de: María Espósito: Leyendas
Mapuches; en: Diccionario Mapuche mapuche-español /
español-mapuche; personajes de la mitología; toponimia
indígena de la Patagonia; nombres propios del pueblo
mapuche; leyendas; Editorial Guadal S.A., 2003; ISBN
987-1134-51-7
Resumen: Un padre con 2 niños buscaron pepas de pinos
es sorprendido de una tempestad. Vino un diluvio y
buscando una salida el padre cayó y desapareció en el
diluvio. Un puma y una zorra encontraban a los 2 niños y
les cuidaron, y así los elementos del puma y de la zorra
son de los mapuches.
<Cuentan los más viejos que un día un mapuche del llano
llevó a sus hijos - una niña y un niño - a recoger piñones
(pepas de la araucania) para el invierno. En eso estaban,
cuando, de repente, sobrevino un cataclismo (cambio de
tiempo abrupto) de fuertes vientos y lluvia. El mar empezó a
crecer (p.257) y los ríos a desbordarse. Las aguas subieron
hasta una roca que servía para guarecer (salvar) a la
aterrada familia. No había más que esperar a que las aguas
bajasen un poco para volver al hogar. El padre, en su afán
(búsqueda) por encontrar una salida, resbaló y cayó en el
abismo, y desapareció para siempre. Los niños quedaron
solos, y no hacían más que llorar y pedir ayuda.
Poco después, un enorme árbol se desprendió (se soltó) del
suelo y, al golpear en la granítica pared, una zorra y un
puma saltaron del tronco a la roca donde estaban los niños.
Nada hicieron contra los niños muertos de miedo. Al bajar
las aguas, las fieras tenían tanta hambre, que tuvieron
intención de devorar a los dos niños. Pero eran tan pequeños
y lloraban tanto, que se compadecieron (tenían piedad) de
ellos. El puma los cargó en su lomo (espalda) y los llevó a
su cueva, donde ambos carnívoros los alimentaron con el
producto de sus cacerías (cazas). Con el tiempo, los cuatro
comenzaron a tener una vida en común. De allí surge que los
mapuches adquirieron la fuerza del puma y la astucia de la
zorra.>
(p.258)