La historia sobre kai kai filu es otra leyenda de la
creación.
<Epew (Historia)
Txeg txeg ka Kay Kay filu
Ordenamiento de la vida mapuche
Rüf kuifi em (hace muchos, muchos años) en tiempos muy
antiguos los abuelos de nuestros abuelos eran solo un
sueño de los dueños y constructores del wal lontü mapu.
Existían entonces dos fuerzas, en forma de serpientes que
representaban nuestra dualidad, una llamada txeg txeg filu
que controlaba las fuerzas positivas y habitaba [en] la
tierra en completa armonía con los Mapuche, la gente de la
tierra, los abuelos de nuestros abuelos.
Existía también kaykay filu quien dormía un sueño en las
profundidades del agua, a su vez kay kay controlaba las
fuerzas profundas y negativas.
Así la vida mapuche era tal hasta el día en que kaykay
filu despertó y comenzó a mover las aguas con mucha
fuerza, que diciendo kay, kay, kay, kay, agitaba el agua y
ésta comenzó a subir, en muy poco tiempo todos los lelfun
(campos libres) comenzaron a llenarse de agua y toda la
tierra donde se desarrollaba la vida se veía inundado. Los
nagche (gente de bajos) comenzaron rápidamente a subir las
montañas y cerros más elevados, se juntaron machi
(chamanes), longko (alcaldes locales), kimche (sabios) y
mucha gente de todos lados para ir en busca de txeg txeg
filu para despertarla.
Al despertar txeg txeg vio la tierra sin árboles, sin
gente, sin ruka y todo lleno de agua, inmediatamente
ordenó a la gente más antigua que comenzaran a subir las
montañas y los cerros más cercanos y así diciendo txeg
txeg, txeg txeg txeg, las montañas y los cerros comenzaron
a elevarse y junto con ellos kaykay filu continuaba
subiendo el nivel del agua.
Mucha gente que no alcanzó a subir a los cerros fue
alcanzada por el agua y murieron ahogados mientras que
algunos se convertían en peces, algas sirenas, y animales
marinos de distintas clases. Aquellos ancianos que
escapaban del agua y que no podían correr, fueron
convertidos en veloces animales terrestres, los que subían
rápidamente por las montañas.
Así se dio una gran batalla kaykay filu subía las aguas,
txegtxeg elevaba los cerros. Al medio día los cerros ya
habían alcanzado gran altura llegando casi al wente wenu
(cielo), entonces la gente se comenzó a quemar por el
calor del sol, algunos se cubrían las cabezas con külko
(cestita), con llepü (cesta), y algunos con trülke (cuero
de cordero), para no olvidar sus recuerdos y pensamientos,
por el calor algunos murieron y los cuerpos fueron
llevados por el viento, así se formaron los txomü (nubes).
Otros niños y abuelos fueron convertidos en aves, hubo
gente que quedó calva por el calor, hasta el día de hoy
sus nietos son calvos al nacer, a otros se les quemó la
piel y dicen los abuelos que por eso hay gente más morena
que otra.
Como los días pasaban y la lucha no cesaba, se reunió
mucha gente para resolver qué podían hacer. Luego de un
txawun (reunión), una de las machi tuvo una pewma (sueño),
en que fue informada que debían realizar un sacrificio.
Antes de que wüñelfe (lucero) se perdiera en el wenu mapu
(reino de los cielos), el día siguiente, escogieron a un
pichikeche (niño pequeño), éste fue muerto y su corazón
ofrecido a kaykay filu. Luego de ser arrojado al agua,
retornó la calma del mar y con el transcurso de los días
el nivel del agua descendió.
De igual manera solo muy poca gente se salvó, entre ellos
cuatro personas, los meli llituche (cuatro sabios
grandes), uno de ellos fücha, el anciano, kuze, la
anciana, ülcha, la mujer joven y weche, el hombre joven:
fücha y kuze: permanecieron para transmitir los antiguos
conocimientos a la gente nueva, ülcha y weche: quedaron
para que sus hijos y los hijos de sus hijos que ahora son
los abuelos de nuestros abuelos: poblaran ésta que es su
tierra.
Kaykay y txeg txeg filu, volvieron a sus cuevas, el agua
retrocedió y la gente volvió a poblar la tierra. Las
mujeres mapuche contaron historias de mujeres jóvenes y
niños que se acercaban al agua y a los bosques a conversar
con los animales que en un tiempo anterior habían sido sus
descendientes. Algunos regresaban y otros no volvieron más
dando origen así a la formación de nuevas historias acerca
de mundos submarinos ocultos donde se encuentra viviendo
esa gente que no volvió. Estas historias explican el
origen de los apellidos, y la formación de los ngen:
dueños de la tierra, de las plantas, del agua, etc. Txeg
txeg y kaykay filu duermen cada una su sueño profundo y la
gente mapuche los recuerda y aún hoy se cuentan historias
como éstas. Las abuelas dicen que las serpientes esperan
el día en que el pueblo caiga en desgracias, cuando pierda
su cultura, su sabiduría y nos dejemos llevar por cosas
que no son nuestras: entonces kaykay lanzará nuevamente el
agua contra nosotros. Feyka müten.