de:
Javier Cabrera Darquea: El mensaje de las piedras
grabadas de Ica; edición privada, quinta edición 1991;
avenida Bolívar 170, plaza de Armas, Ica, Perú. tel.
231933 / 234363;
<AGRADECIMIENTO
[Cabrera fue médico y científico -
agradecimiento al Seguro Social del Perú]
La designación de que fui objeto de parte del Seguro
Social del Perú para incrementar mis conocimientos de
Seguridad Social en la ciudad de México, ha significado
para mí la oportunidad de poder servir mejor a los
Asegurados Peruanos y también la oportunidad de estudiar
valiosísimos testimonios arqueológicos y antropológicos
de ese hermano país, que han dado luces decisivas a mis
investigaciones. Aquella designación compromete mi
agradecimiento con el Seguro Social del Perú.
Siempre será muy grande mi gratitud a los Médicos del
Hospital Regional del Seguro Social de Ica, compañeros
míos en el trabajo médico, que han sacrificado muchas
horas de descanso con la finalidad de sustituirme en mi
trabajo a fin de que yo pudiera continuar mis
investigaciones sobre las Piedras Grabadas de Ica.
A la Universidad Nacional "San Luis Gonzaga" de Ica, que
al abrirme sus puertas académicas me dio la oportunidad
de desempeñarme en la docencia y, por lo tanto, ahondar
mis estudios en los que me inicié como estudiante de la
Universidad Nacional Mayor de "San Marcos" de Lima, hago
extensiva mi consideración y gratitud.
Especial mención en esta nota de agradecimiento merece
el "Museo Aeronáutico del Perú", por el aliento que para
mí significa el haber acogido en sus salas la donación
que hice de una colección de Piedras Grabadas de Ica y
Ceramios Nasca que testimonian al insospechado vuelo del
Hombre en un remoto pasado.
Javier CABRERA DARQUEA (p.10)
PROLOGO
El 8 de Abril de 1976 tuve la satisfacción de presentar
al público peruano la primera edición de este libro en
el salón de convenciones "Perú" del Hotel Crillón de la
ciudad de Lima. Han transcurrido casi 15 años y en ese
lapso se han agotado 4 ediciones que me han obligado no
sólo a editarlo por quinta vez sino a incorporar un
prólogo conteniendo mis últimos descubrimientos.
[El depósito de piedras grabadas en Ocucaje]
El libro lleva por título "EL MENSAJE DE LAS PIEDRAS
GRABADAS DE ICA" y revela los resultados de 25 años de
paciente y sistemática investigación científica sobre el
origen y significado de unas raras "piedras" con
enigmáticas inscripciones grabadas en sus superficies,
encontradas por campesinos en 1961 en un depósito oculto
por las arenas del inmenso desierto de Ocucaje,
situado en la costa del Departamento de Ica, Perú.
[La ciencia "oficial" solo dice que todas las
piedras grabadas serían "falsas"
Lamentablemente los prejuicios de los arqueólogos
peruanos y extranjeros que las llegaron a conocer,
impidió ver la magnitud y trascendencia científica de
estos especímenes líticos - únicos en el mundo - y lejos
de interesarse en estudiarlos, irresponsablemente
declararon - por simple observación visual - que los
grabados estaban recientemente hechos y por ello no
tenían valor arqueológico. Sin el menor escrúpulo
descartaron hacer análisis de laboratorio confirmatorios
de sus apresuradas opiniones, afirmando que dichas
"piedras" eran falsificaciones arqueológicas. A partir
de esa nefasta opinión estas misteriosas "Piedras
Grabadas de Ica" quedaron abandonadas y expuestas a que
el tiempo las sepultara en el más imperdonable olvido.
[Todo empezó con un pisapapel en el escritorio]
Cuando todo parecía que los arqueólogos habían logrado
su propósito de proscribir de la Arqueología nacional a
estas insólitas y sugerentes piedras, a un amigo de la
infancia que a la vez era mi paciente, se le ocurrió
obsequiarme el 13 de Mayo de 1966 una de esas piedras
"para que la usara como pisapapel sobre mi escritorio".
Así sucedió nuestro feliz encuentro. El Doctor Cabrera
ni nadie hubiera podido sospechar que el ejercicio de la
Medicina me brindaría la oportunidad de liberar a estos
especímenes líticos de la (p.11) injusta prisión que
venía soportando 6 años en un depósito de cosas
inservibles del Museo Regional de Ica. Confieso que
desde el momento que tuve en mi mano la primera Piedra
Grabada de Ica, noté estar frente a un hecho humano muy
arcaico y sentí la necesidad de emprender la costosa
misión de rescatar, estudiar y custodiar estas
abandonadas "piedras". Años después llegué a descubrir
que eran parte de un extraordinario documental lítico de
hechos humanos que trascendían el espacio peruano y el
del planeta y no cabían en el tiempo geológico que los
científicos habían asignado al origen y evolución del
género humano.
[Las piedras grabadas son un documental lítico
- son una biblioteca]
En verdad se trata de un descubrimiento sin precedentes
que cortaban de un tajo el árbol de la prehistoria
humana y echaba por tierra desde sus cimientos el templo
de la historia universal construido en milenios con
ingenua imaginación, prejuicios y dogmas, sin sospechar
que algún día serían encontrados archivos bibliográficos
arcaicos como el que tengo el privilegio de haber sido
su descubridor y afortunado primer lector.
En este grandioso documental lítico que a todas luces es
una "Biblioteca de Libros de Piedra" mis investigaciones
revelan estar escrita la verdadera historia del género
humano y aunque esta historia desconcierta porque no se
a justa al saber establecido en la historia oficial del
mundo, el rigor científico y la honestidad profesional
me obligan a dar a conocer que estos "Libros de Piedra"
dicen que nuestra Humanidad no es la primera y que en el
más remoto pasado de la Tierra, cuando en ella vivían
todavía los fieros y gigantescos - dinosaurios -,
existió una humanidad culta, técnica y científica, dueña
de un increíble nivel de civilización. Obviamente la
coexistencia del Hombre con los reptiles del Mesozoico
desarticula no sólo el esquema tradicional de la
Antropología sino de la Historia Universal. Este
sorprendente descubrimiento lo dí a conocer a la prensa
peruana en 1968, con la finalidad de despertar la
conciencia científica de los arqueólogos y la
responsabilidad de las autoridades culturales del país.
Sensiblemente sólo mereció la atención de los
arqueólogos para perseverar egoistamente en su
anticientífica actitud de declarar una vez más en los
diarios y en sus libros que la (p.12) coexistencia del
hombre con los dinosaurios era contundente prueba de que
las Piedras Grabadas de Ica eran falsificaciones
arqueológicas, atreviéndose a afirmar irresponsablemente
que el actor intelectual de estas falsificaciones era el
propio investigador.
[Los arqueólogos "oficiales" solo no visitan el
museo de las piedras por 30 años]
Con profunda pena debo señalar que han transcurrido 30
años del fortuito hallazgo de las Piedras Grabadas de
Ica y más de 23 años del día en que oficialmente di a
conocer mis descubrimientos e invité a las autoridades
culturales y a los arqueólogos peruanos y extranjeros a
conocer y a estudiar los 11,000 especímenes líticos que
componen la colección de Piedras Grabadas (Gliptolitos)
que custodio en mi Museo. Sin embargo hasta el día de
hoy - nadie es profeta en su tierra - ningún arqueólogo
peruano ha tenido la menor curiosidad de visitar el
Museo y menos conocer al investigador, manifestando con
tal actitud que todavía no se han liberado de los
prejuicios que los llevaron a cometer el gravísimo error
de suponer que los Gliptolitos eran falsificaciones
arqueológicas y 9 años después señalar al propio Doctor
Cabrera como inventor de esta insólita artesanía y
mentor de un grupo de campesinos dedicados a grabar sus
piedras. Estoy convencido que el hombre no es un ser
perfecto y como tal puede cometer errores. Esta
afirmación salva en cierto modo a los arqueólogos
nacionales de que la historia los juzgue por su desdén
científico, verdadero delito de "lesa humanidad".
[La invitación para visitar las 11.000 piedras
grabadas]
En mi condición de científico considero que la magnitud
y trascendencia del descubrimiento de la Biblioteca de
los Libros de Piedra de Ica, es un hecho humano que
circunstancialmente viene a enriquecer académicamente a
la ciencia arqueológica pero fundamentalmente es un
descubrimiento que invade todas las ciencias y la
filosofía y es por eso que no sólo reitero la invitación
a las autoridades culturales y a los arqueólogos del
Perú sino a todos los científicos y filósofos del mundo
y aún más a todos los hombres de buena voluntad y de
todas las latitudes del planeta, sin discriminar edad,
sexo, raza, condición social, política y religiosa a
conocer las 11,000 Piedras Grabadas que exhibo en mi
Museo. Esta invocación la formulo porque estos Libros de
Piedra advierten que debemos despojarnos del (p.13)
egoísmo y hacer uso racional de la ciencia y de la
tecnología con el fin de mantener los recursos naturales
y el ecosistema planetario. El no hacerlo significaría
exponer a la humanidad actual a correr el riesgo de
tener que sufrir los drásticos efectos de un gigantesco
cataclismo en el que podría no solamente perderse del
esplendor de la civilización actual sino la extinción de
las plantas, animales y tal vez la totalidad de nuestra
humanidad.
[Otro yacimiento del período mesozoica unas
decenas de km del yacimiento lítico]
Es probable que el lector piense no haber asidero
científico en mis dramáticas afirmaciones sobre el
futuro de nuestra humanidad. Desgraciadamente mis
últimas investigaciones las ratifican, pues he
descubierto en el desierto de Ocucaje, a unas decenas de
kilómetros del depósito en que fueron encontradas las
Piedras Grabadas de Ica, un yacimiento paleontológico
asentado en estratos sedimentarios pertenecientes al
período cretácico superior de la era geológica
mesozoica. En el Capitulo I informo estar haciendo
exploraciones en el desierto de Ocucaje y en la medida
que dispuse de tiempo y de dinero emprendí la búsqueda
sistemática de fósiles en este riquísimo yacimiento.

Las
zonas arqueológicas de Pisco, Ica, Ocucaje y Nasca
forman una unidad, mapa (p.9)
[Hallazgo de esqueletos de dinosaurios juntos a
un esqueleto de un ser humano]
El 14 de Octubre de 1984 localicé una extensa zona de
estratos sedimentarios en la que yacen un vasto número
de especies fosilizadas de vegetales y animales
correspondientes a la flora y fauna que existió en los
tiempos mesozoicos. La investigación superficial del
yacimiento me ha permitido hacer sorprendentes
descubrimientos paleontológicos, siendo los más notables
el hallazgo de tres esqueletos de dinosaurio
pertenecientes a la especie triceratops, un esqueleto de
fitosaurio y muy cerca a ellos un esqueleto incompleto
de un ser humano semejante al hombre actual, en el que
podemos ver sus costillas, vértebras dorsales y
lumbares, huesos ilíacos y el sacro. Es importante
considerar también que en las inmediaciones de estos
fósiles hay innumerables trozos de piel y huevos
gigantes de dinosaurios (1,60 m de diámetro mayor).
[Lugar "Los Frayles" 4 km del centro de Ica:
estatuas gigantes en la roca - destrucción de culturas
por primitivos peruanos]
Empero, desde la época de la Colonia, los iqueños
conocemos un legendario y misterioso lugar denominado
"Los Frayles", situado a escasos 4 kilómetros de la
Plaza de Armas de la ciudad de Ica, en el que todavía
existe un conjunto de estatuas gigantes como la
representada en la fotografía (p.14) que aparece en la
solapa de la carátula, esculpidas en cerros rocosos de
naturaleza granodiorítica quizás las rocas más arcaicas
del planeta. En el conjunto se aprecian: un hombre
mirando el cosmos, una pareja humana haciendo el amor,
una mujer embarazada, una mujer dando a luz un hijo, un
hombre durmiendo, un hombre con casco de astronauta, un
simio, una tortuga, un elefante, un dinosaurio
(estegosaurio), dos huellas de aparentes manos gigantes.
Aún más, hasta hace 20 años atrás, todavía se
conservaban tres esculturas más que representaban a 3
frayles mirando un objeto esférico.
En estos días éstas últimas esculturas serían
interpretadas como 3 astronautas observando su
espacionave o la representación de un planeta
extraterrestre. Desgraciadamente estas 4 esculturas
pétreas han sido destruidas por gente irresponsable,
transformándolas en material rocoso para construir
modernas de casas, edificios, puentes, etc. Este delito
de "lesa cultura" lo vengo denunciando desde hace muchos
años a las autoridades del Instituto Nacional de Cultura
del Perú; a los Municipios; a las autoridades políticas
del Departamento de Ica, etc. Pienso que esta indolencia
punible se debe al desinterés que siempre han
manifestado los arqueólogos peruanos por estos
testimonios líticos, ya que equivocadamente creen que
estas esculturas no han sido hechas por los hombres del
más remoto pasado sino por las fuerzas erosivas, e
irracionales del intemperismo: lluvia, viento, calor,
frío, radiación solar, radiación cósmica, etc. Teniendo
presente mis descubrimientos arqueológicos y
paleontológicos, estoy autorizado científicamente, no
sólo a rechazar estas absurdas opiniones sino a sostener
y defender categóricamente, que las esculturas gigantes
que hay en el mencionado complejo de "Los Frayles", así
como las esculturas que existen
-- en "Marcahuasi", en el Departamento de Lima, Perú;
-- en el "Bosque de Piedra", en el Departamento de
Junín, Perú;
-- en "Cellorio-Llanes", España;
-- en "Fontainebleau", Francia y
-- en muchos otros lugares del mundo, constituyen
"mensajes Humanos Arcaicos" como el que ha quedado
escrito en los "libros de Piedra de la Biblioteca de
Ica".
[Cerro Prieto con una ciudadela como en Machu
Picchu - explosión de un volcán]
Aún más, el 29 de Junio de 1990, decidí continuar las
investigaciones que inicié en mi juventud sobre unas
ruinas pétreas que existen en el (p.15) famoso "Cerro
Prieto", conocido como "El Soldado" o "Custodio de la
ciudad de Ica", situado a 14 kilómetros al Norte de su
Plaza de Armas. El estudio de estos testimonios líticos
me ha permitido establecer que en el más remoto pasado,
estas moles pétreas formaron parte de una ciudadela
semejante a [Machu Picchu] Macchupicchu, destruida por
una gigantesca explosión volcánica. La importancia de
estas ruinas pétreas, constituidas por rocas
granodioríticas iguales a las rocas del conjunto
escultórico "Los Frayles", está en que las perforaciones
realizadas con sondas diamantinas han revelado que dicho
cerro tiene en su interior una inmensa oquedad revestida
por una capa de gran espesor de lava volcánica.
[Resumen: pruebas para un período con la
existencia de hombres y dinosaurios al mismo tiempo]
Estos descubrimientos confirman, en primer lugar, la
certidumbre incuestionable de la coexistencia del Hombre
con el Dinosaurio, tal como lo refieren los Libros de
Piedra de la Biblioteca de Ica; en segundo lugar, el
hallazgo de esqueletos fosilizados de hombres y
dinosaurios incluidos en el mismo estrato geológico
(sedimentos cretácicosterciarios), demuestran
fehacientemente que el hombre convivió con estos fieros
y gigantescos reptiles en las postrimerias dela era
Mesozoica y comienzos de la era Cenozoica; en tercer
lugar, que este reciente descubrimiento paleontológico
permite asegurar que el hombre fue cazador de
dinosaurios, tal como se ve en las múltiples escenas de
cacerías de estos fieros y gigantescos saurios grabadas
en los Libros de Piedra de la Biblioteca de Ica. Basado
en estos descubrimientos, afirmo que la cacería de
dinosaurios no sólo fue una demostración de valor y
supremacía intelectual del hombre sobre la bestia sino
que lo realizó con fines alimentarios y hasta
deportivos.
Por las razones expuestas no tengo duda alguna de que el
hombre fue la causa fundamental de la hasta hoy
considerada misteriosa desaparición de los dinosaurios
en todo el planeta; en cuarto lugar, sostengo que el
conjunto escultórico "Los Frayles" y la ciudadela de
piedra de "Cerro Prieto" son manifestaciones artísticas
y megalíticas de los hombres arcaicos que conformaron
aquella esplendorosa humanidad que existió en las eras
geológicas señaladas; en quinto lugar, que en el
yacimiento paleontológico del desierto de Ocucaje,
existen (p.16) también huellas objetivamente
comprobables de un diluvio descomunal, en el que el lodo
formado por acción erosiva del agua sobre las montañas,
sepultó todo cuanto hubo en esta parte del planeta;
[Hallazgos en Parácas van con los hallazgos de
Ica]
y, en sexto lugar, tengo la absoluta convicción de que
continuando las exploraciones en el yacimiento de
Ocucaje y en zonas vecinas de la Reserva Nacional de
Parácas, en la superficie o en niveles profundos,
comprobaremos que estos lodos petrificados por el
inmenso tiempo transcurrido, ocultan objetos,
instrumentos, viviendas, edificios, plazas, murallas,
túneles, etc., que al encontrarlos, constituirán pruebas
incontrastables de la existencia de aquel mundo arcaico
y del desarrollo científico y tecnológico que alcanzó
aquella anterior y desconocida humanidad que no supo
permanecer, tal como lo vemos escrito en los Libros de
Piedra de la Biblioteca de Ica.
Estos descubrimientos y otros igualmente importantes los
daré a conocer en mi próximo libro "LA HUMANIDAD EN EL
MESOZOICO".
[Contactos y exhibiciones]
Responsable de la obligación científica de informar a
los hombres del mundo de estos significativos
descubrimientos antropológicos, acepté la invitación que
me hiciera don Rafael Méndez, Presidente de la Comisión
Organizadora del Congreso Internacional "CIEN AÑOS DE
INVESTIGACIÓN DE LOS GRANDES MISTERIOS DEL HOMBRE"
realizado en la ciudad de San José del hermano país de
Costa Rica, del 14 al 19 de Octubre de 1985, para
participar como Ponente Oficial. Allí tuve no sólo la
oportunidad de difundir estos descubrimientos en el
ámbito mundial sino también de invitar a mis colegas
investigadores científicos extranjeros a proseguir
conmigo las exploraciones paleontológicas en el
yacimiento de Ocucaje.
Aprovecho esta oportunidad para solicitar al lector
comprensión por mi apasionamiento por la defensa de la
validez científica de la información contenida den los
textos grabados en las Piedras de Ica. Creo que 25 años
de mi vida al servicio de esta causa no son suficientes
para abarcar el inmenso campo de investigación ofrecido
en centenas de miles de Libros de Piedra de esta
singular Biblioteca que aún permanecen ocultos bajo las
arenas del inhóspito y caluroso desierto de Ocucaje.
Estoy decidido a no descansar hasta lograr que los
hombres del mundo tomen idea firme del (p.17) verdadero
pasado del género humano, pues su desconocimiento
constituye terrible amenaza sobre el futuro de nuestra
civilización. Como sé que todavía estamos a tiempo para
enmendar nuestros errores, no vacilaré en emplear todas
las fuerzas de mi espíritu para alertar a la humanidad
de la certeza histórica del marchar de nuestro planeta
hacia otro cataclismo semejante al que destruyó aquel
mundo que existió hasta al final de la era geológica
mesozoica.
Ica, 8 de Marzo de 1991
Javier CABRERA DARQUEA (p.18)