Presentación de Michael Palomino (2012)
Cochinada peruana que no pueden presentar libros:
p.300 faltan palabras
p.302 faltan palabras
p.312 faltan palabras
p.316 faltan palabras
p.327 falta una línea abajo
p.328 faltan palabras
de:
Javier Cabrera Darquea: El mensaje de las piedras
grabadas de Ica; edición privada, quinta edición 1991;
avenida Bolívar 170, plaza de Armas, Ica, Perú. tel.
231933 / 234363;
8. CONCEPCIÓN GLIPTOLÍTICA DEL UNIVERSO
En un Gliptolito de aproximadamente setenticinco [setenta
y cinco] centímetros de diámetro mayor, de color negruzco
y cuyas figuras y símbolos están trazados con la modalidad
del rayado profundo con rebajes, la Humanidad Gliptolítica
ha inscrito una información que viene a demostrar que los
Hombres Gliptolíticos fueron capaces de proyectar al
cosmos la energía cognoscitiva para conocer el universo y
llegar incluso a producir increíbles fenómenos siderales.
Este Gliptolito llegó a mi poder en 1970. La
interpretación de los elementos simbólicos contenidos en
él y el sentido de la información son el resultado de un
largo proceso de análisis.
Posiblemente una de las singularidades más asombrosas de
la información que contiene sea la representación de un
extraño fenómeno sideral en el que participan, dispuestos
en un solo eje, los siguientes elementos cósmicos:
-- un cometa de trayectoria aberrante,
-- la constelación de Capricornio
-- un eclipse anular del Sol
-- el planeta Júpiter y
-- la nebulosa Cabeza de Caballo.
La humanidad actual tuvo oportunidad de observar por
primera vez este complejo (p.289) fenómeno sideral el 24
de diciembre de 1973. Es decir: este fenómeno que se
produjo en la fecha que he señalado, ya había sucedido en
aquel remoto pasado de la Humanidad Gliptolítica, y desde
entonces había quedado grabado en esta piedra. Esto me
permitió incluso conocer algunos aspectos del fenómeno
antes de que llegara a producirse, pues - como he dicho en
líneas anteriores - esta piedra llegó a mi poder en
noviembre de 1970.
El fenómeno sideral al que me acabo de referir y otros
asuntos de la información que refiere este Gliptolito se
encuentran representados simbólicamente en cuatro caras
del Gliptolito. El Gliptolito tiene la forma de un
prismoide triangular. Tres caras refieren hechos sucedidos
en el planeta Tierra y la cuarta cara fenómenos producidos
en el cosmos.
8.1. PROYECCIÓN DE ENERGÍA COGNOSCITIVA AL COSMOS
(p.290-294)
Cara A.
Se ve a un observador, en este caso un hombre Reflexivo y
Científico, inspeccionando el cosmos (1 en Fig. 87A),
[1]
Fig. 87A con un astrólogo 01 (p.291)
|
mediante un dispositivo óptico (2 en Fig. 87A).
[1]
Fig. 87B con un astrólogo 02 (p.291)
|
En la parte superior izquierda se aprecia un símbolo
dotado de características de cometa (3 en Fig. 87A).
[2]
Fig. 87C con un astrólogo 03 (p.291)
|
Se trata de un cometa en el punto de su órbita m´s cercano
a la Tierra. Al lado del observador aparece la figura de
una rama de muchas hojas (4 en Fig. 87A), símbolo de un
conjunto de hombres, como quedó dicho en el capítulo II.
La rama representa en esta escena el aporte de energía
cognoscitiva de un conjunto de Hombres Reflexivos y
Científicos en la realización de un fenómeno que se ha
producido en el cosmos, a juzgar por el lugar hacia donde
observa el hombre. La flor que corona la rama significa
que el fenómeno cósmico ha sido coronado por el éxito.
Cara B.
Se observa en esta cara a otro Hombre Reflexivo y
Científico (5 en Fig. 87B).
En el simbolismo de la cabeza tiene una semihoja más, lo
que significa que está captando una mayor cantidad de
energía. Este hombre, como el de la otra cara, realiza una
observación del cosmos mediante un dispositivo óptico (6
en Fig. 87B) (p.290). Domina la escena una hoja, símbolo
de la vida (8 en Fig.87B) en contacto con un conjunto de
pirámides, símbolo de un complejo sistema captador,
acumulador y distribuidor de energía (9 en Fig. 87B). La
hoja de las pirámides así relacionadas son símbolo de que
la energía biológica humana está siendo incrementada con
energía proveniente de aquel complejo sistema energético
representado por las pirámides.
Cara C.
Se aprecia en esta cara a otro Hombre Reflexivo y
Científico (10 en Fig. 87C), que al igual que el de la
Cara B tiene una tercera semihoja en el simbolismo de la
cabeza. Pero su potencia energética es mucho mayor, puesto
que las dos puntas de la segunda sección del simbolismo de
la cabeza son mucho más largas. Esto significa que tiene
mayor capacidad para captar energía, lo que precisamente
está haciendo al tocar con las manos (12 en Fig. 87C) la
fuente energética representada por las pirámides (11 en
Fig. 87C). Este hombre se halla observando el cosmos
mediante un dispositivo óptico (13 en Fig. 87C).
Las tres escenas que acabo de describir no son sino partes
de una sola escena, cuyos hechos se realizan en el planeta
Tierra. Se puede resumir todo lo descrito en estas tres
caras del siguiente modo:
-- un innumerable conjunto de hombres, representados por
una rama de muchas hojas, realiza un esfuerzo con el
propósito de llevar a cabo un hecho situado en el cosmos.
El esfuerzo consiste en el aporte de energía cognoscitiva,
la que se halla impulsada por energía proveniente del
cosmos y de un potentísimo sistema energético. Como se
verá más adelante, esta energía así impulsada se proyecta
hacia el cosmos con el propósito de llevar a cabo un hecho
trascendental (p.292).
Cara D.
Lo que se halla representado en esta cara es,
indudablemente, el resultado de una observación del
cosmos. Entre las figuras y símbolos que contiene esta
cara se aprecia en el centro, como figura dominante, una
cabeza humana de perfil, inserta por la pare del cráneo en
el borde cóncavo de una semiluna (14 en Figs. 87D y 88).

Fig. 87D: constelación de zodiacos (p.293) [2]

Fig. 88: símbolo de la energía cognoscitiva
proyectada en el cosmos (p.295)
|
Llenando la semiluna existen cuadrículas en número de 280
(p.293).
Sobre la mitad inferior de la cara de la cabeza humana
aparecen también cuadrículas en número de 84. Y en la
Región frontal la cabeza ofrece 4 líneas paralelas.
Recuérdese que las cuadrículas son el símbolo de energía
cognoscitiva y que las líneas paralelas el símbolo de vida
vegetal. Las líneas paralelas significan acá energía
biológica en menor grado y, por lo tanto, sugieren la idea
de disminución.
Como se encuentran en la frente de esta cabeza humana,
entiendo que la cantidad que representan tiene el signo de
sustracción. Las dimensiones de toda esta figura central
rebasan las de las otras figuras y símbolos que se
encuentran graficados en esta cara del Gliptolito (p.294).
8.2. HAY VIDA EN LAS CONSTELACIONES - [Zodiacos en
la piedra]
(p.294-299)
Bordeando la cara del gliptolito, y parte de las figuras
que se encuentran cerca del centro, hay figuras que
sugieren cuerpos celestes. Distingo en ellas el conjunto
de las constelaciones zodiacales, simbólicamente
representadas (42).
(42) Una
de las constelaciones es un grupo de estrellas. El total
de constelaciones es de 64, las cuales se dividen en
boreales, zodiacales y australes, que son,
respectivamente, en número de 25, 12 y 27. Las
zodiacales forman una faja de unos veinte grados de
anchura que circunda completamente el cielo y se
denomina zodiaco (de la palabra griega "dsoodíon",
animal) debido a los muchos nombres de animales que
figuran en estas constelaciones. [Zodiacos no son verdad
porque no son iguales en China y en Europa, es mentira y
contradice a los Derechos Humanos].
observo una figura en forma de estrella de cinco puntas
que identifico como la constelación de Pléyades (15 en
Figs. 87D y 89).

Fig. 87D: constelación de zodiacos (p.293)

Fig. 89: constelación de las Pléyades (p.296)
|
Tiene inserta en el centro un conjunto de cuadrículas, que
significa energía cognoscitiva, es decir, vida humana.
Esto supone que la constelación de Pléyades al haber
alcanzado la forma más elevada de vida, la humana, posee
también vida vegetal y vida animal. Tomando como punto de
partida la constelación de Pléyades y siguiendo de
izquierda a derecha, se encuentran las siguientes
constelaciones:
Taurus (46 en Figs. 87D y 90).

Fig. 87D: constelación de zodiacos (p.293)

Fig. 90: la constelación del toro (Taurus)
(p.296)
|
Las rayas paralelas que la cubren revelan que en esta
constelación sólo hay vida (p.294) vegetal.
Géminis (17 en Figs. 87D y 91).

Fig. 87D: constelación de zodiacos (p.293)

Fig. 91: la constelación de Gémenis (p.297)
|
La ausencia de símbolos referentes a vida revela que es
una constelación sin seres vivientes.
Cáncer (18 en Figs. 87D y 92).

Fig. 87D: constelación de zodiacos (p.293)

Fig. 92: la constelación del Cáncer (p.297)
|
Se observa que tiene rombos inscritos en el núcleo. Se
trata, por lo tanto, de una constelación en la que se ha
alcanzado, a lo sumo la vida animal, lo que implica que
existe también la forma de vida más inferior, la vida
vegetal.
Leo (19 en Figs. 87D y 93).

Fig. 87D: constelación de zodiacos (p.293)

Fig. 93: la constelación de Leo (p.298)
|
Tiene dos estrellas de cuatro puntas que no llevan
inscrito ningún símbolo referente a vida. Se trata, pues,
de una constelación sin seres vivientes. Las estrellas son
Sirius y Régulus. Se observa que ambas estrellas están
rodeadas de una figura formada de líneas onduladas y
paralelas. Estas líneas tienen similitud con las que
simbólicamente forman la atmósfera del planeta Tierra en
situación precataclísmica, según vimos en dos Gliptolitos
en el capítulo VI. Recuérdese
que la gran acumulación de vapor implicaba una gran
concentración de energía. Por asociación, pienso que la
figura que rodea a estas (p.295) los estrellas significa
que hay energía, posiblemente acumulándose.
Virgo (20 en Figs. 87D y 94).

Fig. 87D: constelación de zodiacos (p.293)

Fig. 94: la constelación de Virgo (p.298)
|
La figura estrelladas tiene rombos en el centro, lo que
quiere decir que en esta constelación hay vida animal, la
más avanzada que allí se ha alcanzado. Hay también, por lo
tanto, vida vegetal.
Libra (21 en Figs. 87D y 95).

Fig. 87D: constelación de zodiacos (p.293)

Fig. 95: la constelación de Libra (p.299)
|
La figura está compuesta por bandas concéntricas, dos de
las cuales se han desprendido. Esto revela que toda la
constelación es pura energía que se está dispersando.
Escorpión (22 en Figs. 87D y 96).

Fig. 87D: constelación de zodiacos (p.293)

Fig. 96: la constelación de Escorpión (p.299)
|
Las líneas paralelas que la estrella tiene en el centro
indican que esta constelación sólo tiene vida vegetal
(p.296).
Sagitario (23 en Figs. 87D y 97).

Fig. 87D: constelación de zodiacos (p.293)

Fig. 97: la constelación de Sagitario (p.300)
|
Las líneas paralelas y onduladas que aparecen dispuestas
concéntricamente sobre la figura, son el signo de que toda
esta constelación es energía en dispersión. Obsérvese que
algunas líneas paralelas aparecen desprendidas en la parte
de abajo.
Capricornio (24 en Figs. 87D y 98).

Fig. 87D: constelación de zodiacos (p.293)

Fig. 98: la constelación de Capricornio (p.300)
|
La ausencia de símbolo en el centro de la estrella informa
que esta constelación carece de vida.
Acuario (25 en Figs. 87D y 99).

Fig. 87D: constelación de zodiacos (p.293)

Fig. 99: la constelación de Acuario
|
La figura de esta constelación tiene líneas paralelas
discontinuas, símbolo en este caso de presencia de vida
vegetal primaria, posiblemente (p.297) microorgánica.
Piscis (26 en Figs. 87D y 100).

Fig. 87D: constelación de zodiacos (p.293)

Fig. 100: la constelación de Piscis (p.301)
|
Esta constelación tiene como vida superior la vida animal,
a juzgar por los rombos que aparecen insertos en el centro
de la estrella, lo que quiere decir que tiene también vida
vegetal.
Aries (27 en Figs. 87D y 101).

Fig. 87D: constelación de zodiacos (p.293)

Fig. 101, la constelación de Aries (p.302)
|
Las líneas onduladas, concéntricas y bastante separadas
entre sí, que forman la figura simbólica de esta
constelación, dan a entender que en ella empieza a
concentrarse energía, o tal vez lo contrario: que está
perdiendo lo poco que le queda de energía.
Los símbolos de las constelaciones revelan que en algunas
el máximo de vida orgánica alcanzado es la vida vegetal
(p.298), en otras la vida animal (con inclusión tácita de
vida vegetal) y que sólo en una, Pléyades, se ha alcanzado
la vida humana (que incluye por lo tanto las otras dos
formas de vida: vegetal y animal). Por otra parte, los
símbolos revelan que otras constelaciones, en las que no
hay signos de vida alguna, son pura energía. Esto podría
significar en algunos casos que la materia de cada cuerpo
celeste de este tipo de constelación o se está integrando
para adquirir su conformación de cuerpo celeste o se está
desintegrando (p.299).
8.3. LA PIEDRA FUE GRABADA HACE 1 073 400 000 AÑOS
(p.300-304)
[La
comparación con el ritmo babilónico con 13 zodiacos]
[A causa de] las figuras de las constelaciones en este
Glip[tolito] son simbólicas, he podido identificarlas
fundamen[talmente] por la coincidencia de ubicación que
ellas tienen [una relac]ión con las del Zodiaco
Babilónico, dado que en [el Gli]ptolito, como en el
Zodiaco Babilónico, se han concebido 13 constelaciones y
no 12 como las que considera [el tiempo] actual.
[A pesar] de que en el zodiaco actual la constelación de
[zodiacos] está incluida en la de Taurus, razón por la que
(p.300) resultan 12 constelaciones. Como el planeta
Tierra, al desplazarse durante un año sobre su órbita
alrededor del sol, pasa frente a las 12 constelaciones que
actualmente se consideran, resulta así que el año tiene 12
meses. Bien se sabe que se le asigna al año 365 días, 5
horas y 49 minutos y que al mes se le ha asignado una
cantidad de días que varía entre 30 y 31 y, cada 4 años,
en un solo mes, entre 28 y 29.
En cambio, en el Zodiaco Babilónico, al considerarse a
Pléyades como tora constelación, resulta que el año tenía
13 meses (Fig. 102).

El círculo de los zodiacos con el Sol, la
Tierra y los zodiacos (p.303)
Zodiaco Babilónico, que consideraba 13
constelaciones al tomar a las Pléyades como una
más, la que en el Zodiaco actual está incluida
en la de Taurus. El llamado Zodiaco Babilónico
fue el Zodiaco de la Humanidad Gliptolítica y el
uso que los Babilónicos hicieron de él revela
una modalidad de mestizaje gliptolítico (p.303)
|
En este calendario el mes tenía (p.301) [...] días (tiempo
que demoraba la luna al dar una vuelta al [rede]dor de la
Tierra y que actualmente es de 27 días y 8 horas), lo que
daba 364 días al año.
[La
Tierra se aleja del Sol por 1 segundo cada 10.000 años]
[En esta página faltan palabras - edición peruana pues,
sin cerebro].
[Los] Estudios actuales sostienen que el Sol no recupera
[más] energía que irradia, lo que motiva que está
perdiendo [...]. Considerando - de acuerdo con la ley de
Newton - que [los] cuerpos siderales se atraen o se
repelen en razón de [la] mayor o menor masa que poseen y
en razón de la mayor [o m]enor distancia a que se
encuentren, se afirma que el [...]eta Tierra está siendo
menos atraído por el Sol. Se [sost]iene que esta menor
atracción significa que la Tierra [pues] aparta cada vez
más del Sol y, por consiguiente, su re[corr]ido alrededor
de éste se manifiesta en una órbita (es[...]o) más larga,
que implica un tiempo mayor. De acuer[do] con esto se ha
estimado que cada 10 mil años la Tie[rra] demora 1 segundo
más en su recorrido alrededor del [Sol].
Como las constelaciones grabadas simbólicamente en [el]
Gliptolito corresponden al Zodiaco Babilónico, se de[...]
que la Humanidad Gliptolítica le asignaba al año 364
[días], y 28 días al mes. Si se toma en cuenta que el
número de días del año marca el tiempo que emplea la
Tierra (p.302) al dar una vuelta alrededor del Sol, nos
daremos con que el tiempo en que vivió la Humanidad
Gliptolítica la Tierra hacía el recorrido en menos días
(364 días) que los días que actualmente emplea (365 días,
5 horas y 49 minutos). Como sabemos que cada 10 mil años
la Tierra demora 1 segundo más, la diferencia entre el año
gliptolítico y el actual tendrá que dar el tiempo
transcurrido desde que se grabó esta piedra. Resulta
entonces que hay una diferencia de 1 día, 5 horas y 49
minutos. La diferencia nos dice que esta piedra fue
grabada hace 1 073 400 000 años (p.304).