de:
Javier Cabrera Darquea: El mensaje de las piedras
grabadas de Ica; edición privada, quinta edición 1991;
avenida Bolívar 170, plaza de Armas, Ica, Perú. tel.
231933 / 234363;
5.4. TRANSPLANTE DEL CORAZÓN (p.202-211)
[La "civilización" de hoy sabe transplantar
corazones desde 1967]
El primer transplante del corazón humano realizado en la
humanidad actual lo hizo el famoso cardiocirujano
Christian Barnard, en 1967. Desde entonce se han venido
realizando en diferentes centros quirúrgicos del mundo.
Pero el problema sigue siendo el del rechazo al corazón
transplantado. Salvo el caso reciente del transplante de
un corazón completo junto al otro corazón, efectuado por
(p.202) el mismo cardiocirujano Christian Barnard, los
llamados transplantes de corazón que se realizan no son
de la totalidad del órgano. Se transplantan sólo los
ventrículos y la cara anterior de las aurículas, de modo
que en el individuo receptor queda una parte de su
propio corazón y los grandes vasos sanguíneos del mismo
(la arteria aorta, la vena cava, las arterias y las
venas pulmonares). El problema del rechazo ha impedido
que el individuo receptor sobreviva más de dos años.
[Transplantes de corazones en la era remota]
La cirugía gliptolítica realizó transplantes del corazón
completo y, tal como ya he mencionado, solucionó el
problema del rechazo valiéndose de la transfusión de
sangre de mujer embarazada al individuo que iba a
recibir el órgano y, asimismo, perfundiendo (irrigando)
con sangre de la misma mujer el corazón que iba a ser
transplantado.
Llama la atención que en todos los transplantes de
órganos representados en los Gliptolitos no haya una
referencia gráfica a la modalidad empleada para unir
varios vasos sanguíneos seccionados. Es sabido que parte
fundamental de la técnica quirúrgica empleada en los
transplantes de órganos es la eficacia con que se logre
unir los vasos sanguíneos. Posiblemente la cirugía
gliptolítica unía los vasos por medio de tubos
reabsorbibles, una de las modalidades empleadas por la
cirugía actual. Es decir: cada extremo del tubo se
insertaba en el orificio del vaso seccionado; así, el
tubo actuaba como puente interno que acercaba y unía el
borde de ambos vasos. Luego de un período,
indudablemente previsto, los vasos quedaban soldados por
regeneración de sus células y el tubo se diluía en el
torrente sanguíneo. Llama también la atención que aquel
complejo sistema de aparatos electrónicos no se haya
limitado a controlar las funciones biológicas del
operado - como es lo que hace la cirugía de la humanidad
actual -, sino que además haya estimulado y mantenido
dichas funciones, exactamente como si hubiera estado
actuando como actúan los centros que comandan esas
funciones en el organismo humano.
[Presentación en un congreso de 1971]
Parte de lo que expongo en este capítulo sobre cirugía
gliptolítica tuve oportunidad de dar a conocer en 1971
en el Congreso Hemisferíco Occidental, organizado por el
(p.203) Colegio Internacional de Cirujanos, certamen que
se llevó a cabo en la ciudad de Panamá (37).
(37)
Confróntese "Humanidad prehistórica". En: Program.
Fourth Western Hemisphere Congress and the Congress of
the United States Section. International College of
Surgeons. Panama, 1971
Tuve el honor de participar como ponente en dicho
Congreso por invitación del entonces Presidente del
Colegio Internacional de Cirujanos, Dr. Esteban D. Roca,
eminente neurocirujano peruano, de quien tengo el honor
de haber sido su alumno en la Universidad Nacional.
Mayor de San Marcos y el de ser compañero suyo en las
actividades médicas en el Seguro Social del Perú.
[Las piedras grabadas mostrando un trasplante
de un corazón]
Las escenas que informan sobre las diversas fases del
transplante del corazón aparecen en una serie de diez
Gliptolitos, de color negruzco, la mayoría de los cuales
tiene aproximadamente un metro de diámetro mayor; las
figuras y símbolos están trazados con la modalidad del
rayado profundo y cierto rebaje del fondo para destacar
los elementos representados (Véase Figs. 48, 49, 50, 51,
52, 53, 54, 55, 56, y 57).
Fig. 48.
Fig. 48: El donante del corazón (p.205)
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El donante del corazón que habrá de
ser transplantado se encuentra con vida sobre la mesa de
operaciones y muestra una abertura en el abdomen por la
que el cirujano ha introducido las manos y está tocando
el corazón. El complejo sistema de aparatos electrónicos
- sugerido simbólicamente por el segmento triangular
lleno de rombos que se observa debajo del cuello - está
controlando las funciones biológicas. El cirujano
ayudante sostiene con las manos un recipiente en el que
aparecen colocados los instrumentos quirúrgicos,
dibujados, simbólicamente.
Fig. 49.
Fig. 49: El donante del corazón está muerto
(p.205)
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El donante del corazón está muerto. Esto se expresa
simbólicamente por ausencia de la mesa de operaciones y
el sistema de aparatos electrónicos que le controlaban
las funciones biológicas.
Fig. 50.
Fig. 50: Preparan el corazón (p.206)
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El corazón que habrá de ser transplantado está siendo
preparado para su perfusión (irrigación) con sangre de
mujer embarazada. Adviértase que los grandes (p.204)
vasos han sido seccionados. Los vasos que irrigan el
corazón - dibujados deliberadamente sobre su superficie
- serán conectados al dispositivo perfusor (la conexión
se ve en la Fig. 40).
Fig. 51.
Fig. 51: Cortan el recibidor del corazón
(p.206)
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El individuo a quien se le va a transplantar el corazón
yace en la mesa de operaciones. El cirujano se apresta a
efectuarle un corte en el abdomen para extraerle el
corazón que habrá de ser reemplazado. El segmento
triangular lleno de rombos que se aprecia debajo del
cuello indica que al individuo se le están estimulando y
controlando las funciones biológicas, para que no muera.
Fig. 52.
Fig. 52: Extraen el corazón del recibidor
(p.207)
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Instante en que al individuo a quien se le va a
transplantar el corazón se le está extrayendo el suyo.
Obsérvese que, no obstante que ha quedado sin corazón,
sigue sometido al estimulo y control de sus funciones
biológicas, a juzgar por el triángulo lleno de rombos
que se aprecia debajo del cuello. Esto se explica si se
piensa que el complejo sistema de aparatos electrónicos
que estimula y controla las funciones biológicas del
individuo, se está encargando de mantener la circulación
sanguínea. El individuo, pues, está vivo, lo que se
reafirma con la hoja - símbolo de la vida - que se ve
debajo de la mesa de operaciones.
Fig. 53.
Fig. 53: Irrigación del corazón (p.208)
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El corazón del donante está siendo
perfundido (irrigado) con sangre de mujer embarazada y
se encuentra (p.207) a punto de ser transplantado. A
pesar de que el individuo receptor no tiene su corazón,
se mantiene con sus funciones biológicas por acción del
complejo sistema de aparatos electrónicos, a juzgar por
el triángulo lleno de rombos que se aprecia debajo del
cuello.
Fig. 54.
Fig. 54: Transplantan el corazón (p.208)
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El corazón está siendo transplantado y se le mantiene
perfundido (irrigado) con sangre de mujer embarazada.
Fig. 55.
Fig. 55: Suturan la herida (p.209)
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El corazón ha sido transplantado y uno de los cirujanos
sutura la herida operatoria con un instrumento accionado
por energía electrónica que proviene del dispositivo que
se observa en la parte superior. Este dispositivo tiene
dos ramales:
-- uno sirve para la sutura y
-- el otro sirve de contacto.
El dispositivo que tiene en la mano el otro cirujano y
que llega a la boca del operado representa
simbólicamente la aplicación, por vía oral, de la
hormona antirrechazo (p.209).
Fig. 56.
Fig. 56: Controlan el corazón implantado
(p.210)
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ggg
El cirujano ha comprobado - valiéndose de un instrumento
que simbólicamente sugiere un estetoscopio - que el
corazón que se acaba de transplantar está funcionando.
La hoja - símbolo de vida - que se aprecia por debajo de
la mesa de operaciones, así lo confirma. La figura
conectada a la boca del operado indica que está
recibiendo un nutriente. La ausencia del triángulo lleno
de rombos, que aparecía debajo del cuello, revela que al
operado ya no requiere de aquel complejo sistema de
aparatos electrónicos que le estimulaban y le mantenían
sus funciones biológicas.
Fig. 57.
Fig. 57: Fin de la operación (p.211)
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La operación quirúrgica ha terminado. Esto queda de
manifiesto en el hecho de que en esta escena, a
diferencia de todas las anteriores dela serie, ya no se
han graficado los órganos internos del operado. El
(p.210) transplante del corazón ha sido, pues, un éxito.
el símbolo de la hormona antirrechazo conectado a la
boca del paciente, probablemente exprese la necesidad de
seguir aplicando, por vía oral, en la fase
post-operatoria, esta hormona, y también durante toda su
vida. Las funciones biológicas del operado seguirán
siendo estimuladas y controladas durante un período,
como lo revela el triángulo lleno de rombos que se
observa debajo del cuello (p.211)