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Quiroz: Historia de la corrupción en el Perú

3. Venta del guano y Bonanza Perú: El sinuoso camino al desastre 1860-1883

Beneficios del guano - construcción de ferrocarriles+puertos+construcción de carreteras+edificios públicos - corrupción en la clase alta peruana enferma sin fin en el Bonanza Perú - la clase alta peruana enferma por corrupción bloquea siempre reformas - derrota militar frente a Chile

de Alfonso W. Quiroz (2013) - Traducción de Javier Flores Espinoza - IEP Instituto de Estudios Peruanos

Horacio Urteaga 694, Lima 11 - Telf. (511) 332-6194 - Web: www.iep.org.pe

A don Alfonso Martín y a sus ilustres abuelos - notas

presentado por Michael Palomino (2023)

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Índice

3. El sinuoso camino al desastre, 1860-1883....................................................191
Negocios guaneros monopólicos...........................................................................................195
El infame Contrato Dreyfus.................................................................................................... 205
Avalancha de obras públicas.................................................................................................... 215
Hacia la bancarrota ...................................................................................................................220
Ignominia en la guerra.............................................................................................................. 226
Pérdidas exacerbadas................................................................................................................233

Personajes
-- Presidente Ramón Castilla: https://es.wikipedia.org/wiki/Ramón_Castilla
-- Presidente Manuel Prado: https://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Pardo_y_Lavalle
-- guerrillero criminal corrupto Nicolas de Piérola: https://es.wikipedia.org/wiki/Nicolás_de_Piérola
-- finanzas: Antony Gibbs & Hijos (Antony Gibbs & Sons) de Inglaterra: https://es.wikipedia.org/wiki/Anthony_Gibbs_&_Sons
-- finanzas: Auguste Dreyfus de París: https://es.wikipedia.org/wiki/Auguste_Dreyfus
-- construcción de ferrovías: Henry Meiggs: https://es.wikipedia.org/wiki/Henry_Meiggs


Eventos
-- Guerra del Pacífico: https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_del_Pacífico
-- Tratado de Ancón 20-10-1883: https://es.wikipedia.org/wiki/Tratado_de_Ancón



Capítulo 3. Venta del guano y Bonanza Perú: El sinuoso camino al desastre 1860-1883


Desde la declaración de la independencia del Perú [1821], la venalidad, la corrupción y los sobornos no habían sido algo del todo extraño en las oficinas de los ministros y sus dependientes, ni tampoco en los salones del presidente mismo, o en las viviendas de sus parientes cercanos. Se creía que bajo el gobierno de Echenique en tiempos de la Consolidación habían alcanzado su punto más alto, pero se engañaban enormemente quienes así lo pensaron; estos delitos nunca acecharon con mayor descaro desvergonzado que en el periodo actual. Heinrich Witt (20 de noviembre de 1871) [1]

[Lima alrededor de 1860: lujo a través de ganancias guaneras, nuevos bancos y construcción de ferrocarriles - casinos en Chorrillos, joyas, etc.]

La ciudad de Lima gozaba de una peculiar prosperidad hacia 1860 en medio de una corrupción sin tapujos. El auge guanero torpemente administrado iba transformando de manera irreversible a la vieja capital virreinal. Nuevas fortunas eran gastadas en estilos de vida suntuosos; se abrían bancos, mientras que las compañías financieras y comerciales construían ferrocarriles. Los ricos consumían lujos importados, acicalaban el centro de la ciudad y erigían ranchos elegantes en el balneario de juego de Chorrillos. Los nuevos acaudalados y  los poderosos lucían su riqueza en los bailes de sociedad ataviados extravagantemente con joyas preciosas. Un espejismo de bonanza económica y febril ambición disipaba cualquier preocupación sobre los peligros financieros que se avizoraban. La deshonestidad administrativa heredada ensombrecía el cuadragésimo aniversario de la independencia [del año 1821]. «¿Qué importaba todo?», preguntaba un panfletista con ironía y vergüenza, «¿no hay esta noche baile en palacio?». [2] [p.191]

[El poder judicial se unifica a nivel nacional - Francisco García Calderón Landa - Definición clara: corrupción = crimen]

Los florecientes negocios del país, la vida intelectual y la imprenta se concen raban en Lima. La ciudad atraía a hombres ávidos y capaces de provincias y del extranjero. Francisco García Calderón Landa, un jurista arequipeño de veinticinco años de edad, llegó a Lima en 1859 provisto de cartas de recomendación para arequipeños influyentes residentes en la capital y de un manuscrito, su Diccionario de la legislación peruana, escrito mientras se desempeñaba como abogado y profesor de colegio en su ciudad natal. Los dos volúmenes de esta obra monumental fueron publicados entre 1860 y 1862 con el respaldo financiero del gobierno de Castilla. Pronto pasó a ser lectura obligatoria para los expertos legistas peruanos y ganó altos reconocimientos y honores. [3] Por fin, un importante esfuerzo intelectual, basado más en el derecho positivo que en el derecho natural, contribuía a la sistematización nacional de la nueva y vieja legislación sobre asuntos civiles, comerciales, penales y administrativos. [4]

La carrera de García Calderón en Lima avanzó vertiginosamente en su condición tanto de funcionario del Ministerio de Hacienda como de abogado prominente de las más importantes firmas nacionales y extranjeras. Lindando en ocasiones con el conflicto de interés, dado su papel combinado de abogado privado y trabajador público, García Calderón contribuyó a modernizar las normas administrativas y contractuales. También vio esas mismas normas violadas de modo consistente durante los cruciales años que precedieron a la quiebra fiscal y la subsiguiente y desastrosa Guerra del Pacífico (1879-1883). Según el diccionario legal de García Calderón, el término corrupción quedaba definido sucintamente como un delito cometido por personas con algún [p.192] grado de autoridad que «sucumben a la seducción», así como por aquellos que se esfuerzan por corromper a aquellas autoridades. Corruptela era asimismo definido como una mala costumbre o abuso establecido en contra de la ley y la justicia. Otras definiciones más formales y detalladas del soborno y la venta y distorsión interesadas de la justicia se incluyeron en las entradas de los términos cohecho, concusión, prevaricato y soborno, y definieron legalmente la corrupción entre los funcionarios según leyes existentes pero rara vez aplicadas. [5]

[Perú desde 1823: Las constituciones son difícilmente válidas bajo presidentes militares - 1852: Código Comercial y Civil - Presupuesto de 1849]

Establecer el imperio de la ley en la joven república era un gran reto, uno  que desbordaba los esfuerzos individuales. Las tempranas Constituciones de 1823, 1826, 1836 y 1839, que alternaron el carácter liberal o autoritario de la ley fundamental, habían sido descartadas o ignoradas en la práctica ante la irrupción de los golpes de Estado y los decretos ejecutivos de los caudillos militares. En 1852 se legislaron los nuevos códigos comercial y civil para sentar principios liberales básicos y moderados en el comercio, así como derechos civiles y de propiedad que, sin embargo, reñían con las costumbres existentes. Este choque acentuó los aspectos litigiosos de las prácticas de negocios y sociales peruanas. Además, las leyes que regulaban la Administración Pública eran incompletas o defectuosas. La norma que creaba el presupuesto público obligatorio fue implementada recién en 1849, casi al mismo tiempo que la fallida legislación que reglamentaba los créditos internos y externos. Otras partes cruciales del aparato administrativo público quedaron sin reformar, entre ellas el sistema judicial. [6]

[Perú en los años 1850s con el Presidente Castilla: Constituciones de 1856 (liberal) y 1860 (liberal moderado)]

Entre 1856 y 1860, un importante debate constitucional resaltó la necesidad de contar con un marco legal más eficiente ante la presión por lograr la modernización económica. Estos fueron años de inestabilidad política debido a [p.193] una serie de levantamientos militares contra el presidente Castilla. Bajo presión local y externa, Castilla y sus partidarios en el Congreso continuaron en el poder y revocaron las medidas anticorrupción que interferían con las demandas de acreedores extranjeros. Asimismo, se modificó la Constitución liberal de 1856 para derivar en la moderada de 1860, que se mantuvo vigente, con algunas interrupciones, hasta 1919. [7] Esta transformación constitucional contribuyó, en  cierta medida, a limitar el tradicional dominio de la fuerza a favor del imperio de la ley.

[Perú en los años 1850s: La administración estatal controla el comercio, por lo que los ricos vienen a sobornar a los funcionarios]

Sin embargo, este modernizado marco legal tenía un defecto importante que arrastraba desde su pasado colonial. La Constitución de 1860 continuaba sancionando un Estado patrimonial centralizado, que mantenía derechos de propiedad sobre las principales fuentes de riqueza nacional. En consecuencia, la administración estatal actuaba como el principal mediador en lo económico. Los hombres de negocios locales y extranjeros debían pues cortejar a los administradores políticos para obtener favores y monopolios oficiales. Este defecto yacía al centro de las causas o incentivos institucionales para la corrupción y los intereses creados que se beneficiaban con ella.

[Perú 1860s y 1870s: Mayorista Heinrich Witt con exportaciones de guano - Witt, Schutte & Co. - Acciones de empresas monopólicas - Los inquilinos peruanos no pagan - el diario del Sr. Heinricht Witt]

Heinrich Witt fue un testigo excepcional y participante en las transformaciones económicas de las décadas de 1860 y 1870. Como miembro prominente de la élite de negocios limeña, Witt construyó su fortuna estrechamente ligada al crédito comercial y a la exportación de guano consignada a compañías monopólicas. El comerciante germano radicado en Lima compartió las ganancias de Witt, Schutte & Co., consignatarios del guano para Alemania. Hacia finales del decenio de 1860, Witt poseía acciones en el nuevo e inicialmente prometedor sector de banca y seguros, así como en compañías de ferrocarriles, agua y gas. Todas estas operaciones dependían, de un modo u otro, de la solidez de las finanzas públicas, debido a los arreglos financieros o monopólicos privados con el gobierno de turno. Cuando las finanzas públicas tambaleaban, las grandes empresas vinculadas a negocios con el gobierno inmediatamente sentían el apretón. Witt se vio, asimismo, embrollado en litigios prolongados en torno a propiedades urbanas, arrendatarios, vecinos y cantidades que se le adeudaban.

Como lo revela su diario, escrito a lo largo de su extensa vida en el Perú, la formación protestante de Witt le permitió observar agudamente la moral y el comportamiento ético de sus colegas negociantes y de los políticos y funcionarios locales. El diario le fue muy útil como ayuda para detectar y rastrear [p.194] los rasgos personales y familiares de sus clientes y socios. Witt reconoció, así, el valor moral e intelectual de figuras claves como Manuel Pardo y Francisco García Calderón, no obstante las fricciones que alguna vez tuvo con ellos. A la inversa, Witt sospechaba de —o temía a— José Gregorio Paz Soldán, Manuel Ortiz de Zevallos, Juan Manuel Iturregui y muchos otros por el abuso que hacían del poder, sus hábitos de apostar y beber o sus prácticas fraudulentas. También se sintió repelido por los designios del clan Echenique, de Nicolás de Piérola y de Henry Meiggs. Las observaciones de Witt y los ejemplos que ofrece de sobornos y venalidad administrativa coinciden estrechamente con los proporcionados por otros importantes críticos de la corrupción, entre los cuales se encuentran José Arnaldo Márquez y Manuel González Prada, así como con los casos que cita el historiador Watt Stewart para esta época.

[Diario de Witt: Reconociendo la constante corrupción y maniobras entre los católicos criminales - falta de confiabilidad en la estructura estatal - distorsión de las decisiones políticas - altos riesgos financieros + costos de transacción - la eficiencia de la economía disminuye]

A partir de dichas fuentes resulta posible volver a rastrear cómo fue que los funcionarios estatales y los caudillos militares, en complicidad con ciertos agentes de negocios, continuaron formando redes interesadas en evadir, defraudar y violar medidas legales para provecho propio. Estos actos minaron la eficiencia de los tres poderes del Estado: el ejecutivo, el legislativo y el judicial. Las redes de corrupción enlazaban a ministros, parlamentarios, jueces y hombres de negocios, así como a ciertos abogados que actuaban como intermediarios claves. Bajo estas circunstancias, los derechos de propiedad privada y los arreglos contractuales permanecieron inseguros y sujetos a litigios impredecibles. Los sobornos y favores políticos desplazaban a la competencia abierta en la puja por los contratos oficiales e inyectaban un serio sesgo a la toma de decisiones transcendentales para el desarrollo económico e institucional del país. Todo esto elevaba los riesgos financieros y los costos de transacción, y minaba la eficiencia de la economía en general. A pesar de la existencia de restricciones legales, el difundido abuso del sistema llevó a ganancias desmedidas ligadas a la corrupción. Dichas prácticas se justificaron como medios para lograr el progreso económico y el bien común prometidos por los grandes proyectos de obras públicas que alcanzaron su clímax a comienzos de la década de 1870.


Negocios guaneros monopólicos

[Perú desde 1860: El Congreso obtiene el monopolio de aprobar tratados importantes - los tratados son manipulados para ser aprobados erróneamente]

Una importante modificación legal ordenó en 1860 que todo contrato público importante debía ser obligatoriamente aprobado por el Congreso. [8] En un [p.195] principio, esta fue una innovación bienvenida, luego de décadas de contratos públicos sancionados principalmente a través de decisiones y decretos ejecutivos. Sin embargo, esta nueva norma resultó también difícil de implementar o seriamente distorsionada, como lo ejemplifica la complicada manipulación de los contratos guaneros. En efecto, al surgir un número mayor de funcionarios que sobornar, la aprobación parlamentaria de todos los contratos estatales pudo haber incrementado el uso y monto de los sobornos que buscaban alcanzar favores y ganancias rentistas extraeconómicas.

[Perú 1860: El Tratado Guano de Gibbs: Se negociaron peculiaridades con diplomáticos peruanos en Londres y París: precios bajos, tarifas inadecuadas, bonos del gobierno peruano]

El contrato cuasimonopólico del guano a cargo de Antony Gibbs & Hijos (Antony Gibbs & Sons) fue cuestionado por su obscura extensión aprobada por el gobierno de Echenique, (entre otras alegaciones de abusos). Las acusaciones contra Gibbs implicaron a los agentes diplomáticos peruanos en Londres y París. En 1860, Francisco de Rivero, el encargado de los negocios del Perú en Londres, se defendió de las críticas públicas de su colega diplomático Luis Mesones y del exconsignatario guanero Carlos Barroilhet. A Rivero se le imputaba el haber incurrido en serios conflictos de interés, al ponerse del lado de las políticas de fijación del precio del guano aplicadas por Gibbs; el haber cobrado honorarios impropios por sus servicios diplomáticos ligados a transacciones financieras peruanas en Europa; y el especular con bonos peruanos para aumentar su propia fortuna. En lugar de negar los cargos, Rivero afirmó su derecho a cobrar una comisión del 2 por ciento en su manejo de las transacciones financieras oficiales en el extranjero, así como a especular con bonos peruanos. Basó estas afirmaciones en licencias similares permitidas a los antiguos embajadores Osma y Mendiburu. Rivero, asimismo, aprobó los precios rebajados del guano fijados por Gibbs, pese a la existencia de precios más altos en otros lugares. [9] Era claro que la falta de una estricta regulación administrativa permitía obvios conflictos de interés.

[Perú 1862: Tratado de Guano para colonias GB+ extendido - permanece secreto - protesta de Guillermo Bogardus - tarifas inventadas]

Cuando el contrato de Gibbs llegó a su fin en enero de 1862, se firmó un nuevo contrato para el suministro de guano a Gran Bretaña y sus colonias con un grupo de capitalistas nativos que formó la Compañía Nacional. Entre sus asociados estaban Clemente Ortiz de Villate, Felipe S. Gordillo, José Canevaro, Manuel Pardo, Carlos Delgado y Felipe Barreda. A pesar de la ley de 1860, el [p.196] nuevo contrato no se remitió al Congreso para su aprobación, sino que fue aprobado, más bien, por José Fabio Melgar, el ministro de Hacienda de Castilla. Guillermo Bogardus, un hombre de negocios y político interesado, hizo oír su protesta al afirmar que el contrato era ilegal y que el Congreso debía anularlo y enjuiciar a los nuevos contratistas por abusos cometidos contra los intereses del Estado. Bogardus, además, sostenía que estos contratistas «nacionales» conformaban un círculo codicioso que había traicionado el espíritu del principio legal de 1849, que concedía la preferencia a peruanos en casos de ofertas iguales en contratos públicos. Según Bogardus, la Compañía Nacional no contaba con el capital suficiente y se había unido con la casa británica Thomson, Bonar & Co. en «corruptelas» financieras dañinas para el Estado. [10] Bogardus acosó a los capitalistas guaneros peruanos por más de una década. Este sonado debate culminó con un arreglo alcanzado en 1878 con Thomson, Bonar & Co., luego de un juicio iniciado por agentes fiscales peruanos en Londres por cobros irregulares que se remontaban a la década de 1860. La suma acordada fue relativamente pequeña, y Bogardus recibió parte de ella como recompensa por haber revelado el asunto. Los consignatarios nacionales, sin embargo, no tuvieron culpa alguna en el caso y, más bien, se presentaron como co-demandantes contra la firma británica. [11]

[Perú desde 1860: Resistencia al deber público de tratados importantes - aumento de gastos debido a militares y proyectos]

Varios factores locales y extranjeros conspiraron contra el cumplimiento de los nuevos requisitos constitucionales y legales, no obstante la censura parlamentaria ocasional de alguno de los ministros de Castilla. En octubre de 1862, este logró concertar, una vez más, la transición pacífica del poder bajo la nueva Constitución pero en medio de una situación fiscal deteriorada por crecientes gastos militares y navales, obras públicas y una breve guerra con el Ecuador. [12] [p.197]

El general Miguel de San Román, un viejo partidario de Castilla, fue elegido presidente, el general Juan Antonio Pezet primer vicepresidente y el general Pedro Diez Canseco (cuñado de Castilla), segundo vicepresidente. San Román falleció apenas a los cinco meses de iniciado su gobierno y Pezet asumió el mando tras regresar de Europa, donde se hallaba al momento de la muerte de San Román. El presidente Pezet pronto tuvo que enfrentar la crisis externa más seria de la joven república desde la independencia.

[España 1850s: Mala prensa sobre Perú por maltrato a españoles y extranjeros - sobornar a periodistas en Madrid y París para escribir informes positivos sobre Perú]

Los gobiernos de España y Perú habían intentado regularizar sus relaciones diplomáticas desde la década de 1850. Importantes obstáculos complicaban este acercamiento diplomático. Entre ellos se contaban los reclamos españoles por las deudas privadas impagas de la época colonial, la confiscación de una nave comercial de bandera española y los abusos cometidos en el Perú contra los antiguos súbditos españoles. [13] La mala prensa en París y Madrid en torno a los asuntos administrativos peruanos y los supuestos abusos cometidos contra extranjeros contribuyó a que se formara una opinión pública internacional adversa, que estimuló la especulación con los instrumentos de la deuda externa peruana. [14] Los agentes diplomáticos José Barrenechea y José Gálvez intentaron contrarrestar este problema que asumían era de publicidad. Los diplomáticos peruanos solicitaron fondos del gobierno destinados a pagar a periodistas y editores de publicaciones en francés y español en París para que escribieran favorablemente sobre el Perú. Esta era aparentemente una práctica común seguida por otras misiones diplomáticas latinoamericanas en dicha ciudad. [15] [p.198]

[Perú 1863: "Misión" española - La flota española ocupa las islas guaneras de Chincha - España criminal-católica lucha por 3 millones de pesos]

En 1863 una flota española con una misión científica y diplomática arribó al Callao para presionar las demandas peninsulares [de España] ante el gobierno peruano. El exagerado sentido del honor de los enviados españoles Luis Hernández de Pinzón y Eusebio Salazar y Mazarredo, así como la falta de tacto del gobierno de Pezet, condujeron a un serio incidente diplomático que se vio complicado con nuevas denuncias de abusos cometidos contra inmigrantes vascos en la hacienda norteña de Talambo. En abril de 1864, la flota española tomó las islas Chincha, la fuente más importante de la renta guanera usada como garantía de la deuda pública. El gobierno de Pezet, en consecuencia, se vio en una seria situación financiera. Los consignatarios del guano solo adelantaban fondos de corto plazo a un altísimo interés, en ocasiones hasta más del 30 por ciento. En Londres, una comisión fiscal debidamente autorizada, conformada por los prominentes capitalistas peruanos José Sevilla y Manuel Pardo, tuvo problemas para conseguir préstamos y comprar buques de guerra, pues el crédito peruano en el extranjero se había deteriorado frente a las drásticas medidas españolas. [16] Bajo tal coacción, Pezet negoció un acuerdo con España que esencialmente concedía un pago de tres millones de pesos para satisfacer sus demandas. [17]

[Levantamientos contra Pezet - nueva dictadura patriótica con el coronel Prado - guerra Chile + Perú contra España - Pezet lamenta el golpe, pero luego construye un palacio en Chorrillos - Torrico se convierte en "ministro en la corte de Napoleón III."]

Los viejos generales Castilla y Echenique, que eran respectivamente los jefes de las Cámaras de senadores y de diputados en el Congreso, dirigieron inicialmente una indignada oposición a la política apaciguadora seguida por Pezet. La deportación de Castilla en 1865 fue seguida por varias insurrecciones militares encabezadas por los coroneles Mariano Ignacio Prado y José Balta con el apoyo del general Diez Canseco. Este movimiento logró deponer a Pezet y estableció una dictadura patriótica bajo el liderazgo del coronel Prado.  En alianza con Chile, el Perú le declaró entonces la guerra a España. Pezet fue acusado de tiranía, traición y robo de fondos públicos, cargos a los que [p.199] respondió indicando que los grandes gastos y préstamos a alto interés eran urgentemente necesarios para la defensa nacional. Desde su perspectiva, los responsables del golpe que lo depuso en violación de la ley eran quienes habían cometido el verdadero daño. [18] Sin embargo, años más tarde Pezet alardearía  de una fortuna considerable, que le habría permitido construir un «palacio» en el balneario de Chorrillos. [19] Durante su mandato, Pezet permitió, asimismo, el regreso al Perú del desprestigiado general Juan Crisóstomo Torrico, un viejo amigote suyo. Desde su exilio en 1855, Torrico había estado gastando su fortuna mal habida en París. En 1865, Pezet lo recompensó escandalosamente nombrándolo ministro plenipotenciario ante la corte de Napoleón III en París, donde Torrico permaneció sin ser molestado y continuó envuelto en turbios negocios relacionados con el Perú. [20]

[Perú de 1863 con dictadura Prado con Ministro de Hacienda Pardo: reformas y nuevo impuesto contra indígenas - aduanas abandonadas Arica, Pisagua e Iquique - Ministro de Hacienda Urrutia con robo de 200.000 pesos - Tesorero Lombard con robo de 50.000 pesos]

Durante el gobierno dictatorial de Prado, diversas reformas administrativas y tributarias fueron introducidas por su ministro de Hacienda Manuel Pardo. Estas medidas incluyeron la abolición de las gravosas pensiones hereditarias y la reorganización de funcionarios de la hacienda pública para así mejorar su profesionalismo. Algunas de estas reformas despertaron viva oposición como lo demuestra el levantamiento que estalló en Huancané, Puno, en 1866 contra la reintroducción de la contribución indígena. Pardo también ordenó que se investigara la administración de las aduanas de Arica, Pisagua e Iquique [hoy Chile]. Esta última resultó estar del todo desorganizada y plagada de deudas fraudulentas que dañaban al erario nacional y el comercio privado. [21] Aún más, durante la gestión de la Hacienda de Pardo quedaron expuestos varios graves casos de corrupción, entre los cuales destaca el de José García Urrutia, ministro de Hacienda de Pezet. García Urrutia [p.200] se habría apropiado ilegalmente de 200.000 pesos de las rentas fiscales en complicidad con el tesorero y el cajero del ministerio. [22] Otro caso implicó al extesorero interino Manuel Lombard, a quien se acusó de haber malversado 50.000 pesos a través de pagos de salarios fraudulentos. [23]

[Propaganda de Bogardus contra el ministro de Finanzas Pardo e investigaciones]

Los críticos de Manuel Pardo usaron en su contra rumores y escándalos referidos a sus negocios y familia (Pardo era hijo del escritor y político conservador Felipe Pardo y Aliaga y de Petronila Lavalle, y estaba casado con Mariana Barreda y Osma). [24] Además, se cuestionó a Pardo por diversas otras razones:

-- sus vinculaciones con la Compañía Nacional,
-- los empréstitos usureros contraídos con Thomson, Bonar & Co. en 1865 y con Thomas Lachambre & Co. en 1866, así como
-- la compra de dos costosos navíos de guerra en Estados Unidos (el Oneoto y el Catawba, a los cuales se rebautizó como Manco Cápac y Atahualpa, respectivamente) a un armador estadounidense, bajo las exigencias de la guerra con España y sus secuelas. [25]

Pardo y sus partidarios respondieron públicamente [p.201] que aquellos préstamos y compras estaban debidamente justificados, y que Bogardus, su principal crítico, era un calumniador y una persona sospechosa. [26] La contratación de préstamos a alto interés en tiempo de guerra no constituye una razón verosímil para acusar a Pardo quien, por el contrario, llevaba a cabo sus asuntos oficiales, entonces y después, con una transparencia y honestidad inusuales, no obstante los defectos de algunos de sus asociados comerciales.

[Perú de 1863: España criminal-católica bombardea el Callao y pierde - nueva constitución liberal de 1867 - los católicos criminales y conservadores están en contra de la constitución]

El conflicto con España, la disensión política interna y el elevado gasto realizado para armar al ejército y la marina socavaron tanto el orden constitucional como las endebles finanzas nacionales. La flota española se retiró de la costa peruana tras sufrir considerables bajas en su inútil bombardeo punitivo del Callao el 2 de mayo de 1866. En estas circunstancias, la dictadura de Prado intentó legitimarse auspiciando una asamblea constitucional que redactara otra Constitución más para reemplazar la de 1860. Los legisladores liberales, entre  ellos el radical José María Quimper, el poco confiable Fernando Casós y el moderado Francisco García Calderón, diseñaron la Constitución liberal de 1867. Esta prestaba particular énfasis a la reforma del sistema judicial. Sin embargo, la Constitución de 1867, al igual que su predecesora de 1856, tuvo que enfrentar la dura oposición del clero católico y los conservadores exaltados. [27]


[El teatro de García Calderón contra el Prado - Levantamientos militares de Arequipa y norte del Perú con la caída del Prado - Construcción del ferrocarril de Arequipa al puerto de Mollendo con Henry Meiggs y pagos en efectivo - Sospecha: Meiggs sobornó al gobierno peruano]

La oposición a Prado venía incubándose dentro de la misma asamblea constituyente. García Calderón, presidente de la asamblea, se distinguió en su defensa de los principios constitucionales y el imperio de la ley. Argumentando que la nueva Carta de 1867 había sido violada flagrantemente por el régimen de Prado, García Calderón proclamó la vacancia presidencial y solicitó la renuncia de Prado [p.202] en aras del bien común. García Calderón manifestó estas ideas precisamente cuando Prado había dejado Lima para encabezar la campaña militar contra un levantamiento armado dirigido por el general Diez Canseco en Arequipa [Perú del Sur], la ciudad natal de García Calderón. [28] Casi de inmediato estalló otra rebelión militar en el  norte, al mando del coronel Balta, que aseguró la caída final de Prado.

De vuelta provisionalmente al poder en 1868, Diez Canseco restableció la Constitución de 1860. Se mantuvo en el poder lo suficiente como para aprobar contratos públicos que «se dice le enriquecieron». [29] Durante su breve mandato, Diez Canseco inauguró una nueva fase en la contratación de obras públicas con la construcción de un ferrocarril que unió la ciudad de Arequipa con el puerto de Mollendo. [30] Los arequipeños Diez Canseco y Manuel Polar, su primer ministro, invitaron al contratista ferroviario estadounidense Henry Meiggs a que construyera el ferrocarril en Arequipa, con la intención manifiesta de beneficiar a toda la provincia y región. Estas autoridades insistían en que Meiggs tenía una reputación muy merecida luego de haber construido la muy rentable vía ferroviaria Valparaíso-Santiago en Chile. No se exigió ninguna otra garantía al contratista, a quien se le pagaría en efectivo por cada milla de ferrovía construida, un arreglo sumamente ventajoso para Meiggs. La opinión pública sospechaba que se habían pagado sobornos a Diez Canseco, sus ministros y asesores cercanos (entre ellos Diego Masías y Domingo Gamio). Hay también indicios de que Meiggs les otorgó a Diez Canseco y Polar letras de cambio por 100.000 pesos de regalo a cada uno, aunque luego estas letras le fueron supuestamente devueltas. [31] Este fue el inicio de los asombrosos negocios en que Meiggs se [p.203] aprovechaba de la venalidad de las autoridades peruanas. Diez Canseco tuvo que enfrentar una investigación parlamentaria de varias de sus acciones en diciembre de 1868, a poco de dejar la presidencia, entre las cuales se contaban sus tratos con Meiggs. Las investigaciones predeciblemente no prosperaron. [32]

[Perú agosto de 1868 con el gobierno de Balta: Alto gasto militar - reforma administrativa contra la corrupción + contrabando - proyecto para el libre comercio de guano]

El coronel Balta fue elegido presidente y asumió el mando en agosto de 1868. Este era conocido por sus estallidos de cólera y autoritarismo, mientras que su gobierno se caracterizó por gastos militares descontrolados. En su primer gabinete nombró a Francisco García Calderón como ministro de Hacienda, quien intentó contener la corrupción con reformas administrativas que recompensaban la experiencia y el mérito. A comienzos de la gestión ministerial de García Calderón se aprobó una ley que consideraba a los funcionarios de Hacienda responsables por su mal proceder, pero esta norma fue mayormente ignorada. García Calderón, asimismo, planeaba reorganizar el servicio de aduanas para limitar el contrabando, controlar el gasto público y reducir el creciente déficit fiscal. Para financiar el déficit propuso continuar apoyándose en los adelantos efectuados por los consignatarios. Aunque favorecía un nuevo sistema abierto de ventas de guano en su lugar de origen para reemplazar al viejo sistema de las consignaciones, también advirtió que los cambios en la práctica de la consignación debían ser graduales hasta que se resolviera la crisis fiscal. García Calderón se oponía a un mayor endeudamiento externo, porque este venía alcanzando niveles peligrosos. [33] [p.204]

[Resistencia de Balta + Parlamento - Derrocamiento de Calderón - Piérola hace política de quiebra con préstamos externos]

Los serios desacuerdos con Balta en torno a la cuestión de la deuda externa, así como la oposición parlamentaria a las medidas propuestas por el innovador ministro de Hacienda, llevaron a la renuncia de García Calderón el 22 de diciembre de 1868. [34] Una estrategia dominante venía prosperando en la Cámara de diputados para otorgar amplios poderes al ejecutivo que le permitieran contratar grandes préstamos en el extranjero y «resolver» así el déficit. [35] Sobre estas bases, conducentes al aumento del gasto público, el sucesor de García Calderón, Nicolás de Piérola, llevó al país al borde del desastre financiero con la firma de nuevos contratos para la exportación del guano, la obtención de cuantiosos préstamos extranjeros y la construcción fastuosa de ferrocarriles y otras obras públicas de dudoso origen.



El infame Contrato Dreyfus

[Perú 1860: Echenique intriga desde el extranjero con congresistas contra el presidente Castilla - 1861 regreso de Echenique - diputado 1862]

Inmediatamente después de la renuncia de García Calderón a la cartera de Hacienda, el expresidente José Rufino Echenique recomendó vigorosamente al joven Nicolás de Piérola para el puesto vacante. Echenique había regresado a Lima y conseguido su rehabilitación política tras un largo exilio. Desde el extranjero, el general Echenique no cesó de conspirar contra Castilla y, en 1860, intentó influir sobre viejos amigos en el Congreso para que lo rehabilitaran y legislaran a favor de reconocerle reclamos por salarios impagos atrasados y una compensación por propiedades. [36] A su regreso en 1861, Echenique reorganizó su red de patronazgo con la asistencia de sus hijos (Juan Martín, Rufino y Pío), parientes y partidarios. También logró ser elegido diputado en 1862 y la restitución de sus propiedades y salarios reclamados. En el periodo 1868-1872, Echenique intentó influir sobre el presidente Balta, su antiguo subalterno en el ejército, para apuntalar sus propias ambiciones presidenciales.

[Mafia familiar de Echenique]

Piérola era un pariente distante y aliado político de Echenique, negociante, católico conservador e hijo de un controvertido ministro de Hacienda [p.205] (1852-1853) durante el corrupto gobierno de Echenique. En sus memorias, Echenique minimiza su papel como recomendante directo de Piérola ante Balta, señalando que su recomendación la hizo a través de una tercera persona, no obstante admitir que, en esos días, tuvo varias reuniones confidenciales con Balta. Otros ponen a Echenique directamente en presencia de Balta para respaldar enérgicamente a Piérola como ministro de Hacienda. [37] No cabe duda, sin embargo, de que Piérola era un muy cercano asociado de Echenique. Eventualmente, encabezaría una nueva generación de funcionarios y políticos que heredaron las viejas artimañas de la generación de Echenique.

[El ministro de Finanzas Pierola y el déficit presupuestario con préstamos extranjeros de París con los hermanos Dreyfus & Co. - y guano como garantía]

El inexperto ministro Piérola pronto sorprendió a todos al convertirse en  la fuerza motriz de estrategias dudosas para hacer frente al alarmante déficit fiscal. Su enfoque fue radicalmente distinto al de García Calderón y contribuyó, más bien, a la tendencia de parlamentarios interesados, como Juan Martín Echenique y el mismo presidente Balta, en apoyarse excesivamente en el endeudamiento externo. El abogado Fernando Palacios concibió la idea de contratar un empréstito externo para cubrir el déficit mediante una licitación previamente autorizada por el Congreso. Palacios se reunió en varias oportunidades con Balta y Piérola entre diciembre de 1868 y enero de 1869 para tratar los detalles de este proyecto. Al plan original, el Presidente y su ministro le añadieron sus particulares sesgos: así, obtuvieron una amplia autorización del Congreso el 25 de enero de 1869, aun cuando ya desde diciembre de 1868 el gobierno había establecido contacto con la casa parisina Dreyfus Frères et Cie. [Hermanos Dreyfus] Mientras la licitación «abierta» se llevaba a cabo con al menos cuatro propuestas sobre la mesa, Piérola prácticamente ya había aprobado la oferta de Dreyfus de adelantarle al gobierno fondos contra dos millones de toneladas de guano, que el Estado vendería a un precio fijo durante un periodo determinado. [38] [p.206]

[Contrato de préstamo en París el 5 de julio de 1869: cláusula secreta para la compañía financiera londinense Henry Schröder & Co.]

Dreyfus le venía adelantando dinero al gobierno peruano desde mayo de 1869, meses antes de la presentación formal de las otras tres propuestas. Además, Juan Martín Echenique había sido enviado a París como comisionado oficial con instrucciones precisas de firmar junto con Toribio Sanz un contrato formal con Dreyfus. El contrato se firmó, junto con un acuerdo complementario secreto, el 5 de julio de 1869. El acuerdo secreto estipulaba que Thomson, Bonar & Co., el agente financiero del gobierno peruano en Londres, se reemplazaría por otra casa comercial que debía ser escogida posteriormente por Dreyfus. El contratista francés luego eligió a Henry Schroder & Co., una compañía banquera londinense que tendría un papel clave en los tratos financieros subsiguientes entre Dreyfus y el gobierno de Balta. [39]

[París: Dreyfus & Cie. con Société Générale y Leiden Premsel & Cie. - Dreyfus dirige las finanzas peruanas - distribución de acciones de 60 millones de francos]

Con la asociación financiera adicional de los gigantes Société Générale y Leiden Premsel et Cie. de París, Dreyfus logró ejercer un control cuasimonopólico sobre el grueso de las finanzas peruanas como acreedor, agente [p.207] financiero y contratista del guano. Antes de la ratificación formal en el Perú del contrato ad referéndum, Dreyfus ya había repartido acciones del negociado  por sesenta millones de francos [franceses] entre sus socios en París: la Société Générale tomó acciones por 22,5 millones de francos, Leiden Premsel por 22,5 millones, y Dreyfus por 15 millones. Poco después, cada uno de los principales socios diversificó su participación entre otros suscriptores. Dreyfus obtuvo la participación de peruanos con intereses estratégicos en la defensa de la ratificación final del contrato: un exconsignatario encargado de cargar el guano,
-- Andrés Álvarez Calderón, «adquirió» acciones por un valor de 600.000 francos;
-- el controversial diplomático Francisco de Rivero, por 500.000;
-- Luis Benjamín Cisneros, el cónsul peruano en el Havre y enlace entre Dreyfus y el gobierno de Balta, por 190.000; el viejo consolidado Nicanor González, por 156.750;
-- el parlamentario y abogado Fernando Casós, por 95.000; el futuro agente fiscal, coronel Joaquín Torrico, hermano y colaborador del notorio general Juan Crisóstomo Torrico, por 47.500; Guillermo Bogardus, por 4.750;
-- e, incluso, el negociador oficial Juan Martín Echenique, por 100.000, entre muchos otros. [40]

[París: Dreyfus da acuerdo anticipado para Perú de 700.000 soles mensuales - y algunos diputados todavía quieren rebelarse]

Según el contrato público final, ratificado en Lima el 17 de agosto de 1869, Dreyfus reemplazaría a los consignatarios existentes en toda Europa a la expiración de sus contratos. Dreyfus prometió adelantarle al gobierno 700.000 soles cada mes por un total de 2,4 millones de soles y cubrir el servicio del empréstito externo de 1865 y las deudas a los antiguos consignatarios. Estas condiciones monopólicas y la escandalosa manipulación de una licitación supuestamente abierta hicieron surgir demandas para que se rescindiera el contrato con Dreyfus. Sin embargo, Piérola tenía el trato prácticamente asegurado debido a que su cancelación habría implicado reembolsarle a Dreyfus las sumas ya adelantadas al gobierno en efectivo, y eso resultaba imposible para un erario nacional carente de fondos. [41] [p.208]

[París: Críticos gritan algo de irregularidades - licitación abierta no fue respetada - ofertas de empresarios peruanos guaneros]

Siguió entonces un gran debate público entre intereses rivales. Quienes buscaban eliminar la influencia de los consignatarios nacionales del guano sobre los asuntos fiscales, negaban la prórroga de esos contratos, alegando ganancias excesivas y supuestos abusos, y apoyaban o justificaban, por tanto, el contrato Dreyfus. [42] Las averiguaciones oficiales realizadas por Toribio Sanz en Europa desde 1867 habían revelado irregularidades que antecedieron a las acusaciones legales contra los consignatarios de Alemania (Schutte) y Francia (Lachambre) en 1869. [43] Luis Benjamín Cisneros y su hermano, el abogado y parlamentario Luciano B. Cisneros, partidarios de Echenique y profundamente  ligados a los tratos con Dreyfus, se distinguieron por su defensa oratoria y legal del contrato, y sus críticas a los capitalistas nacionales. Los hermanos alegaban astutamente la existencia de conexiones entre las prácticas usureras de los antiguos consignatarios y los abusos cometidos por los nuevos consignatarios nacionales. [44] En este clima, el encargado de negocios francés en Lima observó que los consignatarios del guano eran sumamente impopulares. [45] A la inversa, quienes se oponían al Contrato Dreyfus sostenían que este era ilegal, puesto que su firma había incumplido con la autorización legislativa específica y con los procedimientos de una licitación abierta. Los consignatarios nacionales hicieron pública su contraoferta al acuerdo con Dreyfus. Exigían que se acataran las resoluciones legislativas de 1849 y 1860, que otorgaban la preferencia a los [p.209] ciudadanos peruanos en las licitaciones públicas en las que los nacionales y extranjeros hicieran ofertas iguales. [46]

[Perú 1869: Rebelión contra el Tratado de Dreyfus sin fin - los rebeldes son arrestados - el poder judicial peruano insiste en que el Tratado de Dreyfus es ilegal - al final solo es útil el soborno de los diputados: aprobación del Tratado de Dreyfus con 63 a 33 noviembre 1870]

La encarnizada lucha política y legal en torno al Contrato Dreyfus dominó la política peruana durante meses. Cuando los capitalistas nacionales ofrecieron igualar las condiciones financieras de Dreyfus con el respaldo del Banco del Perú, una institución fundada en 1863 por diez socios nativos y consignatarios guaneros, el ejecutivo respondió decretando que los billetes de este banco no serían aceptados en las oficinas del gobierno. Quienes se oponían al contrato con Dreyfus, entre los cuales se encontraba el gerente del Banco del Perú Emilio de Althaus, fueron arrestados. Entre octubre y noviembre de 1869, la Corte Suprema de Justicia reafirmó su jurisdicción para declarar que los nacionales habían sido despojados de sus derechos por el Contrato Dreyfus y que, en consecuencia, este debía ser rescindido. Casi al mismo tiempo, una comisión parlamentaria votó por una mayoría de ocho contra seis que al ser incostitucional el contrato resultaba ilegal. Estos reveses temporales generaron un conflicto entre Balta y Piérola, del cual salieron ganadores este último y Dreyfus. El ejecutivo redobló su campaña en defensa del contrato y simplemente desautorizó al poder judicial, colocando la decisión final en manos del legislativo. [47] Para noviembre de 1870, la campaña legal y pública de Dreyfus y el soborno de parlamentarios habían inclinado la balanza a favor de la aprobación del contrato por 63 votos contra 33 en la Cámara de diputados, una decisión que en breve sería ratificada por el Senado. [48] [p.210]


[Perú desde 1870: construcción ferroviaria con Henry Meiggs - préstamo extranjero de 12 millones de libras y 36,8 millones de libras - bonos ferroviarios en el extranjero requieren pagos de intereses a los acreedores]

Aunque Manuel Angulo reemplazó temporalmente a Piérola como ministro de Hacienda entre noviembre de 1869 y febrero de 1870, Piérola mantuvo su influencia en la defensa del Contrato Dreyfus tras bastidores; Angulo era considerado, además, un mero títere de Piérola. El futuro financiero del país quedó sellado en estos meses con el retorno de Piérola a la cartera de Hacienda, entre febrero de 1870 y julio de 1871. Durante este periodo se implementaron adicionalmente dos devastadores proyectos financieros. El constructor de sistemas ferroviarios y especulador Henry Meiggs fue contratado para construir dos ferrocarriles de gran escala, y el mismo Dreyfus en París fue comisionado el 19 de mayo de 1870 para lograr un enorme préstamo externo de 12 millones de libras esterlinas (59,6 millones de soles), al que naturalmente siguió otro préstamo de refinanciamiento, nuevamente a cargo de Dreyfus, por 36,8 millones de libras el 31 de diciembre de 1871. Ya en la primera mitad de 1870, Dreyfus cobraba comisiones de hasta 357.000 libras por administrar el pago de intereses devengados por bonos de ferrocarriles en el extranjero. Piérola fue atacado en la prensa por estas irregularidades. A pesar de sus protestas de rectitud y de la defensa que el respetado historiador Jorge Basadre hiciera de  sus actos oficiales, el apego de Piérola por el poder y las ganancias personales contribuyó decisivamente a la desastrosa bancarrota financiera del Perú, que tardó muy poco en precipitarse. [49] [p.211]

[El Perú tenía proyectos ferroviarios entre los puertos y las minas para vender minerales al extranjero. El transporte de pasajeros era y sigue siendo marginal (año 2023), excepto entre Cusco y Machu Picchu].

[Perú desde 1870: alianza Dreyfus+Meiggs en Perú - Echenique y Emilio de Piérola levantan empresas enfermas]

El núcleo de los hombres de negocios de Lima tuvo que adaptarse a la nueva dinámica financiera adoptada e impuesta por el gobierno y fuertemente influida por la alianza de facto entre Dreyfus y Meiggs. El motor de la economía estaba avanzando en la dirección equivocada de obras públicas no rentables, financiadas por el déficit fiscal y una deuda externa inmanejable. Varios hombres de negocios locales y extranjeros eran conscientes de esta realidad, pero optaron por buscar ventajas marginales antes de que ocurriese el colapso. [50] Los antiguos enemigos comerciales y financieros de Dreyfus y Meiggs ahora participaban cautelosamente junto a ellos en empresas conjuntas. Los bancos de Lima ofrecieron sus servicios en cuenta corriente y crédito comercial a Dreyfus y Meiggs, al mismo tiempo que apuntalaban préstamos al Estado, de servicio cada vez más atrasado. Los proyectos privados que buscaban desarrollar líneas ferroviarias productivas como la Compañía Ferrocarril del Mineral de Cerro de Pasco arriesgaban caer en la insolvencia y buscaban el apoyo del gobierno. En este momento de incertidumbre irrumpieron en la escena de los negocios financieros Juan Martín Echenique y Emilio de Piérola, un hermano de Nicolás. Con el respaldo del gobierno y su camarilla política, Echenique y Piérola compraron o invirtieron en sociedades anónimas, nuevas o con problemas financieros, para asumir su control. Entre ellas estuvieron la del Ferrocarril del Mineral de Cerro de Pasco, la compañía inmobiliaria y de construcción La Constructora, y la Compañía del Ferrocarril Lima-Huacho. [51] [p.212]


[Perú 1870s: El grupo de empresarios alrededor de Echenique y Piérola se expande - el decreto de exportación para Echenique es derogado por Balta]

En efecto, durante el gobierno de Balta, la red de Echenique-Piérola avanzó considerablemente en alcanzar posiciones estratégicas de poder y riqueza. Sus integrantes coparon al personal gerencial de las compañías bajo su control: los hijos del general Echenique, Juan Martín, Rufino y Pío; su sobrino político Augusto Althaus; su cuñado Santiago Lanfranco; César Saco y Flores; y Emilio de Piérola eran, todos, gerentes de La Constructora. Esta compañía se vio favorecida con diversos proyectos de obras públicas. Luego de dejar la cartera de Hacienda, Nicolás de Piérola fue elegido diputado echeniquista por Lima en las elecciones parlamentarias de noviembre de 1871. Piérola apoyaba al llamado grupo o partido católico afín a la política conservadora del general Echenique. Para las elecciones presidenciales de 1872, este último fue inicialmente el candidato favorito del presidente Balta. Sin embargo, las ambiciones del general resultaron contraproducentes, luego que un decreto ejecutivo concediera a Juan Martín Echenique el privilegio exclusivo de exportar e importar todos los materiales del gobierno. Frente a la indignación generalizada y el escándalo público, Balta decidió anular este decreto de absurdo favoritismo. En conse cuencia, las relaciones entre Balta y Echenique se enfriaron hasta el punto que Balta decidió, más bien, apoyar como candidato presidencial oficial al abogado Antonio Arenas. [52]  El designado por Balta se enfrentó a Manuel Pardo, candidato de la oposición y popular alcalde de Lima, jefe de un Partido Civil de ancha base formado en 1871. Esta organización política se constituyó en el primer partido civil moderno del país, preparado para superar a los grupos políticos liderados por caudillos que tenían como base fundamentalmente el patronazgo electoral, la violencia y la corrupción. [53] [p.213]

[Disputa sobre contratos públicos - sobornados a gobernantes judiciales y familiares - conflictos de intereses + laberinto burocrático]

La compleja y legalmente cuestionada licitación de los contratos oficiales minó los esfuerzos por establecer un orden legal en los negocios y los asuntos públicos. Según un diplomático extranjero, la Constitución y las leyes no tenían el control. En lugar de ello, «sólo la voluntad de unas cuantas familias es la ley». [54] En tales circunstancias, existía una gran demanda de abogados como Francisco García Calderón, para que negociaran asuntos legales entre el gobierno y los intereses privados. Tenía una reputación merecida como honesto reformador legislativo, escrupuloso abogado del sector privado y empleado público. Pero en aquellos tiempos, ni siquiera él estaba libre de embarazosos conflictos de interés. Sus clientes buscaban un asesor legal que pudiera manejar el engorroso laberinto burocrático y, al mismo tiempo, usara su posición de influencia o favoritismo entre quienes tomaban las decisiones y controlaban el gobierno.


[Perú 1870s: Falsas demandas de los "Estados Unidos" con el abogado Calderón - Calderón estafa a los clientes con altos honorarios legales - Calderón protege al corrupto constructor criminal de ferrocarriles Meiggs]

Bajo estos ambiguos supuestos, García Calderón ejerció la representación legal de importantes clientes privados como algunos demandantes estadounidenses, el consignatario guanero Schutte & Co. e, incluso, Henry Meiggs. Algunos de sus clientes estaban dispuestos a sobornar a las autoridades para conseguir resoluciones favorables a sus demandas y contratos. El encargado de negocios estadounidense Alvin Hovey reconoció que varios demandantes de su país, representados por García Calderón contra el Estado peruano, eran chantajistas que sobornaban o mentían para conseguir una justificación legal a sus pedidos de reparaciones. García Calderón también era parte de amargas disputas públicas con sus clientes en torno a sus honorarios de abogado, los que, al final de los procedimientos legales, eran a veces considerados desproporcionadamente altos. Estas disputas surgían debido a la falta de claridad al establecer previamente acuerdos de pago con sus clientes. [55] Llama además [p.214] la atención que García Calderón haya actuado como representante legal del magnate ferroviario y especulador Henry Meiggs, bien conocido por su uso del soborno y otras aventuras ilegales que contribuyeron al colapso institucional y financiero del Perú.


Avalancha de obras públicas

[Perú 1870s con fantasía católica: Construcción ferroviaria con bonos con 6% de interés - los bonos se venden en el extranjero - ferrocarriles, riego, puentes, puertos, edificios públicos, etc.]

El Contrato Dreyfus y los arreglos financieros que le siguieron ahondaron los problemas del déficit que desde 1868 había alarmado a los preocupados ciudadanos. Estas medidas financieras irresponsables se diseñaron, al parecer, para generar oportunidades a ganancias corruptas. Los acuerdos financieros con Dreyfus cobijaron los gastos exagerados e ilegales de inmensos proyectos de obras públicas e incrementaron la deuda externa. Estos tratos atrajeron a ambiciosos especuladores que buscaban ganancias rápidas y por cualquier medio a costa de todo un país. El 15 de enero de 1869, el Congreso autorizó al ejecutivo para que otorgara contratos de obras de construcción de ferrocarriles financiadas con bonos que rendían un interés del 6 por ciento. Este arreglo financiero era defectuoso porque favorecía una riesgosa especulación, puesto que los contratistas pagados con bonos buscaban, luego, colocarlos en mercados extranjeros. Se desató, entonces, un frenesí en la contratación de obras públicas para la construcción de ferrocarriles, proyectos de irrigación, puentes, embarcaderos, muelles, edificios públicos y mejoras urbanas sin un cálculo sólido de su rentabilidad y factibilidad. La mayoría de estos proyectos no se terminaban o ni siquiera comenzaban. Sin embargo, estas obras públicas se anunciaron a la ciudadanía como la varita mágica que llevaría a la riqueza y el desarrollo.


[Perú 1870s: Corrupción destruye proyectos ferroviarios - Ferrocarril Lima-Jauja - para recibir el proyecto, Meiggs soborna a funcionarios]

Algunos peruanos creían sinceramente en los beneficios que tendrían la construcción de ferrocarriles y otros proyectos impulsados por el Estado. El mismo Manuel Pardo había contribuido a implantar la idea de que los [p.215] ferrocarriles significaban el progreso. [56] Pero, evidentemente, ello no ocurría en circunstancias de una corrupción generalizada. El empresario y capitalista Manuel Argumaniz Muñoz participó en la licitación oficial para la construcción de un ferrocarril transandino que uniría la ciudad de Jauja [Junín], en la sierra central, con Lima. La propuesta de Argumaniz contaba con el respaldo de instituciones financieras locales y extranjeras, pero en la puja oficial por obtener el contrato se enfrentó a Meiggs. En sus memorias, Argumaniz escribió que Meiggs obtuvo el contrato favorecido por los círculos oficiales porque fue «derramando el oro hasta a los porteros del Ministerio [...] conociendo perfectamente la índole del país». Recordaba, además, que una señora limeña que tenía conexiones con la Cámara de diputados y el gobierno le visitó para proponerle que hiciera un pago ilegal para que se aprobara su oferta en la licitación. Ante su cortés nezativa de implicar a una dama en un soborno en el cual él, además, no deseaba participar, la señora le respondió con pesar que esa era una costumbre muy arraigada y que nada se podía lograr sin recurrir a ello. [57]


[Perú 1870s: ferrocarriles Lima-La Oroya y Arequipa-Puno: Meiggs tiene agentes distribuidos, los clientes pueden establecer su propio precio + se agregan sobornos al precio: de 120-140 millones de soles, 8-10% son sobornos]

Para conseguir la aprobación de sus ofertas para la construcción de los ferrocarriles transandinos de Lima-La Oroya y Arequipa-Puno, Meiggs siguió el mismo procedimiento que había implementado al negociar la línea Arequipa-Mollendo: le confió a un representante de los acreedores británicos que su secreto al tratar con distintos gobiernos consistía en permitir que las autoridades más altas se vendieran y fijaran su propio precio. Luego de obtener el contrato, Meiggs simplemente añadía el monto de los sobornos al costo total de la obra contratada. Estas prácticas habituales «hacían que los sobornos y la corrupción peruanos fueran proverbiales incluso en Sudamérica». [58] Se calcula que Meiggs repartió más de once millones de soles en sobornos a autoridades, cuyo registro [p.216] llevaba en sus legendarios cuadernos verdes o rojos. [59] Esta suma gastada en sobornos representaba alrededor del 8 y 10 por ciento del costo total de sus ferrocarriles que fluctuó entre 120 y 140 millones de soles.


[Perú 1870s: Meggis se convierte en un modelo para más sobornos - ferrocarril Chimbote-Huaraz por 24 millones de soles, de los cuales 3 millones son dinero]

Siguiendo el ejemplo de Meiggs, otros negociantes locales compitieron entre sí para construir ferrocarriles a muy alto costo y así obtener elevadísimas ganancias. Tal fue el caso de la Compañía del Ferrocarril Chimbote-Huaraz, promovida por Benito Valdeavellano y Dionisio Derteano, el más conspicuo socio «silencioso» de Dreyfus, y conformada por otros diez accionistas. El costo total propuesto para esta obra ascendía a veintiún millones de soles. Meiggs asumió este contrato aliándose con Valdeavellano y Derteano, para lo que compró las partes de varios de los socios originales hasta en 600.000 soles por cada una y pagó sobornos a parientes claves de las principales autoridades. En consecuencia, el costo total propuesto por Meiggs y aprobado por el gobierno subió a 24 millones de soles. [60]


[Perú 1870 con Meiggs: Lanzamiento del ferrocarril Lima-La Oroya - 1871: Ceremonia de inauguración del ferrocarril Arequipa-Mollendo - Meiggs es el rey ferroviario - los bonos ferroviarios peruanos van 10 años con el riesgo de quiebra]

Para celebrar la colocación de la primera piedra del ferrocarril Lima-La Oroya el 1 de enero de 1870, Meiggs y el gobierno realizaron unos elaborados eventos y ofrecieron un lujoso banquete para 800 invitados por el costo aproximado de 47.500 soles. [61] Del mismo modo, para la inauguración de la línea Arequipa-Mollendo en enero de 1871, aproximadamente mil invitados fueron llevados desde Lima al sur en tres barcos de guerra y un vapor. También se transportó grandes cantidades de comida, bebida y fuegos artificiales, y un equipo de artistas ecuestres para la diversión del público y los bailes que Meiggs, Balta y los magnates locales ofrecerían durante varios días de celebraciones. [62] Meiggs era conocido como el «hombre más generoso del Perú». Entre [p.217] abril de 1868 y diciembre de 1871, se le concedieron o asumió contratos para la construcción de siete líneas que sumaban un total de 700 millas y 120 millones de soles. Meiggs fue pagado mayormente con bonos del gobierno emitidos desde 1869 a un interés de 6 por ciento y una amortización de 2 por ciento que se iniciaría diez años después de la fecha de emisión. Este modo de pago ponía a Meiggs en riesgo de quebrar si el mercado de los bonos ferroviarios peruanos en el extranjero colapsaba. El futuro financiero del Perú ya era muy preocupante en agosto de 1870 debido a sus grandes y descontrolados déficit fiscal y deuda externa. El agregado estadounidense en Lima recomendó que los capitalistas de su país se abstuvieran de invertir en bonos ferroviarios peruanos. El frenesí de los ferrocarriles transandinos, alimentado por expectativas exageradas de ganancias, había ignorado convenientemente las limitadas condiciones de mercado para el transporte de carga y pasajeros en el Perú, adversas a la construcción de ferrocarriles rentables a tan alto costo. [63]


[Perú 1870s: Especulación inmobiliaria con Meiggs, construcción de carreteras, construcción de caminos, grandes edificios, concesiones mineras, riego - Meiggs suministra a Bolivia armas "estadounidenses" - Meiggs con empresa de desarrollo - asesor legal García Calderón - Meiggs muere en 1877]

Si bien la construcción de ferrocarriles sobresalió como el mayor negocio especulativo del momento, esta no fue la única fuente de ganancias apadrinada por la corrupción en la contratación de obras públicas. Meiggs también estuvo involucrado en la especulación de bienes raíces iniciada con la demolición de las viejas murallas coloniales que rodeaban Lima; la construcción y pavimentación de calles, aceras para peatones y edificios públicos y privados, así como concesiones de mineral y obras de irrigación. Meiggs incluso se arriesgó a suministrar armas de fuego y municiones de factura estadounidense a Bolivia, bajo la mirada interesada de las autoridades peruanas, según atestigua el diplomático y general estadounidense Alvin Hovey. En 1874, Meiggs también organizó la Compañía de Obras Públicas y Fomento, una empresa de construcción e inversiones, destinada a comprar y vender bienes raíces urbanos y rurales mediante su intermediación entre inversionistas privados y entidades  públicas. García Calderón ejerció como el vicepresidente de esta compañía y estuvo encargado del manejo de delicadas negociaciones legales con el Estado. Al mismo tiempo sirvió como asesor legal de Meiggs hasta la muerte del magnate en 1877. García Calderón asesoró también a los herederos de Meiggs en materia de procedimientos de bancarrota y arreglo de cuentas con el Estado. [64] [p.218]


[Perú 1870s: Grandes edificios en administración + salas portuarias + oficinas de aduanas en el Callao - instalaciones portuarias en el Callao - Templeman, Bergman & Co. con cuñado von Dreyfus a cargo - desde 1874 con la Société Générale - retrasos en la construcción y tarifas demasiado altas]

Otros grandes proyectos de obras públicas también dejaron huellas obscuras para la posteridad. Uno de ellos fue la contratación pública para la construcción y la administración de instalaciones portuarias y de aduana en el Callao. El contrato para el muelle y dársena del Callao se concedió inicialmente por seis años e incluía un privilegio exclusivo para la carga y descarga de naves por diez años. La Cámara de diputados otorgó el contrato a la empresa Templeman, Bergman & Co. en agosto de 1869, no obstante los limitados recursos de capital de esta compañía y la vigorosa oposición pública al acuerdo que se calculaba elevaría los costos portuarios para las importaciones y exportaciones. Los hermanos Charles y Frederick Bergman, jefes de la compañía y cuñados de Auguste Dreyfus, habrían sobornado a un ministro y a otros funcionarios para conseguir el contrato con la intención de transferir la concesión, tan pronto se asegurase el contrato, a una gran empresa europea. En 1874, los Bergman y Dreyfus consumaron su especulación vendiendo los derechos sobre el muelle y dársena a la Société Générale. Al tomar control de esas obras, la entidad financiera parisina incurrió en demoras y altos costos, entonces procedió a cobrar altas tarifas que resintieron a los usuarios de las instalaciones portuarias. [65]


[Lima 1870s: La construcción del palacio de exposiciones "Palacio de la Exposición" con parque y parque zoológico - costos exagerados de 2 millones de soles - compra de buques de guerra en los "Estados Unidos" con sospecha de precios exorbitantes - corrupción en todas partes]

Otro proyecto oneroso, la prolongada construcción del edificio público del Palacio de la Exposición, así como el parque y el zoológico que lo rodearían, entre 1869 y 1872, desató un escándalo en Lima, debido a su inesperado alto costo de aproximadamente dos millones de soles. En un intento por emular las exposiciones europeas de moda, este extravagante proyecto estuvo bajo la supervisión del viejo caudillo Vivanco y del jurista Manuel Atanasio Fuentes,  de quien se sospechaba habría recibido parte de los fondos del proyecto. Este asunto, así como la compra de barcos de guerra en Estados Unidos supervisada [p.219] por el juez Mariano Álvarez (a quien se acusó de haberse beneficiado personalmente con la transacción), generó serias fricciones entre Balta y Piérola. [66] Algunos años más tarde, un parlamentario de ideología liberal escribiría el epitafio definitivo de este periodo: «el Perú dejó de ser una nación de ciudadanos y se convirtió en una sociedad de mercaderes; la corrupción se infiltró en todos sus poros». [67]


Hacia la bancarrota

[Perú 1872: Pardo gana las elecciones - Balta es asesinado por militaristas "cristianos" - Linchamiento "cristiano" contra golpistas - Pardo exige medidas contra la deuda: impuestos a la exportación, impuestos indirectos, reformas y descentralizaciones]

Las elecciones presidenciales de 1872 las ganó claramente don Manuel Pardo, un líder popular apoyado por el moderno Partido Civil. Pero poco antes dela transferencia del poder, un golpe militar liderado por los despiadados coroneles y hermanos Silvestre, Marceliano, Marcelino y el ministro de Guerra Tomás Gutiérrez, depuso y asesinó al presidente Balta, quien había apadrinado antes a los hermanos Gutiérrez. En respuesta, el pueblo linchó en las calles a tres de los jefes del golpe y cortó de raíz las nuevas intenciones dictatoriales. Pardo asumió el mando como presidente constitucionalmente electo en agosto de 1872. En su primer mensaje público al Congreso, Pardo fue categórico: la bonanza del guano se convertiría en una pesadilla de no adoptarse medidas drásticas. La renta procedente de la venta del guano estaba íntegramente comprometida al servicio de la deuda externa. El déficit fiscal debía ser financiado con nuevos impuestos a la exportación y otros impuestos indirectos. Pardo también propuso ahorros fiscales mediante reformas y medidas descentralizadoras. [68] [p.220]


[Perú 1860-1870 con el gobierno Balta: Los católicos criminales no pueden manejar el dinero - todas las ganancias de guano se pierden con la corrupción, con lujo y con armas - proyectos gigantes - déficit fiscal de 20 mio. de soles al año - el gobierno de Pardo tiene que limpiar]

Todo ello se reflejó en las lamentaciones de un contemporáneo hombre de negocios: «¿Qué buen uso se ha dado a esos millones y millones de dólares provistos por el guano? ¡Casi nada para el país mismo! Los asuntos privados se han enriquecido y mucho dinero ha sido gastado en pólvora, balas, cañones, rifles, espadas y blindados». [69] Para los observadores extranjeros bien informados, los suntuosos gastos del gobierno de Balta habían dejado al erario nacional en la más lamentable situación, a pesar de las rentas del guano y aduanas. Unas cuestionables obras públicas de todo tipo habían sido concedidas «para conservar la popularidad [editor: del gobierno]»; los costosos ferrocarriles eran «prematuros, por decir lo menos». [70] Bajo el peso de la excesiva deuda pública, el déficit fiscal crónico sumaba más de veinte millones de soles al año. [71] Según una evaluación periodística crítica y reveladora, los dreyfuistas habían comprometido el crédito nacional para toda una generación. Habían vendido la última pizca de guano; construido ferrocarriles «a la luna», entre otras obras monumentales; y repartido contratos de obras públicas, algunas de las cuales se hicieron mediante la farsa de las licitaciones públicas, con lo cual prácticamente no habían dejado nada a los siguientes gobiernos. La transición del gobierno de Balta-Dreyfus al de Pardo fue la transición del escándalo de la «[p]estilente corrupción a la notable pureza». [72]


[Perú desde 1872 con Pardo: reducción del ejército, mejora del entrenamiento, guardia civil, reducción de la administración, especialmente en aduanas, descentralización de impuestos - casos de corrupción en el Ministerio de Hacienda están expuestos - sin sanciones (!) - mejorar la educación escolar]

Pardo era considerado un «auténtico reformista», en consonancia con sus políticas anteriores como ministro de Hacienda en el decenio de 1860. El presidente civil abanderó un sincero intento de reformar las finanzas públicas y la administración estatal para construir una estabilidad institucional. [73] Ya desde [p.221] noviembre de 1872 se abocó a realizar una reorganización exhaustiva del ejército, reduciendo su tamaño y costos, al mismo tiempo que incrementaba su formación profesional mediante la fundación de las escuelas militares y navales. Muchos oficiales fueron separados del servicio activo, en tanto que una nueva guardia nacional reclutaba civiles para asegurar el orden público. Del mismo modo, la burocracia pública, semillero del patronazgo, se aminoró, sobre todo en el caso de la administración de las aduanas. En esta última se redujo el tamaño del personal y se aumentaron salarios para minimizar la corrupción y el contrabando. La descentralización fiscal y las reformas administrativas de Pardo enarbolaron la bandera de la lucha contra la corruptela pública a través de medios constitucionales. Durante su gobierno se descubrieron prácticas corruptas en la administración del erario nacional. El Congreso celebró audiencias y debatió en torno a los cargos constitucionales presentados contra varios ministros de Balta. Sin embargo, este impulso anticorrupción parlamentario no logró reunir una mayoría que pudiera imponer medidas punitivas. La plataforma reformista de Pardo para su «república práctica» incluía el incremento de la inversión pública en la educación primaria y reafirmaba la convicción de que las capacidades humanas podían mejorarse mediante la instrucción y la práctica del autogobierno local. [74]


[Perú desde 1872: Oficiales corruptos luchan contra las reformas de Pardo + criminales católicos extremos: Católicos enfermos gritan: La corrupción se supone que es "tradición" - intento de asesinato 22.8.1874 - la población y la cúpula militar están con Pardo]

A estos esfuerzos reformistas de Pardo se opusieron quienes deseaban regresar a las condiciones favorables de la acumulación deshonesta de riqueza y poder. Oficiales militares descontentos, algunos separados del servicio activo tras la reforma del ejército, incubaron un profundo resentimiento contra Pardo y estuvieron en el centro mismo de las conjuras planeadas contra su vida. Los católicos y religiosos a ultranza se unieron a la oposición en defensa de las tradiciones que veían atacadas por Pardo, la instrucción pública en particular. El fallido intento de asesinar al presidente en la plaza mayor de Lima el 22 de agosto de 1874 implicó al descontento capitán Juan Boza y a otros oficiales del ejército. En la escena se oyó el lema «larga vida a la religión y muerte a Pardo». Las conspiraciones se multiplicaron durante su gobierno, pero este resultó notablemente resistente, gracias al respaldo popular con que contaba en Lima, así como a la fiel jefatura del ejército regular, la marina y la guardia nacional. [75] [p.222]


[Perú 1872: Piérola defiende sus prácticas de corrupción + llama a la guerra civil contra el gobierno de Pardo - Bogardus quiere volar el tren del presidente - Bogardus compra un amortiguador "Talismán" + rifles en Liverpool en 1874 - Levantamiento 1875 - Piérola con rebelión sin fin]

Entre los enemigos declarados y más virulentos de Pardo figuraba Nicolás de Piérola, quien ahora actuaba como caudillo civil beneficiario de la oposición conservadora. En 1872, Piérola defendió sus acciones como ministro ante una legislatura incapaz de probar convincentemente su corrupción administrativa. Desde entonces estuvo implicado en conspiraciones armadas, izando el pendón de una guerra necesaria contra el gobierno. En diciembre de 1872, Bogardus, el fiel partidario de Piérola y archienemigo de Pardo, diseñó un plan para hacer volar el tren que transportaba al presidente hacia Chorrillos. En 1874, Bogardus también invirtió alrededor de 60.000 soles en Liverpool para comprar el vapor Talismán y 2.000 para adquirir rifles. Comandada por el mismo Piérola en 1875, la expedición insurrecta del Talismán desató el caos en el norte y el sur del Perú, propagándose a Arequipa, antes de que fuera vencida por Pardo y sus fuerzas navales y militares. Piérola, un conspirador incurable, cultivó el arte de los levantamientos políticos y las aventuras militares. Sus partidarios financieros y políticos incluían a Dionisio Derteano, Juan Martín Echenique, Guillermo Billinghurst, el chileno Barahona y, claro está, Dreyfus, quien esperaba recibir una excelente retribución una vez que Piérola lograra capturar el poder. [76]


[Pardo contra Dreyfus y Meiggs - alrededor de 20,000 personas están empleadas en la construcción de ferrocarriles - el contrato de deuda con Dreyfus se extiende]

Pardo inicialmente se enfrentó a Dreyfus y Meiggs sobre asuntos contractuales y de cobros indebidos, pero no logró librar de inmediato al erario peruano de su control. Debía cubrirse el servicio de la deuda externa del país, aunque el fisco se hallaba urgentemente necesitado de rentas. Los negocios locales estaban sedientos de letras de cambio, y las obras de construcción ferrocarrilera debían proseguirse o, por el contrario, se arriesgarían convulsiones internas por el despido forzado de alrededor de 20.000 trabajadores. Unos continuos arreglos y ajustes financieros tanto con Dreyfus como con Meiggs fueron algo inevitable durante los primeros años de crisis monetaria y financiera del gobierno de Pardo. Dos nuevos acuerdos con Dreyfus garantizaron un ingreso mensual fijo y el servicio de la deuda pública. Solo en abril de 1874 pudo Pardo sentar las bases para la liquidación ulterior del Contrato Dreyfus. [77] [p.223]


[Perú Década de 1870: Financiero Dreyfus con el abogado Jules Grévy en París - propaganda contra Dreyfus en Lima - nuevo contrato de compra de guano en Londres 1876 - Fundación de la "Peruvian Guano Company" en Londres - Dreyfus litiga contra el Tratado de Londres]

Dreyfus continuó luchando tenazmente al contar ahora con el influyente respaldo político de su antiguo abogado Jules Grévy, presidente de la Asamblea Nacional de Francia (y posteriormente presidente de la república entre 1879 y 1887), quien hizo una recomendación especial a la misión de su país en Lima a favor de Dreyfus. En septiembre de 1873, el representante diplomático francés  en Lima temía que la «campaña contra la casa Dreyfus», emprendida por el gobierno peruano, pudiera tener consecuencias desastrosas para los intereses franceses en el Perú y, por tanto, que su gobierno pudiera verse obligado a intervenir. [78] En marzo de 1876, el general Mariano Ignacio Prado, el enviado peruano en Londres, firmó un nuevo contrato de venta del guano con el banco comercial Raphael & Sons [Raphael & Hijos] y los capitalistas peruanos Carlos Gonzales Candamo y Arturo Heeren, quienes formaron la Peruvian Guano Company.  Dreyfus se opuso a estas medidas que buscaban quitarle el monopolio del guano y le declaró la guerra abierta al gobierno peruano, lo cual implicó costosos litigios en Londres y en París. En consecuencia, el conflicto con Dreyfus acentuó la incapacidad de Lima para cubrir el servicio de la deuda externa, lo que significaba un cese de pagos de facto que afectó el crédito del país en el extranjero. Estos hechos ocurrieron en medio de una recesión internacional e intensificaron la crisis monetaria y económica del país. [79]


[Perú 1870s: Dreyfus se vuelve destructivo - el gobierno de Pardo está restringido - campos de salitre de Tarapacá expropiados - certificados de salitre como compensación - engañó a los comerciantes de salitre Billinghurst y Gibbs]

La presión conjunta, ejercida internamente por Piérola y financiera y políticamente en el exterior por Dreyfus, limitaron la capacidad del presidente Pardo de tomar medidas para desembrollar el dilema financiero del Estado. En estas circunstancias y bajo presión del Congreso, Pardo siguió la política de elevar los impuestos y eventualmente expropiar los campos de salitre de Tarapacá [hoy norte de Chile] con el fin de crear un monopolio estatal que pudiera resolver los problemas fiscales. Esta acción fue un grave error, pues la nueva estrategia del salitre generó menos ingresos de lo esperado y no logró detener la competencia entre los precios del salitre y el guano. La tasación oficial para las expropiaciones y la [p.224] especulación con los certificados salitreros, emitidos como compensación a los dueños o concesionarios de salitreras, abrieron nuevas vías a la corrupción. [80] Aún más, los impuestos más altos al salitre y la expropiación desataron la oposición militante de los intereses peruanos (Guillermo Billinghurst), chilenos e ingleses (Gibbs & Co.), vinculados al negocio de este producto de exportación.


[Perú 1872: Crisis monetaria + bancos criminales católico-"cristianos" del Perú - acoplamiento de los bancos al Ministerio de Hacienda - fraudes bancarios - los bancos peruanos manejan la comercialización del salitre - la quiebra es previsible]

Para financiar las medidas referidas al salitre y el creciente déficit, Pardo cometió, asimismo, el error de confiar en la debilitada banca peruana. La percepción pública consideraba que los bancos locales eran los vástagos de los excesos de la era del guano. La crisis monetaria de 1872-1873 y las crecientes necesidades fiscales inclinaron al gobierno a decretar que los bancos podían garantizar sus emisiones particulares de papel moneda con deuda pública. A partir de este momento, el Estado incrementó su intervención en el sistema bancario, una política criticada por García Calderón. [81] En agosto y septiembre de 1875, la peligrosas suertes de los bancos y el fisco quedaron firmemente ligadas: los primeros le otorgaban préstamos al gobierno y, a cambio, los depreciados billetes bancarios eran declarados circulante obligatorio. Estas y otras medidas anteriores poco ortodoxas contribuyeron a la mala administración de los principales bancos privados, lo cual incluyó
-- préstamos a sí mismos para atender negocios propios en detrimento de los de sus clientes (Banco del Perú), la emisión clandestina o
-- ilegal de papel moneda (Banco Nacional de Dreyfus y Banco Garantizador), y
-- el fraude y desfalco desembozados (Banco de la Providencia, administrado por Domingo Porras). [82]

La colaboración de los banqueros con el gobierno en la comercialización del salitre y otros arreglos crediticios y monetarios obstruyeron la quiebra necesaria de los bancos [p.225] desvirtuados y menos eficientes, lo que a su vez minó a todo el sistema bancario y crediticio en vísperas de la Guerra del Pacífico.


Ignominia en la guerra

[Lima 16.11.1878: El asesinato del presidente del Senado Manuel Pardo - los católicos corruptos eternamente criminales "cristianos" defienden su corrupción]

Durante el gobierno elegido del general Mariano Ignacio Prado (1876-1879), el expresidente Pardo, en ese entonces presidente del Senado, fue asesinado mientras era recibido por un destacamento militar a la entrada del Congreso. El sargento Melchor Montoya, un miembro del destacamento protocolar, usó su rifle para dispararle a quemarropa. Los conspiradores militares le habían puesto la mira al líder civilista, en represalia por la reforma de los ascensos militares que el Congreso venía discutiendo. Sus furiosos oponentes habían logrado, finalmente, asesinar a [Manuel] Pardo (el 16 de noviembre 1878 [web01]), luego de varios intentos preparados por los pierolistas y sus aliados conservadores. Se esperaba que Pardo volviera al poder una vez finalizado el mandato de Prado. De este modo, la carrera de un auténtico reformista se vio truncada por las fuerzas que se resistían a la necesaria reestructuración de las condiciones institucionales que amparaban la corrupción.


[Perú 1877: Rebelión de los corruptos con buque de guerra "Monitor Huáscar" 1877 - Dreyfus con juicios contra el gobierno peruano - las empresas de guano ya no pueden pagar sus deudas - negociaciones directas con Chile]

Piérola continuó conspirando contra el presidente Prado con el decidido respaldo de Juan Martín Echenique, Bogardus y el coronel Federico Larrañaga. Ellos estuvieron detrás de la dañina insurrección a bordo del acorazado monitor Huáscar que conmovió al régimen en 1877 y dejó considerables gastos poco antes de la guerra con Chile. Dreyfus siguió compitiendo con la Peruvian Guano Company y disputó, en los tribunales, la resolución financiera exigida por el gobierno peruano. En este complicado escenario financiero internacional eran cuatro los principales intereses que estaban en juego:
-- el del gobierno peruano (representado por los comisionados fiscales José Araníbar y Emilio Althaus),
-- el de los tenedores de bonos extranjeros,
-- el de Dreyfus, y
-- el de la Peruvian Guano Company.

Esta última dejó de cubrir el servicio de la deuda externa en enero de 1879, el segundo cese de pagos de facto en tres años. Durante la guerra, la Peruvian Guano Co. también cesó los pagos al gobierno peruano y prefirió tratar directamente con Chile, juntamente con un comité de tenedores ingleses de bonos de la deuda peruana.


[Guerra del Pacífico Perú + Bolivia vs. Chile 1879-1883: Cuestiones fiscales debido al salitre y la alianza PE + BO - importador principal Hermanos Grace & Co. - William R. Grace en Nueva York - Hermano Michael P. Grace en Londres con el negocio de Perú]

Las tirantes relaciones diplomáticas con Chile en torno a las políticas tributarias bolivianas en la región productora de salitre de Atacama y una alianza defensiva secreta entre Perú y Bolivia fueron los principales factores que se han alegado desataron la Guerra del Pacífico (1879-1883). El cese de pagos de la deuda externa por parte del gobierno peruano incrementó su aislamiento de [p.226] las fuentes de crédito internacional y de cualquier tipo de respaldo diplomático. La obtención de fondos y crédito para la defensa nacional se fue haciendo cada vez más difícil. [83] Solamente unas cuantas casas comerciales interesadas se arriesgaron a asistir al asediado gobierno peruano en la compra de armamento sumamente necesario. Entre ellas, una empresa mediana fue la Hermanos Grace & Cie. (Grace Brothers & Co.), que contaba con una estratégica organización internacional, asegurada por su capitalización inicial en el Perú iniciada a mediados de siglo, durante la temprana bonanza del guano. Su muy rentable negocio evolucionó de abastecedor de barcos en las islas guaneras de Chincha y el puerto del Callao a importador mayorista, sirviendo a clientes prominentes (Dreyfus entre ellos), a brokers suministrando pertrechos para la marina peruana y, ya en 1869 durante el gobierno de Balta, a proveedores de madera de pino para los proyectos ferroviarios de Meiggs, así como dando crédito comercial a los hacendados azucareros. Finalmente, apoyó a los especuladores y consignatarios del guano y salitre, apoyados financieramente por Hermanos Baring & Cie (Baring Brothers & Co.) de Londres. William R. Grace, el jefe de la compañía, se casó con una mujer estadounidense y eventualmente se mudó a Nueva York, donde se convertiría en el primer alcalde católico irlandés (1881-1882) apoyado por la maquinaria del Partido Demócrata. Michael P. Grace, un hermano menor, quedó a cargo del negocio peruano y posteriormente desarrolló su propio emporio con base en Londres. [84]


[Perú 1879-1883: Los hermanos Grace entregan todo de los "EUA", ahora también armas + torpederos - contactos diplomáticos de los hermanos Grace en los "Estados Unidos" contra Chile]

A lo largo de los años, los Grace y sus asociados se habían esforzado por establecer relaciones amistosas con las más altas autoridades peruanas. Ellos mantuvieron una correspondencia personal con el presidente Prado referida, entre otros asuntos de negocios privados y oficiales, a la compra de caballos pura sangre y transacciones de guano y salitre. En 1879, Grace Brothers & Co. actuaba como acreedor comercial privado de Prado. Este, a su vez, le otorgó a la [p,.227] Grace la consignación del guano y del nitrato en los mercados estadounidense y británico, así como el permiso para que actuara como agente financiero peruano en Nueva York y San Francisco. A partir de estas bases personales y oficiales, Grace también lucró con el comercio de rifles, carabinas, cartuchos, torpedos y naves torpederas manufacturados en Estados Unidos y suministrados a las fuerzas armadas peruanas durante la guerra. [85] Sus intereses comerciales y financieros pusieron a los Grace firmemente del lado peruano durante la guerra con Chile. La compañía también usó la importante influencia que tenía en Estados Unidos —en los medios financieros, de prensa y políticos— para cabildear a favor de una política diplomática estadounidense que apoyara a sus intereses en el guano y el salitre que se encontraban en juego por la Guerra del Pacífico. [86]


[Chile 1879-1883: es superior con militar y diplomáticamente al Perú + Bolivia - Prado abandona el barco que se hunde - el movimiento rebelde de Piérola gana - Piérola con dictadura continúa comprando armas de los Hermanos Grace & Co.]

Desde el inicio de la guerra, la derrota de las fuerzas navales y militares peruanas estaba casi asegurada, dada la superioridad de las fuerzas navales y terrestres chilenas y su muy desarrollada red de apoyo internacional. Después de perderse las primeras batallas, el presidente Prado decidió abandonar el país en medio de la guerra, con el pretexto de comprar en el extranjero material de guerra necesario. Este fue un grave error, seriamente criticado por generaciones venideras, y que según algunos testigos fue inducido por la enfermedad o por el temor que Prado sentía por su vida, bajo la creciente amenaza del movimiento insurrecto de Piérola. [87] Ante la ausencia de Prado, Piérola llevó a cabo un golpe de Estado oportunista y asumió el control del gobierno. Denigró entonces a Prado como un cobarde y lo acusó de haberse robado fondos nacionales.

El gobierno dictatorial de Piérola, sin embargo, continuó comprando armas y [p.228] municiones muy costosas y en ocasiones defectuosas a Grace Brothers & Co., así como a otros proveedores. [88] Gracias a estas conexiones de negocios, Piérola pasó a ser un buen amigo de M. P. Grace, con quien mantuvo una correspondencia regular e inquietantemente franca. [89] [p.230]

Fig. 5.
                    Ordeñando la vaca lechera nacional.
Fig. 5. Ordeñando la vaca lechera nacional. Extracciones del tesoro nacional por parte de autoridades militares y civiles
que imponen a su vez austeridad a famélicos peruanos durante la primera administración del general Manuel Ignacio Prado
(sosteniendo la cuerda que ata la vaca por el cuello) y su vicepresidente general Pedro Diez Canseco (en uniforme, ordeñado).
«Lechería peruana» por J. J. Rasoir, La Campana, n.° 3, 1867, p. 4. Biblioteca Nacional del Perú, Lima.


Fig. 6. Élita política del Perú con el guano
Fig. 6. Élita política del Perú con el guano
Fig. 6. Drenaje del ingreso nacional del guano por la élite política y económica. «En esta tierra guanera
¡Qué buena es la mamadera!». El Cascabel, n.° 16, 1873, p. 3. Biblioteca Nacional del Perú, Lima. [p.229]


[Nicolas de Piérola con dictadura a partir de 1879: malas decisiones financieras aceleran la derrota: Dreyfus vuelve a ser el primer agente financiero, ahora se violan otros contratos - se reconoce todas las reclamaciones francesas - y los pleitos por eso se prolongan durante años].

La dictadura de Piérola impuso nocivas decisiones financieras que aceleraron la inevitable derrota militar. Por cierto, una de las primeras medidas  tomadas por su gobierno fue devolverle a Dreyfus su papel como principal agente financiero del Perú y su acreedor en el extranjero, hecho que violó los acuerdos financieros existentes con otras compañías. Un decreto firmado por Piérola y su ministro de Hacienda Manuel Antonio Barinaga en noviembre de 1880 reconoció, asimismo, todas las demandas contables pasadas que la casa francesa tenía contra el Perú. A pesar de una resolución previa tomada en 1878, según la cual Dreyfus en realidad debía 657.387 soles, la deuda total con Dreyfus que Piérola reconoció sumaba casi 17 millones de soles (3,2 millones de libras). [90] Con esto, Piérola estaba claramente recompensando el respaldo político y financiero que Dreyfus le había prestado. Los juicios que este controversial decreto generó se prologaron por décadas.


[Dictadura de Piérola: denuncia a un grupo acreedor "Crédit Industriel" de F+B+NL + terror contra los agentes, confiscaciones - los críticos son detenidos o amenazados - ferrocarriles nacionales que quiere transferir a los bonistas, se niegan - inflación - Dreyfus se aprovecha+Perú quiebra].

Más aún, Piérola canceló el contrato Rosas-Goyeneche con el Banco Crédito Industrial (Crédit Industriel), rival de Dreyfus, que representaba a los tenedores de bonos franceses, belgas y holandeses que habían prometido recursos para librar la guerra. Arremetió contra los negociadores de este y otros acuerdos en el extranjero, confiscando las propiedades de Francisco Rosas y Juan M. Goyeneche en Perú. Muchas otras personas que criticaban sus políticas financieras fueron arrestadas o amenazadas. [91] Además, Piérola diseñó la cancelación de la deuda externa [p.230] con la audaz transferencia de la propiedad de los ferrocarriles nacionales a los tenedores de bonos extranjeros, quienes rechazaron la oferta y trataron entonces directamente con Chile. Su política monetaria exacerbó la crisis financiera y la inflación. [92] Todas estas medidas estuvieron «signadas por la ignorancia o la deshonestidad», y los nuevos contratos con Dreyfus se consideraron desastrosos e impropios, puesto que muchos observadores pensaban que Piérola tenía una participación en las ganancias. [93]


[Dictadura de Piérola: El ejército bajo la dirección de oficiales de reserva - información sensible cae en manos chilenas - Chile puede encontrar nuevos amigos en Lima]

La estrategia seguida por Piérola para defender Lima de las fuerzas invasoras chilenas fue del todo inepta y estuvo dirigida por oficiales del ejército de reserva como Juan Martín Echenique, a los que se había nombrado por razones políticas. En su huida del ejército chileno que avanzaba sobre Lima, los incompetentes oficiales de Piérola olvidaron destruir información delicada y confidencial, que cayó en manos chilenas. Dicha información revelaba, entre otras cosas, la política exterior de Piérola y sus tirantes relaciones con el ministro británico en el Perú. [94]


["Cristiano "+católico criminal Piérola con robo masivo de dinero de armas: 95 a 130 millones de soles - queda impune - Piérola lanza Perú a los chilenos].

En medio de una crisis extrema, Piérola encontró excelentes oportunidades para malversar y saquear los fondos destinados a la defensa nacional. [95] Jamás se presentó cuenta o registro oficial alguno para justificar los retiros y el gasto de entre 95 y 130 millones de soles durante el año de dictadura de Piérola: una investigación oficial llevada a cabo años más tarde encontró que durante la guerra hubo irregularidades extremas en el manejo de los fondos y gastos [p.231] públicos, pero nunca se impuso sanción alguna. [96] Este uso descuidado de fondos públicos en medio de la guerra se justificó como parte de una serie de medidas imperativas, tomadas para «salvar» y «defender» la patria. El resultado práctico de las acciones de Piérola fue exactamente lo opuesto a una salvación y defensa exitosa.


[Dictadura del Piérola criminal: saqueo de pueblos andinos donde no hay chilenos - nombramiento de 3 líderes andinos - guerra civil y de clases - exilio de Piérola marzo 1882 a Francia a Dreyfus y amistad con Michael P. Grace - "préstamo" como anticipo - Grace con asentamiento en Valparaíso]

[Piérola] huyendo [con tropas] al interior del país [donde el ejercito chileno no está presente], Piérola continuó sometiendo a diversas aldeas y pueblos a expoliaciones [saqueos] que le sirvieron principalmente para apuntalar su decreciente fortuna política. Nombró entonces a tres grandes jefes regionales políticos para que encabezaran su movimiento: Pedro A. del Solar (sur), Juan Martín Echenique (centro) y Lizardo Montero (norte). Pronto, el disenso político entre las muchas facciones peruanas en guerra creó las condiciones de una guerra civil y de clase, bajo la ocupación y la opresión chilena [en la costa del Perú hasta Chimbote]. [97] Tras un entendimiento «privado y confidencial» con las autoridades de ocupación chilenas y con su consentimiento, Piérola finalmente dejó el país en marzo de 1882. Se dirigió entonces directamente al exilio en París, donde los fondos y la hospitalidad de su amigo Dreyfus le apoyarían en otra campaña más para volver a capturar el poder cuando las condiciones así lo permitiesen. [98] Michael P. Grace también le escribió a uno de sus asociados que Piérola «siempre ha mostrado ser un valioso amigo, y probablemente [estará] en posición de hacerlo nuevamente». [99] Además, a pedido de Piérola, Grace le proporcionó unos [p.232] «préstamos» en reconocimiento a sus «pasados» servicios y con la interesada expectativa de que el exdictador nuevamente volviera a ser presidente. [100] (Grace ya había desarrollado «evidentes propensiones chilenas» y había abierto una sucursal de su compañía en Valparaíso. [101]) Este patrón de de emplear medios corruptos para conseguir poder político a cualquier costo, incluyendo los subsidios indebidos de parte de intereses extranjeros, se convirtió en una larga tradición en la política peruana.


Pérdidas exacerbadas

[Dictadura chilena en Lima 1882: abusos, represiones, impuestos, destrucción de bienes + expropiaciones - Presidente Calderón en Lima-Magdalena - constitución de 1860 - Piérola no es bienvenida]

En 1882, Lima era una "ciudad completamente arruinada" («ville complètement ruinée»), con su comercio paralizado y su población y propietarios expuestos a crueles abusos, destructivas represalias y levas de parte de los ocupantes chilenos. [102] Para presionar por demandas territoriales anexionistas en el sur, el ejército invasor destruyó propiedades y extrajo contribuciones compulsivas, de forma parecida a como lo habían hecho los tempranos caudillos militares en el turbulento pasado. En las cenizas de la derrota, la élite peruana se agrupó en torno a Francisco García Calderón, quien fue nombrado presidente provisional del Perú bajo la ocupación enemiga. Las autoridades chilenas pensaban que el gobierno cautivo de Magdalena, así llamado por el pueblo en las afueras de Lima donde García Calderón despachaba los asuntos oficiales, satisfaría sus demandas. En lugar de ello, este gobierno simbólico defendió a los propietarios peruanos de las expoliaciones chilenas, restableció la Constitución de 1860, mantuvo consultas con una legislatura nominal y criticó las ambiciones dictatoriales de Piérola. [103]


[Perú 1882: Calderón rechaza todas las demandas de Chile, moviliza a los empresarios+diplomacia de los "USA" - Chile con GB - El embajador especial de los "USA" Stephen A. Hurlbut asesora a Calderón y piensa que pagar una indemnización es mejor que perder territorio - Los "diplomáticos" españoles quieren impedir la influencia de los "USA"]

García Calderón usó su precaria posición para desarrollar una estrategia inteligente de
-- rechazo a las concesiones territoriales a Chile,
-- unir a los jefes políticos peruanos y
-- ganar el respaldo diplomático de Estados Unidos.

Si alguien podía lograr semejantes hazañas, tenía que ser este experimentado y hábil abogado y negociador, que había contribuido ya antes a la reforma legal y constitucional del Perú. Para alarma de las autoridades chilenas y de los diplomáticos españoles que actuaban como mediadores, Stephen A. Hurlbut, general de la Guerra de Secesión norteamericana, diplomático republicano, enviado extraordinario y ministro plenipotenciario de Estados Unidos en el Perú, se dedicó a detalladas negociaciones con García Calderón para presionar la aceptación del pago de una indemnización financiera a Chile en lugar de ceder territorio. Hurlbut aplicó dicha estrategia «firme y mesurada» siguiendo las instrucciones generales de James Blaine, el secretario de Estado de "EE. UU.", quien aprobaba esta posición intervencionista en el conflicto sobre la base de la Doctrina Monroe y los intereses estadounidenses en la costa occidental de Sudamérica: se trataba de contrarrestar el poder que, apuntalado por los británicos, estaba ganando Chile en el Pacífico. [104] Hurlbut y Blaine urgieron la unión entre las facciones peruanas y se opusieron a todo trato con el exdictador Piérola, quien había llevado el país a la derrota y venía intentando minar al gobierno de García Calderón. [105] Varias potencias europeas con intereses en la región, sobre todo España que buscaba [p.234] mantener la isla de Cuba como colonia, se esforzaron por evitar la intervención de Estados Unidos en esta tensa situación internacional.


["USA" con Perú el 20-9-1881: Base naval+abastecimiento de carbón en Chimbote]

El 20 de septiembre de 1881, Hurlbut obtuvo una importante concesión firmada por García Calderón: según un protocolo de cuatro puntos, el Perú le otorgaría a Estados Unidos el derecho indefinido (sujeto a cancelarse por notificación con un año de anticipación) a establecer una base naval y una estación de abastecimiento de carbón en el puerto y rada de Chimbote. Hurlbut le escribió a Blaine que lamentaba no conseguir más con el acuerdo, pero anotó que la concesión de Chimbote era un valioso punto de apoyo que podría posteriormente convertirse en una concesión más exclusiva en sentido jurisdiccional. [106]


[Agitación de GB+Sp contra Protocolo de Chimbote - Proyectan protectorado "norteamericano" - Discusión provincia de Tarapacá: plan para compensar a Chile con ganancias del guano y salitre]

Las autoridades y la prensa chilena, alertadas por los ministros británico y español en Lima opuestos al protocolo de Chimbote, exageraron sus ramificaciones y le llamaron un «tratado secreto», además de propagar noticias sesgadas de los intentos de anexión o establecimiento de un protectorado por parte de Estados Unidos en el Perú. [107] Asimismo, a Blaine y Hurlbut se les implicó en una especulación colosal, ligada a dudosas demandas franco-estadounidenses (Cochet y Landreau) contra Perú, en supuesta coordinación con el Crédit Industriel. Este sindicato financiero reclamaba el derecho a explotar los depósitos de guano y salitre de la ocupada provincia peruana de Tarapacá, para así pagarle al gobierno chileno una indemnización financiera. [108] Según los informes de la prensa en Nueva York y Chile, hasta el presidente francés Grévy [p.235] estaba supuestamente involucrado en este plan. [109] Aunque basados en hechos parciales, tales informes se fundaron en alegaciones falsas, alimentadas en parte por la campaña del abogado neoyorquino Jacob Shipherd, jefe del sindicato financiero de fachada «Peruvian Company» ["Empresa Peruana"]. Este venía cabildeando para que se estableciera un protectorado "estadounidense" en el Perú que impusiera un arreglo multimillonario a las demandas especulativas de Cochet y Landreau. [110]


[El Protocolo de Chimbote es rechazado por errores de forma: Hurlbut es nombrado titular de la concesión - el gobierno "norteamericano" rechaza el proyecto - infarto+muerte de Hurlbut a finales de marzo de 1882]

El protocolo firmado porHurlbut y García Calderón tenía un grave defecto, que provocó su rechazo en Estados Unidos: Hurlbut había sido asignado como el titular legal temporal de la concesión, y eso despertó sospechas de conflictos de interés con sus obligaciones oficiales. Hurlbut recibió un telegrama cifrado del mismo Blaine advirtiéndole su implicación en posibles actos impropios. [111] El protocolo fue posteriormente rechazado por el gobierno de Estados Unidos. Mientras preparaba su inminente partida de Lima para enfrentar una indagación del Congreso en Washington, Hurlbut sufrió lo que pareció ser un ataque al corazón y falleció a finales de marzo de 1882. [112]


["EUA" con nuevo Presidente Chester Arthur+Ministro de Relaciones Exteriores Frelinghuysen: Perú debe ceder territorios - Peruanos se alejan de los "EUA"]

La estrategia intervencionista de Blaine cambió radicalmente tras la muerte del presidente republicano James Garfield (jefe de la facción republicana más liberal de los half-breed o mezclados). A finales de diciembre de 1881, el nuevo presidente Chester Arthur (un republicano stalwart o incondicional) nombró al conservador F. T. Frelinghuysen en reemplazo de Blaine como secretario de [p.236] Estado. Ahora se instruía a los enviados estadounidenses a que presionaran a favor de que el Perú aceptara las concesiones territoriales como requisito para un tratado de paz con Chile. [113] Según el enviado diplomático español, el prestigio de la política estadounidense en la región sufrió debido a sus vacilaciones, errores y a la «inepcia y honorabilidad muy cuestionable» de sus agentes diplomáticos. [114]

[Este cambio en la política "americana" se hizo probablemente para no poner en peligro la amistad con Inglaterra, que apoyaba a Chile].


[El "Tratado de Paz" de Ancón 20.10.1883: Gracia y Piérola coordinan pérdidas territoriales a Chile - y el general Miguel Iglesias firma: Perú y Bolivia pierden 3 provincias del sur]

Michael P. Grace, quien había criticado también la errática política diplomática de Washington, [115] reconoció ahora la necesidad de efectuar concesiones territoriales a Chile y le escribió con estas ideas al exiliado exdictador Piérola. [116] El general Miguel Iglesias, uno de los más estrechos aliados políticos de Piérola y su exministro, aprovechó la oportunidad ofrecida por las autoridades chilenas y los diplomáticos, comerciantes y financistas extranjeros para firmar el tratado de paz de Ancón [balneario en el norte de Lima], cediendo una gran parte del territorio peruano a Chile.

[Chorrillos fue destruido por una batalla, por lo que sólo quedó Ancón].


[de 1884: El abogado Calderón vence al caótico Piérola - nueva modernización - y nueva corrupción]

A pesar del fracaso final de las negociaciones de García Calderón, condenadas y tachadas por la influencia de intereses extranjeros y la enorme presión a que se vieron sometidas, sus esfuerzos sentaron las bases para la reconstrucción constitucional al finalizar el conflicto. García Calderón ofreció una alternativa a la del caudillo Piérola más en consonancia con las opciones reformistas civiles iniciadas por Manuel Pardo a finales de la década de 1860. A su regreso del exilio impuesto por las autoridades chilenas, García Calderón, el máximo negociador y conciliador de los intereses públicos y privados, contribuyó a la reconstrucción de las bases empresariales y legales que lanzaron al Perú a una nueva etapa de modernización. Esta era desafortunadamente, también estuvo asociada a un nuevo ciclo de corrupción sin límite.


[Suplemento: Clase alta peruana criminal y corrupta con superstición bíblica y con el Vaticano gay pedófilo criminal
Los católicos criminales de la capa alta del Perú NUNCA aprenden a cumplir las leyes porque se creen por encima de la ley con la "santa" Biblia con sus fantasías de Asia y con sus muchas oraciones. Basura de fantasías no avanza. Después de 9 años de estancia en el Perú de 2008-2012 y 2015-2020 lo puedo confirmar fuertemente. La clase alta criminal-católica-"cristiana" del Perú es la mafia más criminal, que entre otras cosas también "coopera" con el Vaticano Gay pedófilo criminal y con el Opus Dei Gay con y la Logia P2/P3 que controla y censura el sistema escolar y todos los ministerios - y por eso siempre esperan que un Dios de fantasía con un Jesús de fantasía, junto con una lógica antisemita con propaganda contra los judíos, los vaya a "salvar"... hasta que todo esté perdido. Y por eso ganó Chile].


[Perú 1860-1880: La corrupción destruyó Perú: bloqueó de reformas, crisis financieras más graves, bloqueó del propio potencial, provocación de la guerra]

En discrepancia con las perspectivas históricas que han restado importancia a la corrupción durante esta fase crucial de bonanza durante la era del guano, [p.237] las evidencias muestran que las corruptelas tuvieron un peso particularmente crucial en este periodo. La corrupción contribuyó a la derrota de reformas legales y administrativas necesarias, así como a exacerbar la crisis financiera, reducir el potencial para el desarrollo económico y, en última instancia, conducir al Perú al peor desastre económico, político y nacional de su historia.

* * *

[Resumen décadas de los años 1860s y 1870s: la corrupción se come las ganancias del guano].

El ciclo de corrupción del guano, que venía creciendo desde mediados de siglo en paralelo a sus crecientes recursos, alcanzó su punto máximo a finales del decenio de 1860 y comienzos del siguiente con los costos de corrupción más altos del siglo, que sumaron un estimado de 108 millones de soles para la década de 1870, es decir, el promedio anual más alto de todo el periodo republicano de 1820-1899 (véase el cuadro A.3 del apéndice). Del mismo modo, el nivel comparativo de la corrupción, medido como un porcentaje del producto bruto interno (PBI), alcanzó el índice más elevado de la etapa decimonónica (exceptuando la década muy particular de 1820): un asombroso estimado de 4,6 por ciento del PBI (véase el cuadro A.4). Específicamente, el gobierno de Balta-Piérola (1869-1872) y la dictadura de Piérola (1879-1881) durante la guerra con Chile resultaron ser los más corruptos de esta época. (cuadro A.7).


[Resumen décadas de 1860 y 1870: la corrupción provoca más deuda nacional - se "cultivan" las "costumbres" de la corrupción - rebelión de mentalmente enfermos en contra las reformas - nueva corrupción mentalmente enferma en la guerra].

El costo total directo de la corrupción aumentó
-- cuando la creciente deuda pública, intencionalmente mal gestionada, y
-- las prácticas ya arraigadas de soborno en los contratos guaneros y de obras públicas,
pasaron a ser los principales medios para amparar la corrupción.

Parlamentarios y jueces, juntamente con las autoridades del ejecutivo, participaron de modo más amplio en el tráfico de influencias y corruptela dentro de un aparato gubernamental más complejo, evadiendo consistentemente la mejora de leyes y reglamentos. Aunque la corrupción militar, una constante a lo largo del siglo, había quedado temporalmente restringida a mediados del decenio de 1870, esta se amplió considerablemente con la escalada bélica mediante las adquisiciones de armas y equipos, en las cuales intervenía una compañía extranjera favorecida indebidamente. La reputación del Perú como un nido de políticos y negociantes corruptos también contribuyó indirectamente a la pérdida de una inversión extranjera y doméstica más transparente, la baja reputación crediticia y el aislamiento internacional en vísperas de la guerra.

El destape de transgresiones corruptas alcanzó su paroxismo en la década de 1870, cuando se multiplicaron las campañas periodísticas y panfletarias, financiadas a menudo por las partes interesadas que se echaban la culpa [p.239]


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Fuentes
[web01] Manuel Pardo: https://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Pardo_y_Lavalle


Fuentes de fotos



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