Índice
3. El sinuoso camino al desastre,
1860-1883....................................................191
Negocios guaneros
monopólicos...........................................................................................195
El infame Contrato
Dreyfus....................................................................................................
205
Avalancha de obras
públicas....................................................................................................
215
Hacia la bancarrota
...................................................................................................................220
Ignominia en la
guerra..............................................................................................................
226
Pérdidas
exacerbadas................................................................................................................233
Personajes
-- Presidente Ramón Castilla:
https://es.wikipedia.org/wiki/Ramón_Castilla
-- Presidente Manuel Prado:
https://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Pardo_y_Lavalle
-- guerrillero criminal corrupto Nicolas de Piérola:
https://es.wikipedia.org/wiki/Nicolás_de_Piérola
-- finanzas: Antony Gibbs & Hijos (Antony Gibbs &
Sons) de Inglaterra:
https://es.wikipedia.org/wiki/Anthony_Gibbs_&_Sons
-- finanzas: Auguste Dreyfus de París:
https://es.wikipedia.org/wiki/Auguste_Dreyfus
-- construcción de ferrovías: Henry Meiggs:
https://es.wikipedia.org/wiki/Henry_Meiggs
Eventos
-- Guerra del Pacífico:
https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_del_Pacífico
-- Tratado de Ancón 20-10-1883:
https://es.wikipedia.org/wiki/Tratado_de_Ancón
Capítulo 3. Venta
del guano y Bonanza Perú: El sinuoso camino al desastre
1860-1883
Desde la declaración de la
independencia del Perú [1821], la venalidad, la
corrupción y los sobornos no habían sido algo del todo
extraño en las oficinas de los ministros y sus
dependientes, ni tampoco en los salones del presidente
mismo, o en las viviendas de sus parientes cercanos. Se
creía que bajo el gobierno de Echenique en tiempos de la
Consolidación habían alcanzado su punto más alto, pero
se engañaban enormemente quienes así lo pensaron; estos
delitos nunca acecharon con mayor descaro desvergonzado
que en el periodo actual. Heinrich Witt (20 de noviembre
de 1871) [1]
[Lima alrededor de 1860: lujo a través de ganancias
guaneras, nuevos bancos y construcción de ferrocarriles
- casinos en Chorrillos, joyas, etc.]
La ciudad de Lima gozaba de una peculiar prosperidad hacia
1860 en medio de una corrupción sin tapujos. El
auge
guanero torpemente administrado iba
transformando de manera irreversible a la vieja capital
virreinal. Nuevas fortunas eran gastadas en estilos de
vida
suntuosos; se abrían bancos, mientras que las
compañías financieras y comerciales
construían
ferrocarriles. Los ricos consumían lujos
importados, acicalaban el centro de la ciudad y erigían
ranchos elegantes en el
balneario de juego de
Chorrillos. Los nuevos acaudalados y los
poderosos lucían su riqueza en los bailes de sociedad
ataviados extravagantemente con
joyas preciosas.
Un espejismo de bonanza económica y febril ambición
disipaba cualquier preocupación sobre los peligros
financieros que se avizoraban. La deshonestidad
administrativa heredada ensombrecía el cuadragésimo
aniversario de la independencia [del año 1821]. «¿Qué
importaba todo?», preguntaba un panfletista con ironía y
vergüenza, «¿no hay esta noche baile en palacio?». [2]
[p.191]
[El poder judicial se unifica a nivel nacional -
Francisco García Calderón Landa - Definición clara:
corrupción = crimen]
Los florecientes negocios del país, la vida intelectual y
la imprenta se concen raban en Lima. La ciudad atraía a
hombres ávidos y capaces de provincias y del extranjero.
Francisco
García Calderón Landa, un jurista arequipeño
de veinticinco años de edad, llegó a Lima en 1859 provisto
de cartas de recomendación para arequipeños influyentes
residentes en la capital y de un manuscrito, su
Diccionario
de la legislación peruana, escrito mientras se
desempeñaba como abogado y profesor de colegio en su
ciudad natal. Los dos volúmenes de esta obra monumental
fueron publicados entre 1860 y 1862 con el respaldo
financiero del gobierno de Castilla. Pronto pasó a ser
lectura obligatoria para los expertos legistas peruanos y
ganó altos reconocimientos y honores. [3] Por fin, un
importante esfuerzo intelectual, basado más en el derecho
positivo que en el derecho natural, contribuía a la
sistematización nacional de la nueva y vieja legislación
sobre asuntos civiles, comerciales, penales y
administrativos. [4]
La carrera de García Calderón en Lima avanzó
vertiginosamente en su condición tanto de funcionario del
Ministerio de Hacienda como de abogado prominente de las
más importantes firmas nacionales y extranjeras. Lindando
en ocasiones con el conflicto de interés, dado su papel
combinado de abogado privado y trabajador público, García
Calderón contribuyó a modernizar las normas
administrativas y contractuales. También vio esas mismas
normas violadas de modo consistente durante los cruciales
años que precedieron a la quiebra fiscal y la subsiguiente
y desastrosa Guerra del Pacífico (1879-1883). Según el
diccionario legal de García Calderón, el término
corrupción quedaba definido sucintamente como un delito
cometido por personas con algún [p.192] grado de autoridad
que «sucumben a la seducción», así como por aquellos que
se esfuerzan por corromper a aquellas autoridades.
Corruptela era asimismo definido como una mala costumbre o
abuso establecido en contra de la ley y la justicia. Otras
definiciones más formales y detalladas del soborno y la
venta y distorsión interesadas de la justicia se
incluyeron en las entradas de los términos cohecho,
concusión, prevaricato y soborno, y definieron legalmente
la corrupción entre los funcionarios según leyes
existentes pero rara vez aplicadas. [5]
[Perú desde 1823: Las constituciones son difícilmente
válidas bajo presidentes militares - 1852: Código
Comercial y Civil - Presupuesto de 1849]
Establecer el imperio de la ley en la joven república era
un gran reto, uno que desbordaba los esfuerzos
individuales. Las tempranas Constituciones de 1823, 1826,
1836 y 1839, que alternaron el carácter liberal o
autoritario de la ley fundamental, habían sido descartadas
o ignoradas en la práctica ante la irrupción de los golpes
de Estado y los decretos ejecutivos de los caudillos
militares. En 1852 se legislaron los nuevos códigos
comercial y civil para sentar principios liberales básicos
y moderados en el comercio, así como derechos civiles y de
propiedad que, sin embargo, reñían con las costumbres
existentes. Este choque acentuó los aspectos litigiosos de
las prácticas de negocios y sociales peruanas. Además, las
leyes que regulaban la Administración Pública eran
incompletas o defectuosas. La norma que creaba el
presupuesto público obligatorio fue implementada recién en
1849, casi al mismo tiempo que la fallida legislación que
reglamentaba los créditos internos y externos. Otras
partes cruciales del aparato administrativo público
quedaron sin reformar, entre ellas el sistema judicial.
[6]
[Perú en los años 1850s con el Presidente Castilla:
Constituciones de 1856 (liberal) y 1860 (liberal
moderado)]
Entre 1856 y 1860, un importante debate constitucional
resaltó la necesidad de contar con un marco legal más
eficiente ante la presión por lograr la modernización
económica. Estos fueron años de inestabilidad política
debido a [p.193] una serie de levantamientos militares
contra el presidente Castilla. Bajo presión local y
externa, Castilla y sus partidarios en el Congreso
continuaron en el poder y revocaron las medidas
anticorrupción que interferían con las demandas de
acreedores extranjeros. Asimismo, se modificó la
Constitución liberal de 1856 para derivar en la moderada
de 1860, que se mantuvo vigente, con algunas
interrupciones, hasta 1919. [7] Esta transformación
constitucional contribuyó, en cierta medida, a
limitar el tradicional dominio de la fuerza a favor del
imperio de la ley.
[Perú en los años 1850s: La administración estatal
controla el comercio, por lo que los ricos vienen a
sobornar a los funcionarios]
Sin embargo, este modernizado marco legal tenía un defecto
importante que arrastraba desde su pasado colonial. La
Constitución de 1860 continuaba sancionando un Estado
patrimonial centralizado, que mantenía derechos de
propiedad sobre las principales fuentes de riqueza
nacional. En consecuencia, la administración estatal
actuaba como el principal mediador en lo económico. Los
hombres de negocios locales y extranjeros debían pues
cortejar a los administradores políticos para obtener
favores y monopolios oficiales. Este defecto yacía al
centro de las causas o incentivos institucionales para la
corrupción y los intereses creados que se beneficiaban con
ella.
[Perú 1860s y 1870s: Mayorista Heinrich Witt con
exportaciones de guano - Witt, Schutte & Co. -
Acciones de empresas monopólicas - Los inquilinos
peruanos no pagan - el diario del Sr. Heinricht Witt]
Heinrich Witt fue un testigo excepcional y participante en
las transformaciones económicas de las décadas de 1860 y
1870. Como miembro prominente de la élite de negocios
limeña, Witt construyó su fortuna estrechamente ligada al
crédito comercial y a la
exportación de guano
consignada a compañías monopólicas. El comerciante germano
radicado en Lima compartió las ganancias de
Witt,
Schutte & Co., consignatarios del guano
para Alemania. Hacia finales del decenio de 1860, Witt
poseía acciones en el nuevo e inicialmente prometedor
sector de banca y seguros, así como en compañías de
ferrocarriles, agua y gas. Todas estas operaciones
dependían, de un modo u otro, de la solidez de las
finanzas públicas, debido a los arreglos financieros o
monopólicos
privados con el gobierno de turno. Cuando las finanzas
públicas tambaleaban, las grandes empresas vinculadas a
negocios con el gobierno inmediatamente sentían el
apretón. Witt se vio, asimismo, embrollado en litigios
prolongados en torno a propiedades urbanas, arrendatarios,
vecinos y cantidades que se le
adeudaban.
Como lo revela su diario, escrito a lo largo de su extensa
vida en el Perú, la formación protestante de Witt le
permitió observar agudamente la moral y el comportamiento
ético de sus colegas negociantes y de los políticos y
funcionarios locales. El diario le fue muy útil como ayuda
para detectar y rastrear [p.194] los rasgos personales y
familiares de sus clientes y socios. Witt reconoció, así,
el valor moral e intelectual de figuras claves como
Manuel
Pardo y
Francisco García Calderón,
no obstante las fricciones que alguna vez tuvo con ellos.
A la inversa, Witt sospechaba de —o temía a—
José
Gregorio Paz Soldán, Manuel Ortiz de Zevallos, Juan
Manuel Iturregui y muchos otros por el abuso
que hacían del poder, sus hábitos de apostar y beber o sus
prácticas fraudulentas. También se sintió repelido por los
designios del
clan Echenique, de Nicolás de Piérola
y de Henry Meiggs. Las observaciones de Witt y
los ejemplos que ofrece de sobornos y venalidad
administrativa coinciden estrechamente con los
proporcionados por otros importantes críticos de la
corrupción, entre los cuales se encuentran José Arnaldo
Márquez y Manuel González Prada, así como con los casos
que cita el historiador Watt Stewart para esta época.
[Diario de Witt: Reconociendo la constante corrupción y
maniobras entre los católicos criminales - falta de
confiabilidad en la estructura estatal - distorsión de
las decisiones políticas - altos riesgos financieros +
costos de transacción - la eficiencia de la economía
disminuye]
A partir de dichas fuentes resulta posible volver a
rastrear cómo fue que los funcionarios estatales y los
caudillos militares, en complicidad con ciertos agentes de
negocios, continuaron formando redes interesadas en
evadir,
defraudar y violar medidas legales para
provecho propio. Estos actos minaron la
eficiencia de los tres poderes del Estado: el ejecutivo,
el legislativo y el judicial. Las redes de corrupción
enlazaban a ministros, parlamentarios, jueces y hombres de
negocios, así como a ciertos abogados que actuaban como
intermediarios claves. Bajo estas circunstancias, los
derechos de propiedad privada y los arreglos contractuales
permanecieron inseguros y sujetos a litigios
impredecibles. Los sobornos y favores políticos
desplazaban a la competencia abierta en la puja por los
contratos oficiales e inyectaban
un serio sesgo a
la toma de decisiones transcendentales para el
desarrollo económico e institucional del país. Todo esto
elevaba los riesgos financieros y los costos de
transacción, y
minaba la eficiencia de la economía
en general. A pesar de la existencia de restricciones
legales, el difundido
abuso del sistema llevó a
ganancias desmedidas ligadas a la corrupción.
Dichas prácticas se justificaron como medios para lograr
el progreso económico y el bien común prometidos por los
grandes proyectos de obras públicas que alcanzaron su
clímax a comienzos de la década de 1870.
Negocios guaneros monopólicos
[Perú desde 1860: El Congreso obtiene el monopolio de
aprobar tratados importantes - los tratados son
manipulados para ser aprobados erróneamente]
Una importante modificación legal ordenó en 1860 que
todo
contrato público importante debía ser obligatoriamente
aprobado por el Congreso. [8] En un [p.195]
principio, esta fue una innovación bienvenida, luego de
décadas de contratos públicos sancionados principalmente a
través de decisiones y decretos ejecutivos. Sin embargo,
esta nueva norma resultó también difícil de implementar o
seriamente distorsionada, como lo ejemplifica la
complicada
manipulación de los contratos guaneros. En
efecto, al surgir un número mayor de funcionarios que
sobornar, la aprobación parlamentaria de todos los
contratos estatales pudo haber incrementado el uso y monto
de los sobornos que buscaban alcanzar favores y ganancias
rentistas extraeconómicas.
[Perú 1860: El Tratado Guano de Gibbs: Se negociaron
peculiaridades con diplomáticos peruanos en Londres y
París: precios bajos, tarifas inadecuadas, bonos del
gobierno peruano]
El contrato cuasimonopólico del guano a cargo de
Antony
Gibbs & Hijos (Antony Gibbs & Sons)
fue cuestionado por su obscura extensión aprobada por el
gobierno de Echenique, (entre otras alegaciones de
abusos).
Las acusaciones contra Gibbs implicaron a
los agentes diplomáticos peruanos en Londres y París.
En 1860,
Francisco de Rivero, el encargado
de los negocios del Perú en Londres, se defendió de las
críticas públicas de su colega diplomático Luis Mesones y
del exconsignatario guanero Carlos Barroilhet. A Rivero se
le imputaba el haber incurrido en serios conflictos de
interés, al ponerse del lado de las políticas de fijación
del
precio del guano aplicadas por Gibbs;
el haber
cobrado honorarios impropios por
sus servicios diplomáticos ligados a transacciones
financieras peruanas en Europa; y el especular con
bonos
peruanos para aumentar su propia fortuna. En
lugar de negar los cargos, Rivero afirmó su derecho a
cobrar una comisión del 2 por ciento en su manejo de las
transacciones financieras oficiales en el extranjero, así
como a especular con bonos peruanos. Basó estas
afirmaciones en licencias similares permitidas a los
antiguos
embajadores Osma y Mendiburu. Rivero,
asimismo, aprobó los
precios rebajados del guano
fijados por Gibbs, pese a la existencia de precios más
altos en otros lugares. [9] Era claro que la falta de una
estricta regulación administrativa permitía obvios
conflictos de interés.
[Perú 1862: Tratado de Guano para colonias GB+
extendido - permanece secreto - protesta de Guillermo
Bogardus - tarifas inventadas]
Cuando el contrato de Gibbs llegó a su fin en enero de
1862, se firmó un nuevo contrato para el suministro de
guano a Gran Bretaña y sus colonias con un grupo de
capitalistas nativos que formó la
Compañía Nacional.
Entre sus asociados estaban
Clemente Ortiz de
Villate, Felipe S. Gordillo, José Canevaro, Manuel
Pardo, Carlos Delgado y Felipe Barreda. A
pesar de la ley de 1860, el [p.196] nuevo contrato no se
remitió al Congreso para su aprobación, sino que fue
aprobado, más bien, por
José Fabio Melgar,
el ministro de Hacienda de Castilla.
Guillermo
Bogardus, un hombre de negocios y político
interesado, hizo oír su protesta al afirmar que el
contrato era ilegal y que el Congreso debía anularlo y
enjuiciar a los nuevos contratistas por abusos cometidos
contra los intereses del Estado. Bogardus, además,
sostenía que estos contratistas «nacionales» conformaban
un círculo codicioso que había traicionado el espíritu del
principio legal de 1849, que concedía la preferencia a
peruanos en casos de ofertas iguales en contratos
públicos. Según Bogardus, la Compañía Nacional no contaba
con el capital suficiente y se había unido con la casa
británica
Thomson, Bonar & Co. en
«corruptelas» financieras dañinas para el Estado. [10]
Bogardus acosó a los capitalistas guaneros peruanos por
más de una década. Este sonado debate culminó con un
arreglo alcanzado en 1878 con Thomson, Bonar & Co.,
luego de un juicio iniciado por agentes fiscales peruanos
en Londres por cobros irregulares que se remontaban a la
década de 1860. La suma acordada fue relativamente
pequeña, y Bogardus recibió parte de ella como recompensa
por haber revelado el asunto. Los consignatarios
nacionales, sin embargo, no tuvieron culpa alguna en el
caso y, más bien, se presentaron como co-demandantes
contra la firma británica. [11]
[Perú desde 1860: Resistencia al deber público de
tratados importantes - aumento de gastos debido a
militares y proyectos]
Varios factores locales y extranjeros conspiraron
contra el cumplimiento de los nuevos
requisitos constitucionales y legales, no obstante la
censura parlamentaria ocasional de alguno de los ministros
de Castilla. En octubre de 1862, este logró concertar, una
vez más, la transición pacífica del poder bajo la nueva
Constitución pero en medio de una situación fiscal
deteriorada por
crecientes gastos militares y
navales, obras públicas y una breve guerra con
el Ecuador. [12] [p.197]
El general Miguel de San Román, un viejo partidario de
Castilla, fue elegido presidente, el general Juan Antonio
Pezet primer vicepresidente y el general Pedro Diez
Canseco (cuñado de Castilla), segundo vicepresidente. San
Román falleció apenas a los cinco meses de iniciado su
gobierno y Pezet asumió el mando tras regresar de Europa,
donde se hallaba al momento de la muerte de San Román. El
presidente Pezet pronto tuvo que enfrentar la crisis
externa más seria de la joven república desde la
independencia.
[España 1850s: Mala prensa sobre Perú por maltrato a
españoles y extranjeros - sobornar a periodistas en
Madrid y París para escribir informes positivos sobre
Perú]
Los gobiernos de España y Perú habían intentado
regularizar sus relaciones diplomáticas desde la década de
1850. Importantes obstáculos complicaban este acercamiento
diplomático. Entre ellos se contaban los reclamos
españoles por las deudas privadas impagas de la época
colonial, la confiscación de una nave comercial de bandera
española y los abusos cometidos en el Perú contra los
antiguos súbditos españoles. [13] La mala prensa en
París
y Madrid en torno a los asuntos
administrativos peruanos y los supuestos abusos cometidos
contra extranjeros contribuyó a que se formara una opinión
pública internacional adversa, que estimuló la
especulación con los instrumentos de la deuda externa
peruana. [14] Los agentes diplomáticos José Barrenechea y
José Gálvez intentaron contrarrestar este problema que
asumían era de publicidad. Los diplomáticos peruanos
solicitaron fondos del gobierno destinados a
pagar
a periodistas y editores de publicaciones en francés y
español en París para que escribieran favorablemente
sobre el Perú. Esta era aparentemente una
práctica común seguida por otras misiones diplomáticas
latinoamericanas en dicha ciudad. [15] [p.198]
[Perú 1863: "Misión" española - La flota española
ocupa las islas guaneras de Chincha - España
criminal-católica lucha por 3 millones de pesos]
En 1863 una flota española con una misión científica y
diplomática arribó al Callao para presionar las demandas
peninsulares [de España] ante el gobierno peruano. El
exagerado sentido del honor de los enviados españoles
Luis
Hernández de Pinzón y Eusebio Salazar y Mazarredo,
así como la falta de tacto del
gobierno de Pezet,
condujeron a un serio incidente diplomático que se vio
complicado con nuevas denuncias de
abusos cometidos
contra inmigrantes vascos en la hacienda
norteña de Talambo. En abril de 1864, la flota española
tomó
las islas Chincha, la fuente más
importante de la renta guanera usada como garantía de la
deuda pública. El gobierno de Pezet, en consecuencia, se
vio en una seria situación financiera. Los consignatarios
del guano solo adelantaban fondos de corto plazo a un
altísimo interés, en ocasiones hasta más del 30 por
ciento. En Londres, una comisión fiscal debidamente
autorizada, conformada por los prominentes capitalistas
peruanos José Sevilla y Manuel Pardo, tuvo problemas para
conseguir préstamos y comprar buques de guerra, pues el
crédito peruano en el extranjero se había deteriorado
frente a las drásticas medidas españolas. [16] Bajo tal
coacción, Pezet negoció un acuerdo con España que
esencialmente concedía un pago de
tres millones de
pesos para satisfacer sus demandas. [17]
[Levantamientos contra Pezet - nueva dictadura
patriótica con el coronel Prado - guerra Chile + Perú
contra España - Pezet lamenta el golpe, pero luego
construye un palacio en Chorrillos - Torrico se
convierte en "ministro en la corte de Napoleón III."]
Los viejos generales
Castilla y Echenique,
que eran respectivamente los jefes de las Cámaras de
senadores y de diputados en el Congreso, dirigieron
inicialmente una indignada oposición a la política
apaciguadora seguida por Pezet. La
deportación de
Castilla en 1865 fue seguida por varias
insurrecciones
militares encabezadas por los coroneles Mariano Ignacio
Prado y José Balta con el apoyo del general Diez Canseco.
Este movimiento logró
deponer a Pezet y
estableció
una dictadura patriótica bajo el liderazgo del coronel
Prado. En alianza con Chile, el Perú le
declaró entonces la guerra a España. Pezet fue acusado de
tiranía, traición y robo de fondos públicos, cargos a los
que [p.199] respondió indicando que los grandes gastos y
préstamos a alto interés eran urgentemente necesarios para
la defensa nacional. Desde su perspectiva, los
responsables del golpe que lo depuso en violación de la
ley eran quienes habían cometido el verdadero daño. [18]
Sin embargo, años más tarde Pezet alardearía de una
fortuna considerable, que le habría permitido construir un
«palacio» en el balneario de Chorrillos. [19] Durante su
mandato, Pezet permitió, asimismo, el regreso al Perú del
desprestigiado general
Juan Crisóstomo Torrico,
un viejo amigote suyo. Desde su exilio en 1855, Torrico
había estado gastando su fortuna mal habida en París. En
1865, Pezet lo recompensó escandalosamente nombrándolo
ministro
plenipotenciario ante la corte de Napoleón III
en París, donde Torrico permaneció sin ser molestado y
continuó envuelto en turbios negocios relacionados con el
Perú. [20]
[Perú de 1863 con dictadura Prado con Ministro de
Hacienda Pardo: reformas y nuevo impuesto contra
indígenas - aduanas abandonadas Arica, Pisagua e Iquique
- Ministro de Hacienda Urrutia con robo de 200.000 pesos
- Tesorero Lombard con robo de 50.000 pesos]
Durante el
gobierno dictatorial de Prado,
diversas reformas administrativas y tributarias fueron
introducidas por su
ministro de Hacienda Manuel
Pardo. Estas medidas incluyeron la abolición
de las gravosas pensiones hereditarias y la reorganización
de funcionarios de la hacienda pública para así mejorar su
profesionalismo. Algunas de estas reformas despertaron
viva oposición como lo demuestra el levantamiento que
estalló en Huancané, Puno, en 1866 contra la
reintroducción
de la contribución indígena. Pardo también
ordenó que se investigara la administración de las aduanas
de
Arica, Pisagua e Iquique [hoy Chile].
Esta última resultó estar del todo desorganizada y plagada
de deudas fraudulentas que dañaban al erario nacional y el
comercio privado. [21] Aún más, durante la gestión de la
Hacienda de Pardo quedaron expuestos varios
graves
casos de corrupción, entre los cuales destaca
el de
José García Urrutia, ministro de
Hacienda de Pezet. García Urrutia [p.200] se habría
apropiado ilegalmente de 200.000 pesos de las rentas
fiscales en complicidad con el tesorero y el cajero del
ministerio. [22] Otro caso implicó al extesorero interino
Manuel Lombard, a quien se acusó de haber
malversado 50.000 pesos a través de pagos de salarios
fraudulentos. [23]
[Propaganda de Bogardus contra el ministro de Finanzas
Pardo e investigaciones]
Los críticos de Manuel Pardo usaron en su contra rumores y
escándalos referidos a sus negocios y familia (Pardo era
hijo del escritor y político conservador Felipe Pardo y
Aliaga y de Petronila Lavalle, y estaba casado con Mariana
Barreda y Osma). [24] Además, se cuestionó a Pardo por
diversas otras razones:
-- sus vinculaciones con la Compañía Nacional,
-- los empréstitos usureros contraídos con Thomson, Bonar
& Co. en 1865 y con Thomas Lachambre & Co. en
1866, así como
-- la compra de dos costosos navíos de guerra en Estados
Unidos (el Oneoto y el Catawba, a los cuales se rebautizó
como Manco Cápac y Atahualpa, respectivamente) a un
armador estadounidense, bajo las exigencias de la guerra
con España y sus secuelas. [25]
Pardo y sus partidarios respondieron públicamente [p.201]
que aquellos préstamos y compras estaban debidamente
justificados, y que Bogardus, su principal crítico, era un
calumniador y una persona sospechosa. [26] La contratación
de préstamos a alto interés en tiempo de guerra no
constituye una razón verosímil para acusar a Pardo quien,
por el contrario, llevaba a cabo sus asuntos oficiales,
entonces y después, con una transparencia y honestidad
inusuales, no obstante los defectos de algunos de sus
asociados comerciales.
[Perú de 1863: España criminal-católica bombardea el
Callao y pierde - nueva constitución liberal de 1867 -
los católicos criminales y conservadores están en contra
de la constitución]
El conflicto con España, la disensión política interna y
el elevado gasto realizado para armar al ejército y la
marina socavaron tanto el orden constitucional como las
endebles finanzas nacionales. La flota española se retiró
de la costa peruana tras sufrir considerables bajas en su
inútil
bombardeo punitivo del Callao el 2 de mayo
de 1866. En estas circunstancias, la dictadura
de Prado intentó legitimarse auspiciando una asamblea
constitucional que redactara otra Constitución más para
reemplazar la de 1860. Los legisladores liberales,
entre ellos el radical
José María Quimper,
el poco confiable
Fernando Casós y el
moderado
Francisco García Calderón,
diseñaron la
Constitución liberal de 1867.
Esta prestaba particular énfasis a la reforma del sistema
judicial. Sin embargo, la Constitución de 1867, al igual
que su predecesora de 1856, tuvo que enfrentar la
dura
oposición del clero católico y los conservadores
exaltados. [27]
[El teatro de García Calderón contra el Prado -
Levantamientos militares de Arequipa y norte del Perú
con la caída del Prado - Construcción del ferrocarril de
Arequipa al puerto de Mollendo con Henry Meiggs y pagos
en efectivo - Sospecha: Meiggs sobornó al gobierno
peruano]
La oposición a Prado venía incubándose dentro de la misma
asamblea constituyente.
García Calderón,
presidente de la asamblea, se distinguió en su defensa de
los principios constitucionales y el imperio de la ley.
Argumentando que la nueva
Carta de 1867
había sido violada flagrantemente por el régimen de Prado,
García Calderón proclamó la vacancia presidencial y
solicitó la renuncia de Prado [p.202] en aras del bien
común. García Calderón manifestó estas ideas precisamente
cuando Prado había dejado Lima para encabezar la campaña
militar contra un levantamiento armado dirigido por el
general
Diez Canseco en Arequipa [Perú del Sur], la
ciudad natal de García Calderón. [28] Casi de inmediato
estalló otra rebelión militar en el norte, al mando
del
coronel Balta, que aseguró la caída
final de Prado.
De vuelta provisionalmente al poder en
1868, Diez
Canseco restableció la Constitución de
1860. Se mantuvo en el poder lo suficiente
como para aprobar contratos públicos que «se dice le
enriquecieron». [29] Durante su breve mandato, Diez
Canseco inauguró una nueva fase en la contratación de
obras públicas con
la construcción de un
ferrocarril que unió la ciudad de Arequipa con
el puerto de Mollendo. [30] Los arequipeños Diez Canseco y
Manuel Polar, su primer ministro, invitaron al
contratista
ferroviario estadounidense Henry Meiggs a que
construyera el ferrocarril en Arequipa, con la intención
manifiesta de beneficiar a toda la provincia y región.
Estas autoridades insistían en que Meiggs tenía una
reputación muy merecida luego de haber construido la muy
rentable
vía ferroviaria Valparaíso-Santiago en
Chile. No se exigió ninguna otra garantía al
contratista, a quien se le pagaría en efectivo por cada
milla de ferrovía construida, un arreglo sumamente
ventajoso para Meiggs. La opinión pública sospechaba que
se habían pagado sobornos a Diez Canseco, sus ministros y
asesores cercanos (entre ellos Diego Masías y Domingo
Gamio). Hay también indicios de que Meiggs les otorgó a
Diez Canseco y Polar letras de cambio por
100.000
pesos de regalo a cada uno, aunque luego estas
letras le fueron supuestamente devueltas. [31] Este fue el
inicio de los asombrosos negocios en que Meiggs se [p.203]
aprovechaba de la venalidad de las autoridades peruanas.
Diez Canseco tuvo que enfrentar una investigación
parlamentaria de varias de sus acciones en diciembre de
1868, a poco de dejar la presidencia, entre las cuales se
contaban sus tratos con Meiggs. Las investigaciones
predeciblemente no prosperaron. [32]
[Perú agosto de 1868 con el gobierno de Balta: Alto
gasto militar - reforma administrativa contra la
corrupción + contrabando - proyecto para el libre
comercio de guano]
El
coronel Balta fue elegido presidente y
asumió el mando en
agosto de 1868. Este era
conocido por sus estallidos de cólera y autoritarismo,
mientras que su gobierno se caracterizó por
gastos
militares descontrolados. En su primer
gabinete nombró a
Francisco García Calderón como
ministro de Hacienda, quien intentó contener
la corrupción con
reformas administrativas
que recompensaban la experiencia y el mérito. A comienzos
de la gestión ministerial de García Calderón se aprobó una
ley que consideraba a los funcionarios de Hacienda
responsables por su mal proceder, pero esta norma fue
mayormente ignorada. García Calderón, asimismo, planeaba
reorganizar
el servicio de aduanas para limitar el contrabando,
controlar el gasto público y reducir el creciente déficit
fiscal. Para financiar el déficit propuso continuar
apoyándose en los adelantos efectuados por los
consignatarios. Aunque favorecía un nuevo
sistema
abierto de ventas de guano en su lugar de
origen para reemplazar al viejo sistema de las
consignaciones, también advirtió que los cambios en la
práctica de la consignación debían ser graduales hasta que
se resolviera la crisis fiscal. García Calderón se oponía
a un mayor endeudamiento externo, porque este venía
alcanzando niveles peligrosos. [33] [p.204]
[Resistencia de Balta + Parlamento - Derrocamiento de
Calderón - Piérola hace política de quiebra con
préstamos externos]
Los serios desacuerdos con
Balta en torno a
la cuestión de la deuda externa, así como la
oposición
parlamentaria a las medidas propuestas por el
innovador ministro de Hacienda, llevaron a la
renuncia de García Calderón el 22 de diciembre de 1868.
[34] Una estrategia dominante venía prosperando en la
Cámara de diputados para otorgar amplios poderes al
ejecutivo que le permitieran contratar grandes préstamos
en el extranjero y «resolver» así el déficit. [35] Sobre
estas bases, conducentes al aumento del gasto público, el
sucesor de García Calderón,
Nicolás de Piérola,
llevó al país al borde del desastre financiero
con la firma de nuevos contratos para la exportación del
guano, la obtención de cuantiosos préstamos extranjeros y
la
construcción fastuosa de ferrocarriles y otras
obras públicas de dudoso origen.
El infame Contrato Dreyfus
[Perú 1860: Echenique intriga desde el extranjero con
congresistas contra el presidente Castilla - 1861
regreso de Echenique - diputado 1862]
Inmediatamente después de la renuncia de García Calderón a
la cartera de Hacienda, el expresidente
José Rufino
Echenique recomendó vigorosamente al joven
Nicolás
de Piérola para el puesto vacante. Echenique
había regresado a Lima y conseguido su rehabilitación
política tras un largo exilio. Desde el extranjero, el
general Echenique no cesó de conspirar contra Castilla y,
en 1860, intentó influir sobre viejos amigos en el
Congreso para que lo rehabilitaran y legislaran a favor de
reconocerle reclamos por salarios impagos atrasados y una
compensación por propiedades. [36] A su regreso en 1861,
Echenique reorganizó su red de patronazgo
con la
asistencia de sus hijos (Juan Martín, Rufino y Pío),
parientes y partidarios. También logró ser elegido
diputado en 1862 y la restitución de sus propiedades y
salarios reclamados. En el periodo 1868-1872, Echenique
intentó influir sobre el presidente Balta, su antiguo
subalterno en el ejército, para apuntalar sus propias
ambiciones presidenciales.
[Mafia familiar de Echenique]
Piérola era un pariente distante y aliado político de
Echenique, negociante, católico conservador e hijo de un
controvertido ministro de Hacienda [p.205] (1852-1853)
durante el corrupto gobierno de Echenique. En sus
memorias, Echenique minimiza su papel como recomendante
directo de Piérola ante Balta, señalando que su
recomendación la hizo a través de una tercera persona, no
obstante admitir que, en esos días, tuvo varias reuniones
confidenciales con Balta. Otros ponen a Echenique
directamente en presencia de Balta para respaldar
enérgicamente a Piérola como ministro de Hacienda. [37] No
cabe duda, sin embargo, de que Piérola era un muy cercano
asociado de Echenique. Eventualmente, encabezaría una
nueva generación de funcionarios y políticos que heredaron
las viejas artimañas de la generación de Echenique.
[El ministro de Finanzas Pierola y el déficit
presupuestario con préstamos extranjeros de París con
los hermanos Dreyfus & Co. - y guano como garantía]
El inexperto ministro Piérola pronto sorprendió a todos al
convertirse en la fuerza motriz de estrategias
dudosas para hacer frente al alarmante déficit fiscal. Su
enfoque fue radicalmente distinto al de García Calderón y
contribuyó, más bien, a la tendencia de parlamentarios
interesados, como Juan Martín Echenique y el mismo
presidente Balta, en apoyarse excesivamente en el
endeudamiento externo. El abogado Fernando Palacios
concibió la idea de contratar un empréstito externo para
cubrir el déficit mediante una licitación previamente
autorizada por el Congreso. Palacios se reunió en varias
oportunidades con Balta y Piérola entre diciembre de 1868
y enero de 1869 para tratar los detalles de este proyecto.
Al plan original, el Presidente y su ministro le añadieron
sus particulares sesgos: así, obtuvieron una amplia
autorización del Congreso el 25 de enero de 1869, aun
cuando ya desde diciembre de 1868 el gobierno había
establecido contacto con la casa parisina
Dreyfus
Frères et Cie. [Hermanos Dreyfus] Mientras la
licitación «abierta» se llevaba a cabo con al menos cuatro
propuestas sobre la mesa, Piérola prácticamente ya había
aprobado la oferta de Dreyfus de
adelantarle al
gobierno fondos contra dos millones de toneladas de
guano, que el Estado vendería a un precio fijo
durante un periodo determinado. [38] [p.206]
[Contrato de préstamo en París el 5 de julio de 1869:
cláusula secreta para la compañía financiera londinense
Henry Schröder & Co.]
Dreyfus le venía adelantando dinero al gobierno peruano
desde mayo de 1869, meses antes de la presentación formal
de las otras tres propuestas. Además,
Juan Martín
Echenique había sido enviado a París como
comisionado oficial con instrucciones precisas de firmar
junto con
Toribio Sanz un contrato formal
con Dreyfus. El contrato se firmó, junto con
un
acuerdo complementario secreto, el 5 de julio de 1869.
El acuerdo secreto estipulaba que
Thomson, Bonar
& Co., el agente financiero del gobierno
peruano en Londres, se reemplazaría por otra casa
comercial que debía ser escogida posteriormente por
Dreyfus. El contratista francés luego eligió a
Henry
Schroder & Co., una compañía banquera
londinense que tendría un papel clave en los tratos
financieros subsiguientes entre Dreyfus y el gobierno de
Balta. [39]
[París: Dreyfus & Cie. con Société Générale y
Leiden Premsel & Cie. - Dreyfus dirige las finanzas
peruanas - distribución de acciones de 60 millones de
francos]
Con la asociación financiera adicional de los gigantes
Société
Générale y
Leiden Premsel et Cie.
de París, Dreyfus logró ejercer un control cuasimonopólico
sobre el grueso de las finanzas peruanas como acreedor,
agente [p.207] financiero y contratista del guano. Antes
de la ratificación formal en el Perú del contrato ad
referéndum, Dreyfus ya había repartido acciones del
negociado por
sesenta millones de francos
[franceses] entre sus socios en París: la Société Générale
tomó acciones por 22,5 millones de francos, Leiden Premsel
por 22,5 millones, y Dreyfus por 15 millones. Poco
después, cada uno de los principales socios diversificó su
participación entre otros suscriptores. Dreyfus obtuvo la
participación de peruanos con intereses estratégicos en la
defensa de la ratificación final del contrato: un
exconsignatario encargado de cargar el guano,
-- Andrés Álvarez Calderón, «adquirió» acciones por un
valor de 600.000 francos;
-- el controversial diplomático Francisco de Rivero, por
500.000;
-- Luis Benjamín Cisneros, el cónsul peruano en el Havre y
enlace entre Dreyfus y el gobierno de Balta, por 190.000;
el viejo consolidado Nicanor González, por 156.750;
-- el parlamentario y abogado Fernando Casós, por 95.000;
el futuro agente fiscal, coronel Joaquín Torrico, hermano
y colaborador del notorio general Juan Crisóstomo Torrico,
por 47.500; Guillermo Bogardus, por 4.750;
-- e, incluso, el negociador oficial Juan Martín
Echenique, por 100.000, entre muchos otros. [40]
[París: Dreyfus da acuerdo anticipado para Perú de
700.000 soles mensuales - y algunos diputados todavía
quieren rebelarse]
Según el contrato público final,
ratificado en Lima
el 17 de agosto de 1869, Dreyfus reemplazaría
a los consignatarios existentes en toda Europa a la
expiración de sus contratos. Dreyfus prometió
adelantarle
al gobierno 700.000 soles cada mes por un total de 2,4
millones de soles y cubrir el servicio del
empréstito externo de 1865 y las deudas a los antiguos
consignatarios. Estas condiciones monopólicas y la
escandalosa manipulación de una licitación supuestamente
abierta hicieron surgir demandas para que se rescindiera
el contrato con Dreyfus. Sin embargo, Piérola tenía el
trato prácticamente asegurado debido a que su cancelación
habría implicado reembolsarle a Dreyfus las sumas ya
adelantadas al gobierno en efectivo, y eso resultaba
imposible para un erario nacional carente de fondos. [41]
[p.208]
[París: Críticos gritan algo de irregularidades -
licitación abierta no fue respetada - ofertas de
empresarios peruanos guaneros]
Siguió entonces un gran debate público entre intereses
rivales. Quienes buscaban eliminar la influencia de los
consignatarios nacionales del guano sobre los asuntos
fiscales, negaban la prórroga de esos contratos, alegando
ganancias excesivas y supuestos abusos, y apoyaban o
justificaban, por tanto, el contrato Dreyfus. [42] Las
averiguaciones oficiales realizadas por
Toribio
Sanz en Europa desde 1867 habían revelado
irregularidades que antecedieron a las acusaciones legales
contra los consignatarios de Alemania (
Schutte)
y Francia (
Lachambre) en 1869. [43]
Luis
Benjamín Cisneros y su hermano, el abogado y
parlamentario Luciano B. Cisneros, partidarios de
Echenique y profundamente ligados a los tratos con
Dreyfus, se distinguieron por su defensa oratoria y legal
del contrato, y sus críticas a los capitalistas
nacionales. Los hermanos alegaban astutamente la
existencia de
conexiones entre las prácticas
usureras de los antiguos consignatarios y los abusos
cometidos por los nuevos consignatarios nacionales.
[44] En este clima, el encargado de negocios francés en
Lima observó que los consignatarios del guano eran
sumamente impopulares. [45] A la inversa, quienes se
oponían al Contrato Dreyfus sostenían que este era ilegal,
puesto que su firma había incumplido con la autorización
legislativa específica y con los procedimientos de una
licitación abierta.
Los consignatarios nacionales
hicieron pública su contraoferta al acuerdo con
Dreyfus. Exigían que se acataran las
resoluciones legislativas de 1849 y 1860, que otorgaban la
preferencia a los [p.209] ciudadanos peruanos en las
licitaciones públicas en las que los nacionales y
extranjeros hicieran ofertas iguales. [46]
[Perú 1869: Rebelión contra el Tratado de Dreyfus sin
fin - los rebeldes son arrestados - el poder judicial
peruano insiste en que el Tratado de Dreyfus es ilegal -
al final solo es útil el soborno de los diputados:
aprobación del Tratado de Dreyfus con 63 a 33 noviembre
1870]
La encarnizada lucha política y legal en torno al Contrato
Dreyfus dominó la política peruana durante meses. Cuando
los capitalistas nacionales ofrecieron igualar las
condiciones financieras de Dreyfus con el respaldo del
Banco del Perú, una institución fundada en 1863 por diez
socios nativos y consignatarios guaneros, el ejecutivo
respondió decretando que los billetes de este banco no
serían aceptados en las oficinas del gobierno. Quienes se
oponían al contrato con Dreyfus, entre los cuales se
encontraba el gerente del
Banco del Perú Emilio de
Althaus, fueron arrestados.
Entre
octubre y noviembre de 1869, la Corte Suprema de
Justicia reafirmó su jurisdicción para
declarar que los nacionales habían sido despojados de sus
derechos por el Contrato Dreyfus y que, en consecuencia,
este debía ser rescindido. Casi al mismo tiempo, una
comisión
parlamentaria votó por una mayoría de ocho contra seis
que al ser incostitucional el contrato resultaba ilegal.
Estos reveses temporales generaron un conflicto entre
Balta y Piérola, del cual salieron ganadores este último y
Dreyfus. El ejecutivo redobló su campaña en defensa del
contrato y simplemente desautorizó al poder judicial,
colocando la decisión final en manos del legislativo. [47]
Para
noviembre de 1870, la
campaña
legal y pública de Dreyfus y el soborno de
parlamentarios habían inclinado la balanza a
favor de la aprobación del contrato por
63 votos
contra 33 en la Cámara de diputados, una
decisión que en breve sería ratificada por el Senado. [48]
[p.210]
[Perú desde 1870: construcción ferroviaria con Henry
Meiggs - préstamo extranjero de 12 millones de libras y
36,8 millones de libras - bonos ferroviarios en el
extranjero requieren pagos de intereses a los
acreedores]
Aunque
Manuel Angulo reemplazó
temporalmente a Piérola como ministro de Hacienda entre
noviembre de 1869 y febrero de 1870, Piérola mantuvo su
influencia en la defensa del Contrato Dreyfus tras
bastidores; Angulo era considerado, además, un mero títere
de Piérola. El futuro financiero del país quedó sellado en
estos meses con el retorno de Piérola a la cartera de
Hacienda, entre febrero de 1870 y julio de 1871. Durante
este periodo se implementaron adicionalmente dos
devastadores proyectos financieros. El
constructor
de sistemas ferroviarios y especulador Henry Meiggs
fue contratado para construir dos ferrocarriles de gran
escala, y el mismo Dreyfus en París fue comisionado el 19
de mayo de 1870 para lograr un enorme
préstamo
externo de 12 millones de libras esterlinas (59,6
millones de soles), al que naturalmente siguió
otro préstamo de refinanciamiento, nuevamente a cargo de
Dreyfus, por
36,8 millones de libras el 31
de diciembre de 1871. Ya en la primera mitad de 1870,
Dreyfus cobraba
comisiones de hasta 357.000 libras
por administrar el
pago de intereses devengados por
bonos de ferrocarriles en el extranjero.
Piérola fue atacado en la prensa por estas
irregularidades. A pesar de sus protestas de rectitud y de
la defensa que el respetado historiador
Jorge
Basadre hiciera de sus actos oficiales,
el apego de Piérola por el poder y las ganancias
personales contribuyó decisivamente a la desastrosa
bancarrota financiera del Perú, que tardó muy poco en
precipitarse. [49] [p.211]
[El Perú tenía proyectos ferroviarios entre los puertos y
las minas para vender minerales al extranjero. El
transporte de pasajeros era y sigue siendo marginal (año
2023), excepto entre Cusco y Machu Picchu].
[Perú desde 1870: alianza Dreyfus+Meiggs en Perú -
Echenique y Emilio de Piérola levantan empresas
enfermas]
El núcleo de los hombres de negocios de Lima tuvo que
adaptarse a la nueva dinámica financiera adoptada e
impuesta por el gobierno y fuertemente influida por la
alianza
de facto entre Dreyfus y Meiggs. El motor de
la economía estaba avanzando en la dirección equivocada de
obras públicas no rentables, financiadas por
el déficit fiscal y una deuda externa inmanejable. Varios
hombres de negocios locales y extranjeros eran conscientes
de esta realidad, pero optaron por buscar ventajas
marginales antes de que ocurriese el colapso. [50] Los
antiguos enemigos comerciales y financieros de Dreyfus y
Meiggs ahora participaban cautelosamente junto a ellos en
empresas conjuntas. Los bancos de Lima ofrecieron sus
servicios en cuenta corriente y crédito comercial a
Dreyfus y Meiggs, al mismo tiempo que apuntalaban
préstamos al Estado, de servicio cada vez más atrasado.
Los proyectos privados que buscaban desarrollar líneas
ferroviarias productivas como la
Compañía
Ferrocarril del Mineral de Cerro de Pasco
arriesgaban caer en la insolvencia y buscaban el apoyo del
gobierno. En este momento de incertidumbre irrumpieron en
la escena de los negocios financieros
Juan Martín
Echenique y Emilio de Piérola, un hermano de
Nicolás. Con el respaldo del gobierno y su camarilla
política, Echenique y Piérola compraron o invirtieron en
sociedades anónimas, nuevas o con problemas financieros,
para asumir su control. Entre ellas estuvieron la del
Ferrocarril
del Mineral de Cerro de Pasco, la compañía
inmobiliaria y de construcción
La Constructora,
y la Compañía del Ferrocarril
Lima-Huacho.
[51] [p.212]
[Perú 1870s: El grupo de empresarios alrededor de
Echenique y Piérola se expande - el decreto de
exportación para Echenique es derogado por Balta]
En efecto, durante el gobierno de Balta, la red de
Echenique-Piérola avanzó considerablemente en alcanzar
posiciones estratégicas de poder y riqueza. Sus
integrantes coparon al personal gerencial de las compañías
bajo su control: los hijos del general Echenique, Juan
Martín, Rufino y Pío; su sobrino político Augusto Althaus;
su cuñado Santiago Lanfranco; César Saco y Flores; y
Emilio de Piérola eran, todos, gerentes de
La
Constructora. Esta compañía se vio favorecida
con
diversos proyectos de obras públicas.
Luego de dejar la cartera de Hacienda, Nicolás de Piérola
fue elegido diputado echeniquista por Lima en las
elecciones parlamentarias de noviembre de 1871. Piérola
apoyaba al llamado grupo o partido católico afín a la
política conservadora del general Echenique. Para las
elecciones presidenciales de 1872, este último fue
inicialmente el candidato favorito del presidente Balta.
Sin embargo, las ambiciones del general resultaron
contraproducentes, luego que un
decreto ejecutivo
concediera a Juan Martín Echenique el privilegio
exclusivo de exportar e importar todos los materiales
del gobierno. Frente a la indignación
generalizada y el escándalo público,
Balta
decidió anular este decreto de absurdo favoritismo. En
conse cuencia, las relaciones entre Balta y Echenique se
enfriaron hasta el punto que Balta decidió, más bien,
apoyar como candidato presidencial oficial al
abogado
Antonio Arenas. [52] El designado por
Balta se enfrentó a
Manuel Pardo, candidato
de la oposición y popular alcalde de Lima, jefe de un
Partido Civil de ancha base formado en 1871. Esta
organización política se constituyó en el primer
partido
civil moderno del país, preparado para superar
a los grupos políticos liderados por caudillos que tenían
como base fundamentalmente el patronazgo electoral, la
violencia y la corrupción. [53] [p.213]
[Disputa sobre contratos públicos - sobornados a
gobernantes judiciales y familiares - conflictos de
intereses + laberinto burocrático]
La compleja y legalmente cuestionada licitación de los
contratos oficiales minó los esfuerzos por establecer un
orden legal en los negocios y los asuntos públicos. Según
un diplomático extranjero, la
Constitución y las
leyes no tenían el control. En lugar de ello,
«sólo la
voluntad de unas cuantas familias
es la ley». [54] En tales circunstancias, existía una gran
demanda de
abogados como Francisco García Calderón,
para que negociaran asuntos legales entre el gobierno y
los intereses privados. Tenía una reputación merecida como
honesto reformador legislativo, escrupuloso abogado del
sector privado y empleado público. Pero en aquellos
tiempos, ni siquiera él estaba libre de embarazosos
conflictos
de interés. Sus clientes buscaban un asesor
legal que pudiera manejar el engorroso
laberinto
burocrático y, al mismo tiempo, usara su
posición de influencia o favoritismo entre quienes tomaban
las decisiones y controlaban el gobierno.
[Perú 1870s: Falsas demandas de los "Estados Unidos"
con el abogado Calderón - Calderón estafa a los clientes
con altos honorarios legales - Calderón protege al
corrupto constructor criminal de ferrocarriles Meiggs]
Bajo estos ambiguos supuestos,
García Calderón
ejerció la representación legal de importantes clientes
privados como algunos demandantes estadounidenses, el
consignatario guanero
Schutte & Co. e,
incluso,
Henry Meiggs. Algunos de sus
clientes estaban dispuestos a sobornar a las autoridades
para conseguir resoluciones favorables a sus demandas y
contratos. El encargado de negocios estadounidense
Alvin
Hovey reconoció que varios demandantes de su
país, representados por García Calderón contra el Estado
peruano, eran chantajistas que sobornaban o mentían para
conseguir una justificación legal a sus pedidos de
reparaciones. García Calderón también era parte de amargas
disputas públicas con sus clientes en torno a sus
honorarios
de abogado, los que, al final de los
procedimientos legales, eran a veces considerados
desproporcionadamente altos. Estas disputas surgían debido
a la falta de claridad al establecer previamente acuerdos
de pago con sus clientes. [55] Llama además [p.214] la
atención que
García Calderón haya actuado como
representante legal del magnate ferroviario y
especulador Henry Meiggs, bien conocido por su
uso del soborno y otras aventuras ilegales que
contribuyeron al colapso institucional y financiero del
Perú.
Avalancha de obras públicas
[Perú 1870s con fantasía católica: Construcción
ferroviaria con bonos con 6% de interés - los bonos se
venden en el extranjero - ferrocarriles, riego, puentes,
puertos, edificios públicos, etc.]
El Contrato Dreyfus y los arreglos financieros que le
siguieron ahondaron los problemas del déficit que desde
1868 había alarmado a los preocupados ciudadanos. Estas
medidas financieras irresponsables se diseñaron, al
parecer, para generar oportunidades a ganancias corruptas.
Los acuerdos financieros con Dreyfus cobijaron los gastos
exagerados e ilegales de inmensos proyectos de obras
públicas e incrementaron la deuda externa.
Estos
tratos atrajeron a ambiciosos especuladores que
buscaban ganancias rápidas y por cualquier medio a
costa de todo un país. El 15 de enero de 1869,
el Congreso autorizó al ejecutivo para que otorgara
contratos de obras de construcción de ferrocarriles
financiadas con bonos que rendían un interés del 6 por
ciento. Este arreglo financiero era defectuoso porque
favorecía una riesgosa especulación, puesto que los
contratistas pagados con bonos buscaban, luego, colocarlos
en mercados extranjeros. Se desató, entonces, un frenesí
en la contratación de obras públicas para la construcción
de
ferrocarriles, proyectos de irrigación, puentes,
embarcaderos, muelles, edificios públicos y
mejoras urbanas sin un cálculo sólido de su rentabilidad y
factibilidad.
La mayoría de estos proyectos no se
terminaban o ni siquiera comenzaban. Sin
embargo, estas obras públicas se anunciaron a la
ciudadanía como la varita mágica que llevaría a la riqueza
y el desarrollo.
[Perú 1870s: Corrupción destruye proyectos ferroviarios
- Ferrocarril Lima-Jauja - para recibir el proyecto,
Meiggs soborna a funcionarios]
Algunos peruanos creían sinceramente en los beneficios que
tendrían la construcción de ferrocarriles y otros
proyectos impulsados por el Estado. El mismo
Manuel
Pardo había contribuido a implantar la idea de
que los [p.215] ferrocarriles significaban el progreso.
[56] Pero, evidentemente, ello no ocurría en
circunstancias de
una corrupción
generalizada. El empresario y capitalista
Manuel
Argumaniz Muñoz participó en la licitación
oficial para la
construcción de un ferrocarril
transandino que uniría la ciudad de
Jauja
[Junín], en la sierra central, con Lima. La
propuesta de Argumaniz contaba con el respaldo de
instituciones financieras locales y extranjeras, pero en
la puja oficial por obtener el contrato se
enfrentó
a Meiggs. En sus memorias, Argumaniz escribió
que Meiggs obtuvo el contrato favorecido por los círculos
oficiales porque fue «derramando el oro hasta a los
porteros del Ministerio [...] conociendo perfectamente la
índole del país». Recordaba, además, que una señora limeña
que tenía conexiones con la Cámara de diputados y el
gobierno le visitó para proponerle que hiciera un pago
ilegal para que se aprobara su oferta en la licitación.
Ante su cortés nezativa de implicar a una dama en un
soborno en el cual él, además, no deseaba participar, la
señora le respondió con pesar que esa era
una
costumbre muy arraigada y que nada se podía
lograr sin recurrir a ello. [57]
[Perú 1870s: ferrocarriles Lima-La Oroya y
Arequipa-Puno: Meiggs tiene agentes distribuidos, los
clientes pueden establecer su propio precio + se agregan
sobornos al precio: de 120-140 millones de soles, 8-10%
son sobornos]
Para conseguir la aprobación de sus ofertas para la
construcción de los ferrocarriles transandinos de
Lima-La
Oroya y
Arequipa-Puno, Meiggs
siguió el mismo procedimiento que había implementado al
negociar la línea Arequipa-Mollendo: le confió a un
representante de los acreedores británicos que su secreto
al tratar con distintos gobiernos consistía en
permitir
que las autoridades más altas se vendieran y fijaran
su propio precio. Luego de obtener el
contrato,
Meiggs simplemente añadía el monto de los
sobornos al costo total de la obra contratada.
Estas prácticas habituales «hacían que los sobornos y la
corrupción peruanos fueran proverbiales incluso en
Sudamérica». [58] Se calcula que Meiggs
repartió
más de once millones de soles en sobornos a
autoridades, cuyo registro [p.216] llevaba en
sus legendarios cuadernos verdes o rojos. [59] Esta suma
gastada en sobornos representaba alrededor del
8 y
10 por ciento del costo total de sus
ferrocarriles que fluctuó
entre 120 y 140 millones
de soles.
[Perú 1870s: Meggis se convierte en un modelo para más
sobornos - ferrocarril Chimbote-Huaraz por 24 millones
de soles, de los cuales 3 millones son dinero]
Siguiendo el ejemplo de Meiggs, otros negociantes locales
compitieron entre sí para construir ferrocarriles a muy
alto costo y así obtener elevadísimas ganancias. Tal fue
el caso de la
Compañía del Ferrocarril
Chimbote-Huaraz, promovida por
Benito
Valdeavellano y Dionisio Derteano, el más
conspicuo socio «silencioso» de
Dreyfus, y
conformada por otros diez accionistas. El costo total
propuesto para esta obra ascendía a
veintiún
millones de soles. Meiggs asumió este contrato
aliándose con Valdeavellano y Derteano, para lo que compró
las partes de varios de los socios originales hasta en
600.000 soles por cada una y pagó sobornos a parientes
claves de las principales autoridades. En consecuencia, el
costo total propuesto por Meiggs y aprobado por el
gobierno subió a
24 millones de soles. [60]
[Perú 1870 con Meiggs: Lanzamiento del ferrocarril
Lima-La Oroya - 1871: Ceremonia de inauguración del
ferrocarril Arequipa-Mollendo - Meiggs es el rey
ferroviario - los bonos ferroviarios peruanos van 10
años con el riesgo de quiebra]
Para celebrar la colocación de la primera piedra del
ferrocarril
Lima-La Oroya el 1 de enero de
1870, Meiggs y el gobierno realizaron unos elaborados
eventos y ofrecieron un lujoso banquete para 800 invitados
por el costo aproximado de 47.500 soles. [61] Del mismo
modo, para la inauguración de la línea
Arequipa-Mollendo
en enero de 1871, aproximadamente mil invitados fueron
llevados desde Lima al sur en tres barcos de guerra y un
vapor. También se transportó grandes cantidades de comida,
bebida y fuegos artificiales, y un equipo de artistas
ecuestres para la diversión del público y los bailes que
Meiggs, Balta y los magnates locales ofrecerían durante
varios días de celebraciones. [62]
Meiggs era
conocido como el «hombre más generoso del Perú».
Entre [p.217] abril de 1868 y diciembre de 1871, se le
concedieron o asumió contratos para la construcción de
siete líneas que sumaban un total de
700 millas y
120 millones de soles. Meiggs fue pagado
mayormente con bonos del gobierno emitidos desde 1869 a un
interés de 6 por ciento y una amortización de 2 por ciento
que se iniciaría diez años después de la fecha de emisión.
Este modo de pago ponía a Meiggs en riesgo de quebrar si
el mercado de los bonos ferroviarios peruanos en el
extranjero colapsaba. El futuro financiero del Perú ya era
muy preocupante en agosto de 1870 debido a sus grandes y
descontrolados déficit fiscal y deuda externa. El agregado
estadounidense en Lima recomendó que los capitalistas de
su país se abstuvieran de invertir en bonos ferroviarios
peruanos.
El frenesí de los ferrocarriles
transandinos, alimentado por expectativas
exageradas de ganancias, había ignorado convenientemente
las limitadas condiciones de mercado para el transporte de
carga y pasajeros en el Perú, adversas a la construcción
de ferrocarriles rentables a tan alto costo. [63]
[Perú 1870s: Especulación inmobiliaria con Meiggs,
construcción de carreteras, construcción de caminos,
grandes edificios, concesiones mineras, riego - Meiggs
suministra a Bolivia armas "estadounidenses" - Meiggs
con empresa de desarrollo - asesor legal García Calderón
- Meiggs muere en 1877]
Si bien la construcción de ferrocarriles sobresalió como
el mayor negocio especulativo del momento, esta no fue la
única fuente de ganancias apadrinada por la corrupción en
la contratación de obras públicas. Meiggs también estuvo
involucrado en la especulación de bienes raíces iniciada
con la demolición de las viejas murallas coloniales que
rodeaban Lima; la
construcción y pavimentación de
calles, aceras para peatones y edificios públicos y
privados, así como concesiones de mineral y obras de
irrigación. Meiggs incluso se arriesgó a
suministrar armas de fuego y municiones de factura
estadounidense a
Bolivia, bajo la mirada
interesada de las autoridades peruanas, según atestigua el
diplomático y general estadounidense Alvin Hovey. En 1874,
Meiggs también organizó la
Compañía de Obras
Públicas y Fomento, una empresa de
construcción e inversiones, destinada a comprar y vender
bienes raíces urbanos y rurales mediante su intermediación
entre inversionistas privados y entidades públicas.
García Calderón ejerció como el
vicepresidente de esta compañía y estuvo encargado del
manejo de delicadas negociaciones legales con el Estado.
Al mismo tiempo sirvió como asesor legal de Meiggs hasta
la muerte del magnate en
1877. García
Calderón asesoró también a los herederos de Meiggs en
materia de procedimientos de bancarrota y arreglo de
cuentas con el Estado. [64] [p.218]
[Perú 1870s: Grandes edificios en administración +
salas portuarias + oficinas de aduanas en el Callao -
instalaciones portuarias en el Callao - Templeman,
Bergman & Co. con cuñado von Dreyfus a cargo - desde
1874 con la Société Générale - retrasos en la
construcción y tarifas demasiado altas]
Otros grandes proyectos de obras públicas también dejaron
huellas obscuras para la posteridad. Uno de ellos fue la
contratación pública para la construcción y la
administración
de instalaciones portuarias y de aduana en el Callao.
El contrato para
el muelle y dársena del Callao
se concedió inicialmente por seis años e incluía un
privilegio exclusivo para la carga y descarga de naves por
diez años. La Cámara de diputados otorgó el contrato a la
empresa
Templeman, Bergman & Co. en
agosto de 1869, no obstante los limitados recursos de
capital de esta compañía y la vigorosa oposición pública
al acuerdo que se calculaba elevaría los costos portuarios
para las importaciones y exportaciones.
Los
hermanos Charles y Frederick Bergman, jefes de
la compañía y
cuñados de Auguste Dreyfus,
habrían sobornado a un ministro y a otros funcionarios
para conseguir el contrato con la intención de transferir
la concesión, tan pronto se asegurase el contrato, a una
gran empresa europea. En 1874, los Bergman y Dreyfus
consumaron su especulación vendiendo los derechos sobre el
muelle y dársena a la
Société Générale. Al
tomar control de esas obras, la entidad financiera
parisina incurrió en demoras y altos costos, entonces
procedió a cobrar altas tarifas que resintieron a los
usuarios de las instalaciones portuarias. [65]
[Lima 1870s: La construcción del palacio de
exposiciones "Palacio de la Exposición" con parque y
parque zoológico - costos exagerados de 2 millones de
soles - compra de buques de guerra en los "Estados
Unidos" con sospecha de precios exorbitantes -
corrupción en todas partes]
Otro proyecto oneroso, la prolongada construcción del
edificio público del
Palacio de la Exposición,
así como el parque y el zoológico que lo rodearían, entre
1869 y 1872, desató un escándalo en Lima, debido a su
inesperado alto costo de aproximadamente
dos
millones de soles. En un intento por emular
las exposiciones europeas de moda, este extravagante
proyecto estuvo bajo la supervisión del viejo caudillo
Vivanco y del jurista Manuel Atanasio Fuentes, de
quien se sospechaba habría recibido parte de los fondos
del proyecto. Este asunto, así como
la compra de
barcos de guerra en Estados Unidos supervisada
[p.219] por el juez Mariano Álvarez (a quien se acusó de
haberse beneficiado personalmente con la transacción),
generó serias fricciones entre Balta y Piérola. [66]
Algunos años más tarde, un parlamentario de ideología
liberal escribiría el epitafio definitivo de este periodo:
«el Perú dejó de ser una nación de ciudadanos y se
convirtió en una sociedad de mercaderes;
la
corrupción se infiltró en todos sus poros».
[67]
Hacia la bancarrota
[Perú 1872: Pardo gana las elecciones - Balta es
asesinado por militaristas "cristianos" - Linchamiento
"cristiano" contra golpistas - Pardo exige medidas
contra la deuda: impuestos a la exportación, impuestos
indirectos, reformas y descentralizaciones]
Las elecciones presidenciales de 1872 las ganó claramente
don Manuel Pardo, un líder popular apoyado
por el moderno Partido Civil. Pero poco antes dela
transferencia del poder, un golpe militar liderado por los
despiadados
coroneles y hermanos Silvestre,
Marceliano, Marcelino y el ministro de Guerra Tomás
Gutiérrez, depuso y asesinó al presidente
Balta,
quien había apadrinado antes a los hermanos Gutiérrez. En
respuesta,
el pueblo linchó en las calles a tres de
los jefes del golpe y cortó de raíz las nuevas
intenciones dictatoriales. Pardo asumió el mando como
presidente constitucionalmente electo en agosto de 1872.
En su primer mensaje público al Congreso, Pardo fue
categórico:
la bonanza del guano se
convertiría en una pesadilla de no adoptarse medidas
drásticas. La renta procedente de la venta del guano
estaba íntegramente comprometida al servicio de la deuda
externa. El déficit fiscal debía ser financiado con
nuevos
impuestos a la exportación y otros impuestos
indirectos. Pardo también propuso
ahorros
fiscales mediante reformas y medidas
descentralizadoras. [68] [p.220]
[Perú 1860-1870 con el gobierno Balta: Los católicos
criminales no pueden manejar el dinero - todas las
ganancias de guano se pierden con la corrupción, con
lujo y con armas - proyectos gigantes - déficit fiscal
de 20 mio. de soles al año - el gobierno de Pardo tiene
que limpiar]
Todo ello se reflejó en las lamentaciones de un
contemporáneo hombre de negocios: «¿Qué buen uso se ha
dado a esos millones y millones de dólares provistos por
el guano? ¡Casi nada para el país mismo!
Los
asuntos privados se han enriquecido y mucho dinero ha
sido gastado en pólvora, balas, cañones, rifles,
espadas y blindados». [69] Para los
observadores extranjeros bien informados, los
suntuosos
gastos del gobierno de Balta habían dejado al
erario nacional en la más lamentable situación, a pesar de
las rentas del guano y aduanas. Unas cuestionables obras
públicas de todo tipo habían sido concedidas «para
conservar la popularidad [editor: del gobierno]»; los
costosos ferrocarriles eran «prematuros, por decir lo
menos». [70] Bajo el peso de la excesiva deuda pública,
el
déficit fiscal crónico sumaba más de veinte millones
de soles al año. [71] Según una evaluación
periodística crítica y reveladora, los dreyfuistas habían
comprometido el crédito nacional para toda una generación.
Habían vendido la última pizca de guano; construido
ferrocarriles «a la luna», entre otras obras monumentales;
y repartido contratos de obras públicas, algunas de las
cuales se hicieron mediante la farsa de las licitaciones
públicas, con lo cual prácticamente no habían dejado nada
a los siguientes gobiernos. La transición del gobierno de
Balta-Dreyfus al de Pardo fue la transición del escándalo
de la «[p]estilente corrupción a la notable pureza». [72]
[Perú desde 1872 con Pardo: reducción del ejército,
mejora del entrenamiento, guardia civil, reducción de la
administración, especialmente en aduanas,
descentralización de impuestos - casos de corrupción en
el Ministerio de Hacienda están expuestos - sin
sanciones (!) - mejorar la educación escolar]
Pardo era considerado un «auténtico
reformista», en consonancia con sus políticas anteriores
como ministro de Hacienda en el decenio de 1860. El
presidente civil abanderó un sincero intento de reformar
las finanzas públicas y la administración estatal para
construir una estabilidad institucional. [73] Ya desde
[p.221] noviembre de 1872 se abocó a realizar una
reorganización
exhaustiva del ejército, reduciendo su tamaño
y costos, al mismo tiempo que incrementaba su formación
profesional mediante la fundación de las escuelas
militares y navales. Muchos oficiales fueron separados del
servicio activo, en tanto que una
nueva guardia
nacional reclutaba civiles para asegurar el
orden público. Del mismo modo, la burocracia pública,
semillero del patronazgo, se aminoró, sobre todo en el
caso de la
administración de las aduanas.
En esta última se redujo el tamaño del personal y se
aumentaron salarios para minimizar la corrupción y el
contrabando. La
descentralización fiscal y
las reformas administrativas de Pardo enarbolaron la
bandera de la lucha contra la corruptela pública a través
de medios constitucionales. Durante su gobierno se
descubrieron
prácticas corruptas en la
administración del erario nacional. El
Congreso celebró audiencias y debatió en torno a los
cargos
constitucionales presentados contra varios ministros
de Balta. Sin embargo, este impulso
anticorrupción parlamentario no logró reunir una mayoría
que pudiera imponer medidas punitivas. La plataforma
reformista de Pardo para su «república práctica» incluía
el incremento de la
inversión pública en la
educación primaria y reafirmaba la convicción
de que las capacidades humanas podían mejorarse mediante
la instrucción y la práctica del autogobierno local. [74]
[Perú desde 1872: Oficiales corruptos luchan contra las
reformas de Pardo + criminales católicos extremos:
Católicos enfermos gritan: La corrupción se supone que
es "tradición" - intento de asesinato 22.8.1874 - la
población y la cúpula militar están con Pardo]
A estos esfuerzos reformistas de Pardo se opusieron
quienes deseaban regresar a las condiciones favorables de
la acumulación deshonesta de riqueza y poder.
Oficiales
militares descontentos, algunos separados del
servicio activo tras la reforma del ejército, incubaron un
profundo resentimiento contra Pardo y estuvieron en el
centro mismo de las conjuras planeadas contra su vida. Los
católicos y religiosos a ultranza se unieron
a la oposición en
defensa de las tradiciones
que veían atacadas por Pardo, la instrucción pública en
particular. El fallido
intento de asesinar al
presidente en la plaza mayor de Lima el 22 de agosto
de 1874 implicó al descontento capitán Juan
Boza y a otros oficiales del ejército. En la escena se oyó
el lema «larga vida a la religión y muerte a Pardo». Las
conspiraciones se multiplicaron durante su gobierno, pero
este resultó notablemente resistente, gracias al
respaldo
popular con que contaba en Lima, así como a la
fiel jefatura del ejército regular, la marina y la guardia
nacional. [75] [p.222]
[Perú 1872: Piérola defiende sus prácticas de
corrupción + llama a la guerra civil contra el gobierno
de Pardo - Bogardus quiere volar el tren del presidente
- Bogardus compra un amortiguador "Talismán" + rifles en
Liverpool en 1874 - Levantamiento 1875 - Piérola con
rebelión sin fin]
Entre los enemigos declarados y más virulentos de Pardo
figuraba
Nicolás de Piérola, quien ahora
actuaba como caudillo civil beneficiario de la oposición
conservadora. En 1872, Piérola defendió sus acciones como
ministro ante una legislatura incapaz de probar
convincentemente su corrupción administrativa. Desde
entonces estuvo implicado en conspiraciones armadas,
izando
el pendón de una guerra necesaria contra el gobierno.
En diciembre de 1872,
Bogardus, el fiel
partidario de Piérola y archienemigo de Pardo, diseñó un
plan para hacer volar el tren que transportaba al
presidente hacia Chorrillos. En 1874, Bogardus también
invirtió alrededor de 60.000 soles en Liverpool para
comprar el
vapor Talismán y 2.000 para
adquirir
rifles. Comandada por el mismo Piérola en
1875, la expedición insurrecta del Talismán desató el caos
en el norte y el sur del Perú, propagándose a Arequipa,
antes de que fuera vencida por Pardo y sus fuerzas navales
y militares.
Piérola, un conspirador
incurable, cultivó el arte de los levantamientos políticos
y las aventuras militares. Sus partidarios financieros y
políticos incluían a
Dionisio Derteano, Juan Martín
Echenique, Guillermo Billinghurst, el chileno Barahona
y, claro está, Dreyfus, quien esperaba recibir
una excelente retribución una vez que Piérola lograra
capturar el poder. [76]
[Pardo contra Dreyfus y Meiggs - alrededor de 20,000
personas están empleadas en la construcción de
ferrocarriles - el contrato de deuda con Dreyfus se
extiende]
Pardo inicialmente se enfrentó a
Dreyfus y Meiggs
sobre asuntos contractuales y de cobros indebidos, pero no
logró librar de inmediato al erario peruano de su control.
Debía cubrirse el servicio de la deuda externa del país,
aunque el fisco se hallaba urgentemente necesitado de
rentas. Los negocios locales estaban sedientos de letras
de cambio, y las obras de construcción ferrocarrilera
debían proseguirse o, por el contrario, se arriesgarían
convulsiones internas por el despido forzado de
alrededor
de 20.000 trabajadores. Unos continuos
arreglos y ajustes financieros tanto con Dreyfus como con
Meiggs fueron algo inevitable durante los primeros años de
crisis monetaria y financiera del gobierno de Pardo.
Dos
nuevos acuerdos con Dreyfus garantizaron un
ingreso mensual fijo y el servicio de la deuda pública.
Solo en abril de 1874 pudo Pardo sentar las bases para la
liquidación ulterior del Contrato Dreyfus. [77] [p.223]
[Perú Década de 1870: Financiero Dreyfus con el abogado
Jules Grévy en París - propaganda contra Dreyfus en Lima
- nuevo contrato de compra de guano en Londres 1876 -
Fundación de la "Peruvian Guano Company" en Londres -
Dreyfus litiga contra el Tratado de Londres]
Dreyfus continuó luchando tenazmente al
contar ahora con el influyente respaldo político de su
antiguo abogado
Jules Grévy, presidente de
la Asamblea Nacional de Francia (y posteriormente
presidente de la república entre 1879 y 1887), quien hizo
una recomendación especial a la misión de su país en Lima
a favor de Dreyfus. En septiembre de 1873, el
representante diplomático francés en Lima temía que
la «
campaña contra la casa Dreyfus»,
emprendida por el gobierno peruano, pudiera tener
consecuencias desastrosas para los intereses franceses en
el Perú y, por tanto, que su gobierno pudiera verse
obligado a intervenir. [78] En marzo de 1876, el
general
Mariano Ignacio Prado, el enviado peruano en
Londres, firmó un nuevo contrato de venta del guano con el
banco comercial Raphael & Sons [Raphael &
Hijos] y los capitalistas peruanos
Carlos
Gonzales Candamo y Arturo Heeren, quienes
formaron la Peruvian Guano Company. Dreyfus se opuso
a estas medidas que buscaban quitarle el monopolio del
guano y le declaró la guerra abierta al gobierno peruano,
lo cual implicó
costosos litigios en Londres y en
París. En consecuencia, el conflicto con
Dreyfus acentuó la incapacidad de Lima para cubrir el
servicio de la deuda externa, lo que significaba un cese
de pagos de facto que afectó el crédito del país en el
extranjero. Estos hechos ocurrieron en medio de una
recesión internacional e intensificaron la crisis
monetaria y económica del país. [79]
[Perú 1870s: Dreyfus se vuelve destructivo - el
gobierno de Pardo está restringido - campos de salitre
de Tarapacá expropiados - certificados de salitre como
compensación - engañó a los comerciantes de salitre
Billinghurst y Gibbs]
La presión conjunta, ejercida internamente por Piérola y
financiera y políticamente en el exterior por Dreyfus,
limitaron la capacidad del presidente Pardo de tomar
medidas para desembrollar el dilema financiero del Estado.
En estas circunstancias y bajo presión del Congreso, Pardo
siguió la política de
elevar los impuestos
y eventualmente
expropiar los campos de salitre de
Tarapacá [hoy norte de Chile] con el fin de
crear un monopolio estatal que pudiera resolver los
problemas fiscales. Esta acción fue un grave error, pues
la nueva estrategia del salitre generó menos ingresos de
lo esperado y no logró detener la competencia entre los
precios del salitre y el guano. La tasación oficial para
las expropiaciones y la [p.224] especulación con los
certificados salitreros, emitidos como compensación a los
dueños o concesionarios de salitreras, abrieron nuevas
vías a la corrupción. [80] Aún más, los impuestos más
altos al salitre y la expropiación desataron la oposición
militante de los intereses peruanos (Guillermo
Billinghurst), chilenos e ingleses (
Gibbs
& Co.), vinculados al negocio de este
producto de exportación.
[Perú 1872: Crisis monetaria + bancos criminales
católico-"cristianos" del Perú - acoplamiento de los
bancos al Ministerio de Hacienda - fraudes bancarios -
los bancos peruanos manejan la comercialización del
salitre - la quiebra es previsible]
Para financiar las medidas referidas al salitre y el
creciente déficit,
Pardo cometió, asimismo,
el error de confiar en la debilitada banca peruana. La
percepción pública consideraba que los bancos locales eran
los vástagos de los excesos de la era del guano.
La
crisis monetaria de 1872-1873 y las crecientes
necesidades fiscales inclinaron al gobierno a decretar que
los bancos podían garantizar sus emisiones particulares de
papel moneda con deuda pública. A partir de este momento,
el Estado incrementó su intervención en el sistema
bancario, una política criticada por
García
Calderón. [81] En agosto y septiembre de 1875,
la peligrosas suertes de los bancos y el fisco
quedaron firmemente ligadas: los primeros le
otorgaban préstamos al gobierno y, a cambio, los
depreciados billetes bancarios eran declarados circulante
obligatorio. Estas y otras medidas anteriores poco
ortodoxas contribuyeron a la mala administración de los
principales bancos privados, lo cual incluyó
-- préstamos a sí mismos para atender negocios propios en
detrimento de los de sus clientes (Banco del Perú), la
emisión clandestina o
-- ilegal de papel moneda (Banco Nacional de Dreyfus y
Banco Garantizador), y
-- el fraude y desfalco desembozados (Banco de la
Providencia, administrado por Domingo Porras). [82]
La colaboración de los banqueros con el gobierno en la
comercialización del salitre y otros arreglos crediticios
y monetarios obstruyeron la quiebra necesaria de los
bancos [p.225] desvirtuados y menos eficientes, lo que a
su vez minó a todo el sistema bancario y crediticio en
vísperas de la Guerra del Pacífico.
Ignominia en la guerra
[Lima 16.11.1878: El asesinato del presidente del
Senado Manuel Pardo - los católicos corruptos
eternamente criminales "cristianos" defienden su
corrupción]
Durante el gobierno elegido del
general Mariano
Ignacio Prado (1876-1879), el expresidente
Pardo, en ese entonces
presidente del Senado,
fue asesinado mientras era recibido por un destacamento
militar a la entrada del Congreso.
El sargento
Melchor Montoya, un miembro del destacamento
protocolar, usó su rifle para dispararle a quemarropa. Los
conspiradores militares le habían puesto la mira al líder
civilista, en represalia por la reforma de los ascensos
militares que el Congreso venía discutiendo. Sus furiosos
oponentes habían logrado, finalmente,
asesinar a
[Manuel] Pardo (el 16 de noviembre 1878
[web01]), luego de varios intentos preparados por los
pierolistas y sus aliados conservadores. Se esperaba que
Pardo volviera al poder una vez finalizado el mandato de
Prado. De este modo, la carrera de un auténtico reformista
se vio truncada por las fuerzas que se resistían a la
necesaria reestructuración de las condiciones
institucionales que amparaban la corrupción.
[Perú 1877: Rebelión de los corruptos con buque de
guerra "Monitor Huáscar" 1877 - Dreyfus con juicios
contra el gobierno peruano - las empresas de guano ya no
pueden pagar sus deudas - negociaciones directas con
Chile]
Piérola continuó conspirando contra el presidente Prado
con el decidido respaldo de Juan Martín Echenique,
Bogardus y el coronel Federico Larrañaga. Ellos estuvieron
detrás de la dañina insurrección a bordo del acorazado
monitor
Huáscar que conmovió al régimen en 1877 y dejó
considerables gastos poco antes de la guerra con Chile.
Dreyfus siguió compitiendo con la Peruvian
Guano Company y disputó, en los tribunales, la resolución
financiera exigida por el gobierno peruano. En este
complicado escenario financiero internacional eran cuatro
los principales intereses que estaban en juego:
-- el del gobierno peruano (representado por los
comisionados fiscales José Araníbar y Emilio Althaus),
-- el de los tenedores de bonos extranjeros,
-- el de Dreyfus, y
-- el de la Peruvian Guano Company.
Esta última dejó de cubrir el servicio de la deuda externa
en enero de 1879, el segundo cese de pagos de facto en
tres años. Durante la guerra, la Peruvian Guano Co.
también cesó los pagos al gobierno peruano y prefirió
tratar directamente con Chile, juntamente con un comité de
tenedores ingleses de bonos de la deuda peruana.
[Guerra del Pacífico Perú + Bolivia vs. Chile
1879-1883: Cuestiones fiscales debido al salitre y la
alianza PE + BO - importador principal Hermanos Grace
& Co. - William R. Grace en Nueva York - Hermano
Michael P. Grace en Londres con el negocio de Perú]
Las tirantes relaciones diplomáticas con Chile en torno a
las políticas tributarias bolivianas en la región
productora de salitre de Atacama y una alianza defensiva
secreta entre Perú y Bolivia fueron los principales
factores que se han alegado desataron la
Guerra del
Pacífico (1879-1883). El cese de pagos de la
deuda externa por parte del gobierno peruano incrementó su
aislamiento de [p.226] las fuentes de crédito
internacional y de cualquier tipo de respaldo diplomático.
La obtención de fondos y crédito para la defensa nacional
se fue haciendo cada vez más difícil. [83] Solamente unas
cuantas casas comerciales interesadas se arriesgaron a
asistir al asediado gobierno peruano en la compra de
armamento sumamente necesario. Entre ellas, una empresa
mediana fue la
Hermanos Grace & Cie. (Grace
Brothers & Co.), que contaba con una
estratégica organización internacional, asegurada por su
capitalización inicial en el Perú iniciada a mediados de
siglo, durante la temprana bonanza del guano. Su muy
rentable negocio evolucionó de abastecedor de barcos en
las islas guaneras de Chincha y el puerto del Callao a
importador mayorista, sirviendo a clientes prominentes
(Dreyfus entre ellos), a brokers suministrando pertrechos
para la marina peruana y, ya en 1869 durante el gobierno
de Balta, a proveedores de madera de pino para los
proyectos ferroviarios de Meiggs, así como dando crédito
comercial a los hacendados azucareros. Finalmente, apoyó a
los especuladores y consignatarios del
guano y
salitre, apoyados financieramente por
Hermanos
Baring & Cie (Baring Brothers & Co.)
de Londres.
William R. Grace, el jefe de la
compañía, se casó con una mujer estadounidense y
eventualmente se mudó a Nueva York, donde se convertiría
en el primer alcalde católico irlandés (1881-1882) apoyado
por la maquinaria del Partido Demócrata.
Michael P.
Grace, un hermano menor, quedó a cargo del
negocio peruano y posteriormente desarrolló su propio
emporio con base en Londres. [84]
[Perú 1879-1883: Los hermanos Grace entregan todo de
los "EUA", ahora también armas + torpederos - contactos
diplomáticos de los hermanos Grace en los "Estados
Unidos" contra Chile]
A lo largo de los años, los Grace y sus asociados se
habían esforzado por establecer relaciones amistosas con
las más altas autoridades peruanas. Ellos mantuvieron una
correspondencia personal con el presidente Prado referida,
entre otros asuntos de negocios privados y oficiales, a la
compra de caballos pura sangre y transacciones de guano y
salitre. En 1879, Grace Brothers & Co. actuaba como
acreedor comercial privado de Prado. Este, a su vez, le
otorgó a la [p,.227] Grace la consignación del guano y del
nitrato en los mercados estadounidense y británico, así
como el permiso para que actuara como agente financiero
peruano en Nueva York y San Francisco. A partir de estas
bases personales y oficiales, Grace también lucró con el
comercio de rifles, carabinas, cartuchos, torpedos y
naves torpederas manufacturados en Estados
Unidos y suministrados a las fuerzas armadas peruanas
durante la guerra. [85] Sus intereses comerciales y
financieros pusieron a los Grace firmemente del lado
peruano durante la guerra con Chile. La compañía también
usó la importante influencia que tenía en Estados Unidos
—en los medios financieros, de prensa y políticos— para
cabildear a favor de una
política diplomática
estadounidense que apoyara a sus intereses en el guano
y el salitre que se encontraban en juego por
la Guerra del Pacífico. [86]
[Chile 1879-1883: es superior con militar y
diplomáticamente al Perú + Bolivia - Prado abandona el
barco que se hunde - el movimiento rebelde de Piérola
gana - Piérola con dictadura continúa comprando armas de
los Hermanos Grace & Co.]
Desde el inicio de la guerra, la derrota de las fuerzas
navales y militares peruanas estaba casi asegurada, dada
la superioridad de las fuerzas navales y terrestres
chilenas y su muy desarrollada red de apoyo internacional.
Después de perderse las primeras batallas, el presidente
Prado decidió abandonar el país en medio de la guerra, con
el pretexto de comprar en el extranjero material de guerra
necesario. Este fue un grave error, seriamente criticado
por generaciones venideras, y que según algunos testigos
fue inducido por la enfermedad o por el temor que Prado
sentía por su vida, bajo la creciente amenaza del
movimiento insurrecto de Piérola. [87]
Ante la
ausencia de Prado, Piérola llevó a cabo un golpe de
Estado oportunista y asumió el control del gobierno.
Denigró entonces a Prado como un cobarde y lo acusó de
haberse robado fondos nacionales.
El gobierno dictatorial de Piérola, sin embargo, continuó
comprando armas y [p.228] municiones muy costosas y
en ocasiones defectuosas a Grace Brothers
& Co., así como a otros proveedores. [88] Gracias a
estas conexiones de negocios, Piérola pasó a ser un buen
amigo de M. P. Grace, con quien mantuvo una
correspondencia regular e inquietantemente franca. [89]
[p.230]
Fig. 5. Ordeñando la vaca lechera nacional. Extracciones
del tesoro nacional por parte de autoridades militares y
civiles
que imponen a su vez austeridad a
famélicos peruanos durante la primera administración del
general Manuel Ignacio Prado
(sosteniendo la cuerda que ata la vaca por el cuello) y
su vicepresidente general Pedro Diez Canseco (en
uniforme, ordeñado).
«Lechería peruana» por J. J. Rasoir, La Campana, n.° 3,
1867, p. 4. Biblioteca Nacional del Perú, Lima.

Fig. 6. Élita política del Perú con el guano
Fig. 6. Drenaje del ingreso nacional del guano por la
élite política y económica. «En esta tierra guanera
¡Qué buena es la mamadera!». El Cascabel, n.° 16, 1873,
p. 3. Biblioteca Nacional del Perú, Lima. [p.229]
[Nicolas de Piérola con dictadura a partir de 1879:
malas decisiones financieras aceleran la derrota:
Dreyfus vuelve a ser el primer agente financiero, ahora
se violan otros contratos - se reconoce todas las
reclamaciones francesas - y los pleitos por eso se
prolongan durante años].
La dictadura de Piérola impuso nocivas
decisiones financieras que aceleraron la inevitable
derrota militar. Por cierto, una de las primeras
medidas tomadas por su gobierno fue devolverle a
Dreyfus su papel como principal agente financiero del Perú
y su acreedor en el extranjero, hecho que violó los
acuerdos financieros existentes con otras compañías. Un
decreto firmado por Piérola y su ministro de Hacienda
Manuel
Antonio Barinaga en noviembre de 1880
reconoció, asimismo,
todas las demandas contables
pasadas que la casa francesa tenía contra el
Perú. A pesar de una resolución previa tomada en 1878,
según la cual
Dreyfus en realidad debía 657.387
soles, la deuda total con Dreyfus que Piérola
reconoció sumaba
casi 17 millones de soles (3,2
millones de libras). [90] Con esto, Piérola
estaba claramente recompensando el respaldo político y
financiero que Dreyfus le había prestado. Los juicios que
este controversial decreto generó se prologaron por
décadas.
[Dictadura de Piérola: denuncia a un grupo acreedor
"Crédit Industriel" de F+B+NL + terror contra los
agentes, confiscaciones - los críticos son detenidos o
amenazados - ferrocarriles nacionales que quiere
transferir a los bonistas, se niegan - inflación -
Dreyfus se aprovecha+Perú quiebra].
Más aún, Piérola canceló el contrato Rosas-Goyeneche con
el
Banco Crédito Industrial (Crédit Industriel),
rival de Dreyfus, que representaba a los tenedores de
bonos franceses, belgas y holandeses que habían prometido
recursos para librar la guerra. Arremetió contra los
negociadores de este y otros acuerdos en el extranjero,
confiscando las propiedades de
Francisco Rosas y
Juan M. Goyeneche en Perú. Muchas otras
personas que criticaban sus políticas financieras fueron
arrestadas o amenazadas. [91] Además, Piérola diseñó la
cancelación
de la deuda externa [p.230] con la audaz
transferencia de la propiedad de los ferrocarriles
nacionales a los tenedores de bonos extranjeros, quienes
rechazaron la oferta y trataron entonces directamente con
Chile. Su política monetaria exacerbó la crisis financiera
y la inflación. [92] Todas estas medidas estuvieron
«signadas por la ignorancia o la deshonestidad», y los
nuevos
contratos con Dreyfus se consideraron desastrosos
e impropios, puesto que muchos observadores pensaban que
Piérola tenía una participación en las ganancias. [93]
[Dictadura de Piérola: El ejército bajo la dirección de
oficiales de reserva - información sensible cae en manos
chilenas - Chile puede encontrar nuevos amigos en Lima]
La estrategia seguida por Piérola para defender Lima de
las fuerzas invasoras chilenas fue del todo inepta y
estuvo dirigida por oficiales del ejército de reserva como
Juan Martín Echenique, a los que se había nombrado por
razones políticas. En su huida del ejército chileno que
avanzaba sobre Lima, los incompetentes oficiales de
Piérola
olvidaron destruir información delicada y
confidencial, que cayó en manos chilenas.
Dicha información revelaba, entre otras cosas, la política
exterior de Piérola y sus tirantes relaciones con el
ministro británico en el Perú. [94]
["Cristiano "+católico criminal Piérola con robo masivo
de dinero de armas: 95 a 130 millones de soles - queda
impune - Piérola lanza Perú a los chilenos].
En medio de una crisis extrema, Piérola encontró
excelentes oportunidades para
malversar y saquear
los fondos destinados a la defensa nacional.
[95] Jamás se presentó cuenta o registro oficial alguno
para justificar los retiros y el gasto de
entre 95
y 130 millones de soles durante el año de
dictadura de Piérola: una investigación oficial llevada a
cabo años más tarde encontró que durante la guerra hubo
irregularidades extremas en el manejo de los fondos y
gastos [p.231] públicos, pero
nunca se impuso
sanción alguna. [96] Este uso descuidado de
fondos públicos en medio de la guerra se justificó como
parte de una serie de medidas imperativas, tomadas para
«salvar» y «defender» la patria. El resultado práctico de
las acciones de Piérola fue exactamente lo opuesto a una
salvación y defensa exitosa.
[Dictadura del Piérola criminal: saqueo de pueblos
andinos donde no hay chilenos - nombramiento de 3
líderes andinos - guerra civil y de clases - exilio de
Piérola marzo 1882 a Francia a Dreyfus y amistad con
Michael P. Grace - "préstamo" como anticipo - Grace con
asentamiento en Valparaíso]
[Piérola] huyendo [con tropas] al interior del país [donde
el ejercito chileno no está presente],
Piérola
continuó sometiendo a diversas aldeas y pueblos a
expoliaciones [saqueos] que le sirvieron
principalmente para apuntalar su decreciente fortuna
política. Nombró entonces a tres grandes jefes regionales
políticos para que encabezaran su movimiento:
Pedro
A. del Solar (sur), Juan Martín Echenique (centro) y
Lizardo Montero (norte). Pronto, el disenso
político entre las muchas facciones peruanas en guerra
creó las condiciones de una
guerra civil y de
clase, bajo la ocupación y la opresión chilena [en la
costa del Perú hasta Chimbote]. [97] Tras un
entendimiento «privado y confidencial» con las autoridades
de ocupación chilenas y con su consentimiento, Piérola
finalmente dejó el país en marzo de 1882. Se dirigió
entonces directamente al
exilio en París,
donde los fondos y la
hospitalidad de su amigo
Dreyfus le apoyarían en otra campaña más para
volver a capturar el poder cuando las condiciones así lo
permitiesen. [98]
Michael P. Grace también
le escribió a uno de sus asociados que Piérola «siempre ha
mostrado ser un valioso amigo, y probablemente [estará] en
posición de hacerlo nuevamente». [99] Además, a pedido de
Piérola, Grace le proporcionó unos [p.232] «
préstamos»
en reconocimiento a sus «pasados» servicios y con la
interesada expectativa de que el exdictador nuevamente
volviera a ser presidente. [100] (Grace ya había
desarrollado «evidentes propensiones chilenas» y había
abierto una sucursal de su compañía en
Valparaíso.
[101]) Este patrón de de emplear medios corruptos para
conseguir poder político a cualquier costo, incluyendo los
subsidios indebidos de parte de intereses extranjeros, se
convirtió en una larga tradición en la política peruana.
Pérdidas exacerbadas
[Dictadura chilena en Lima 1882: abusos, represiones,
impuestos, destrucción de bienes + expropiaciones -
Presidente Calderón en Lima-Magdalena - constitución de
1860 - Piérola no es bienvenida]
En 1882, Lima era una "ciudad completamente arruinada"
(«ville complètement ruinée»), con su comercio paralizado
y su población y propietarios expuestos a crueles abusos,
destructivas represalias y levas de parte de los
ocupantes chilenos. [102] Para presionar por
demandas territoriales anexionistas en el sur, el ejército
invasor
destruyó propiedades y extrajo
contribuciones compulsivas, de forma parecida
a como lo habían hecho los tempranos caudillos militares
en el turbulento pasado. En las cenizas de la derrota, la
élite peruana se agrupó en torno a
Francisco García
Calderón, quien fue nombrado
presidente
provisional del Perú bajo la ocupación
enemiga. Las autoridades chilenas pensaban que el gobierno
cautivo de
Magdalena, así llamado por el
pueblo en las afueras de Lima donde García Calderón
despachaba los asuntos oficiales, satisfaría sus demandas.
En lugar de ello, este gobierno simbólico defendió a los
propietarios peruanos de las
expoliaciones chilenas,
restableció la Constitución de 1860, mantuvo consultas con
una legislatura nominal y criticó las ambiciones
dictatoriales de Piérola. [103]
[Perú 1882: Calderón rechaza todas las demandas de
Chile, moviliza a los empresarios+diplomacia de los
"USA" - Chile con GB - El embajador especial de los
"USA" Stephen A. Hurlbut asesora a Calderón y piensa que
pagar una indemnización es mejor que perder territorio -
Los "diplomáticos" españoles quieren impedir la
influencia de los "USA"]
García Calderón usó su precaria posición
para desarrollar una estrategia inteligente de
--
rechazo a las concesiones territoriales a Chile,
-- unir a los
jefes políticos peruanos y
-- ganar el
respaldo diplomático de Estados Unidos.
Si alguien podía lograr semejantes hazañas, tenía que ser
este experimentado y hábil abogado y negociador, que había
contribuido ya antes a la reforma legal y constitucional
del Perú. Para alarma de las autoridades chilenas y de los
diplomáticos españoles que actuaban como mediadores,
Stephen
A. Hurlbut, general de la Guerra de Secesión
norteamericana, diplomático republicano, enviado
extraordinario y ministro plenipotenciario de Estados
Unidos en el Perú, se dedicó a detalladas
negociaciones
con García Calderón para presionar la
aceptación del
pago de una indemnización financiera
a Chile en lugar de ceder territorio. Hurlbut
aplicó dicha estrategia «firme y mesurada» siguiendo las
instrucciones generales de
James Blaine, el
secretario de Estado de "EE. UU.", quien aprobaba esta
posición intervencionista en el conflicto sobre la base de
la
Doctrina Monroe y los intereses
estadounidenses en la costa occidental de Sudamérica: se
trataba de contrarrestar
el poder que, apuntalado
por los británicos, estaba ganando Chile en el
Pacífico. [104] Hurlbut y Blaine urgieron la unión entre
las facciones peruanas y se opusieron a todo trato con el
exdictador Piérola, quien había llevado el país a la
derrota y venía intentando minar al gobierno de García
Calderón. [105] Varias potencias europeas con intereses en
la región, sobre todo España que buscaba [p.234] mantener
la isla de
Cuba como colonia, se esforzaron
por evitar la intervención de Estados Unidos en esta tensa
situación internacional.
["USA" con Perú el 20-9-1881: Base naval+abastecimiento
de carbón en Chimbote]
El 20 de septiembre de 1881, Hurlbut obtuvo una importante
concesión firmada por García Calderón: según un protocolo
de cuatro puntos, el Perú le otorgaría a Estados Unidos el
derecho indefinido (sujeto a cancelarse por notificación
con un año de anticipación) a establecer una
base
naval y una estación de abastecimiento de carbón en el
puerto y rada de Chimbote. Hurlbut le escribió
a Blaine que lamentaba no conseguir más con el acuerdo,
pero anotó que la concesión de Chimbote era un valioso
punto de apoyo que podría posteriormente convertirse en
una concesión más exclusiva en sentido jurisdiccional.
[106]
[Agitación de GB+Sp contra Protocolo de Chimbote -
Proyectan protectorado "norteamericano" - Discusión
provincia de Tarapacá: plan para compensar a Chile con
ganancias del guano y salitre]
Las autoridades y la prensa chilena, alertadas por los
ministros británico y español en Lima
opuestos al
protocolo de Chimbote, exageraron sus
ramificaciones y le llamaron un «tratado secreto», además
de propagar noticias sesgadas de los intentos de anexión o
establecimiento de un protectorado por parte
de Estados Unidos en el Perú. [107] Asimismo, a Blaine y
Hurlbut se les implicó en una especulación colosal, ligada
a dudosas demandas franco-estadounidenses (Cochet y
Landreau) contra Perú, en supuesta coordinación con el
Crédit
Industriel. Este sindicato financiero
reclamaba el
derecho a explotar los depósitos de
guano y salitre de la ocupada
provincia
peruana de Tarapacá, para así pagarle al
gobierno chileno una indemnización financiera. [108] Según
los informes de la prensa en Nueva York y Chile, hasta el
presidente francés Grévy [p.235] estaba
supuestamente involucrado en este plan. [109] Aunque
basados en hechos parciales, tales informes se fundaron en
alegaciones falsas, alimentadas en parte por la campaña
del abogado neoyorquino
Jacob Shipherd,
jefe del sindicato financiero de fachada
«Peruvian
Company» ["Empresa Peruana"]. Este venía
cabildeando para que se estableciera un
protectorado
"estadounidense" en el Perú que impusiera un
arreglo multimillonario a las demandas especulativas de
Cochet y Landreau. [110]
[El Protocolo de Chimbote es rechazado por errores de
forma: Hurlbut es nombrado titular de la concesión - el
gobierno "norteamericano" rechaza el proyecto -
infarto+muerte de Hurlbut a finales de marzo de 1882]
El protocolo firmado porHurlbut y García Calderón tenía un
grave defecto, que provocó su rechazo en Estados Unidos:
Hurlbut
había sido asignado como el titular legal temporal de la
concesión, y eso despertó sospechas de conflictos de
interés con sus obligaciones oficiales. Hurlbut recibió un
telegrama cifrado del mismo
Blaine
advirtiéndole su implicación en posibles actos impropios.
[111] El protocolo fue posteriormente rechazado por el
gobierno de Estados Unidos. Mientras preparaba su
inminente partida de Lima para enfrentar una indagación
del Congreso en Washington, Hurlbut sufrió lo que pareció
ser un
ataque al corazón y falleció a
finales de marzo de 1882. [112]
["EUA" con nuevo Presidente Chester Arthur+Ministro de
Relaciones Exteriores Frelinghuysen: Perú debe ceder
territorios - Peruanos se alejan de los "EUA"]
La estrategia intervencionista de Blaine cambió
radicalmente tras la muerte del presidente republicano
James Garfield (jefe de la facción republicana más liberal
de los half-breed o mezclados). A finales de diciembre de
1881, el nuevo presidente
Chester Arthur
(un republicano stalwart o incondicional) nombró al
conservador
F. T. Frelinghuysen en
reemplazo de Blaine como secretario de [p.236] Estado.
Ahora se instruía a los enviados estadounidenses a que
presionaran a favor de que el
Perú aceptara las
concesiones territoriales como requisito para
un tratado de paz con Chile. [113] Según el enviado
diplomático español, el prestigio de la política
estadounidense en la región sufrió debido a sus
vacilaciones, errores y a la «inepcia y honorabilidad muy
cuestionable» de sus agentes diplomáticos. [114]
[Este cambio en la política "americana" se hizo
probablemente para no poner en peligro la amistad con
Inglaterra, que apoyaba a Chile].
[El "Tratado de Paz" de Ancón 20.10.1883: Gracia y
Piérola coordinan pérdidas territoriales a Chile - y el
general Miguel Iglesias firma: Perú y Bolivia pierden 3
provincias del sur]
Michael P. Grace, quien había criticado
también la errática política diplomática de Washington,
[115] reconoció ahora la necesidad de efectuar concesiones
territoriales a Chile y le escribió con estas ideas al
exiliado exdictador
Piérola. [116] El
general
Miguel Iglesias, uno de los más estrechos
aliados políticos de Piérola y su exministro, aprovechó la
oportunidad ofrecida por las autoridades chilenas y los
diplomáticos, comerciantes y financistas extranjeros para
firmar el
tratado de paz de Ancón
[balneario en el norte de Lima], cediendo una gran parte
del territorio peruano a Chile.
[Chorrillos fue destruido por una batalla, por lo que sólo
quedó Ancón].
[de 1884: El abogado Calderón vence al caótico Piérola
- nueva modernización - y nueva corrupción]
A pesar del fracaso final de las negociaciones de
García
Calderón, condenadas y tachadas por la
influencia de intereses extranjeros y la enorme presión a
que se vieron sometidas, sus esfuerzos sentaron las bases
para la reconstrucción constitucional al finalizar el
conflicto. García Calderón ofreció una alternativa a la
del caudillo Piérola más en consonancia con las opciones
reformistas civiles iniciadas por
Manuel Pardo
a finales de la década de 1860. A su regreso del exilio
impuesto por las autoridades chilenas, García Calderón, el
máximo negociador y conciliador de los intereses públicos
y privados, contribuyó a la reconstrucción de las bases
empresariales y legales que lanzaron al Perú a una
nueva
etapa de modernización. Esta era
desafortunadamente, también estuvo asociada a
un
nuevo ciclo de corrupción sin límite.
[Suplemento: Clase alta peruana criminal y corrupta
con superstición bíblica y con el Vaticano gay pedófilo
criminal
Los católicos criminales de la capa alta del Perú NUNCA
aprenden a cumplir las leyes porque se creen por encima de
la ley con la "santa" Biblia con sus fantasías de Asia y
con sus muchas oraciones. Basura de fantasías no avanza.
Después de 9 años de estancia en el Perú de 2008-2012 y
2015-2020 lo puedo confirmar fuertemente. La clase alta
criminal-católica-"cristiana" del Perú es la mafia más
criminal, que entre otras cosas también "coopera" con el
Vaticano Gay pedófilo criminal y con el Opus Dei Gay con y
la Logia P2/P3 que controla y censura el sistema escolar y
todos los ministerios - y por eso siempre esperan que un
Dios de fantasía con un Jesús de fantasía, junto con una
lógica antisemita con propaganda contra los judíos, los
vaya a "salvar"... hasta que todo esté perdido. Y por eso
ganó Chile].
[Perú 1860-1880: La corrupción destruyó Perú: bloqueó
de reformas, crisis financieras más graves, bloqueó del
propio potencial, provocación de la guerra]
En discrepancia con las perspectivas históricas que han
restado importancia a la corrupción durante esta fase
crucial de bonanza durante la era del guano, [p.237] las
evidencias muestran que las corruptelas tuvieron un peso
particularmente crucial en este periodo. La corrupción
contribuyó a la derrota de reformas legales y
administrativas necesarias, así como a exacerbar la crisis
financiera, reducir el potencial para el desarrollo
económico y, en última instancia, conducir al Perú al peor
desastre económico, político y nacional de su historia.
* * *
[Resumen décadas de los años 1860s y 1870s: la
corrupción se come las ganancias del guano].
El ciclo de corrupción del guano, que venía creciendo
desde mediados de siglo en paralelo a sus crecientes
recursos, alcanzó su punto máximo a finales del decenio de
1860 y comienzos del siguiente con los costos de
corrupción más altos del siglo, que sumaron un estimado de
108 millones de soles para la década de
1870, es decir, el promedio anual más alto de todo el
periodo republicano de 1820-1899 (véase el cuadro A.3 del
apéndice). Del mismo modo, el nivel comparativo de la
corrupción, medido como un porcentaje del producto bruto
interno (PBI), alcanzó el índice más elevado de la etapa
decimonónica (exceptuando la década muy particular de
1820): un asombroso
estimado de 4,6 por ciento del
PBI (véase el cuadro A.4). Específicamente, el
gobierno de
Balta-Piérola (1869-1872) y la
dictadura de Piérola (1879-1881) durante la
guerra con Chile resultaron ser los más corruptos de esta
época. (cuadro A.7).
[Resumen décadas de 1860 y 1870: la corrupción provoca
más deuda nacional - se "cultivan" las "costumbres" de
la corrupción - rebelión de mentalmente enfermos en
contra las reformas - nueva corrupción mentalmente
enferma en la guerra].
El costo total directo de la corrupción aumentó
-- cuando la creciente deuda pública, intencionalmente mal
gestionada, y
-- las prácticas ya arraigadas de soborno en los contratos
guaneros y de obras públicas,
pasaron a ser los principales medios para amparar la
corrupción.
Parlamentarios y jueces, juntamente con las autoridades
del ejecutivo, participaron de modo más amplio en el
tráfico de influencias y corruptela dentro de un aparato
gubernamental más complejo, evadiendo consistentemente la
mejora de leyes y reglamentos. Aunque la corrupción
militar, una constante a lo largo del siglo, había quedado
temporalmente restringida a mediados del decenio de 1870,
esta se amplió considerablemente con la escalada bélica
mediante las adquisiciones de armas y equipos, en las
cuales intervenía una compañía extranjera favorecida
indebidamente. La reputación del Perú como un nido de
políticos y negociantes corruptos también contribuyó
indirectamente a la pérdida de una inversión extranjera y
doméstica más transparente, la baja reputación crediticia
y el aislamiento internacional en vísperas de la guerra.
El destape de transgresiones corruptas alcanzó su
paroxismo en la década de 1870, cuando se multiplicaron
las campañas periodísticas y panfletarias, financiadas a
menudo por las partes interesadas que se echaban la culpa
[p.239]