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Ulloa+Juan: Noticias secretas (Madrid 1748, publicado en Londres 1826)

SESIÓN SEXTA (sesión 6): Nativos sufren en la mita "cristiana" con brutalidad hasta a la matanza múltiple

Esclavitud de la mita con castigos para NADA, pagos+deudas sin culpa, látigos, dolores, fuegos, grilletes, cárcel, cortar pelo, comida tóxica+matanzas múltiples y psicomanipulación hasta al síndrome de la fuga - el reporte esconde: con látigos al trasero siempre otra vez casi no se puede caminar más por los dolores


de: Jorge Juan y Antonio de Ulloa. NOTICIAS SECRETAS DE AMERICA (solo para el rey en Madrid 1748, publicado en Londres en 1826)
Опубліковано - Publicado por Serhii Kupriienko el 6-7-2008
http://kuprienko.info/jorge-juan-y-antonio-de-ulloa-noticias-secretas-de-america

presentado por Michael Palomino (2023)

Los virreyes, los sacerdotes y el Vaticano son todos asesinos en masa corruptos y coloniales - la Iglesia se vaya al infierno. En la esclavitud de la mita son también los mestizos y negros los criminales que vayan al infierno. - Michael Palomino, julio 2023

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SESIÓN SEXTA (sesión 6): Nativos sufren la mita, tasas y brutalidad



Contenido


1. Esclavitud de la mita con nativos en los altos Andes con minas - esclavos negros en los valles profundos sin minas
2. Mita No.1. Mita en la granja (
chácara): Las mujeres y los niños deben trabajar gratis
3. Mita No.2: con pequeños rebaños (hatos) o ganadería: producción de queso y deudas permanentes
4. La comparación manejando rebaños de ovejas en Europa
5. Mita No.3: con rebaños de ovejas: pérdidas continuas por el cóndor
6. Mita No.4: con tejidos (obrajes): latigazos y comida tóxica con matanzas en masa en la prisión de la hacienda
7. Agravación general de la esclavitud de 1500 a 1700
8. Ejemplos de cómo jueces justos de España no tienen ninguna oportunidad en el Perú colonial criminal
9. La propaganda contra los nativos para esclavizar a los nativos - y sin salario se quedan lentos
10. Las obras de los indígenas antes de 1530 - y los españoles "cristianos" criminales les dejan caer (!)
11. Los indígenas trabajan: su agricultura en su propio pueblo
12. Reducción de la población a través del asesinato en masa - los mestizos también son conductores de esclavos
13. La esclavitud de la mita en las granjas de tejidos - parte 2: más métodos de tortura con fuegos, grilletes y cortar el pelo etc. - en la mita también mestizos y negros son los criminales

14. La psicomanipulación con proverbios y amor falso "cristiano"
15. El síndrome de la fuga - por la tortura eterna y la matanza múltiple
16. La normalización de los nativos: oportunidades de desarrollo SIN tortura + SIN asesinatos en masa




1. Esclavitud de la mita con nativos en los altos Andes con minas - esclavos negros en los valles profundos sin minas

Aquí informamos sobre el trabajo esclavo de los indígenas para el cultivo de las haciendas, así como en las fábricas [ed: de tejidos]. La esclavitud mita consiste en los impuestos que los indígenas tienen que pagar y en la severidad con la que [los indígenas] son tratados.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

Dáse noticia del servicio que hacen los indios en varias especies de haciendas para su cultivo y [en] fábricas [de telares]
de la mita, y del gravamen que de ella les resulta a los indios; y, últimamente, del rigor con que se les trata


[1. Los pueblos indígenas trabajan casi todo, pero casi sin salario - la educación religiosa es inadecuada - maíz + hierbas silvestres + tejidos]

1. Sólo hemos recopilado hechos y no hemos clasificado nada. Es indiscutible que todo lo que ganan los indígenas, incluido su sustento, lo ganan ellos mismos:

-- trabajan en las minas de oro y plata
-- cultivan regiones completas;
-- pastorean y crían ganado;
-- hacen todo el trabajo duro;
-- y hacen todo esto con salarios bajos, que serían un castigo para los españoles, incluso menos que los salarios en una galera.

La instrucción religiosa es más dudosa que real, y cabe preguntarse si la culpa no es de quienes la enseñan, porque los maestros ya no son tan firmes en su fe más.

El salario en oro y plata de los indígenas nunca se queda con ellos. Apenas obtienen algo de los productos agrícolas o del ganado que crían. Los bienes que vienen de España no les sirven para nada, porque su sustento consiste en maíz [choclo] y hierbas silvestres, y la ropa de esta pobre gente se limita a unos pocos paños rústicos tejidos por las mujeres, y estos paños no tienen nada que ver con la ropa de la nobleza ["cristiana"], no hacen juego.

En general, los indígenas apenas son recompensados por lo que producen, ni en bienes ni con salarios.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

1. Sin suponer cosa que no sea cierta, ni hacer ponderación que aparte nuestra narración de los términos de la verdad, podemos sentar, como cosa indisputable, que todas cuantas riquezas producen las Indias, y aun su misma subsistencia, es sudor de sus naturales, porque, si bien se repara, con ellos se trabajan las minas de oro y plata; con ellos se cultivan las tierras; ellos guardan y crían los ganados y, en una palabra, no hay trabajo recio en que no se empleen, siendo de todo ello tan mal recompensados que, si se quieren averiguar las gratificaciones de parte de los españoles, no se hallará ninguna más que un continuo y cruel castigo, menos piadoso que el que se ejecuta en las galeras. La religión ya queda visto del modo que se les da, quedando cuestionable en el prudente juicio si, verdaderamente, es o no más culpa de los que la enseñan que de los que deberían admitirla el dejar de tener en ella toda la solidez necesaria de verdaderos cristianos. Si [nos detenemos en] el oro y la plata que adquieren a costa de su sudor y trabajo, nunca llega el caso de parar en sus manos; si [en] los frutos que produce la tierra a espensas de su labranza, o los ganados que guardan y crían, casi nunca o en muy pocas [ocasiones] llega el caso de alimentarse con ellos y, finalmente, si [en] las mercancías que van de España, tampoco se les proporciona ocasión de usar de ellas, pues toda su manutención consiste en el maíz y hierbas silvestres, y su pobre y reducido vestuario se ve ceñido a aquellas rústicas telas que tejen sus mujeres, nada adelantadas a las que usaban en tiempo de la gentilidad. Con que por todas partes se halla verificado que, siendo cuanto producen las Indias efecto del trabajo de sus naturales habitantes, y éstos quien lo contribuyen, son los que menos los gozan y los que menos recompensados se encuentran del afán de sus tareas.


[2. Sistema Mita con trabajo por turnos en las minas - sistema Mita en fincas - esclavos negros sin sistema Mita]

español original no tan complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

2. Para que se pueda hacer juicio sólido, tanto de lo que queda dicho en las dos sesiones antecedentes, como de lo que comprenderá ésta, es forzoso suponer que la vida y ejercicio de los indios en los corregimientos es conforme a las [riquezas y producción de las] provincias. Porque en aquellos donde hay minas que se trabajan, y no haciendas, los indios hacen mita en parte, y parte de ellos queda reservada del trabajo, alternativamente. Los que en su jurisdicción tienen haciendas y minas, los indios de mita se dividen y se reparten en los dos ejercicios: uno de sacar los metales de las venas de la tierra, y otro de labrarla y darle el cultivo necesario para que produzca los frutos. Los corregimientos que meramente son de haciendas u obrajes (que es lo que allá se entiende por fábricas de telares), en éstos se emplean todos los indios de mita en sus labores y tareas. Y hay también corregimientos en donde los indios no hacen mita, porque las haciendas se trabajan con negros esclavos y no hay minas de labor en aquellos contornos.


[3. Los nativos libres sin el sistema Mita deben trabajar con precisión]

español original no tan complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

3. También es de suponer que los indios a quienes hostilizan los corregidores son los libres, esto es, los que no están de mita, porque los que se hallan empleados tienen bastante pensión con la precisión de cumplirla.


[4a. Sistema mita en los altos Andes con indígenas esclavos para minas y haciendas - ciclo de 1 año - esclavos negros en valles bajos]

4. El sistema mita consiste en que todas las ciudades deben proporcionar un cierto número de aborígenes a las haciendas pertenecientes a las ciudades para que las tierras puedan ser trabajadas; lo mismo se aplica a las minas registradas por los dueños de las minas. Así, el sistema de mita otorga mano de obra conveniente [casi esclavitud]. Se supone que la mita de los indígenas dura un año y luego deben regresar a sus aldeas y son reemplazados por otros para que permanezcan libres hasta que vuelva a llegar su turno.

Esto está muy bien escrito en la ley, pero ya no se cumple, por lo que es lo mismo para los indígenas trabajar en el sistema de mita para el dueño de la mina o el terrateniente, o trabajar como mano de obra libre para el corregidor (alguacil), porque el salario sigue siendo el mismo. Las zonas de justicia de la provincia de Quito y en las otras provincias del Perú en el sur en la sierra [altos Andes] todas tienen el sistema de mita. Pero en los valles hasta Pisco y Nazca no hay sistema de mita porque allí no funcionan minas. Además, la mayoría o incluso todas las haciendas de los valles se cultivan con esclavos negros. Las haciendas de la sierra, en cambio, se explotan con indígenas mediante el sistema de mita.

[4b. La subdivisión de las haciendas]

Ahora podemos ver claramente lo que sucede en la provincia de Quito, y de esto podemos deducir lo que sucede en todas las demás [ed.: corregimientos] donde hay las mismas condiciones. Para mostrar claramente las condiciones, dividiremos las haciendas en cuatro clases, lo que son:

-- la primera, las chacras cultivables con sembra;
-- la segunda, los pequeños hatos o vaquerías;
-- la tercera, los rebaños, y
-- la cuarta y última, la carnicería y la silvicultura (obrajes).
-- el trapiche, quinto tipo, debe regularse como los de primera clase.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

4. Consiste la mita en que todos los pueblos deben dar a las haciendas de su pertenencia, para que se trabajen, un número determinado de indios, según su erección; y lo mismo a las minas cuando, habiéndolas registrado sus dueños, han conseguido que se les conceda mita para hacer sus labores con más conveniencias. Estos indios deberían hacer mita en tiempo de un año y, concluido, restituirse a sus pueblos, porque yendo en su lugar otros a mudarlos, deberían quedar libres hasta que les volviera a tocar el turno. Pero esta formalidad, aunque bien dispuesta por las leyes, no se guarda ya, y así, lo mismo es para los indios el trabajar en mita para el amo de la mina o hacienda, que trabajar de libres para utilidad del corregidor, pues de ambos modos les es igual la pensión. Todos los corregimientos de la provincia de Quito, y los demás que siguen en las otras provincias del Perú hacia el Sur y son de serranía, tienen mita. Todos los de valles, hasta las jurisdicciones de Pisco y Nasca, no son de mita, por no haber en éstos minas de labor, y cultivarse la mayor parte o todas las haciendas que corresponden a valles, con negros esclavos; pero los que comprenden parte de serranía, en la extensión de ésta hacen sus indios mita. Esto asentado, diremos lo que sucede en la provincia de Quito, y de ello se puede venir en conocimiento de lo que pasa en todos los otros [corregimientos], en quienes corre una misma paridad. Y para hacerlo con más formalidad será preciso dividir las haciendas en cuatro clases, que serán: la primera, haciendas de sembradío; segunda, de hatos o vaquerías; tercera, de rebaños, y la cuarta y última, de obrajes. Debiéndose regular las de trapiche, que es una quinta especie, como las de la primera.


2. Mita No.1. Mita en la granja (chácara): Las mujeres y los niños deben trabajar gratis

[5. Esclavitud de la mita en la granja: 300 días de trabajo, 65 días los domingos y días festivos, salario promedio por año 14 a 18 pesos - las mujeres y los niños tienen que trabajar gratis]

español original no tan complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

5. En las haciendas del primer orden, gana un indio gañán mitayo al año, según el paraje o corregimiento, pero lo regular es de 14 a 18 pesos; y además de esto, le da la hacienda un pedazo de tierra, como de 20 ó 30 varas en cuadro, para que haga en él una sementera, y le presta también los bueyes para que la are, quedando por esta paga obligado el indio a trabajar 300 días en el año, y a hacer tarea en cada uno. Y los restantes 65 se le dispensan por los domingos, fiestas de precepto para ellos, enfermedades u otro accidente que les estorbe el que puedan trabajar, y los mayordomos de las haciendas van apuntando, por semanas, todos los que cada indio ha trabajado, para ajustarle la cuenta al fin del año. No son solamente los indios mitayos los que se emplean en el trabajo de aquellas haciendas, sino también sus mujeres y los hijos capaces para ello, más no por esto adelantan alguna otra ganancia más que la del igual rigor al que le corresponde al marido por la mita. Emplean a las mujeres y muchachos en la siembra del maíz, papas y otras simientes de plantío, en desherbar toda suerte de sementeras, y en cosecharlas y desgranarlas, y por este tenor en cuantas cosas se ofrecen en las haciendas. Con que es de gran conveniencia para los amos tener, con un criado tan mal pagado como queda dicho, tantos que le sirvan con tal género de sumisión.


[6. Esclavitud de la mita en la granja: el salario es tan bajo que los nativos se quedan sin NADA]

6. Los aborígenes tributan 8 pesos tributo por año, 4 pesos [ed: por medio año]; hay aborígenes que pagan menos, pero también hay que pagan más. Así que si se le restan 10 [del salario anual] de 18 pesos, se le resta el costo de 6 reales por una capa (capisayo) de paño de lana (jerga), le quedan 7 pesos y 6 reales. Con este dinero y los ingresos de la pequeña parcela agrícola (chacarita)
-- tiene que alimentar a su mujer e hijos,
-- tiene que celebrar las fiestas eclesiásticas ordenadas por el cura [de Jesús de fantasía].
-- tiene que pagar la ropa de toda la familia.

Pero hay algo más: la hacienda le vende medio [ed: fanega (55 litros [web01])] de maíz al mes al precio del Estado, pero se añaden los gastos de flete y transporte, lo que a veces incluso duplica el precio del maíz si el maíz es barato. Un precio barato del maíz es de 6 reales por media fanega. Pero si el precio es de 12, lo que ocurre de vez en cuando, entonces son 9 pesos [promedio del año]. Al final del año, el indígena se queda con 6 fanegas de maíz, la capa (capisayo) y los pocos productos de la pequeña área agrícola. Es tan poco que la hacienda tiene que ayudarlo con media fanega de maíz cada mes. Por todo eso, el indígena se queda [cada año] con una deuda de 1 peso y 2 reales.

Pero eso no es lo más importante, sino que (como hemos visto) ocurre que el ganado muere en el pantano. Entonces el ganado se lleva a la finca y se distribuye entre los indígenas, a precios inflados.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

6. Este indio, poniéndolo en un medio, paga ocho pesos de tributo en cada año, cuatro [a la mitad]; pues aunque hay parcialidades de indios que pagan menos, hay, por el contrario, otras que contribuyen más. Con que descontados de los 18 que gana, le quedan 10, y rebajando de éstos el costo de un capisayo, que consiste en tres varas de jerga, a razón de a seis reales, le vienen a quedar libres siete pesos y seis reales, con los cuales, y lo que le rinde la chacarita, se ha de mantener él, con su mujer e hijos, ha de hacer las fiestas de Iglesia que le asignare el cura, y se ha de vestir toda la familia. Pero aún hay que hacer otra rebaja, y es que la hacienda le da cada mes una media [fanega] de maíz, y se la cargan por el mismo precio a que vale en la ciudad, sin considerarles [de] menos el importe del flete de su conducción, el cual sube a veces tanto como vale el maíz cuando está barato. Con que, puesto por un precio ínfimo, será a seis reales la medía [fanega], y las 12 que regularmente se le dan en el año componen nueve pesos, con que ya el indio, después de haber trabajado todo el año, habiendo cogido seis fanegas de maíz, un capisayo y lo poco que puede usufructuarle la chacarita, que por ser tan poco es preciso que la hacienda le socorra con la media de maíz mensual, queda adeudado en un peso y dos reales. Pero aún no es esto lo más, sino que si (como hemos visto suceder) acierta a morirse en el páramo alguna res, la llevan a la hacienda y, para que no se pierda su valor, la reparten entre los indios, y aunque se les carga a precio moderado, siempre es cara, pues suele estar de tal suerte que sólo para dejar-la a los irracionales era buena.


[7. Esclavitud de mita trabajo en la granja: esclavitud con deudas después de eventos con altos costos]

7. Si el nativo sufre una pérdida en su familia, si muere un niño o su mujer, o si el cura [de Jesús de fantasía] le ordena cumplir una tarea de la iglesia [de Jesús de fantasía], entonces el nativo se endeuda aún más con el terrateniente y al final del año los ingresos son menores o la deuda es mayor. El terrateniente entonces toma al nativo endeudado como esclavo hasta que todas las deudas sean pagadas. Pero cuanto más esclavo es el aborigen, más se convierte en esclavo de por vida y, cuando muere, sus hijos pasan a ser esclavos del terrateniente.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

7. Si la desgracia quiere que se le muera al indio algún hijo, o la mujer, o tiene alguna de las funciones de Iglesia a que los fuerzan los curas, entonces es menester que contraiga otro empeño con el dueño de la hacienda para que le supla lo que necesita; con que al cabo del año está adeudado en tanto o poco menos como lo que gana, sin haber entrado dinero en su poder, ni cosa que lo valga, y entonces pretende adquisición de derecho el amo sobre él, y no lo deja hasta que le pague la deuda; pero a proporción que le sirve, se acrecienta más y queda hecho esclavo por toda la vida él, y los hijos después que muere el padre.


[8. Esclavitud de mita en la granja: psicotortura: los tributos provocan la quiebra de los nativos que dependen de los "privilegios" de los terratenientes]

8. Los tributos de los aborígenes son - como ya se ha dicho - diferentes. Los miembros de la encomienda son los que pagan lo menos. En conjunto, sin embargo, sólo los terratenientes se benefician [de las ganancias por los tributos], porque pagan tan poco en salarios que se quedan con beneficios, y los aborígenes se quedan sin NADA. Ahora bien, está claro que si pagan menos salarios, tienen que cobrar menos tributo. Pero en general, es un medio para moderarlos a través de la compasión de los gobernantes. Sólo se trata de conceder un privilegio a los nativos para que la carga del tributo sea menor para ellos.

[Entonces, ese sistema de tributos es pura tortura de hambre y tortura psicológica].


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

8. Queda dicho que hay unos indios que pagan más por el tributo que otros, y en este particular son los menos pensionados los que pertenecen a encomiendas; pero esto no redunda de ninguna manera en beneficio de los indios, como debería ser, sino en provecho de los amos, porque a proporción les pagan menos salario por la mita, sin otro fundamento ni motivo que la de no tener tanto que satisfacer los indios por los tributos, cuando está patente a la razón que el tenerlos moderados la piedad de los soberanos, no es con otro fin que el de concederles a los mismos contribuyentes un privilegio por el cual les quede menos pesada la carga de esta contribución.


[9. Esclavitud de mita en la granja: cuando hay malas cosechas, sube el precio del maíz - y el terrateniente deja morir a los indígenas]

9. Hay otra tortura contra los indígenas, absolutamente brutal, incluso los conservadores [en la corte real de España] se van a dar cuenta de eso. Si la cosecha de maíz ha sido mala y sólo vale 3 ó 4 pesos, entonces los precios del maíz suben pero los salarios de los trabajadores de mita no suben. Como el cultivo del maíz es su único medio de vida y los propietarios lo convierten en plata, a los indígenas simplemente les cortan la mensualidad de maíz porque el precio es tan alto que los indígenas no pueden pagarlo ni cambiarlo por otros bienes. Sin caridad, los terratenientes dejan a los indígenas a su miseria y se mueren de hambre. Esto lo pudimos observar en la provincia de Quito en 1743 y 1744 tras las malas cosechas de maíz. Los señores de las haciendas trataban despiadadamente a los indígenas y éstos murieron en masa en todas las haciendas - además de la muerte masiva en las ciudades, casi devastadas en parte a causa de eso.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

9. Otro rigor se practica con aquella gente, que aun para con los irracionales parecerá irregular y despiadado. Y es que el año que vale el maíz a tres o cuatro pesos por haber sido estéril, todos los frutos se aumentan en proporción, pero no así el salario de los mitayos, y como aquella simiente, que es su único sustento, tiene estimación y sus dueños desean convertirla en plata, dejan de darle a los indios aquella cantidad con que los socorren cuando está abundante, porque ni sus salarios alcanzan a la paga de su importe, ni los indios tienen otros bienes ni caudal con que comprarla fuera de los que produce su trabajo personal, y abandonados sin caridad a la miseria, los dejan perecer de necesidad. Esto se experimentó así en la provincia de Quito los años de 1743 y 1744, en que fue grande la escasez que hubo de estos granos, y mayor la impiedad con que los amos trataron a los mismos indios que les cultivaban las haciendas, a los cuales les suspendieron los socorros totalmente, y de aquí provino el ser muy considerable la mortandad de indios en todas las haciendas, además de la excesiva que experimentaron los pueblos, que los dejó casi asolados.

[10. Esclavitud de la mita en la granja: tierra cultivable demasiado pequeña - obligación de consumir carne de vaca, aunque esté mala]

10. La producción de la pequeña tierra cultivable (chacarita) es sólo un poco de maíz y de patatas, para la subsistencia y para los animales domésticos que cuidan las mujeres. Además, se añaden las especias. La carne sólo está disponible - como ya se ha dicho - si ha muerto una vaca y se ha salvado de los cóndores o los buitres; la calidad es más bien repugnante, con mal olor, por lo que resulta sencillamente insoportable. La tiranía ahora es que la carne se les obliga [a los nativos], y quien se resiste debe tener que pagar una multa [también por eso].


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

10. La producción de aquellas cortas chacaritas que siembran los indios, se reduce a un poco de maíz y algunas papas, en tan pequeña cantidad que en sí, en las gallinas y en otros animales que crían sus mujeres, lo consumen a proporción que toman sazón. La ocasión única en que prueban carne [en] todo el discurso del año es, como queda advertido, cuando se muere alguna res y se recoge antes que los cóndores o buitres la hayan concluido; su calidad ya se puede inferir, pues además de ser mortecina, suele ya tener tan mal olfato que es del todo insoportable. Y lo más tiránico en este asunto es que el que no la recibe voluntariamente, la ha de tomar por fuerza, y tal vez si pone en ello repugnancia, suele emplearse en él, a este fin, el castigo.


3. Mita No.2: con pequeños rebaños (hatos) o ganadería: producción de queso y deudas permanentes

[11. Esclavitud de la mita con ganado: producción de leche y deudas permanentes]

11. Los indígenas de la mita de segundo orden suelen tener ganancias, pero incluso allí las ganancias son limitadas, a diferencia de los grandes ganaderos (gañanes). En comparación, sin embargo, se trata de un trabajo mayor. A cada nativo asignado se le asigna un cierto número de vacas para pastorear, y de la leche se supone que debe hacer queso, cada animal tanto y tanto, y el último día de la semana se entregan a la administración de la cofradía ("mayordomo") [de Jesús de fantasía] donde se pesan, y si los quesos son demasiado ligeros, se cuenta como una deuda con el aborigen. Tal vez el indígena haya robado leche, o las vacas no den siempre la misma cantidad de leche. Al final del año, sin embargo, suele haber excedente y cada vez más aborígenes se dedican a la ganadería. Pero si al final del año se acaba el período de mita, siguen esclavizados a causa de las deudas y continúan sirviendo a la hacienda, así sucede en muchos casos. He investigado bastante este asunto en esta provincia y los hechos de las grandes haciendas eran [crueles] con indígenas que debían más de 80.000 pesos. Sólo vendían lo que producían las vacas, no había otros sectores de trabajo para ellos, sólo siempre hacían queso con la leche que había.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

11. Los indios que hacen mita en las haciendas del segundo orden, [es decir, las] de hato o vaquería, suelen ganar alguna cosa, aunque corta, más que los gañanes, pero, a correspondencia, es su trabajo mayor. Hácesele cargo en estas haciendas a cada indio de un determinado número de vacas para que tenga cuidado de ellas, y de su leche ha de hacer los quesos que están regulados por cada una, los cuales se le entregan al mayordomo el último día de la semana, y éste los recibe por peso, con tanta prolijidad y rectitud que todo lo que falta del peso que deben tener es de cargo para el indio, siendo así que, aunque en parte puede provenir la falta de haberse aprovechado de alguna parte de la leche, por lo regular es dimanada de que las vacas no dan siempre una misma cantidad, o de que el descuido que pudo haber con algunas crías, la disminuyó. Sin considerar nada de esto, se le va aumentando el cargo a los indios, con tanto exceso que, al cabo del año, cuando deberían concluir la mita y quedar libres, se hallan más esclavizados que nunca, porque no teniendo con qué satisfacer aquella imaginada deuda, se ven precisados a continuar sirviendo a la hacienda, que es a lo que se reduce todo el recurso que les queda en semejantes casos. Este asunto lo indagué bastantemente en aquella provincia, y, por un sujeto que había manejado mucho tiempo las haciendas más cuantiosas que hay en ella, supe, con no pequeña admiración, que cuando entraron estas haciendas en [su] dirección, montaba la deuda de que se les hacía cargo a los indios más de 80.000 pesos [en] todo, sin que ellos hubiesen corrido con la venta de lo que las vacas producían, ni tenido otra incumbencia más que la de guardarlas y hacer los quesos que podían dar con su leche.


[12. Esclavitud de la mita con rebaños de vacas: Siempre deudas - y los corregidores (alguaciles) roban a los pueblos hasta el último céntimo]

12. Parece que las deudas de estos pueblos indígenas, ya sean lecheras o agrícolas, siempre existen porque estos pueblos son insolventes. Ahora siempre se vincula inmediatamente este temor a la idea, sin que se perjudique a los indígenas. En parte es así, pero en parte lo contrario. Es un gran perjuicio para los indígenas estar endeudados con las haciendas, porque después del fin de la mita todo lo que producen o tienen puede ser confiscado por el terrateniente, o les da nuevo trabajo y la deuda queda para siempre sin pagar totalmente. Pero no es una carga para ellos permanecer esclavizados de por vida en la finca, pues en sus propios pueblos no estarían menos agobiados por los corregidores. Si no fuera así, los nativos podrían ganar una reserva financiera en casa y el trabajo esclavo en las granjas sería fácil de soportar. Pero los corregidores codiciosos, con sus impuestos y extorsiones, destruyen esta posibilidad para los indígenas.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

12. Parece que las deudas de estos indios, tanto en éstas como en las primeras haciendas, siendo gente que está insolvente, quedan reducidas a puras aprehensiones de la idea, y que de ellas es poco o ninguno el perjuicio que se les sigue a los indios. En parte sucede así, y en parte es al contrario. Es perjuicio para los indios estar adeudados con la hacienda, porque todo cuanto en particular pueden criar o agenciar, después de haber cumplido con el trabajo de su obligación, se levanta con ello el dueño de la hacienda por cuenta de la deuda, y cuando no lo hacen ellos por sí voluntariamente, los cargan de nuevos trabajos para que se desquiten, sin que nunca llegue este caso de estarlo totalmente; [pero] no es gravamen para ellos el quedar esclavizados por toda la vida en la hacienda, porque si se restituyeran a sus pueblos no estarían menos pensionados con la carga de los corregidores. A no ser así, y equivaler casi el gravamen y extorsiones de éstos a las de los dueños, sería injusticia grande el que no se mudasen cada año, porque estando en sus pueblos vivirían aquel tiempo con libertad, y ganarían para mantenerse con formalidad, ya fuese en el jornal diario o empleándose en los mismos ejercicios en que se ocupan los que permanecen en ellos, cuyas utilidades bastarían para sobrellevar, sin demasiado fastidio, la pensión de los tributos y la carga de la mita, pero de este desahogo se les defrauda por la insaciable codicia de los que los gobiernan.



4. Mita No.3: con rebaños de ovejas: pérdidas continuas por el cóndor

[13. Esclavitud de la mita con rebaños de ovejas: Los pastos están lejos en las colinas - pérdidas de animales por aves de rapiña (cóndor)].

13. En las haciendas de tercer orden con rebaños [de ovejas], cada indígena gana 18 pesos como pastor con un rebaño, si tiene dos [rebaños], un poco más, pero no el doble, como correspondería. Sufren la misma esclavitud que los demás. A fin de mes tienen que pagar para las ovejas que faltan, a menos que las hayan entregado los cadáveres. Pero ahora se debe considerar: los lugares con rebaños y pastos están lejos, en el interior de los páramos, en valles entre colinas, sin población alguna. La distancia a la finca suele ser de 3 a 4 millas. Al mismo tiempo, estos aborígenes pastores se dedican a la siembra y al mantenimiento del paisaje. Por lo tanto, es necesario que dejen el pastoreo del rebaño a sus esposas e niños de hasta 5 o 6 años, porque los niños mayores están empleados en la finca en beneficio del propietario de la misma.

Ahora bien, si [los animales] se pierden y él [el pastor aborigen] tiene tan mala suerte que no los encuentra, entonces al final del mes se cuenta el rebaño, los animales vivos y los animales muertos que entrega, pero los animales perdidos ya no se cuentan. La justicia no existe en este caso. Debe pagar para los animales perdidos no importa si su esposa fue la pastora o no. Al mismo tiempo, las zonas de los páramos son muy extensas, es imposible seguir al rebaño a vista a través de barrancos, pantanos, pajón y laderas. Cuando vienen los cóndores y los rebaños son custodiados sólo por un pequeño morador de la Sierra (cholito), los cóndores roban a los corderos pequeños y no hay nada que hacer, esto lo he observado yo mismo, como se describe en el primer tomo. Los gritos o los perros que ladran no le impresionaron [al ave de rapiña].

[Se puede suponer que las grandes rapaces cóndores también atacan y hieren mortalmente a las ovejas grandes].


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

13. En las haciendas del tercer orden, que son las de rebaños, gana cada indio pastor 18 pesos, teniendo a su cargo una manada completa, y si tiene dos, gana algo más, aunque no el doble, como correspondería. Estos indios, que parece deberían ser los más bien librados, no están menos sujetos a la esclavitud que los demás, porque, siendo responsables de las manadas, se les hace cargo de todas las ovejas que les faltan al cabo del mes, a menos de que las haya entregado muertas, lo cual es tan difícil para ellos que es inconsideración la de pretenderlo, porque los parajes en donde estos indios pastean y habitan con sus manadas son en lo interior de los páramos, entre aquellas cañadas que forman entre sí las lomas y cerros de ellos, totalmente despobladas de otra cosa sino es de las ovejerías. Las caserías principales de estas haciendas suelen distar de aquéllas tres o cuatro leguas, y como en éstas se hacen también sementeras y son los mismos indios pastores los que se emplean en sus labores, es preciso que para atender al cultivo de las tierras dejen encomendados los rebaños a su mujer o hijos, no más grandes que de cinco a seis años, porque en teniendo suficiente edad para poderse ocupar en algo, trabajan en beneficio de la hacienda; con que, en el ínterin que está ausente, suelen morírseles algunas, quedando extraviadas en lo inculto y dilatado de aquellos páramos, y si tiene la desgracia de no encontrarlas cuando las echa [de] menos y las busca, se le hace cargo de ellas al cabo del mes, cuando se cuenta su manada, y sólo se le pasan en cuenta las que entrega vivas y muertas. Pero aunque nunca le obligara la hacienda a dejar la manada entregada a su mujer, no pudiera haber justicia que les condenara a la paga, mediante que es uno solo el que cuida de toda la manada, y tales los parajes de aquellos páramos que no es dable seguir con a vista todo el rebaño por entre quebradas, ciénagas, pajón y ladera; ni tampoco es evitable por el que las guarda el librarlas de las garras de los cóndores, pues, como sucede muy de continuo, y se ha referido en el primer tomo de la Historia de este viaje, a vista del pequeño cholito que guardaba una manada, y a la mía, bajó violenta una de estas aves, y haciendo presa en un cordero, se remontó con él sin que lo contuvieran los gritos del muchacho ni los ladridos de los perros.


5. La comparación manejando rebaños de ovejas en Europa

[14. Esclavitud de la mita con rebaños de ovejas: la comparación con Europa]

español original no tan complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

14. Para que se vea más claramente la injusticia con que se trata en todo a los indios, se nos permitirá que comparemos aquellos indios pastores con los de acá de Europa, y la considerable diferencia de los unos a los otros servirá de prueba a lo que queda dicho.


[15. Comparación de la esclavitud de mita con rebaño de ovejas y un rebaño de ovejas en Europa: en España, el dueño debe mantener al pastor - en el Perú colonial el pastor debe pagar todo él mismo]

15. Un rebaño de ovejas en España se limita a 500 animales, con un pastor y un pastorcillo, es decir, dos hombres.
-- En Andalucía, el pastor gana 30 reales al mes (24 pesos al año), el muchacho 20 reales al mes (16 pesos al año), por lo que ganan [juntos] 40 pesos al año.
-- A esto hay que añadir la provisión del dueño de alimentos como pan, aceite, vinagre y sal, la provisión de perros guardianes (alanos), burros para conducir el rebaño.
-- Si hay más de tres rebaños, el propietario debe emplear a un pastor jefe (rabadán) que es responsable del abastecimiento, que gana más que los pastores, y al que el propietario proporciona un caballo.

Un rebaño de ovejas en Perú consta de 800 a 1000 animales y es atendido por un hombre que allí se llama "pastor".
-- Gana hasta 18 pesos al año, con los que tiene que alimentar a su familia y a los perros del rebaño.
-- De los 18 pesos tiene que pagar un tributo de 8 pesos, por lo que sólo le quedan 10 [pesos] al año para todo lo demás.
-- Pero el dueño no le da nada [excepto los 18 pesos], aunque la tierra no es mejor que en España y todo es más caro que en España.

El mismo sistema salarial [en el Perú colonial] existe en todos los demás tipos de granjas. Apenas les queda dinero, su servicio es extremadamente barato con los bajos salarios y sólo usan [tela tejida] como vestimenta. Esto ya se ha mencionado en el mismo volumen. Tienen que vivir de hierbas silvestres del campo y de maíz tostado [cancha] o un poco de cebada molida, sin especias y sin nada más que un poco de harina.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

15. Una manada de ovejas se regula en España por 500 cabezas, y para guardarla mantiene su amo un pastor y un zagal, que son dos hombres. En Andalucía gana el pastor 30 reales al mes, que son al año 24 pesos, y el zagal 20 reales, que componen 16 pesos, y unos y otros hacen 40 pesos; pero además de este salario, los ha de mantener el amo de pan, aceite, vinagre y sal, y ha de mantener los alanos, les ha de dar jumentos para llevar el hato, y, así que pasan de tres manadas, ha de mantener un rabadán para que continuamente las cele todas, el cual gana más salario que los pastores, y el amo le provee de caballo. En el Perú se regula cada manada por 800 a 1.000 cabezas, y se guarda con un solo hombre, que es el ovejero (conforme allí los llaman); éste no gana más que 18 pesos al año, de los cuales se ha de mantener él, su mujer e hijos, y los perros que le han de ayudar a cuidar del rebaño; pero de estos 18 pesos se ha de descontar el tributo, que siendo ocho pesos, puesto en un medio, sólo le quedan 10 para todo lo demás, y su amo no le da ninguna otra cosa. No se puede atribuir la cortedad de estos salarios a baratura de la tierra, pues, bien por el contrario, todo es en ella incomparablemente más subido de precio que en España. Lo mismo sucede en las otras suertes de haciendas, con que, sin escrúpulo, se puede asegurar que un país donde cuanto se come y viste es caro, se particulariza en ser el servicio de sus naturales barato con extremo, lo cual no puede suceder de otra forma sino vistiendo ellos tan reducidamente como se anotó en el mismo tomo de la Historia ya citado, manteniéndose con las hierbas silvestres del campo, y con maíz tostado o un poco de cebada molida, sin más aderezo ni composición que la de la harina.



6. Mita No.4: con tejidos (obrajes): latigazos y comida tóxica con matanzas en masa en la prisión de la hacienda

[16. La esclavitud de mita con tejidos con el peor sufrimiento]

16. Llegamos al cuarto y último tipo de hacienda, la carnicería y la silvicultura (obrajes). Aquí parecen confluir todo tipo de miserias. Hay el mayor sufrimiento por impiedad que es posible. Los ministros de España lo sabían, tomaron medidas, que parecían razonables y justas, pero las medidas no se cumplen porque la libertad de estas tierras [debido a las grandes distancias entre España y el Perú colonial lo hace así.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

16. En el cuarto y último orden de haciendas, que son los obrajes, parece se refunden todas las plagas de la miseria; allí se juntan todos los colmos de la infelicidad y se encuentran las mayores lástimas que puede producir la impiedad. Bien conocido ha sido esto de los ministros que ha tenido España y, en su consecuencia, se han tomado las más serias providencias que ha podido dictar la razón y aconsejar la justicia, pero la lástima ha sido que la libertad de aquellos países no ha dado lugar a que hayan tenido la debida observancia, según iremos viendo.


[17. Esclavitud de Mita con tejidos: tejedores para telas, paños, sargas y artículos de lana - a veces telas de algodón]

17. Las granjas de tejido (obraje) hacen lo que los otros tres tipos de granjas no hacen con la tierra cultivable, el ganado y los rebaños de ovejas. Se dedican a la producción de telas, paños, sargas y lana, llamados en todos los reinos del Perú "ropa de la tierra". Al principio, estas tejedurías sólo existían en la provincia de Quito, pero hoy en día están extendidas por todas partes, produciéndose paños finos ("pañetes"), paños gruesos de franela ("bayetas") y paños de lana ("jerga") en las provincias situadas al sur de Quito. Todas ellas pueden considerarse telas muy ordinarias. Pero hay provincias como Cajamarca donde se teje tela de algodón, para lo cual se han instalado tejedurías especiales.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

17. Son los obrajes un conjunto de las otras tres clases de hacienda y, fuera de las tierras que se cultivan, de las vacadas y de los rebaños, son las fábricas en donde se tejen los paños, bayetas, sargas y cosas de lana, que en todos los reinos del Perú se denominan con la voz de ropa de la tierra. En los tiempos pasados solamente había obrajes de cosas de lanas en la provincia de Quito, pero ya en los presentes se han establecido en las demás, aunque lo que se fabrica en las otras que están al sur de la de Quito son pañetes y algunas bayetas y jergas, debiéndose considerar aquellos como paños muy ordinarios; pero hay provincias, como la de Cajamarca, donde se hacen tejidos de algodón y hay obrajes para este fin.

[18. Esclavitud de la mita con tejidos: como una galera de 24 horas con castigos sin fin]

18. Para formarse un juicio perfecto de lo que son las haciendas de tejer (obrajes), hay que considerarlos como una galera que nunca deja de navegar y que está constantemente remando en silencio, con el puerto tan lejos que nunca llega a él, aunque su gente trabaja sin cesar para tener algo de paz en la vida. La clase del régimen en las haciendas de tejidos supera cualquier terror imaginable, con castigos graves inimaginables.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

18. Para formar un perfecto juicio de lo que son los obrajes, es preciso considerarlos como una galera que nunca cesa de navegar y continuamente rema en calma, alejándosele tanto el puerto que no consigue nunca llegar a él, aunque su gente trabaja sin cesar con el fin de tener algún descanso. El modo de gobernarse los obrajes, el trabajo que tienen en él los indios a quienes comprende esta desgraciada suerte, y el riguroso castigo que experimentan aquellos miserables, aún puede ser que exceda a la comparación que se ha hecho, después de bien considerado.

[19. Esclavitud de mita con tejidos: la orgía de latigazos y prisión
Empezar antes de la salida del sol - sólo pequeñas raciones de comida de la esposa - castigo por trabajo inacabado con encarcelamiento por la noche - castigo por pequeños errores entre medias con 100 a 200 latigazos]


19. El trabajo en las tejedurías
-- comienza antes del amanecer
-- los nativos entran en la sala, cada uno va donde le conviene según su capacidad
-- allí se asignan las tareas
-- cuando se termina la obra, el maestro de la hacienda de tejidos cierra las puertas y las deja encerrados
-- al mediodía se abren las puertas y se permite a las mujeres de los tejedores que les lleven una comida escasa, el tiempo de la comida es corto, y esa sigue siendo toda la comida
-- luego los vuelven a encerrar [y tienen que seguir trabajando].

Luego llega la noche:
-- ahora llega la noche en que no se permite trabajar más, sino que llega el jefe de la hacienda tejedor y recoge las tareas [las telas fabricadas]. Los que no han podido cumplir sus tareas son cruelmente castigados. Los verdugos son hombres impíos y castigan a los nativos con cientos de latigazos, simplemente porque no se conoce otro castigo. Luego viene la segunda parte del castigo: los mantienen encerrados en la habitación o los encarcelan en forma de picota, porque aunque toda la casa es una prisión, han instalado otra habitación especial para el castigo con el fin de humillar aún más a los esclavos.

-- Durante la jornada laboral, el amo, con su ayudante y su mayordomo, echa un vistazo varias veces a los tejedores para ver cómo progresa el trabajo, y si el aborigen es sólo un poco negligente, le sigue el mismo castigo de 100 o 200 latigazos. Entonces se le permite continuar su trabajo hasta que llega la hora de terminar, y para terminar el día sigue normalmente el castigo otra vez.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

19. Empieza, pues, el trabajo de los obrajes antes que aclare el día, a cuya hora acude cada indio a la pieza que le corresponde, según su ejercicio, y en ella se les reparten las tareas que les pertenecen; pero luego que se concluye esta diligencia, cierra las puertas el maestro de obraje y los deja encarcelados en ella. Al mediodía abre para que las mujeres de cada uno les entren la pobre y corta comida con que se han de sustentar, lo cual dura muy poco tiempo, y vuelven a quedar encerrados; a la noche, cuando ya la oscuridad no da lugar a que puedan trabajar, entra el maestro de obraje a recoger las tareas. Aquellos que no las han podido concluir son castigados con tanta crueldad que no es comprensible, y hechos verdugos aquellos hombres impíos, descargan a cientos los azotes sobre los miserables indios, porque no saben contarlos de otra manera, y, para conclusión del castigo, los dejan encerrados en la misma pieza o los ponen en el cepo de la que sirve de prisión, pues aunque toda la casa lo es, tienen lugar determinado con [cormas] para castigarlos más indignamente que [lo que] se puede hacer con los esclavos. En el discurso del día, hace el maestro de obraje, su ayudante y el mayordomo varias visitas en cada pieza, y el indio que encuentran descuidado en algo es inmediatamente castigado en la misma forma, con 100 ó 200 azotes, y prosigue después su trabajo hasta que es hora de dar de mano, y entonces se suele repetir en él el castigo.


[20a. Esclavitud de la mita con tejidos: cada vez más endeudamiento - cada vez más esclavitud - ganancia 1 real por día, 50% para el corregidor]

[20a.] 20. Este tratamiento de los nativos de la mita de tejidos es diario, y no se paga ninguna deuda con la pena, pero se suma las tareas que faltan. Al final del año, siguen obligados a hacerlas. Así que la deuda sigue creciendo, y cuantas más deudas tienen, más sienten que el propietario tiene derecho a esclavizarlos. Y así ellos y sus familias permanecen esclavizados para siempre.

Sin embargo, los indígenas que no pagan a tiempo el tributo al corregidor (alguacil) y son enviados a las granjas de tejidos como castigo, son castigados aún más severamente. Sin embargo, a menudo no deben nada en realidad.

-- estos aborígenes ganan un real al día
-- el 50% se retiene para pagar al corregidor (alguacil)
-- el otro 50% es para la manutención, que no es suficiente para un hombre que trabaja al 100%.
-- porque por un medio real en plata casi no se puede comprar nada en ese país [en el Perú colonial], ni siquiera alcanza para la chicha, que es la bebida popular que da tanta fuerza como si comieran algo.

[20b. Esclavitud de la mita con tejidos: matanza múltiple en las cárceles de las granjas de tejidos debido a la mala alimentación]

[20b.] Nativos en la prisión [en las granjas de tejidos]
-- no pueden salir de la cárcel, y por eso son obligados a comer lo que les da el dueño de la hacienda
-- el dueño no quiere desperdiciar nada y les da maíz estropeado o cebada estropeada que sobra en los molinos, así lo peor que tiene, totalmente despreciable
-- esto provoca enfermedades en los aborígenes, entonces trabajan peor, son castigados de nuevo, y así poco a poco perecen y mueren incluso antes de poder pagar las cuotas con su salario [entonces: en un año mueren]
-- el nativo muere, la tierra pierde habitantes y esa es [una de las razones de] la disminución de la población entre los aborígenes que se ve.

[La otra razón es la matanza múltiple de los nativos en las minas criminalmente corruptas, donde ya en 1650 nadie quería trabajar más y debían cerrar muchas minas].


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

20. Esto se ejecuta cotidianamente con los indios mitayos de los obrajes, y el castigo no les sirve de indulto para dispensarles la satisfacción de la deuda, pues, asentándoseles todas las faltas de tareas que hacen, permanecen obligados a completarlas al fin del año. Y así, sucesivamente, de unos en otros se acrecienta la deuda cada vez más y más, y con visos aparentes de razón se hace poderoso el derecho del amo para esclavizarlos, y lo quedan para siempre con todas sus familias. Aun todavía se tratan estos indios con algún amor y caridad respecto de lo que se ejecuta con aquellos que los corregidores condenan a los obrajes por haber dejado de pagar el tributo con puntualidad cuando les hacen cargo de él, y muchas veces [como ya se ha dicho] sin deberlo legítimamente. Estos indios ganan al día un real; medio se les retiene para pagar al corregidor, y el otro medio se asigna para su manutención, lo cual no es suficiente para un hombre que trabaja sin cesar todo el discurso del día. Y en prueba de ello, imagínese qué podrá comprar por medio real de plata, en aquel país, que sea capaz de sustentarlo, cuando ni aun tienen suficiente para la chicha, cuya bebida es tan necesaria en los indios, por hallarse acostumbrados y como connaturalizados con ella, que los alimenta y fortalece tanto como lo que comen. Además de esto, como el indio no es dueño de salir de aquella prisión, se ve precisado a tomar lo que el amo le quiere dar por aquel medio real; éste, con la autoridad de tal y el fin de no desperdiciar nada, aprovecha en ellos el maíz o cebada que se le ha dañado en las trojes, las reses que se le mueren e infestan el aire y, a este respecto, lo más malo y despreciable de sus frutos. De esto nace que aquellos indios enfermen al poco tiempo de estar en aquel lugar, y consumida su naturaleza, por una parte, con la necesidad, por otra, con la repetición del cruel castigo y, por otra, del mismo accidente que contraen con la mala calidad de su alimento, mueren aún antes de haber podido pagar los tributos con los jornales que hasta entonces han devengado. El indio pierde la vida y el país aquel habitante, de lo cual se origina la disminución tan grande que se reconoce de esta gente.

[21. Esclavitud de la mita con tejidos: cadáveres como esqueletos de piel y huesos - interminable pena y presentimiento de muerte en las familias por el traslado de un hombre a una hacienda de tejidos]

21. Los nativos muertos sacados de las prisiones [en las tejedurías] provocan gran compasión. Sólo queda un esqueleto. Entonces, la razón y la causa de la muerte son claras. La mayoría de los moribundos mueren allí mismo, en las tejedurías, con su trabajo en la mano, pues aunque se sientan mal y lo expresen en su semblante, eso no basta para que los dueños tiranos los aparten del trabajo o les consigan el remedio. Se acostumbran a verlos con toda repugnancia. Sólo cuando se están muriendo los envían al hospital, al que nunca llegan porque mueren en el camino, y los que aún tienen la resistencia para llegar a él mueren allí felizmente. Por eso surge el miedo entre los nativos cuando son trasladados a los patios de los tejedores, pues ese es el peor de todos los castigos que la impiedad ha inventado contra ellos.

Las mujeres aborígenes que experimentan el castigo [de sus maridos en las granjas de tejidos] comienzan desde el principio a esperar y lamentar la muerte [del marido], y lo mismo hacen los niños, y los padres no saben otra salida para que sus hijos salgan de esta situación, para liberar a los niños. El dolor es interminable cuando su diligencia no tiene el efecto deseado. Con eso, se aplica la pena colectiva [nazi], por eso los sentimientos son tan fuertes. Rezan gritando al cielo cuando todo en la tierra se vuelve contra ellos, sin motivo alguno, porque sus jefes [sólo abusan de todo] y sólo les provocan la mala suerte.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

21. Tal es la lástima que causan cuando los sacan muertos, que conmoviera a compasión a los más despiadados corazones: sólo se ve en ellos un esqueleto que está diciendo la causa y motivo de haber perecido. Y la mayor parte de éstos mueren en los mismos obrajes con las tareas en las manos, porque aunque se sientan indispuestos y lo den a entender en los semblantes, no es bastante para que aquella tirana gente que los tiene a su cargo, los exceptúe del trabajo o procure su remedio antes, pues, acostumbrados a mirarlos con todo aborrecimiento, si los envían al hospital es cuando sus fuerzas están tan decaídas que fallecen sin llegar a él, y son felices los que tienen resistencia para ir a morir dentro de él. Por esto causa más temor en los indios el que los pongan en los obrajes que ningún otro castigo de los rigurosos que ha inventado la impiedad contra ellos; las indias, sus mujeres, empiezan a llorar su muerte desde el instante que los condenan a esta pena; los hijos hacen lo mismo respecto de los padres, y éstos por sus propios hijos no les queda recurso que no tomen para libertarles, y llega su desconsuelo al último extremo cuando sus diligencias no producen el efecto que desean. Y con sobrada razón se explica tanto su sentimiento, a vista del suplicio adonde ver conducir a las personas a quienes les recomienda el cariño y la unión del parentesco; entonces dirigen al cielo sus clamores, cuando en la tierra, hechos todos contrarios suyos, y sin atender a ninguna razón los que deberían atenderlos, los dejan abandonados a tanta infelicidad.

[22. Esclavitud de la mita con tejidos: el dueño de la tejedora comete matanza múltiple - bloqueando así también el pago del tributo para el corregidor]

22. Bueno, si los nativos no pagan el tributo real, serán acomodados en las haciendas de tejidos. Para las autoridades, este parece ser un medio necesario para cobrar la pérdida, y piensan que los agentes judiciales u otras personas que cobran el tributo tienen derecho a esta transferencia. Pero las leyes de la India [occidental] y las órdenes de cumplimiento del gobierno no prevén un trato tan cruel como el que se practica allí. Lo contrario es cierto [por ley]. Los informes [de los corregidores] en los que se basan [los propietarios de las explotaciones] tampoco pueden estar suficientemente justificados para limitar la tarifa diaria de tal manera. En realidad, las autoridades y los consejos han siempre proyectado de dejar a los nativos en las granjas tejedoras suficiente dinero para su mantenimiento y suficiente dinero para su servicio de deuda. La realidad es otra: ni lo uno ni lo otro se logra, y eso no puede haber sido la intención de tal instituto [de la hacienda de tejidos].


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

22. Diráse que el poner en los obrajes a los indios cuando dejan de pagar los tributos reales es necesario recurso para resarcir la pérdida, y por lo tal, se les permite que lo ejecuten así a los corregidores u otras personas que tengan esta cobranza a su cargo. Pero las Leyes de Indias, ni las estrechas órdenes de nuestros soberanos cerca de su observancia, ni disponen que se trate a los indios con crueldad tan grande como allí se practica, antes ordenan lo contrario, ni pudieron ser bastantemente circunstanciados los informes en que se fundaron para convenir en la asignación de una paga de jornal tan limitada, pues siempre atenderían los soberanos y sus Consejos a que, con la que se les hiciese a los indios en los obrajes, tuviesen para mantenerse y les quedase con qué irse descargando de la deuda. En el pie que al presente están, no se consigue ni uno ni otro, y así, mal pudo ser ésta la intención de semejante instituto.


7. Agravación general de la esclavitud de 1500 a 1700


[23. Comparación: Agravación de la esclavitud desde 1500 con un jefe hasta 1700 con varios jefes: corregidor (alguacil), sacerdote, terrateniente]

español original no tan complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

23. El arbitrio de condenar los indios a estos abominables lugares se ha hecho tan común, que ya se destinan a la muerte civil de ellos por otros muchos asuntos. Una deuda corta y particular es bastante para hacerlo, y de autoridad propia les impone este castigo cualquiera particular; en los caminos se encuentran indios amarrados de los cabellos a las colas de los caballos, conduciéndolos a los obrajes los mestizos y la demás gente vil que puebla aquellos países, y tal vez por delitos tan leves como haberse ausentado de la dominación del que los lleva, huyendo de las crueldades que usan con ellos. Y aunque se quiera esforzar la tiranía con que trataban a estos indios los encomenderos en los principios de la conquista [esclavización por Cortéz en el siglo XVI], no me persuado yo llegase a la que ahora ejecutan en ellos españoles y mestizos [en el siglo XVIII]; y si entonces se servían de ellos como esclavos, tenían un solo amo en el encomendero, mas, en lugar de éste, se han [instituido] el corregidor, el cura y los dueños de las haciendas, que los tratan con más inhumanidad que la que se puede tener con los esclavos.


[24. Esclavitud de mita con tejidos: las medidas legales para los aborígenes no tienen efecto - y jefes que quieren aplicar indultos no reciben el dinero para pagar a los nativos (¡!)]

Los informes de esto han llegado a los agentes de los gobernantes, los ministros han tomado nota de los informes, y se han emitido repetidas órdenes para que se realicen visitas de inspección a las tejedurías, con buena conciencia, integridad, justicia y desinterés. De este modo, se reconocería y reformaría el trato que reciben los indígenas, y se introducirían castigos estrictos contra los propietarios de las tejedurías que lo merezcan. Sin embargo, las órdenes no funcionan, no han traído ningún éxito para esta gente, porque la reforma de la tiranía nunca ha provocado un resultado. Hubo mucha gente con mala conciencia que deseaba ansiosamente poner en práctica las órdenes, pero hubo montones de dificultades: No pudieron recibir las grandes sumas de dinero con las que se indultó a los trabajadores (como ocurre regularmente en otros lugares). Se vieron obligados a cerrar la empresa sin solucionar los problemas. Los dos casos siguientes pueden servir de ejemplo.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

24. Estas noticias han llegado a la inteligencia de los soberanos y al conocimiento de sus celosos ministros en otras ocasiones antes que ésta, y en su consecuencia se repitieron las órdenes, prescritas desde mucho tiempo antes, para que se hagan visitas de obrajes por ministros de buena conciencia, integridad, justicia y desinterés, a fin de que, reconociendo el modo con que en ellos se trata a los indios, se reformase todo lo que es contra ellos, y se hiciese castigo severo en los dueños de obrajes que lo mereciesen. Pero todo el acierto de tan admirables disposiciones no ha podido producir, para aquella gente, el éxito favorable que correspondía, porque nunca han llegado a tener efecto las visitas y, por consiguiente, ni la reforma en la tiranía. Y aunque, entre las muchas personas de mala conciencia no han faltado otras que, con cristiandad y celo desinteresado, lo pretendieron ejecutar, encontraron en ellos tan altos montes de dificultad que, no acomodándose a recibir las crecidas sumas en que se indultaban los dueños de obrajes (como regularmente lo hacen los demás), se vieron precisados a abandonar la empresa sin concluirla. Sobre lo cual podrán servir de ejemplo los dos casos siguientes.


8. Ejemplos de cómo jueces justos de España no tienen ninguna oportunidad en el Perú colonial criminal

[25a. Ejemplo 1 de cómo un juez de España quiso actuar justamente a los indígenas y no pudo:
José de Eslava registra datos y no se deja intimidar por terratenientes tejedores criminales]

25. El rey en el cielo Felipe V hizo que en uno de los corregimientos del Perú [colonial] el padre José de Eslava (un seglar), hermano del actual virrey del Nuevo Reino de Granada, don Sebastián de Eslava, y de don Rafael, fuera gobernador de Castro Virreina (hoy en el departamento de Huancavelica, en el centro del Perú [web02]) y presidente de Santafé (Santafé de Bogotá, hoy capital de Colombia [web03]). Fue proyectado que él debería ser el sucesor de un corregidor en el Perú [colonial] que no había bastante tiempo. El virrey sabía de sus cualidades y sabiamente lo nombró juez de los obrajes de la provincia de Quito [hoy capital de Ecuador], allí debía resolver problemas mientras esperaba [al puesto para convertirse un corregidor]. Cuando llegó a Quito y fue a ver a los solicitantes de obrajes, empezaron a "manipularlo", diciéndole que se limitara a los métodos utilizados hasta entonces y que no [jamás] intentara de cambiar nada. Así que debía

-- seguir aceptando regalos de dinero, y
-- debería desempeñar un papel para apoyar las mentiras,
-- debería hacer registros falsos e inventar pagos y rendimientos,
-- y así la mentalidad debe seguir como antes con la tiranía

Este señor [José de Eslava] era altruista y justo, aunque todavía no tenía muchos años todavía. Llegó al fondo de las cosas con suficiente madurez, y sólo pudo despreciar tanta maldad por las consecuencias que conocía. Calificó tales consejos como perniciosos y decidió para sí gobernar con rectitud y de manera limpia. Entonces partió de Quito hacia el distrito de Otavalo [actual norte de Ecuador] con la intención de comenzar allí su proyecto y hacer justicia a todos.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

25. [25a.] Proveyó el rey que está en el cielo, el señor don Felipe V, en uno de los corregimientos del Perú al padre José de Eslava (entonces seglar), hermano del virrey actual del Nuevo Reino de Granada, don Sebastián de Eslava, y de don Rafael, que fue gobernador de Castro Virreina y presidente de Santafé. Llegó este caballero al Perú en ocasión que le faltaba algún tiempo al corregidor a quien iba a suceder, y hecho capaz el virrey que gobernaba entonces aquellos reinos de sus singulares prendas, le nombró con grande acierto por juez visitador de los obrajes de la provincia de Quito, para que se ocupase en esto ínterin que se acercaba el tiempo de tomar posesión en su corregimiento. Llegó a Quito con esta incumbencia, y desde aquella ciudad, donde le visitaron todos los interesados en los obrajes, empezaron a persuadirle que se redujese al método que se había seguido hasta entonces y que no pretendiese innovarlo, el cual consiste en recibir de cada uno los regalos de dinero que le hacen, y formar una papelada llena de falsedades para que conste por ella lo que no se ha hecho, y que queden las cosas en el mismo estado, y las tiranías en su tenor.

El desinterés y justificación de este caballero eran grandes, y aunque no muchos sus años, procedía en todo con sobrada madurez, y conociendo con ello la fuerza de aquella maldad y sus lastimosas consecuencias, despreció unos consejos tan depravados y, resuelto a gobernarse con integridad y limpieza, salió de Quito y se dirigió hacia el corregimiento de Otavalo, que es el primero que se sigue a aquél por la parte del Norte, con el ánimo de dar principio a su comisión y de hacer justicia a todos.


[25b. José de Eslava en Otavalo: José de Eslava no se deja sobornar - tiene que regresar sin haber hecho nada]

[Suplemento:
Otavalo en Ecuador es un centro de tejidos hoy todavía. Los turistas ven allí cada fin de semana un gigantesco mercado de telas, tejidos, patrones, atrapasueños, etc. Los comerciantes llenan sus maletas en Otavalo con destino a "Estados Unidos" y Europa. Algunos países de "América" del Sur prohibieron la importación de artesanía en 2011, por lo que se bloquearon las exportaciones a Brasil].

Más con el reporte de 1748:

[25b.] Llegó [José de Eslava] a una hacienda [ed.: llamada Guachala], está situada a la entrada de la llanura de Cayambe (ciudad de Cayambe en Ecuador [web04]). Se trataba de una finca que él quería inspeccionar. Fue saludado por el dueño de la hacienda con gran alegría y grandes regalos. Después de llegar a un acuerdo con otros propietarios de fincas de tejido en el distrito judicial (jurisdicción), hizo saber que él mismo era el juez en sus asuntos. Entonces todos le cortejaron, le llevaron algunos sacos de monedas de plata que habían reunido entre ellos, para advertirle y sobornarle de esta manera. Pensaban que no investigaría nada y que siempre sería de su opinión.

Empezaron a negociar sin rodeos con él. Pero cuando se dieron cuenta de que sus intentos de sobornarle no tenían éxito porque se negaba a recibir el soborno y a completar la visita según las normas, empezaron con amenazas en contra él. Le quitaron el abrigo y le amenazaron claramente que pondría en peligro su vida si quería seguir viviendo y haciendo sus cosas con diligencia según las normas. Así frenaron el celo efectivo de este juez. Le infundieron miedo durante mucho tiempo, y él mismo no tenía poder [sin ejército, sin guardaespaldas] para imponer respeto. Entonces, se vio obligado a someterse, pero no se dejó sobornar y conservó su integridad. Su conciencia permaneció tranquila. Se limitó a ocultar las injusticias cometidas contra los indígenas. Desilusionado por las circunstancias de este caso [con los "cristianos" criminales de Otavalo], él regresó a Quito. Allí tampoco permaneció mucho tiempo, sino que se dirigió a la Compañía al Colegio [Compañía de Jesús - dictadores de jesuitas]. Allí pidió el manto [jesuítico], ya no quiso ser corregidor ni aceptar otros empleos en la zona, porque estaba convencido de que todo esto sólo sería gravoso si se adoptaba los métodos de gobierno que fueron la mentalidad en aquellos reinos. Además, sería peligroso si intentaba aplicar reformas contra el desorden ("reformar sus desórdenes").


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

[25b.] Llegó a una hacienda [ cuyo nombre es Guachala,] que está al principio del llano de Cayambe y, por ser de obraje, quiso empezar desde ella las diligencias de su visita; el dueño de esta hacienda le recibió con mucho agrado y grandes aparatos de obsequio, y puesto de acuerdo ya con los demás dueños de obrajes de aquella jurisdicción, les pasó aviso de estar el juez en el suyo, con cuya noticia pasaron todos inmediatamente a ella a cortejarlo y llevarle al mismo tiempo algunas talegas de plata que habían juntado entre sí con el fin de prevenirlo con este presente, ganándolo por tal medio a su partido, y que no hiciese en su visita más diligencia que la de ceñirse a sus voluntades.

Empezaron a tratar con él descubiertamente, más viendo que no eran fáciles de conseguir sus intentos porque rechazaba el dinero y permanecía en el ánimo de hacer la visita con la formalidad que pedía el negocio, pasaron a ser amenazas los cortejos, y, quitando el embozo, le dieron a entender el peligro en que ponía su vida si continuaba en el camino o intentaba hacer alguna diligencia. Contenido con esto el celo eficaz de este juez, a vista de los temores que le infundían y de su falta de poder para hacerse respetar, se vio precisado a ceder, aunque sin manchar su integridad con la vileza del cohecho, ni gravar su conciencia disimulando las injusticias que se cometían contra los indios, pues, desengañado con las circunstancias de este caso, se volvió a Quito sin detenerse allí más tiempo, y yendo a aposentarse al colegio de la Compañía, pidió la sotana, sin hacer caso del corregimiento, ni de otros empleos de aquellas partes, porque quedó convencido de que en todos ellos quedaba gravada la conciencia si se procedía conforme al método del gobierno ya entablado en aquellos reinos, y [se hacía] peligrosa la vida si se pretendían reformar sus desórdenes.

[26. El informante José de Eslava en Quito - se mantuvo firme en la verdad y la honestidad, excepto por su fantasía de un cierto Jesús]

español original no tan complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

26. Este sujeto fue de los mayores amigos que tuvimos en aquella ciudad, y con este motivo nos refirió el caso en varias ocasiones, cuando se ofrecía hablar de la tiranía con que se trata allí a los indios. Estuvimos a su muerte, que fue vaticinada por él mismo, y en toda su vida dio ejemplo muy singular, con una sólida virtud, no sólo a la Compañía, sino a cuantos le conocieron, por cuyo medio, y el de los grandes talentos que le ilustraban, se hizo acreedor de las mayores estimaciones, y de que su religión le venerase como lo merecía la santidad de sus costumbres.


[27. Informante José de Eslava en Lima con el virrey: informes sobre las condiciones codiciosas entre los "cristianos" en la provincia de Quito]

español original no tan complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

27. Después de que tomó la sotana de la Compañía dio cuenta al virrey de lo que le había pasado y de su nuevo y más acertado estado, como asimismo del desengaño que acababa de recibir y [de] que estaba persuadido a que en todos los empleos de aquellas partes se obraba con igual riesgo, siendo la codicia la directora de la conducta en ellas.


[28a. Ejemplo 2 de cómo un juez de España quiso actuar justamente a los indígenas y no pudo:
Don Baltasar de Abarca es cazado por los dueños criminales de las haciendas de tejidos]

28.[28a.] Unos años después, casi lo mismo le sucedió a don Baltasar de Abarca, a quien el marqués de Castelfuerte concedió la misma visita. Este súbdito, con quien estuvimos en comunicación en Lima, donde tiene el puesto de un teniente general de la caballería de aquellos reinos, se vio obligado, poco después de su llegada a Quito, y antes de haber comenzado sus deberes de su trabajo, a huir secretamente de aquella provincia y regresar a Lima, porque, debido al rumor que se había extendido de que iba a visitarlos, los dueños de los obrajes intentaron a matarle cuando le descubrieron casualmente, y este peligro ni siquiera le dejó tiempo para averiguar lo que ocurría en ellos e informar al Virrey.

[28b. Las leyes no sirven de nada si no puedes hacerlas cumplir - una cierta parte de los jueces aceptan sobornos o no les importa]

Ya se ve:
-- Leyes y reglamentos del monarca no sirven a nada (cuando sigue la corrupción con regalos criminales y se persigue los cuales que niegan a los regalos) y la gente pobre sigue empobrecida y desprotegida.
-- De nada sirve que los virreyes nombren jueces y que los tribunales hagan cumplir la ley.
-- De nada sirve a los nativos que se nombre a una persona justa y desinteresada si no tiene poder para hacer cumplir las normas del gobernante, para obedecer las órdenes de los virreyes.
-- De nada sirve que los jueces dicten sentencias justas a favor de los indígenas.

Esta mentalidad [contra toda ley y justicia y contra los aborígenes] proviene de [las diferentes mentalidades de] los ministros.
-- unos están comprometidos con la justicia
-- otros están en contra
-- y a otros no les importa nada.

De esta manera, cuando se presenta un caso, no llega ninguna ayuda, o cuando llega, es de tal tibieza que los implicados se sienten envalentonados por ella y se sienten con fuerzas para oponerse [a la orden de un juez]. Entonces, lo intentan una y otra vez. Si una vez el soborno no funciona, entonces funciona la vez siguiente con éxito.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

28. Casi lo mismo sucedió algunos años después con don Baltasar de Abarca, a quien lo confirió la misma visita el marqués de Castelfuerte. Este sujeto, con quien tuvimos comunicación en Lima, donde ocupa el empleo de teniente general de la Caballería de aquellos reinos, poco después de haber llegado a Quito, y aun antes de empezar las diligencias de su comisión, se vio precisado a huir ocultamente de aquella provincia y volverse a Lima, porque, con el rumor que [se] había divulgado de que pasaba a visitarlos, intentaban los dueños de obrajes darle muerte cuando lo hallasen desprevenido, cuyo peligro no le dio tiempo ni aun para instruirse de lo que pasa en ellos y poderle dar aviso al virrey. A vista de esto (que se experimenta en todos los que no se convienen a la admisión de los inicuos obsequios), ¿qué remedio son las disposiciones con que el monarca desea patrocinar y amparar [a] aquella pobre gente? ¿De qué fruto es que los virreyes no se descuiden en nombrar jueces y que las audiencias den a estas provisiones su debido cumplimiento? ¿Ni qué adelantamiento para los indios el que recaiga el nombramiento en persona justa y desinteresada si no se consigue el que se cumplan los preceptos del soberano, que se obedezcan las órdenes de los virreyes ni que la justificación de los jueces logre ocasión de emplearse en favor de los indios? Todo lo cual proviene de que si hay unos ministros en aquellas partes que se declaren por la justicia, otros lo son en contra y otros indiferentes; éstos y aquéllos dejan de dar los auxilios necesarios cuando llega la ocasión, o si los dan es con tanta tibieza que infunden ánimo y confianza en los interesados para que hagan oposición a lo que no les tiene cuenta, y el cohecho, que por una parte no puede hacer su efecto, aplicado a otro lado lo produce con el éxito que no debiera.


9. La propaganda contra los nativos para esclavizar a los nativos - y sin salario se quedan lentos

[29a. Los "cristianos" criminales afirman que los aborígenes sin esclavitud de mita son perezosos - o sin esclavitud de mita no se puede administrar una hacienda - todo eso es MENTIRA]

29. [Los "cristianos" criminales] difunden la opinión en todos estos países - pero especialmente en el altiplano - de que los aborígenes son vagos si no hacen mita, y que [sin esclavitud de mita] no se puede llevar una hacienda. Todo esto es MENTIRA, como veremos. Es decir, hay muchos que tienen interés en que exista la [esclavitud] de la mita.

Los argumentos para mantener la [esclavitud de la] mita son.
-- que [una finca] no funcionaría sin aborígenes,
-- que si los nativos dejaran de ser esclavos, se rebelarían, que piensan que los españoles son la causa de la opresión.
Tales falsedades [sobre los nativos] se inventan por malicia para excusar [y mantener] la tiranía.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

29. Es común sentir de todos aquellos países, y particularmente en los de la sierra, el de que si los indios no hicieran mita serían perezosos y no se podrían trabajar las haciendas, cuyo supuesto es totalmente incierto, como haremos ver. Pero qué pueden decir los que tienen su interés en que haya mita sino que sin ella no se podrían mantener las Indias, [o] que si los indios no tuvieran esta sujeción se sublevarían, pues suponen que el no hacerlo es por lo muy oprimidos que los tienen los españoles. Estas y otras semejantes falsedades fabrica la malicia para disculpar la tiranía;


[29b. NO hay ley que permita la esclavitud]

Si fuera así, que [la tiranía] fuera así ordenada, entonces después de todo no hay ley, ni hay razón,
-- no darles ni siquiera lo necesario para su subsistencia.
-- para mantenerlos como esclavos.

¿Qué política, entonces, permite esto? Sólo podemos suponer que los reportes de allí (algunos de los cuales hemos visto por nosotros mismos) simulan la verdad para simular que todo estaría de acuerdo únicamente con el deseo, con el objetivo y con el bienestar y con el sustento de esos reinos. Los informes, sin embargo, están llenos de malicia, y sobre la pereza y lentitud de los nativos deberíamos reflexionar un poco.

Antes, sin embargo, dirijamos nuestra atención a las haciendas que funcionan sin mita [de esclavitud], o donde sólo se emplean unos pocos esclavos de la mita ("mitayos"). Porque ellos no dejan de trabajar, pero son empleados con un salario diario un poco más elevado - 1 real por día. Esto no es suficiente para mantenerse por sí solos, pero aun así permanecen en el trabajo y son puntuales para ganarlo. Entonces, esto es la prueba de que trabajarían aunque no estuvieran obligados a hacerlo por la [esclavitud de la] mita.

Ahora bien, si las haciendas pagarían un salario diario (jornal) a los indígenas durante 300 días al año, entonces eso serían 37 pesos y cuatro reales. Con la [esclavitud de la] mita es menos de la mitad, son 18 pesos, además de los beneficios del precio adicional para mantener a toda una familia.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

pero, supuesto que sea como ellos pretenden, ¿qué ley ni qué razón puede haber para que no se les dé lo necesario para el sustento y a que se quiera que trabajen como esclavos? ¿Ni qué política puede condescender en que se haga así? Ninguna debemos considerar sino es que, encubierta la verdad con la falacia de los fingidos informes que se envían de allá (de que en parte somos testigos sobre algunos asuntos), se proceda con la inocencia de que son ciertos, y [hechos y remitidos] con el anhelo y fin de mirar por el bien común y subsistencia de aquellos reinos. Pero, para que se vea la malicia con que vienen los informes de allá, ponderando la pereza y lentitud de los indios, volveremos la atención a las haciendas que no tienen el beneficio de la mita, o donde es corto el número de mitayos. ¿Dejan éstas de trabajarse por eso? No, por cierto; pues con alguna más costa que las otras, todos tienen los indios que necesitan, sin otra diferencia que la de recibirlos a jornal diario, y en esta forma les pagan un real por cada día, y siendo paga tan corta, que bien considerada no les alcanza para sustentarse ellos solos, con todo no la desprecian, y siempre que tienen ocasión y no trabajo particular propio en qué ocuparse están puntuales a ganarla. Con que esto prueba que trabajarían, aunque no se les precisase a ello por el medio de la mita. Pero el caso está en que, recibiendo las haciendas indios a jornal diario los trescientos días del año, importarían 37 pesos y cuatro reales, y con esta cantidad no tendría el dueño de la hacienda más que una persona que le trabajase, cuando con la mita, dándoles menos de la mitad a cada uno, en los 18 pesos tienen, además de la rebaja del precio, que es tan considerable, el beneficio de servirse de una familia entera.


[30. España trata al Perú con esclavitud como basura - por eso los nativos están deprimidos+lentos - si España introdujera la esclavitud y la tortura contra los pobres, pasaría exactamente lo mismo en España]

30. Lo que acabamos de decir no contradice lo indicado en el primer tomo de la historia sobre la naturaleza, características y costumbres de los aborígenes. Es obvio que son flemáticos y que cuesta un triunfo ponerlos a trabajar, pero esto se debe en parte a que toda la nación está tan indiferente y ofendida por el trato que recibe por los españoles y por eso es muy normal que se nieguen. Y si no, pensad que si se implantaría el régimen en España de que los ricos obligaran a los pobres a trabajar para ellos sin recibir un salario por ello, ¿qué disposición tendrían [ed.: los pobres]? [ed: Y luego queda mencionar]:

Por no hablar de las penas mucho menores que sufren, [y en Perú no se advirtió a nadie] que [los españoles allí] plantean este tipo de cosas [con severas torturas], y [en España] la cárcel sólo se da en caso de necesidad, que corresponde a sus crmenes.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

30. No se opone lo que acabamos de decir a lo que se ha dado a entender en el primer tomo de la Historia tocante a la naturaleza, propiedades y costumbres de los indios. Es evidente que son flemáticos y que cuesta [un] triunfo el hacerlos trabajar, pero en parte nace esto de que toda aquella nación está tan displicente y agraviada del trato que recibe de los españoles, que no es mucho el que todo lo hagan de mala gana. Y si no, considérese si dentro de España se instituyera el régimen de que los ricos obligasen a los pobres a que trabajasen en su beneficio sin recibir paga alguna, ¿qué voluntad tendrían [éstos] para hacerlo? [Y eso] dejando aparte la mucha menor que debe infundirles el continuo castigo con que los martirizan, sólo capaz de ser sufrido de una nación tan poco advertida como ella, o de los que, aherrojados, los sufren por necesidad, por ser correspondiente a sus delitos.

[31. Principio: Los esclavos sin salario son perezosos - esto es verdad en TODAS las sociedades - los "cristianos" criminales españoles siempre dejan a los nativos a CERO]

31. No cabe duda de que los nativos en los tiempos de hoy [1748] tienen muy pocas ganas de trabajar, y no se puede negar que son por naturaleza lentos, indolentes y perezosos. Su pereza, sin embargo, debe ser llevada a tal grado que cuando se den cuenta de su propia utilidad no sea un obstáculo para ellos. El sistema de gobierno y economía de esos países está tan mal dispuesto para los aborígenes que no hay que sorprenderse si, con los mismos ingresos a su favor trabajen o no, su pereza tiende más a la pereza que al trabajo, que es natural en todos los hombres. Entonces, si se examinan las poblaciones más cultivadas del mundo, no se encontrará entre ellos ninguno que se ponga a trabajar sin el incentivo de algún progreso, e incluso aquellos que encontramos más industriosos son los que se sienten más estimulados por la utilidad.

Para los indígenas, ganar dinero a costa de su sudor y su trabajo es lo mismo que no ganarlo. No hay interés para ellos porque no pueden ahorrar nada. El beneficio para ellos siempre sigue siendo cero, porque si tienen trabajo o adquisición, entonces todo [ed: más rápido] simplemente pasa a manos de los corregidores [con compras esforzadas], a los curas [con costos para fiestas obligadas] y los terratenientes. ¿Por qué habrían de trabajar rápido los indígenas si siempre les roban todo y los españoles de estas tierras siguen comportándose como tiranos, no-creyentes y avaros?


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

31. No es dudable que en los tiempos presentes demuestran los indios muy poca afición al trabajo, y no se puede negar que, por lo natural, son lentos, dejados y espaciosos. Su pereza se debe, empero, poner en un grado tal que, cuando conocen utilidad propia, no les sirve de estorbo. Están instituidas las reglas de gobierno y economía de aquellos países sobre un pie tan malo para los indios que, siendo igual el ingreso que resulta a favor de éstos trabajando o dejándolo de hacer, no se debe extrañar el que su flaqueza se incline más al lado de la pereza que al de las labores, siendo esto cosa natural en todos los hombres. Pues si se examinan las naciones más cultas del mundo, no se hallará, entre todas, alguna que se aplique a hacer obras sin el incentivo de algún adelantamiento, y aun aquellas que advertimos más laboriosas son las que más se estimulan de la utilidad. Para los indios es lo mismo ganar dinero a costa de su sudor y fatiga que no ganarlo, porque el interés que les resulta de ello es tan pasajero en sus manos que nunca llega el caso de que lo perciban, y la utilidad se queda en ideal para ellos, porque cuanto más trabajan y agencian, tanto [más rápidamente] pasan, sin hacer detención en su poder, al de los corregidores, al de los curas y al de los dueños de las haciendas. A vista de esto ¿quién habrá que con razón acredite a los indios de flojos y perezosos, y no a los españoles de aquellos países de tiranos, impíos y codiciosos?


10. Las obras de los indígenas antes de 1530 - y los españoles "cristianos" criminales les dejan caer (!)

[32. Nativos laboriosos en el Perú colonial: sistemas de irrigación gigantescos - y los españoles "cristianos" criminales no reconocen nada de eso y aun dejan caer los sistemas a pedazos (¡!)]

32. No se puede defender a los indígenas porque no se puede culpar a los españoles [criminales de Jesús de fantasía] de sus deficiencias. Sin embargo, sabemos que el tiempo juzga, y en la actualidad todo se confirma como se puede imaginar. Si Ud. mira a la época de antes [del terrorismo cristiano], se vaya a detectar la sorpresa sobre lo que han realizado en total, son obras admirables que parecen inimaginables. Dejaremos de lado las obras de la historia antigua, pues son tan grandiosas que uno no puede imaginarse su origen. Hoy en día, existen para admirar a simple vista restos de obras que aún se han conservado, y esto es bastante material para refutar cualquier opinión en contra de los aborígenes y de cómo están mantenido [en la esclavitud], y tendremos que reconocer cómo pueden manejar el trabajo duro con diligencia.

Han hecho innumerables canales de irrigación (acequias), han hecho posible una industria de muchos productos.
-- para hacer utilizable una tierra árida, han instalado acequias y han modelado las laderas en ángulo [instalaron terrazas].
-- con las acequias evitan los barrancos que bloquean el camino que provocan desvíos de 30 y más millas, eso es la geografía del país
-- estas obras realmente grandiosas han sido perfeccionadas desde entonces, y sirven hoy a los españoles [de Jesús de fantasía]. ¿Y qué han hecho estos españoles? Han permitido que por negligencia muchas de ellas se perdieran, y ahora les faltan, y no reconocen ninguna obra de ellos que han realizado en el pasado.

[La mentalidad española "cristiana" criminal con su dios de fantasía y con su Jesús de fantasía es tan arrogante que DESTRUYEN SU PROPIA EXISTENCIA por NO PENSAR - por NO TENER CEREBRO].


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

32. Parece que es forzar demasiado la defensa de los indios el disculparlos y atribuir a los españoles la causa de su inaplicación, pero los ejemplares de la antigüedad nos acreditan el juicio y los modernos lo confirman con cuanta seguridad se puede imaginar. Si volvemos los ojos al tiempo de su gentilidad nos confundirán las muchas obras que hicieron, tan dignas de admiración que, aun en los tiempos presentes, no acertamos a discernir el cómo pudieron ejecutar cosas tan maravillosas. Dejemos aparte las que refieren las historias por si acaso su misma magnificencia les ha podido conducir a la sospecha de incierta, y sírvanos de ejemplar lo que, en los tiempos presentes, puede registrar la vista en los vestigios de aquellas obras que todavía permanecen, con los cuales tendremos materia suficiente no sólo para desvanecer la injusta opinión en que se les tiene, si [no] para acreditarlos de laboriosos y aplicados. La muchedumbre de acequias y su prolija industria ¿no lo da a entender así? Pues para aprovechar un pedazo de tierra, que era inútil sin el beneficio del riego, sacaban una acequia y, ladereando cerros para salvar las formidables quebradas que embarazaban su más próxima dirección, hacían que rodease el agua 30 y más leguas, según lo pedía la disposición del terreno, hasta que conseguían su premeditado fin, y con este [agua] cultivan aquel pedazo de tierra y lo hacían fecundo. Estas obras, que verdaderamente son grandes, quedaron desde entonces perfeccionadas para que, en los tiempos presentes, sirvan a los españoles, y aunque lo digamos con sentimiento, son los mismos españoles de aquellas partes quienes, con lamentable descuido, han dejado perder muchas que ya les hacen falta, sin que se reconozca obra de esta especie que no sea hecha antiguamente.

[33. Los indígenas con los dioses de la prehistoria construyeron sistemas viales enteros - y los españoles criminales "cristianos" los dejaron caer en el abandono (!)]

33. Los indígenas construyeron - [antes de la época del terrorismo "cristiano" español, es decir, antes de 1530] - sistemas viales enteros con carreteras, puentes y diques, todo en nombre de su fe [con los dioses de la prehistoria y con Madre Tierra: "Pacha Mama"]. Luego llegaron los nuevos habitantes [los españoles "cristianos" criminales con su libro de fantasía de Asia y con sus caballos y discriminación]. Ellos [estos españoles criminales] descuidaron las construcciones y eso provocó, en gran parte, la caída.
-- habia caminos de mas de 400 millas de largo que siempre tenían el mismo ancho
-- estos caminos estaban siempre protegidos por muros laterales, suficientemente gruesos y anchos
-- y algunos de estos caminos están ahora tan deteriorados que sólo quedan fragmentos - por nuestra negligencia [de los españoles "cristianos" españoles criminales (!)].

Los lugares de descanso ("tambos") dan testimonio de que los habitantes de toda la provincia de Quito y de otras regiones montañosas
-- han trabajado diligentemente
-- no sólo han hecho pausas,
-- sino que han renunciado al ocio para realizar el sistema que proporciona la calidad de vida [a todo el país].

En la primera parte de la historia, hemos descrito palacios, templos y otros edificios. Entonces, no se puede decir nada en contra de esta población, no se puede, al ver estas obras, llamando a los nativos como perezosos e inútiles. Pero las pruebas dicen lo contrario.

Veamos ahora cómo ellos se comportan en la época actual, y veremos que ni siquiera en esta época dejan de trabajar y esforzarse por lo que les concierne.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

33. Los puentes, las calzadas y los caminos de todo el Perú fueron fabricados por los indios gentiles con gran prolijidad, y el descuido de los nuevos habitantes ha dejado perder la mayor parte. ¿En qué reino, por culto que sea, se verán caminos que, en más de 400 leguas de largo, observen una misma anchura y tengan guardados sus costados con murallas o paredes de suficiente grueso y ancho, sino en aquellos, donde a retazos se conservan en algunos parajes la memoria de esta gran obra y al mismo tiempo la de nuestro descuido? Los tambos que todavía existen en todo lo que se extiende la provincia de Quito y en las demás de serranía, ¿no son señales ciertas de que no vivían tan entregados al ocio sus moradores, que no lo sacudiesen para todas aquellas cosas que podían contribuirles a la comodidad? Los palacios, los templos y otras obras de que se ha hecho mención en la primera parte de la Historia no permiten, sin hacer injusticia a aquella nación, el que sea tenida tan del todo en la reputación de floja a inaplicable, cuando ellas prueban lo contrario. Examinemos ahora del modo que se portan en los presentes tiempos y se verá que, aun en éstos, no dejan de trabajar y de aplicarse a lo que les tiene cuenta.



11. Los indígenas trabajan: su agricultura en su propio pueblo

[34. Agricultura aborigen en la aldea aborigen: se cultiva cada lugar]

español original no tan complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

34. Todos los indios libres cultivan las tierras que les pertenecen con tanta aplicación que no dejan retazo ninguno desperdiciado. Es cierto que son cortas sus chácaras, pero nace de que no tienen más tierras, y no de que les falte cuidado y celo para hacerlas producir. Los caciques, que tienen algunas más, hacen sementeras formales, crían ganados según sus posibilidades y oportunidad y granjean lo que pueden sin que les fuercen a ello como a los otros.


[35. Nativos en el Perú colonial trabajan en su pueblo, incluso si tienen que dar todo a los españoles criminales (!)]

español original no tan complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

35. Los indios que no asisten en los obrajes siendo tejedores, y que consiguen tener alguna libertad después que concluyen las precisas tareas que les dan los corregidores, trabajan para sí en sus propias casas; todas las indias hacen lo mismo cuando tienen lugar para ello. Con que esto no se compone bien con lo que se les imputa de ser inaplicados, pues otra nación que no fuera aquélla olvidaría el trabajo totalmente con la memoria de que, cuanto les produce, ha de ser para beneficio ajeno y no para propia utilidad.


12. Reducción de la población a través del asesinato en masa - los mestizos también son conductores de esclavos

[36. La esclavitud de la mita de los españoles criminales "cristianos" destruye a los indígenas con castigos injustos, hambre y matanza múltiple - reducción de la población y menos ingresos por tributos]

36. De lo dicho se deduce que los españoles [criminales "cristianos"] de estos países [coloniales] piensan que deben implantar la [esclavitud de la] mita, aunque daña a la utilidad [de los aborígenes], y los mismos aborígenes sufran inmensamente por ella, y la caja real [en Madrid] se vea [incluso] cargada por eso. Entonces, montones de aborígenes mueren en esta [esclavitud de la] mita
-- por la excesiva severidad
-- por la falta de comida
-- por la falta de caridad [y aprecio con alabanzas y reconocimiento]
que se les muestra [para que los indígenas en esta mita sufran la matanza en masa].

Este [régimen de mita] es tan malo que los ingresos por tributos y la población están reduciéndose. Estas consecuencias pueden ser observadas también por personas muy ciegas o no atentas.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

36. De lo que queda dicho se convence que los españoles de aquellos países han ponderado la indispensable necesidad de la mita por el beneficio de su propia utilidad, el cual resulta directamente en perjuicio de los indios y en gravamen de la Real Hacienda. Porque, siendo considerable el número de los que perecen en ella por el desmesurado rigor, por la falta de alimento y por la ninguna caridad que se tiene con ellos, tanto cuanto se disminuye el número de indios se acorta el producto de los tributos y se reducen las poblaciones, consecuencias tan evidentes que no puede dejar de conocerlas el más ciego o el más inadvertido.


[37. Quién debe ser castigado: Los esclavistas mestizos - los mestizos están ambulando en pueblos y ciudades, roban a los nativos, no pagan tributo y sólo se dedican a actividades destructivas]

37. Si se impusiera la mita [de esclavitud] por falta de trabajo, pereza y holgazanería, ningún otro pueblo la merecería más que los muchos mestizos que viven en esas tierras. Seguramente sería mejor enviar a la mita a los que no pagan tributo que a los que pagan [tributo] en esos países. Ya es deshonroso que esa gente [los mestizos] se emplee en la agricultura o en esos trabajos serviles, pero luego en las ciudades y pueblos viven esos [mestizos] que [por razones racistas de ser un mestizo "más alto"]
-- viven de lo que roban [a los nativos], o
-- se dedican a cosas malas [destructivas] que no se puede describir aquí sin insultar el papel en el que escribimos aquí.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

37. Si por dejar de trabajar, y ser propensos a la ociosidad y a la pereza, se debiera imponer como castigo la mita, a ninguna otra gente le correspondería mejor que a tanto mestizo como hay en aquellos países. Porque éstos están de más en él, particularmente cuando no tienen algún oficio. ¿Cuánto mejor sería que éstos, que no se hallan pensionados en tributos, lo estuvieran en la mita que el que la hagan los que contribuyen en aquéllos? Para esta gente es ya deshonroso el emplearse en el cultivo de las tierras o en aquellos ejercicios más bajos, y son las ciudades y los pueblos un conjunto de éstos que viven de lo que hurtan o de ocuparse en cosas tan abominables que sería hacer ofensa al papel mancharlo con su explicación.



13. La esclavitud de la mita en las granjas de tejidos - parte 2: más métodos de tortura con fuego, grilletes, cortar pelo etc. - en la mita también mestizos y negros son los criminales

orig.:

38. Aunque se ha dicho algo del castigo que se practica con los indios en los obrajes, no es suficiente para que se comprenda perfectamente el que se ejecuta en ellos [en todos los lugares], y por esto nos dilataremos en su explicación.

[39. La esclavitud de la mita en las granjas de tejidos: La tortura constante con el látigo en las nalgas por los "cristianos" españoles criminales y mestizos]

39. En las tejedurías hay tres cómitres responsables de los indígenas. Hay otros tres [capataces] empleados en las haciendas:
-- el mayordomo
-- el ayudante
-- el mayoral, que siempre es indígena y normalmente no castiga a los otros, pero se ha estipulado que también lleve un ramal con el distintivo de ejercicio, como los otros dos.

Lleva su propia [insignia] todo el tiempo. Consiste en un palo de aproximadamente una vara de largo, y de un extremo cuelgan seis u ocho correas de látigo, cada una de una vara de largo y un dedo de grosor o muy poco menos, hechas de piel de vaca ("cuero de vaca"). Estas correas están trenzadas y endurecidas. Con estos látigos se castiga cualquier error o descuido. [La persona afectada] debe tumbarse boca abajo en el suelo, se le quitan los pantalones, luego vienen los latigazos, se cuenta hasta que se cumple el castigo, entonces la persona castigada debe levantarse, arrodillarse y besar la mano del autor del latigazo, y además decir que [el] Dios [de fantasía de Roma] se lo perdone y [la víctima] debería agradecerle que había un castigo..

Esto se hace con todos los nativos, viejos o jóvenes, niños o mujeres. A veces, pero en raras ocasiones, le toca el turno al cacique. Sólo hemos experimentado esto [con un cacique] una vez.

Esto [estos castigos con latigazos] es una práctica común contra los nativos en las haciendas y en las parroquias [de Jesús de fantasía], y cada [capataz] lo hace con el nativo como quiera, aunque no haya ninguna relación laboral. Basta un poco de impuntualidad para obligarlo a ponerse al piso. Usan los látigos de los caballos para castigar [a los aborígenes] hasta que se cansan.

Este comportamiento criminal ("desorden") se aplica tanto que los esclavos negros, los mulatos y criminales ejecutan a cabo continuamente el castigo de látigos [contra los indígenas] sin ningún motivo y sin ninguna razón solo por diversión (por capricho). Así, los indígenas son tratados con mucha más dureza que los esclavos, y un negro esclavo tiene más prestigio y estima que un indígena. Este trato se da con todos los aborígenes, y ahora presentaremos algunos reportes más como prueba de que lo hemos experimentado.

[Suplemento: Ahora queda claro por qué los aborígenes son siempre tan "lentos": Apenas pueden caminar más con normalidad a causa del dolor por los castigos a latigazos. Y la tortura "cristiana" contra indígenas no provoca prisión para los "cristianos" criminales de España ni para los mestizos (!)].


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

39. Al respecto que en las obrajes hay tres hombres o cómitres que están sobre los indios continuamente, hay otros tres en las haciendas, que son el mayordomo, ayudante y mayoral. Este último, por ser siempre indio, no suele castigar a los demás, pero para autorizar su ministerio han entablado que tenga, como los dos primeros, un ramal, insignia del ejercicio. Cada uno tiene el suyo, sin largarlo de la mano en todo el día, y consiste en un palo como de una vara de largo y de un extremo penden seis u ocho látigos, de una vara de largo cada uno y de un dedo de grueso o muy pocos menos, hechos de cuero de vaca, torcidos a la manera de bordón y curados. Con estos ramales los castigan, y el modo es, a cualquier falta o descuido, mandarlos tender en el suelo, boca abajo, y despojándolos de aquellos ligeros calzoncillos (en que consiste lo más formal de su ropaje), les hacen que vayan cantando los latigazos que descargan sobre ellos, hasta completar el número de la sentencia. Después se levantan, y los tienen enseñados a que vayan a hincarse de rodillas delante del que los ha castigado y que, besándole la mano, le digan Dios se lo pague, y que le dé agradecimiento por haberlo castigado. Esto se practica con los indios viejos y mozos, como con los muchachos y mujeres, y llega a tanto extremo que también suelen ser comprendidos los caciques, aunque en éstos es más extraño, y sólo fuimos testigos de ello en una ocasión. Pero es general el ejecutarlo con todos los indios en las haciendas [y] en los curatos, y cualquier particular con el indio que se le antoja, aunque no le sirva, pues basta que aquél no haga tan puntualmente aquello que le mandan para obligarlo a que se tienda, y con las riendas de la cabalgadura, que parecen tejidas y hechas al propósito para castigarlos, lo ejecutan hasta quedar cansados. Este desorden llega a tanto exceso que los negros esclavos, los mulatos y la gente más vil lo ejecutan continuamente de su propia autoridad, sin más motivo ni otro fundamento que el de su antojo. De lo que se conocerá que se trata allí a los indios con mucho más rigor y crueldad que a los esclavos, y que está en más alto grado de aprecio y estimación un negro esclavo que un indio. No sucede esto sólo con uno u otro, sino generalmente con todos, y en prueba de ello referiremos lo que de experiencia propia podemos deponer.


[40. La tortura de látigos "cristianos": caso en Cuenca: esclavos negros cogen nativos para la limpieza de la casa - los negros son azotados+jalados de la cola de los caballos]

40. En Cuenca nosotros los españoles y franceses [de la Compañía de Jesús] vivíamos en la misma casa, y entre los criados domésticos que tenía la Compañía francesa había algunos europeos [jesuíticos], otros mestizos del campo, y otros esclavos negros que habían sido traídos de la colonia de Santo Domingo por la misma Compañía [de Jesús - jesuitas] francesa.

Cuando se ofrecieron a limpiar los patios y oficinas de la casa, como era el deber de los mestizos y negros, estos últimos [los esclavos negros], en lugar de trabajar, salieron a la calle, [obligaron] a los nativos que pasaban por allí a entrar en la casa y les ordenaron que hicieran su trabajo. Los primeros [los mestizos] recibían su reprimenda y los esclavos [negros] eran castigados severamente [con látigos]. Pero ahora la mentalidad se había extendido entre los negros [durante mucho tiempo], porque lo habían visto así en otras casas. Eran unos depravados y se limitaban a esperar a que los dueños de la casa se vayan de la casa. Luego volvían a su trabajo [capturar aborígenes y hacerles limpiar la casa]. Como recompensa, [los aborígenes] recibían restos de cocina como compensación. En cambio, los esclavos negros eran azotados por los españoles ["cristianos"], y [en la actualidad] era costumbre entre mestizos y españoles que los castigados fueran tirados por la cola de los caballos. Eso allí es normal y no causa ninguna excitación.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

40. En Cuenca vivíamos españoles y franceses en una misma casa, y entre los domésticos que tenía la compañía francesa unos eran europeos, otros mestizos del país y otros negros esclavos que la misma compañía francesa había llevado desde la colonia de Santo Domingo. Cuando se ofrecía limpiar los patios y oficinas de la casa, como era cosa que correspondía a los mestizos y negros, éstos, para no ocuparse en aquéllo, salían a la calle y haciendo [fuerza] a los indios que acertaban a pasar, los metían dentro de la casa y precisaban a que hicieran lo que les pertenecía a ellos. Reprendiósele [este proceder] a los primeros y se les castigó a los esclavos con el rigor que pedía [el asunto], pero como estaban viciados con el ejemplar de verlo practicar así en todas las otras casas, esperaban a hacer estas faenas cuando los amos estuviesen fuera de casa, para que no pudieran encontrarlos en el hecho. Más esto no era mucho, porque al fin les daban las sobras de la cocina, que en alguna manera les compensaba el trabajo, pero el azotarlos los negros esclavos de aquellos españoles, el llevarlos amarrados a la cola de los caballos, como lo hacen los mestizos y los españoles, es cosa tan común que por tal no causa allí novedad.


[41a. Otra tortura "cristiana": tortura de fuego con chispas de hojas de agave ardiendo]

41. [41a.] Estos castigos mencionados son normales contra los nativos. Pero si el maestro o administrador tiene aún más ira porque el delito es algo peor, entonces vienen otros métodos de castigo, que también son comunes contra los negros en algunas colonias - en variaciones: Se toman dos hojas de agave ("maguey", "chahuarquero", en Andalucía llamado "pitaco") como yesca, se les prende fuego y se golpea una [hoja] contra la otra [hoja] para que las chispas caigan sobre la carne [del delincuente], y al mismo tiempo se les azota con látigos.

[41b. Otra tortura "cristiana": grilletes en los pies]

[41b.] En las tejedurías y fincas les ponen grilletes en los pies ("cormas") para que no huyan, como ya se ha dicho.

[41c. Otra tortura "cristiana": cortarles el pelo]

Y porque ningún castigo es peor para los nativos que cortar el pelo, que es considerado como una marca de fuego [a un caballo], también procesan eso cuando no están satisfechos con su severidad.

[41d. Más tortura "cristiana": hasta la muerte]

Por último, la rabia desenfrenada [de los "cristianos" españoles criminales] puede inventar cada clase de castigo en contra los nativos.

[Rabia desenfrenada "cristiana" significa: tortura y envenenamiento hasta la muerte como en Europa contra todas las demás culturas, contra desviados, contra mujeres y parteras].


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

41. Estos castigos ya dichos son los ordinarios que se hacen en los indios, pero cuando a la ira del amo o del mayordomo no le parece bastante por haber sido el delito algo mayor, también los pringan, como se suele practicar en algunas colonias con los negros, aunque de distinto modo. Este se reduce a tomar dos pedazos de yesca de maguey o chahuarquero (que es a lo que en Andalucía llaman pitacos) y, encendidos, golpean uno contra otro para que le caigan sobre la carne las chispas, al tiempo que los están azotando. En los obrajes y haciendas les ponen cormas para que no se huyan, como ya se ha dicho. Y porque ninguno de estos castigos es para los indios de tanta afrenta como el cortarles el pelo, que lo estiman en lo mismo que herrarlos, por quedar así señalados, lo ejecutan también cuando no está saciado su rigor. Y por último no puede inventar la desenfrenada cólera ningún castigo que no lo experimenten los indios de la mano de aquellos españoles.


14. La psicomanipulación con proverbios y amor falso "cristiano"

[42. "Cristianos" criminales y pervertidos con chistes contra los nativos: se ríen de los nativos con proverbios (!)]

42. En esos países hay un proverbio común que la gente más sensata y temerosa se dice a sí misma: los nativos, que son siempre esclavizados y torturados, lo soportan todo "por amor a Dios" [al Dios de fantasía de Roma], y cuando mueran ("al punto que espirasen"), serían dignos de ser canonizados como santos [de fantasía] por [la misma] Iglesia [de fantasía de Roma], a saber.
-- por su constante ayuno [hambre, nunca tener suficiente para comer]
-- por su perpetua desnudez [no tener apenas ropa]
-- por su gran pobreza [estar siempre endeudados]
-- a causa de los excesivos castigos [castigos siempre totalmente exagerados o delitos inventados]
de que son víctimas, porque: por ello han hecho mucha penitencia en toda su vida desde el nacimiento hasta la muerte .


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

42. Es dicho común en aquellos países de los hombres más razonables y timoratos que si los indios llevaran en amor de Dios los trabajos que pasan en el discurso de su vida, serían dignos de que, al punto que espirasen, los canonizase la Iglesia por santos, y se fundan en su continuo ayuno, en la perpetua desnudez, en su gran pobreza y en el exorbitante castigo que sufren, pues con ello tienen una bien crecida penitencia, desde que nacen hasta que mueren.

[43. "Cristianos" criminales y perversos: se supone que los latigazos son "amor" - programación de los indígenas al masoquismo]

orig.:

43. Se ha hecho ya en aquellos naturales la continuación del castigo una costumbre tal, que además de haberle perdido el temor, se les hace extraño cuando tiene algunas treguas. Los cholitos [que solo tienen un tamaño de 1,40 a 1,50m] que crían los curas [de Jesús de fantasía] y otros particulares suelen entristecerse y aun se huyen cuando media algún tiempo sin castigarlos, y al hacerles cargo de la causa de su displicencia o de su fuga responden con inocencia que es porque estiman que no los quieren, infiriéndolo de que no los castigan. El fundamento de esto no nace de su simplicidad ni de que los indios grandes tengan amor al castigo, sino es de que, acostumbrados a este trato desde el tiempo de la conquista, han aprehendido a los españoles por gente de tal naturaleza que sus agasajos y caricias sean lo que a ellos les parece rigor y ofensa, y lo comprueban en que, después de haberlos martirizado a azotes, les dicen que se los dan porque los quieren. Los padres instruyen a los hijos en ella, y la inocencia de éstos se persuade con sencillez a creer por beneficio el que los hagan llorar y bañarse en lágrimas; de aquí nace también el que vayan a darle gracias al que los castiga, hincándose de rodillas delante de él, aunque sea un negro, y que le besen la mano dando muestras de estimar el mal que debería agraviarlos.


15. El síndrome de la fuga - por la tortura eterna y la matanza múltiple

[44. "Cristianos" criminales y perversos: El miedo a ser atrapados se convierte en programación - educación de los niños indígenas en el miedo a escapar - miedo colectivo].

La sola palabra "español" o "Huiracocha" [dios creador de los nativos andinos] (que vale para todas las personas del mundo, incluidos los no nativos) provoca un gran terror en los niños indígenas. Se puede utilizar esas palabras para hacer callar a los niños indígenas, para hacerles llorar o para que se refugien en sus chozas. Basta decirles que: el "Huiracocha" te atrapará. Entonces están tan aterrorizados que no encuentran ningún lugar seguro para esconderse.

Cuando los nativos andinos ("cholas", "cholitos") pastorean su ganado en los campos o están ocupados haciendo otra cosa cerca de los caminos, huyen en pánico cuando ven a los españoles [criminales "cristianos"] para evitar la mirada y para esconderse. Huyen de ellos como si [estos españoles] fueran un insulto. Incluso abandonan sus rebaños y la semilla cuando están sembrando para salvarse.

Lo hemos experimentado continuamente, y aunque a veces tuvimos que preguntar el camino, no fue posible de pararlos. No querían saber nada de nosotros. Si uno corría, corrían todos, aunque estuvieran lejos y no nos hubieran visto en absoluto. Por eso es más fácil para ellos dejarse caer en un barranco que aceptar y soportar la proximidad del "Huiracocha".

Todo esto no tiene otro principio ni fundamento que el maltrato que sufren en general, lo que hemos descrito bastante que hemos pensado porque eso es un tema con lo cual no debemos omitir nada.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

44. Tanto es el temor que el nombre de español o el de viracocha (que comprende a toda otra gente que no es indio) causa en los indios que, cuando quieren amedrentar a los pequeños hijuelos y hacerlos callar si lloran, o que se retiren a aquellas chozas donde viven, no hacen otra cosa sino es decirles que el viracocha va a cogerlos, y se horrorizan tanto que no encuentran lugar seguro donde esconderse. Cuando se encuentran por los campos inmediatos a los caminos algunas cholas o cholitos pasteando ganados, u ocupados en alguna otra cosa, corren despavoridos a retirarse de la vista de los españoles y a esconderse, huyendo de ellos como de gente que los procura ofender, dejando abandonados los rebaños y las simientes si están sembrando, por guardar las personas. Esto lo hemos experimentado continuamente, y aunque en algunas ocasiones se hacía preciso hablarlos para adquirir noticias del camino, no era posible conseguirlo ni lograr que se detuviesen a oír lo que se les preguntaba, con la particularidad de que, en corriendo uno de éstos, todos los que alcanzaban a verlo, aunque estén muy distantes, hacen lo mismo, y más fácil es dejarse caer por una quebrada abajo, si se llegan a ver atajados por ella, que esperar el peligro concebido de la inmediación del viracocha. Todo esto no tiene otro principio o fundamento que el mal trato que experimentan de todos generalmente, sobre cuyo particular nos hemos dilatado más de lo que pensábamos, por ser asunto en que no debemos omitir cosa alguna.


16. La normalización de los indígenas: oportunidades de desarrollo SIN tortura + SIN asesinatos en masa

[45. Normalización: BASTA con la mita - BASTA con la tortura - los jefes "cristianos" deben comportarse bien]

45. Hay dos maneras de eliminar la carga que supone para los aborígenes trabajar en la [esclavitud de la] mita o para indígenas que viven libres:
-- la [opción] más razonable y justa sería abolir la [esclavitud de la] mita por completo
-- los propietarios de haciendas, minas, molinos y otras propiedades podrían cultivarlas con aborígenes libres
-- no habría salarios fijos, sino que los salarios dependerían de la disponibilidad de los aborígenes
-- si necesitan menos comida, pueden ganar más para pagar tributo al rey y conseguir ropa para ellos mismos
-- hasta el día de hoy, todos los aborígenes ganan un real por igual, sean baratos o caros en su alimentación
-- e incluso si son baratos con la comida, sólo reciben un real y nunca tienen suficiente para su familia y para pagar el tributo.

Para aliviar la carga de los indígenas,
-- los precios de los alimentos no deben modificarse bajo ninguna circunstancia.
-- se puede abolir el tributo para los aborígenes.

Si los nativos ya no tuvieran que hacer [la esclavitud de la] mita, se arrendarían a cambio de trabajo asalariado y tendrían libre elección en cuanto al trabajo que quisieran trabajar. No habría oportunidad de tratarlos mal en los lugares de trabajo, porque si se castigaba demasiado a los aborígenes, entonces buscarían otro lugar de trabajo. [Ed.: Los maltratos] también se eliminarían porque los nativos libres tampoco son maltratados, y porque [los jefes] se contendrían para encontrar nuevos empleados.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

45. De dos maneras se puede providenciar para corregir el gravamen que se les causa a los indios en el servicio de mitayos y libres. La más ajustada a razón, y la más justa, sería extinguir la mita enteramente, y que los que tuviesen [las] haciendas, las minas, los obrajes, y, generalmente, todo, [las trabajasen] con indios libres sin poner fijeza en los jornales que hubiesen de ganar, sino según los pudiesen conseguir más o menos baratos los dueños de las haciendas, porque de este modo se arreglarían los indios a dar valor a su trabajo proporcionalmente al que tuviesen los frutos que les sirven de alimento, cuidando de que les quedase lo suficiente para pagar sus tributos al rey, y para vestirse; porque, bien mirado, ¿dónde puede haber cosa más injusta que la precisión que se les impone a los indios de que hayan de ganar por su trabajo personal un real y no más, estén caros o baratos los mantenimientos, cuando aun estando baratos no tienen bastante con él para mantenerse, y haberles de obligar a que, sin poder ganar más, se hayan de mantener con sus familias y pagar los tributos? En alguna manera es ponerlos en el extremo de que perezcan, [y para remediarlo] se debería disponer que no se les alterasen [los precios de] los alimentos, o dispensarles la paga de los tributos. No haciendo mita, y siendo dueños de alquilarse por el precio que se les hubiese cuenta, lo que trabajasen sería con voluntad, y en los obrajes no tendrían ocasión de tratarles mal, porque el indio a quien castigasen dejaría aquel jornal y buscaría otro, además de que no llegaría este caso [de tratarlos mal], como no sucede ahora con los libres, pues, por tal de que no falten, procuran contenerse los que los alquilan para poder hallar quien les trabaje.


[46. Segunda posibilidad: Modificar la esclavitud de la mita: en las haciendas del campo con más alimentos]

46. Ahora bien, si en el Perú [colonial] se propusiera abolir la mita, todos los terratenientes y otros del reino proclamarían inmediatamente que liberar a los nativos de la mita resultaría en la ruina total. [Afirmarían,]
-- entonces nadie querría trabajar
-- entonces esos países estarían en peligro
-- los nativos serían perezosos
-- los indígenas pensarían en rebelarse.

Así que la maldad de la clase propietaria [criminal-"cristiana"] con sus acusaciones siempre provocaría un estancamiento en el asunto, y así harían que sus falsas acusaciones parecieran obvias. Todos ellos son criaturas depravadas porque.
-- sólo les interesa la [esclavitud de la] mita de los aborígenes
-- no quieren perder el aumento de ingresos que obtienen de su trabajo [de la mita]. ["Christianos" son choros - siempre es así].

Para evitar tal ola de protestas con falsas acusaciones contra los indígenas, se podría continuar con el servicio de mita, pero con tal reforma para que sea soportable para los indígenas.
-- se debería obligar a los dueños de haciendas a aumentar el salario de la mita de 18 pesos
-- con una media fanega de maíz al mes, con una fanega de cebada por aborigen que trabaja allá
-- o en [otras] cosas naturales, si son de buena calidad en la hacienda donde trabajan
-- el pedazo de tierra, juntamente con los bueyes de arar para cultivarlo, deben quedar.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

46. Todo el mundo gritaría en el Perú contra una determinación de esta calidad, y con ponderaciones no cortas harían presente que se arruinaban aquellos reinos enteramente libertando a los indios de mita, porque no habría uno que quisiese trabajar, que peligraban aquellos países porque, poseídos los indios de ociosidad, cavilaban en sublevarse, y por este tenor fulminaría la malicia de los interesados tales acusaciones contra ellos, que darían ocasión a no proseguir en lo determinado, bien que se puede tener por cosa evidente que todo esto lo levantaría la depravada intención de los que se interesan en la mita de los indios para no perder las crecidas rentas que sacan de su trabajo. Y así, para evitar tanto alboroto como de esta resolución podría resultar, y que no tuviesen aquellas gentes ocasión de formar siniestras acusaciones contra la conducta de los indios, podría dejarse correr el servicio de mita, pero con una reforma tal que fuese soportable a los indios; por la cual debería disponerse que, además de los 18 pesos que ganan al presente por la mita, tuviesen obligación los amos de las haciendas a darles mensualmente el valor en dinero de la media fanega de maíz, y otra de cebada, a cada indio, o en especie cuando por ser de buena calidad quisiesen los indios surtirse de las mismas haciendas a donde estuviesen sirviendo, sin que esto sirviese de excusa para que, igualmente, les diesen el pedazo de tierra que les dan ahora, y los bueyes para ararlo.


[47. Segunda posibilidad de mejora: BASTA con látigos - enviar a los perpetradores a la galera - dejar trabajar los nativos sin dolor - despido cuando no cumplen su trabajo]

47. En segundo lugar, sería conveniente prohibir los azotes a los aborígenes en las haciendas o fincas de tejer, y.
-- los azotados deberían tener derecho a recibir 50 pesos [como indemnización por el dolor] de la hacienda
-- y los mestizos, mulatos o negros que infligieran tal castigo a un aborigen deberían ser azotados por el poder judicial y botados en una prisión ("presidio")
-- si el autor es un español ["cristiano" criminal] o ha ordenado la ejecución [del castigo por azotes], no importa la cantidad que sea, entonces el castigo debería ser 5 años de prisión en el mar ("servir en los presidios de aquella mar") [¿5 años de galera?]
-- y no debe haber excusa ni perdón, sino que el castigo debe cumplirse
-- antes, el nativo debe poder justificar claramente que su acusación es cierta [mostrar heridas]
-- no es importante si el castigo del propietario fue justo o no
-- porque sin esta circunstancia nunca se hubiera dado el caso de culpabilidad por su parte, y entre los aborígenes, de hecho, siempre se usan tales castigos [hasta el día de hoy].

Ahora se puede objetar que sin castigos los nativos trabajarán menos puntualmente de lo que deberían, pero los terratenientes tienen entonces la posibilidad de despedirlos del servicio y remplazarlos, porque con buenos salarios no les faltará de nada. Los empleados, sin embargo, que no cumplan con su deber, se volverán entonces muy extraños [y reflexivos y tendrán que mejorar su comportamiento].

[Suplemento: Los castigos de latigazos provocan que los aborígenes apenas puedan caminar correctamente
-- los aborígenes no pueden caminar correctamente en absoluto con tantos castigos de látigo en el trasero, y por eso apenas pueden trabajar correctamente.
-- cuando los aborígenes no reciben castigos de latigazos más, podrán volver a caminar y trabajar con normalidad
-- es extraño que los reporteros Ulloa y Juan no tengan en cuenta este factor del largo dolor y de las cicatrices dolorosas causadas por los azotes].


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

47. En segundo lugar convendría prohibir totalmente que, en las haciendas u obrajes, se pudiese castigar a ningún indio, debajo de la pena de que el que se quejase por haber padecido siendo azotado, fuese remunerado con 50 pesos a costa de la hacienda, y el mestizo, mulato o negro que ejecutase el castigo en el indio, [fuese] azotado él por la justicia y desterrado a alguno de los presidios; pero si fuese español el que hubiese hecho por sí el tal castigo o mandádolo hacer, de cualquier calidad que fuese, tuviese pena de ser desterrado a servir en los presidios de aquella mar el tiempo de cinco años, y esta pena se debería cumplir con tanta circunspección que, sin admitir excusa ni indultos en el sujeto, debería condenársele a ella y hacerle que la cumpliese luego que el indio justificase ser cierta su delación, sin detenerse en si fue justo o no el castigo impuesto por el amo, porque sin esta circunstancia nunca llegaría el caso de que se hallase culpa en él, y siempre sería merecido del indio el tal castigo. Aunque se quiera exponer en contra de esto que, faltando el castigo, no trabajarán los indios al cumplimiento de sus tareas con la puntualidad que deben, para esto tienen los amos el recurso de despedirlos de su servicio, y tomar otros en su lugar, pues siendo buena la paga no les faltarán, y serán muy raros los que en esta conformidad no cumplan con su obligación.


[48. Mejorar la ganadería y los rebaños de ovejas: BASTA con castigos - pero hacer despidos si es necesario]

48. En las ganaderías de vacuno y ovino no se hará pagar a los aborígenes las pérdidas de quesos y ovejas perdidas en el páramo, pues, como se ha dicho, los aborígenes no están en condiciones de pagar ni pueden ser considerados responsables de ellas, porque, sin excepción, no son culpables: [Las pérdidas] no se producen por falta de cuidado ni por aprovecharse [de una situación].

Pero si el propietario sospecha que un aborigen no habría cumplido con su obligación, puede despedirlo y sustituirlo si encuentra a alguien. Pero la gente [los aborígenes] puede pensar y sabe [en general] lo que es el trabajo para alimentarse y pagar el tributo.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

48. En las haciendas de hato y ovejería no deberá hacérseles cargo a los indios de las faltas de los quesos y de las ovejas que se les pierden en los páramos, pues, como queda dicho, ni son capaces los indios de pagar lo uno ni lo otro, ni pueden ser responsables de ello, porque regularmente ni depende de falta de cuidado, ni de que ellos se aprovechan, y, por último, siempre que el amo sospeche que un indio deja de cumplir con su obligación, es árbitro para despedirlo y recibir otro, el cual hallará, porque no es gente tan abandonada que deje de conocer que es forzoso trabajar para mantenerse y para pagar los tributos.

[49. Mejorar las condiciones de vida en general: NO MÁS grandes celebraciones de Jesús de fantasía con bailes y borracheras perpetuas]

49. Un elemento que más divierte a los nativos libres y les distrae del trabajo son las constantes celebraciones [de fantasía de Jesús] de los sacerdotes [de fantasía de Jesús] en honor de un santo [de fantasía de la iglesia de Roma de fantasía]. Bien, lo han introducido y vienen bailes, procesiones, fuegos artificiales y bebidas, por lo que piensan a eso durante mucho tiempo y no aprecian tanto su trabajo y sus obligaciones. Entonces, se debería reformar todas esas fiestas [de Jesús de fantasía] lo que fue mencionado en sesiones de antes ya. Y de un momento a otro, la diversión se pararía. No tendrían oportunidad más para relajar sin fin en rincones más. Por lo tanto, sería conveniente ordenar obedientemente a los corregidores (alguaciles), caciques, así como a los gobernadores y alcaldes de las ciudades que se aseguren de que los indígenas ya no tengan bebidas alcohólicas ("bebelonas") ni funciones más que los distraigan. En las ciudades deben prohibirse [estas fiestas], porque sin celebraciones allí, no organizarán sus propias fiestas.

[Los católicos criminales siguen siendo la religión con más "días festivos", todo solo es fantasía y chantaje en contra 1) Madre Tierra verdadera y 2) los dioses del pasado verdaderos y 3) contra los Derechos Humanos].


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

49. Una de las cosas que más divierte a los indios libres, y los abstrae del trabajo, son las fiestas continuas que tienen introducidas los curas al asunto de cada santo, porque con el motivo de las danzas para las procesiones, con los cohetes y el atractivo de la bebida, se engrían en esto, y entonces no se acuerdan de ningún trabajo ni hacen aprecio de ninguna obligación; pero reformándose todas estas fiestas, como queda prevenido en la sesión antecedente, cesará en ellos el motivo de la distracción, y no tendrán ocasión de volverse holgazanes. Por esto es conveniente hacer obligación de los corregidores, caciques, de los gobernadores de los pueblos y de los alcaldes de ellos, que celen el que los indios no [tengan] bebelonas ni funciones que los abstraigan, y el modo de evitarlas en ellos es prohibiéndolas en los pueblos, pues, con tal que no haya quien los anime para ellas, será bastante para que los indios no las dispongan por sí.


[50. Mejoramiento en las granjas de tejidos: BASTA con granjas de tejidos en el campo para evitar largas distancias - puertas abiertas+inspecciones contra "cristianos" torturadores y mestizos torturadores]

50. El único remedio para las granjas de tejidos es no permitir ninguna granja de tejidos fuera de las ciudades, y a un máximo de distancia de un cuarto de milla de ellas. De esta manera los nativos libres pueden hacer su trabajo y dejar la tejeduría al anochecer para llegar a casa [en poco tiempo].

El pago debe ser en plata de metal, sin mercancías ni frutas. El salario debe fijarse para todos según lo acordado con el propietario del telar.

Con esta orden, toda tiranía y tortura contra los indígenas mitayos debe ser prohibida bajo estricto castigo. También se deben prohibir las granjas de tejidos alejados con aborígenes porque en lugares remotos hay más libertad para más extorsión porque hay menos testigos.

Para evitar la malicia contra los indígenas también en los obrajes (granjas de tejidos) que están cerca de las ciudades, será conveniente ordenar que las puertas de los obrajes se mantengan abiertas en todo momento y que el portero, que ahora está empleado en todos los obrajes, las mantenga abiertas. El mismo portero que ahora está empleado en todos los obrajes y que mantiene las puertas cerradas hasta ahora,
-- también debe vigilar la lana, para que no se pierda;
-- debe controlar quién entra y quién sale;
-- debe vigilar que nadie instale obstáculos para que los forasteros tengan acceso en todo momento para controlar las circunstancias de los nativos.

[En el invierno en las altas montañas, las puertas no podrán permanecer abiertas, pero tampoco se les permitirá cerrarlas a llave].

Los alguaciles ("corregidores") tienen el deber de inspeccionar las tejerías dos veces al año para registrar las quejas de los aborígenes y remitirlas a los tribunales ("audiencia"), para que este tribunal pueda tomar medidas para frenar los disturbios y limitar la excesiva libertad de los criminales.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

50. Para los obrajes no conocemos más que un remedio, y es el que no los haya sino dentro de las poblaciones y hasta un cuarto de legua distante de ellas, a fin de que en esta forma se puedan hacer las labores con indios sueltos, los cuales hayan de salir del obraje al anochecer para irse a sus casas; [han de ser] pagados en plata efectiva [por su] jornal, sin que por él se le pueda dar ni géneros ni frutos en equivalente, y el jornal de cada uno haya de ser arreglado a lo que el amo del obraje pudiera ajustar con ellos. Con este orden debe absolutamente prohibirse con severas penas que en los obrajes pueda haber indios mitayos, que es con los que más se ejercita la tiranía, ni que haya obrajes en las haciendas retiradas de población, que es en las que se necesita de estos indios por lo mismo que están distantes, y es asimismo en las que hay libertad para hacer mayores las extorsiones, por cuanto hay menos testigos de ellas. Para evitar cuanto sea posible el que, aun en estos obrajes [que estén] cerca de las poblaciones o en ellas mismas, tenga lugar la malicia de ejercitarse contra los indios, convendrá que se mande que las puertas de los obrajes estén continuamente abiertas, bien que el portero, que ahora hay en todos para que las tenga cerradas, lo haya también entonces para que cuide de que no se extravíen las lanas, y de ver quiénes son los que entran y los que salen, pero que no haya embarazo para que a todas horas entren los de afuera a ser testigos de la vida que se les da adentro a los indios. Y que los corregidores tengan obligación de hacer dos visitas cada año en los obrajes para oír los agravios de los indios y pasarlos a la noticia de la Audiencia, a fin de que se tome providencia por este tribunal con que contener los desórdenes y refrenar la demasiada libertad de los que los cometen contra los indios.

[51. Tejeduría delos nativos en el campo en su propia casa]

51. La afirmación de que sin obrajes no se produciría tejidos es falsa. Muchos indígenas tejen en privado en sus casas por cuenta propia. Para cubrir el costo de los materiales y autoabastecerse, van a trabajar por un salario. Así lo hemos visto en varios corregimientos. Así es como la vida sale más natural, y la afirmación de ser perezoso en contra ellos es simplemente solo mentira. Ningún indígena con libre elección de trabajo será tan perezoso como para dejarse morir. Ya incluso  aborígenes no tan razonables son tan inteligentes trabajando para su comida para sobrevivir.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

51. No se puede argüir que de faltar indios mitayos para los obrajes, faltará quien trabaje en aquellas provincias donde privan las manufacturas. Todos los indios, o la mayor parte, son tejedores, y los libres trabajan en sus casas por su cuenta, y cuando no tienen dinero para comprar materiales y para mantenerse, se alquilan para trabajar a jornal. Así lo tenemos experimentado en varios corregimientos, y en esta forma es más natural que lo que se dice de ellos tocante a su pereza, porque no es creíble, sin hacer repugnancia a la razón, el haberse de persuadir a que su desidia sea tanta que se deje morir un indio por no trabajar, cuando aun los irracionales trabajan en buscar alimento para mantenerse.


[52. Recaudar el pago del tributo con campamentos de tejedores sin penas - pero con incentivos para el trabajo rápido y pagar la deuda rápidamente y salario adicional]

52. Ahora sólo queda determinar cómo los nativos deben trabajar para pagar el tributo si no lo pagan a tiempo. De esta manera, ni Su Majestad sufrirá pérdida alguna, ni el nativo será torturado. Dos cosas deben ser consideradas:
-- si el aborigen es de una gran ciudad o de una pequeña aldea, porque las circunstancias son siempre diferentes en cada caso;
-- en un lugar grande como una ciudad, o en una aldea o sede, es lógico que haya una cierta oferta de granjas de tejidos.

[El mecanismo: Si los aborígenes no pueden pagar su tributo], pueden ser alojados allí y con un trabajo regular pueden ganar su jornal diario de 2 reales (el mínimo para aborígenes libres con trabajo sencillo). 1 real es para gastos de manutención, el otro real se retiene para el tributo hasta que éste se cumpla. Si el aborigen trabaja más rápidamente (y de estos hay muchos) y termina su trabajo antes del tiempo asignado, también puede realizar más trabajos asignados para ganar un sueldo extra, que se le paga completamente a él.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

52. Sólo falta que determinar la forma en que se debería castigar a los indios que dejaren de entregar puntualmente los tributos, de modo que ni Su Majestad los pierda, ni se exponga el indio a perecer. Para esto se ha de atender a dos circunstancias; esto es, si el indio pertenece a población grande, o a pueblo pequeño, porque en cada uno de estos parajes militan distintas circunstancias. Si es en población grande, como alguna ciudad, villa o asiento, convendrá que haya un obraje particular destinado para que se pongan en él estos indios, y haciéndolos trabajar allí tareas regulares, se les asigne por jornal diario dos reales (que es lo menos que deberán ganar los indios libres en los trabajos más sencillos); el un real se le pagará al indio diariamente para que se mantenga, y el otro se le irá reteniendo a cuenta del tributo hasta que lo satisfaga, pero si el indio fuere tan ágil (como hay muchos) que por salir breve del obraje se aplique a trabajar y pudiere hacer en el día más de la tarea [asignada], en este caso deberá ganar [de] más todo aquello que fuere correspondiente a lo que excediere de lo regular.


[53. Cobrar el tributo con campo de tejer sin penalidad - con la deuda adelantada por otros nativos y deducida en el siguiente trimestre tributario - el nativo moroso tiene la opción de pago a plazos o campo de tejidos]

53. Cuando en las ciudades pequeñas los caciques o gobernadores recauden el tributo de todos los aborígenes bajo su autoridad, se debe procesar lo siguiente en caso de no pagar (impago): El jefe o gobernador organizará el tributo haciendo que otros aborígenes adelanten el tributo proporcionalmente, y el aborigen moroso saldará entonces la deuda con los demás aborígenes pagando a plazos o trabajando en un campo de tejidos: La cantidad adelantada simplemente se deduce de su cuota tributaria en el siguiente trimestre fiscal. Así debería funcionar en las grandes ciudades o en cualquier hacienda hasta que se salde la deuda. Las sanciones deben dejarse a la discreción de los jefes (caciques). La parte del salario para el nativo moroso no debe ser dinero, sino sólo maíz y cebada. El salario irá directamente al cacique para pagar la deuda [al tesoro real] directamente.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

53. En las poblaciones cortas, donde los caciques o gobernadores recogen el monto de los tributos de todos los indios de su pertenencia, cuando algún indio deje de enterar por su parte el que le corresponde, deberá el cacique o el gobernador sacar de los demás indios, [por] prorrata, el importe de los tributos que sus compañeros no tuvieren prontos, y castigar a éstos a satisfacción de los demás indios, imponiéndoles el trabajo o pensión en que se conviniera entre todos, a fin de que, con su producto, pueda hacerse pago [a los cumplidores] de lo que adelantaron por los omisos, para descontárselos en el tercio siguiente. Estos indios podrán ser puestos en obrajes de la misma suerte que los de poblaciones grandes, o dados a mita en alguna hacienda, hasta que se desquiten. Pero estas penas deben dejarse al arbitrio de los caciques y para que se logre el fin, no se les entregará a ellos ningún dinero, sino sólo el maíz y cebada que se les ha de dar mensualmente para su sustento, y el dinero se le entregará al cacique, a fin de que lo descargue de los demás indios.


[54. El principio: trabajar por el tributo y pagar la deuda rápidamente]

54. Los nativos que no pagan su tributo a tiempo pueden así pagar su tributo como castigo. Son ejemplos en esto para que nadie se vuelva negligente, pues es en el interés común de todos que cada uno cumpla con su deber. No se puede reducir el tributo en el proceso, pero después de reformar las condiciones criminales con la mita eliminando tiranía y crueldad [y asesinatos en masa] en las haciendas de tejidos, se puede salvar el tributo.


español original complicado de Ulloa y Juan (español "noble" de los choros de Madrid):

54. Haciéndose en esta forma el castigo de los indios que no pagasen el tributo con puntualidad, se les daría emulación para que, entre sí, se estimulen a no ser descuidados en ello, por ser interés común de todos el que cada uno cumpla con su obligación. Y nunca padecerían menoscabo los tributos, que es lo que se va a salvar después de reformar los desórdenes e injusticias de la mita, y las tiranías y crueldades de los obrajes.



Los virreyes, los sacerdotes y el Vaticano son todos asesinos en masa corruptos y coloniales - la Iglesia se vaya al infierno. En la esclavitud de la mita son también los mestizos y negros los criminales que vayan al infierno. - Michael Palomino, julio 2023


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Fuentes
[web01] Fanega: https://de.wikipedia.org/wiki/Fanega
[web02] https://es.wikipedia.org/wiki/Castrovirreyna
[web03] https://es.wikipedia.org/wiki/Bogotá
[web04] Cayambe in Ecuador: https://es.wikipedia.org/wiki/Cayambe_(ciudad)


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