero falsificado al APRA para designios revolucionarios. El sacerdote actuaba como agregado cultural de la embajada peruana en Caracas con la aprobación de las autoridades pradistas. [201] El Comercio intensificó su campaña contra la convivencia en 1961 y 1962. Una serie de artículos denunciaron varias actividades corruptas del APRA, entre las cuales destacan
-- los beneficios ilegales provenientes de sus lazos con la Federación de Choferes, un [p.376] sindicato de transporte al que se le había otorgado la exoneración de impuestos sobre autos y ómnibus importados;
-- los subsidios otorgados por el Ministerio de Gobierno al periódico aprista La Tribuna;
-- una operación de contrabando que traía armas desde Colombia;
-- y varias otras acusaciones de soborno, malversación y favoritismo que implicaban a autoridades apristas y pradistas. [202]

[Los gobiernos criminales católicos en el Perú roban TODO, incluido el dinero de la ayuda de los "Estados Unidos"]

Como resultado de la investigación efectuada por una subcomisión del Congreso de Estados Unidos, se encontró también que las autoridades pradistas habían estado involucradas en el desvío y malversación del 60 por ciento de los fondos de asistencia externa estadounidense, destinados a la construcción de carreteras y ayuda alimentaria. [203] Una propuesta para investigar la vinculación de Beltrán con los supuestos tratos ilegales de compañías urbanizadoras como Mutual Perú y Urbanizadora Repartición fue bloqueada en el Congreso por los diputados pradistas y apristas. [204] Los parlamentarios demócrata-cristianos pidieron la renuncia del primer ministro. El gabinete de Beltrán se hallaba bajo fuego graneado justo antes de las elecciones de junio de 1962, a medida que su programa económico iba haciendo agua. [205]

[desde 1955: Nueva oposición de comunistas después de la Revolución Cubana de 1953 - Lobby de Cuba - ¿Quién es el dueño de los campos petroleros peruanos? - Documento encontrado en la embajada cubana con red comunista: estudiantes pagados por propaganda opositora]

La incapacidad de la convivencia para ocuparse de algunos de los problemas más urgentes del país también tuvo como resultado el crecimiento de la izquierda radical. El APRA perdió gran cantidad de sus jóvenes integrantes de los grupos pro guerrilleros APRA Rebelde y Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Un bien organizado grupo de presión favorable a Cuba [de 1953] había surgido a escasos dos años de la Revolución en ese país. Este movimiento explotó las debilidades del régimen de la convivencia, especialmente el asunto ardientemente debatido de La Brea y Pariñas, en torno a la cuestionada propiedad de los campos petrolíferos norteños en manos de la International Petroleum Company (IPC).

En noviembre de 1960, una incursión en las oficinas de la embajada cubana, llevada a cabo por exiliados cubanos anticastristas, reveló documentos secretos firmados por Luis Ricardo Alonso, el embajador de Cuba en el Perú. [p.377] Los documentos capturados implicaban a una vasta red de políticos, parlamentarios, periodistas, dirigentes estudiantiles y activistas de izquierda como agentes pagados del gobierno cubano. El 4 de enero de 1961, Ricardo Elías Aparicio, ministro de Gobierno y Policía, y Alejandro Cuadra Ravines, ministro de Guerra, presentaron información adicional de la inteligencia peruana durante una tormentosa sesión del Senado. Allí dieron los nombres de quienes habían recibido estipendios y pagos mensuales del gobierno cubano a través de su embajada para que llevaran a cabo campañas políticas contra el gobierno peruano. Entre los operadores políticos izquierdistas pagados, los más prominentes eran conspicuos críticos de los arreglos con la IPC . A pesar de lasexcusas ideológicas y de las justificaciones hechas a nombre de la justicia social y del antiimperialismo, este tipo de corrupción estuvo difundido dentro de la izquierda legal desde el inicio de su influencia en la política nacional. [206] Además, en el periodo 1961-1962 se iniciaron las acciones guerrilleras urbanas y los asaltos a bancos por el Frente de Izquierda Revolucionaria (FIR), en respaldo a las tomas de tierras en el valle de La Convención del Cuzco, promovidas por el dirigente trotskista Hugo Blanco. [207]

El fracaso de la reforma nacional también tuvo un impacto sobre los oficiales militares formados en el recientemente renovado Centro de Altos Estudios Militares (CAEM). La estrategia de antinsurgencia se combinó con políticas militares «reformistas» para desarrollar el país, bajo la creciente influencia [p.378] de ideologías nacionalistas de izquierda derivadas del nasserismo. [208] Fue precisamente a partir de estas nuevas tendencias que una facción de comandantes militares de alto rango concibió nuevas oportunidades y papeles políticos. Esta nueva postura política de los oficiales militares, una variación sustancial del nacionalismo caudillista venal de Odría, sentó las bases para los golpes militares «institucionales» de 1962 y 1968.

[Elecciones 1962: APRA y MDP brillan con 40% de listas de votantes falsas - APRA con Haya gana las elecciones amañadas - golpe de estado el 18.7.1962 - Prado huye a París]

Justo antes de las elecciones presidenciales de junio de 1962, la oposición belaundista denunció el fraude electoral que iban perpetrando los partidos en el poder. Acción Popular (AP), el partido de Belaúnde, sostenía que el registro de hasta 200.000 votantes era fraudulento. Los principales líderes de la convivencia venían negociando alianzas y pactos electorales bajo la mesa. El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) estaba conformado casi íntegramente por pradistas. Unos cuantos días antes de los comicios, pesquisas judiciales confirmaron la falsificación de padrones oficiales de votantes, obtenidos ilegalmente, en las oficinas del APRA y el MDP. El APRA no fue sancionado por estas prácticas ilegales. El alto mando de las fuerzas armadas, tradicionalmente antiaprista, condujo su propia investigación. Los militares encontraron que el 40 por ciento de los padrones electorales que investigaron era incorrecto o fraudulento, y declararon públicamente, con un lenguaje deliberadamente neutro, que había una «voluntad» de cometer fraude electoral. Esta fue una ominosa señal de advertencia dirigida contra las pretensiones electorales del APRA.

Los funcionarios de la embajada de Estados Unidos creían que el fraude sí se había dado, pero se interpretó que no era de escala suficiente como para influir en las elecciones. [209] La Junta Electoral ignoró las serias quejas de fraude y continuó con las elecciones. Con el respaldo de Prado y Beltrán, el líder aprista Haya obtuvo ligeramente más votos que Belaúnde. Odría, a la cabeza de la Unión Nacional Odriísta (UNO), su partido recién formado, quedó en tercer lugar. El 32,9 por ciento de la victoria electoral de Haya no bastaba para satisfacer el requisito legal de las dos terceras partes de los votos para ser declarado presidente. La tarea de escoger al nuevo mandatario estaba ahora en manos del Congreso recién electo. [210] [p.379]

En esta tensa situación política, el mando militar pidió la anulación de las elecciones. La tensión creció cuando los partidarios de Belaúnde amenazaron con rebelarse y pidieron la intervención militar. En una jugada de último minuto, Haya renunció a sus ambiciones presidenciales a favor de su antiguo archienemigo Odría. Pero ya era demasiado tarde. El 18 de julio de 1962, una junta militar encabezada por el general Ricardo Pérez Godoy depuso y arrestó al presidente Prado. Las elecciones fueron anuladas. La junta militar prometió nuevas elecciones al siguiente año. Cuando Prado llegó exiliado a su predilecta ciudad de París para solicitar inmunidad diplomática, tal como lo había hecho en 1948, las autoridades francesas le informaron que había un límite legal al valor de las joyas y metales preciosos que su familia podía llevar a Francia. [211] Las elecciones de 1963 despertaron la esperanza de un pronto establecimiento de un orden democrático más limpio y honrado, sin dictadores venales, políticos inescrupulosos ni pactos encubiertos.

* * *

Para concluir, la reconstrucción económica y constitucional, luego del nocivo gobierno de Leguía, estuvo plagada de conflictos políticos y pugnas civiles, enmarcadas dentro del difícil contexto internacional de las décadas de 1930 y 1940. Estos conflictos sirvieron para encubrir la corruptela oficial y el abuso en ocasiones despiadado del poder, así como las transgresiones radicales y violentas de nuevos movimientos populistas que no se regían por los límites legales y los constreñimientos éticos para cumplir con su fin máximo de alcanzar el poder.

Las formas de corrupción más viejas y persistentes se combinaron con otras más nuevas, surgidas de los cambios en las condiciones y las políticas financieras, económicas e institucionales. Las corruptelas militares en la adquisición de armas ganaron importancia, en un momento en que el papel político [p.380] de las fuerzas armadas era de suma importancia (durante los gobiernos del coronel Sánchez Cerro, el general Benavides y el general Odría), y en que los conflictos limítrofes llevaban a una escalada en el armamento militar. El mal manejo de la deuda pública pasó de concentrarse en la deuda externa (el cese de pagos de largo plazo y sus consecuencias, que tuvieron su origen en los excesos de la década de 1920) a la deuda interna a través de préstamos nacionales, que involucraron a la banca y camarillas económicas locales durante el gobierno de Benavides y el primer gobierno de Prado. Los sobornos y el tráfico de influencias en las obras y servicios públicos se mantuvieron constantes, aunque con cierta tendencia a crecer durante el mandato de Odría y el segundo gobierno de Prado.

Un cambio en la política relacionado con los controles de cambio y las licencias de importación —que formaban parte de la creciente ola proteccionista en Latinoamérica, a la que se conoce como «industrialización por sustitución de importaciones»— abrió las compuertas al favoritismo, al tráfico de influencias y los abusos durante los gobiernos de Prado y Bustamante en las décadas de 1940 y 1950. (Estos mecanismos intervencionistas «novedosos» de la corrupción continuaron dejando su huella en la segunda mitad del siglo.) La inflación y los déficits fueron el resultado, y las rentas perdidas debido al contrabando crecieron. Las pérdidas debidas al temprano tráfico de drogas y la inversión extranjera no percibida fueron relativamente bajas. La creciente dependencia de la deuda y la asistencia externa, y su mal manejo concomitante, siguieron a la restructuración y el reinicio del servicio de la incumplida deuda externa en 1952.

En términos comparativos, los costos medios estimados de la corrupción por año en la década de 1930 continuaron siendo altos, pero se mantuvieron estables. En el decenio de 1940, estos costos se duplicaron en cifras corrientes (no teniendo en cuenta la inflación) y volvieron a hacerlo en la década siguiente (véase el cuadro A.5). Sin embargo, el nivel de los costos de corrupción subió como porcentaje del gasto del gobierno, de 31 por ciento en la década de 1930 a 42 por ciento en los años de 1940 y a 46 por ciento en los de 1950. Como porcentaje del PBI, esta progresión en el nivel de los costos estimados de la corrupción fue de 3,1, 3,3 y 3,6 por ciento, respectivamente, en cada una de las tres décadas (compárese en el cuadro A.6). El crecimiento constante y gradual de dichos costos tal vez sea la razón por la cual Basadre consideraba que la corrupción en ese entonces era ubicua y estructural. [p.381]

A medida que la contenciosa esfera política desempeñaba un papel crucial en las disputas electorales entre 1931 y 1962, su amañamiento y el fraude condicionaron la legitimidad de los gobiernos. Se convocaba a elecciones cuando las soluciones dictatoriales se agotaban y los partidos políticos realizaban pactos secretos detrás de bambalinas. El resultado de dichos pactos y alianzas era en ocasiones tan escandaloso que desataba una protesta generalizada por lo inútil que resultaba esperar que los políticos trabajaran a favor del bien común. En el ínterin se descuidaron reformas políticas e institucionales urgentes, a  pesar de los crecientes problemas sociales y económicos. La prensa reportaba cada vez más los pactos escondidos de la mirada pública, los privilegios que generaban y los escándalos que les seguían. La cobertura de la prensa y la oposición parlamentaria, particularmente en la década de 1950, expuso escándalos e hizo público el perdón de los antiguos líderes corruptos en la clásica fórmula del «borrón y cuenta nueva», que generaba un profundo escepticismo popular hacia el orden político. Una vez más volvió a considerarse que una solución militar, esta vez para impedir un supuesto fraude electoral, era una opción en medio de la considerable apatía. Estas débiles bases para el retorno de la democracia en los años de 1960 limitaron la capacidad de las instituciones peruanas para ponerle coto a la corrupción y prevenir nuevas intervenciones militares. [p.382]

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Fuentes
[web01] Eguiren: https://en.wikipedia.org/wiki/Luis_A._Eguiguren
[web02] Brand der Nationalbibliothek 1943: https://es.wikipedia.org/wiki/Biblioteca_Nacional_del_Perú#Incendio_de_1943


Fuentes de fotos



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