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Leyendas del Perú 5: plata, oro y tesoros

Un hombre sacando perlas: El tesoro de Chachani (Arequipa) -- Los Incas mandan un toro y esconden un tesoro: El Toro de Catalina Huanca (Huacho) -- EL Tesoro: un hombre alto regala un tesoro en una casa (Huacho) -- El Tesoro en una casa encantada - cae un hombre y regala su tesoro (Huacho) -- Un tesoro de los Incas: El Cerro Centinela Carquín (Huacho) -- El venado encantado de Carcas: el protector de un tesoro en un cerro (Ancash) -- Tapado, chacho y los Gentiles - tesoros enterrados y sus gases (Cajamarca) -- La palanca de oro en el cerro de Varapunta - desapareció (Cajamarca) -- Dos hombres con plata en su mochila - no sobrevive ninguno de ambos en las montañas (Ayacucho) -- Locos cristianos: encuentran una campana de oro, juegan con cohetes y la mula regresa a la laguna... (Cajamarca) -- Locos cristianos: La leyenda de Kerukocha: una campana de oro atrae enemigos y provoca la laguna Kerukocha (Ancash) -- El Condenado - un tesoro, un choro y el castigo (Huancavelica) -- EL TORO DE ORO, ENIGMA OCULTO DE JATUN UCHCU (Huanuco) -- Un toro con oro - desaparece - el río CURI-YACU (San Martín) -- Un pirata con un tesoro en una maleta - escondida para siempre (Moquegua) -- Un tesoro escondido en Tumbes donde está el fuego de un mendigo - el Hualtaco Mocho -- Selva: El Paititi: Un rumor provoca expediciones a la selva sin fin

Baúl de tesoro
Baúl de tesoro [1]

arregladas y presentadas por Michael Palomino (2016)

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Leyendas del Perú 5: plata, oro y tesoros

Un hombre sacando perlas: El tesoro de Chachani (Arequipa)

Región de Arequipa.

de: http://leyendas-peru.blogspot.pe/2011/06/el-tesoro-de-chachani.html - http://linda-arequipa.com/leyendas-arequipenas/

Según la historia el tesoro se encontraba dentro de una gran cueva y en ella había un río subterráneo, el misterio de esta historia lo resolvió un hombre que ambicionaba con estos tesoros.

Este hombre empezó a caminar desde el puente Grau en dirección al Misti, siempre por el lado izquierdo y los ojos bien abiertos tratando de descubrir algún indicio de la desembocadura del otro río. Terminando el día llego hasta las partes altas del valle del Misti chiquito y el esfuerzo fue en vano.

De regreso a su casa pudo esclarecer nuevas ideas: los agricultores de Socabaya extraen agua de algunos pozos distantes que vienen de los deshielos del Pichu Pichu, éste agua según los agricultores vienen de los ríos subterráneos.

Al día siguiente muy temprano fue a las partes altas de Uchumayo hasta llegar a las viejas canteras de sillar y así sospecho que las filtraciones de aguas venían de Chachani, entonces aquellas filtraciones de agua le llevarían hasta el río subterráneo.

Camino siguiendo las húmedas tierras. Mientras avanzaba, las filtraciones desaparecían y aparecían en lugares diferentes. Camino cientos de metros hasta que la humedad desapareció en forma definitiva, miro a lo lejos y vio muy distante el Chachani, a cierta distancia se encontraba algunos arbustos de pie, que le indicaban que bajo sus raíces estaba aquel río subterráneo.

Entonces cogió tres piedras formando un triángulo, esta era la señal para saber dónde se había quedado, seguidamente apuro sus pasos para llegar rápidamente al pueblo.

Para ver la dirección exacta del río subterráneo se dirigió donde el mejor chaman del pueblo y este le vendió un palito de Hoque en forma de “y” más los conocimientos como debería utilizar esta herramienta y así resolvió el enigma y con el misterioso palito fue al lugar donde dejó el triángulo de piedras.

Decidió a lo que vendría, cogió el palito y esta herramienta de rato en rato le indicaba donde había agua. Luego de avanzar varios kilómetros casi llegando a las faldas del Chachani el palito dejo de funcionar , ya no daba indicios del río subterráneos, observo que la última piedra estaba junto a un cactus, nuevamente construyó un triángulo de piedras y así muy contento y cansado se regresó al pueblo.

Al siguiente día cogió algunas herramientas camino obsesionado por encontrar el gran cacto, al encontrar empezó a cavar un hueco, el río subterráneo estaba a cinco metros de profundidad. Ya llevaba varias horas cavando y la profundidad del hoyo crecía junto a la humedad de la tierra, hasta que descubrió la dureza del suelo y al pegar la oreja escucho el sonido del río subterráneo y con el pico logro hacer un pequeño orificio y así descubrió el río.

Con el deseo de llegar al río, agrandó aquel orificio y bajo con un pequeño costalillo y siguió caminando hasta encontrar una cueva y la altura del pozo, pasaba diez veces su cuerpo y miro que la salida se estaba tapando y todo se oscureció. El hombre se llenó de miedo y al mismo tiempo sacó un mechero de su bolsillo y lo encendió y con esa luz recobró la calma.

Avanzó en dirección contraria a las aguas con el mechero en manos, avanzó como tres kilómetros y las aguas dejaban de moverse, a medida que el avanzaba encontró retazos de tela, luego algunos huesos humanos y en una de ellas encontró una cadena con una cruz de oro.

Al tiempo que avanzaba la tienda se agrandaba y en allí encontró piedras talladas en formas de asiento y al levantar la mirada en la pared estaba dibujado el rostro de Cristo. Al salir de este cuarto, encontró un gran patio y una pequeña catarata. Su último mechero ya se acababa y con poca luz, corrió desesperado y en una de las paredes encontró un mechero de oro finamente trabajado por manos artesanales, sin pérdida de tiempo la encendió y la cueva se ilumino sin dejar espacio oscuro.

Siguió caminando y encontró en una de sus habitaciones paja y en el suelo varios esqueletos que vestían la túnica de sacerdotes jesuitas formando un circulo y en el centro varias cajas de madera, se acercó a estos esqueletos tenían crucifijos y en los dedos anillos de oro con piedras preciosas.

Tomo estos tesoros y los puso en su cuello y los aros en sus dedos, también encontró una biblia en latín y a su lado un libro donde decía “testamento de los jesuitas” y algunos pergaminos, cuadros de la ultima cena y la resurrección de Cristo.

La tierra empezó a temblar y algunas partes de la cueva se desprendieron, no perdió el tiempo y corrió al centro de aquellos esqueletos y al abrir una de las cajas encontró la mayor diversidad de joyas, y en ello había cáliz de oro, coronas, pulseras, etc.

Antes de abandonar el lugar lo dejo bien marcado para poder regresar, tenía todo el camino bien marcado ya casi llegaba al pueblo, se sentó a descansar y a contemplar sus preciosas joyas y muy contento por esto de pronto sus joyas empezaron a desvanecerse por si solos y desaparecieron poco a poco y el hombre no se explicaba por esto, perdió todo el tesoro que pudo extraer del Chachani, y no volvió a pensar más en ellos por que comprendió que estos son de los jesuitas.



Los Incas mandan un toro y esconden un tesoro: El Toro de Catalina Huanca (Huacho)

Santa María y Hualmay, región de Huacho.

de: Julio Solórzano Murga; en: http://leyendas-peru.blogspot.pe/2011/07/el-toro-de-catalina-huanca-huacho-lima.html - http://www.huacho.net

El Toro Huanco

Desde el año 1945 hasta promediar el año 1970, los vecinos de Santa Maria y Hualmay dedicados a la agricultura y a la ganadería en pequeña escala, en época de escasez de pasto llevaban en forma conjunta a pastear sus reces en la conocidísimas “Lomas de Lachay” situado a 50 Km. al sur de Huacho.

Las lomas de Lachay siempre fue un lugar de verdes pastizales, sobre todo en los meses de invierno cuando el pasto se escasea en los terrenos de cultivo de los pequeños agricultores de estos dos distritos, así como también los ganaderos en menor escala de Sayán y Huaral. Cada comunidad campesina albergaba alrededor de 300 cabezas de ganado vacuno, pastoreada por sus propietarios que iban apertrechados con todo lo necesario para pernoctar todo el tiempo de pastoreo que eran aproximadamente de 25 a 30 días.

Concluida el tiempo de pastoreo, las comunidades campesinas reunían sus ganados para la verificación de rutina, para luego partir el regreso a casa. Cierto día al finalizar el rodeo a la media noche sucedió algo insólito, se escuchó un ruido ensordecedor por lo cual las reces se espantaron y huyeron despavoridos en diferentes direcciones. Las personas que cuidaban las reces no podían controlar el desbande descomunal del ganado. Nadie veía nada, pero todos decían el “Toro Huanco” y así sucedía cada en temporada de pastoreo.

Durante la estampida se perdían algunas reces que se desbarrancaban de las lomas y quedaban como comida para las aves de rapiña. En cierta ocasión el comunero Jacinto Chinchay, perdió su mejor torillo, no lo encontraba por ningún lugar, busco a su animal por varios días internándose hacia quebradas lejanas, logrando ubicarlo en una de las quebradas situada a dos días de camino del lugar de pastoreo. Cuando estuvo cerca del animal don Jacinto comenzó a tener temor, atardecía ya, el sol se ocultaba lentamente y las piedras alumbraban como si fueran faros de carro, Jacinto logro sacar a su torillo, se ideo la manera de ubicarse bien colocando señales donde las piedras alumbraban.

Pasado varios años cuenta esta aventura a un amigo que según se dice le había pasado la misma historia en el cerro llamado el “Toro” ubicado en la Pampa de Animas en el distrito de Santa Maria, que al final resulto ser un gran “TAPADO” oculto por los antiguos Incas. Según los brujos y espiritistas de la zona confirman que lo sucedido a Jacinto Chinchay fue el entierro de un gran tesoro, que posiblemente perteneció a “Catalina Huanca”. De ahí viene el nombre de “Toro Huanco” porque alguien tenía el dato de dicho tesoro que se encuentra en el lugar donde señalo don Jacinto Chinchay.


EL Tesoro: un hombre alto regala un tesoro en una casa (Huacho)

Huacho.

de: http://leyendas-peru.blogspot.pe/2011/07/el-tesoro-huacho-lima.html - http://www.huacho.net

Decían los pobladores que en la casa, donde actualmente se encuentra la posta medica de la campiña de Huacho, vivían unos antiguos ancianitos. Vivieron muchos años en dicha pasaron los años y estos murieron. Los nuevos inquilinos eran de ascendencia española; su primera noche en la casa cuando el reloj dio las 12 de la noche estaban despiertos escucharon una voz que decía: “Caigo o no caigo......” al escuchar esa voz salieron corriendo y al día siguiente desalojaron dicha casa.

Mucho Tiempo después volvieron a habitar la casa, un señor y su esposa ellos se habían enterado de lo sucedido pero no hicieron caso a los comentarios, después de tres días de encontrarse en esta casa, a las 12 de la noche oyeron una voz: “Caigo o no Caigo .........” no hicieron caso y a la tercera vez que la escucharon salieron corriendo y pidieron alojamiento a los vecinos.

La casa estuvo mucho, mucho tiempo deshabitada luego llegaron unos señores ellos venían de la sierra se enteraron de esto y manifestaron lo narrado era pura imaginación, fueron a vivir a dicha casa. A las 11 de la noche estaban la señora estaba friendo su pescado y seguían friendo, cuando de repente una voz decía: “Caigo o no caigo ............” y uno de ellos le dijo: “cae no más y cayó una pierna” y luego otra vez: “Caigo o no caigo ............” y el otro le contestó: “cae no más y cayo la otra pierna”; y así sucesivamente iba cayendo todas las partes y cuando ya estaba formado un cuerpo, los señores voltearon y vieron un hombre alto que les manifestó: “Ustedes son los mas valientes que he encontrado y les voy a dar todo el tesoro que tengo aquí” y señalo debajo de una silla y desapareció. Empezaron a brotar monedas de oro y hallaron dicho tesoro, desde esos momentos fueron ricos debidos a su valentía.


El tesoro del duende (Huacho)

Huacho.

de: http://leyendas.about.com/od/leyendasporpais/a/Leyendas-Del-Peru.htm

Cuenta esta leyenda que en una casona de la localidad peruana de Huacho, unos ciento cincuenta kilómetros al norte de Lima, habita un duende que se hace presente a los moradores únicamente si éstos se lo permiten. Si lo hacen, reciben un premio en metálico que los hace ricos para el resto de sus vidas, pero antes deben superar la prueba que el duende les impone demostrándoles su valor. En una ocasión, una pareja de ancianos que hace poco se habían mudado a la casa escucharon por la noche un vozarrón, que no era otro que el del duende, preguntándoles si querían recibirlo. Todos los anteriores moradores habían huido despavoridos al escuchar una voz tan estentórea, pero no fue el caso de los ancianitos, quienes amablemente le respondieron que sí, que deseaban recibirlo. Acto seguido, el duende se hizo presente, bajo un aspecto amigable, y como recompensa por su amabilidad les regaló una enorme cantidad de monedas de oro, con las que los ancianitos costearon largamente sus necesidades por el resto de lo que les quedaba de vida.

Al morir, la casa se ocupó brevemente con una joven familia, pero al oír la invitación del duende una de las primeras noches de su estancia en la casa, se retiraron velozmente, presas del susto. Se dice que la casa permanece por estos días desocupada.




El Tesoro en una casa encantada - cae un hombre y regala su tesoro (Huacho)

Huacho.

de: Tomás Sánchez: El Tesoro; http://mitosyleyendasdehuacho.blogspot.pe/

Decían los pobladores que en la casa, donde actualmente se encuentra la posta medica de la campiña de Huacho, vivían unos antiguos ancianitos. Vivieron muchos años en dicha pasaron los años y estos murieron. Los nuevos inquilinos eran de ascendencia española; su primera noche en la casa cuando el reloj dio las 12 de la noche estaban despiertos escucharon una voz que decía: “Caigo o no caigo......” al escuchar esa voz salieron corriendo y al día siguiente desalojaron dicha casa.

Mucho tiempo después volvieron a habitar la casa, un señor y su esposa ellos se habían enterado de lo sucedido pero no hicieron caso a los comentarios, después de tres días de encontrarse en esta casa, a las 12 de la noche oyeron una voz: “Caigo o no Caigo .........” no hicieron caso y a la tercera vez que la escucharon salieron corriendo y pidieron alojamiento a los vecinos.

La casa estuvo mucho, mucho tiempo deshabitada luego llegaron unos señores ellos venían de la sierra se enteraron de esto y manifestaron lo narrado era pura imaginación, fueron a vivir a dicha casa. A las 11 de la noche estaban la señora estaba friendo su pescado y seguían friendo, cuando de repente una voz decía: “Caigo o no caigo ............” y uno de ellos le dijo: “cae nomás" y cayó una pierna y luego otra vez: “Caigo o no caigo ............” y el otro le contestó: “cae nomás" y cayo la otra pierna; y así sucesivamente iba cayendo todas las partes y cuando ya estaba formado un cuerpo, los señores voltearon y vieron un hombre alto que les manifestó: “Ustedes son los mas valientes que he encontrado y les voy a dar todo el tesoro que tengo aquí” y señalo debajo de una silla y desapareció. Empezaron a brotar monedas de oro y hallaron dicho tesoro, desde esos momentos fueron ricos debidos a su valentía.



Un tesoro de los Incas: El Cerro Centinela (Huacho)

Carquín, región de Huacho

de: http://leyendas-peru.blogspot.pe/2011/07/el-cerro-centinela-huacho-lima.html - http://www.huacho.net

Los antiguos pobladores de Carquín afirman que el Cerro Centinela tiene mágicos sucesos, como aquel túnel con muchos caminos, extensos, que Ilega incluso hasta la Histórica Huaura.

Los pobladores manifiestan, que en este cerro los antiguos incas guardaban el oro y objetos de valor, para evitar ser víctimas de saqueos por parte de los españoles.

Cuentan, que los incas pusieron varias trampas y también a un Centinela, que era una especie de brujo que cuidaba celosamente el preciado tesoro. Narran además, que algunos intrépidos jóvenes que ingresaban con el deseo de apoderarse de dicho tesoro nunca lograron salir.

En una oportunidad un estudiante de la capital ingresó y dos días después salió con síntomas de locura, y botando espuma por la boca.

La gente afirma que ha existido siempre ese túnel y no lo han podido explorar por terror a ser encantados, o podría cerrarse tras de ellos y no poder salir nunca. Por eso nadie quiere entrar, ni menos destruirlo, pues lo consideran como una reliquia del pueblo de Carquín.




El venado encantado de Carcas: el protector de un tesoro en un cerro (Ancash)

Ancash.

de: Marcos Yauri Monteor: Leyendas Ancashinas; en: http://leyendas-peru.blogspot.pe/2015/03/el-venado-encantado-de-carcas.html

Leyenda Ancashina

[Vino un demonio - sin éxito]
En Carcas, pequeño poblado del distrito de Chiquián en la provincia de Bolognesi, hay un cerro llamado Huanya. En su interior duerme un fabuloso tesoro que los incas ocultaron a la codicia de los españoles. El Dios Sol decretó que un venado corpulento, de hermosa piel y cuernos relucientes, debía tener la eterna misión de cuidarlo.

Desde entonces, el bello animal ronda por los parajes de ese lugar, no permitiendo que nadie llegue a descubrir la entrada de la caverna. Pero el demonio una vez estuvo a punto de dar con ella. Y por eso, el fiero venado, emprendió contra él una lucha feroz y sin cuartel. En las crudas épocas del invierno, cuando la tierra se cubre de una melancólica neblina, y el rocío cae tristemente de las hojas, la lucha se torna más encarnizada. Durante las noches lóbregas y heladas, el cerro se estremece ante el fragor de la pelea cruenta, fragor que apaga el estrépito de las torrentosas aguas de los tres arroyuelos que surcan el lugar. Pese a la ferocidad del demonio, el bizarro guardián de piel brillante y astas erguidas, logra derrotarlo, y el enemigo vencido aumenta el caudal de uno de los arroyuelos.

[Vino otro grupo - sin éxito]
Una vez, dos cazadores habían seguido los rastros de un venado. Después de una fatigosa caminata, habían llegado a la boca de una cueva a cuyo interior se dirigían las huellas. Entraron alumbrandose con una antorcha y a su luz vieron esqueletos humanos, potes y otros objetos de alfarería. Temerosos abandonaron la tenebrosa caverna. En el interior, al emprender el regreso a sus chozas, uno de ellos resbaló y al incorporarse apoyándose con las manos en el suelo remojado por las lluvias, descubrió una galería subterránea. Al hurgar en ella, advirtieron que estaba llena de alhajas de oro y piedras preciosas. Quisieron cargar con la riqueza, en eso, al divisar por el campo, vieron a un venado de singular gallardía, pero ni se les ocurrió cazarlo. Anduvieron por los alrededores en busca de un burro para cargar a sus casas la fortuna, pero con mala suerte. Entonces, fueron al sitio donde habían encontrado la galería, con la intención de llenar sus alforjas con las joyas, mas no pudieron dar con ella. En la búsqueda desesperada se perdieron, y nadie supo de ellos. El venado que había divisado anteriormente, y que no era sino el celoso guardián de la gigantesca riqueza, los había convertido en dos arroyuelos que empezaron a correr junto al que ya existía, el cual se había formado por la transformación de los demonios a quienes el bizarro animal, había vencido en anteriores jornadas.



Tapado, chacho y los Gentiles - tesoros enterrados y sus gases (Cajamarca)

Cajamarca.

de: http://leyendas-peru.blogspot.pe/2011/06/tapado-chacho-y-los-gentiles-cajamarca.html

Tesoros enterrados en la región de Cajamarca - algunos devienen ricos de la noche a la mañana

Muchos de los tesoros que partieron hacia Cajamarca durante la prisión de Atahualpa no llegaron a su destino. Se conoce esta voz que viene de los andes peruanos refiriéndose a tesoros de dicho rescate u otros tesoros sepultados durante la conquista. Al rededor de estos tesoros se ha construido una serie de mitos y leyendas que hablan de condenados, de maldiciones para los ambiciosos y de gente que ha encontrado dichos "tapados" volviéndose ricos de la noche a la mañana.

Oxidación y gases de "chacho" - gases letales de antimonio, gases dañosos no letales - la creencia a la "venganza de los muertos"

Un efecto particular en la salud de quienes verídicamente han descubierto algún enterramiento de metales, sean estos preciosos o no es lo que en las serranías llamamos "CHACHO". No es más que el efecto de los gases que se forman bajo tierra como producto de la oxidación de dichos metales. En especial, el antimonio es un gas letal que puede producir la muerte en caso de inhalación continua.

El efecto del "chacho" es variable para los pobladores andinos, pasando de un leve sangrado de las fosas nasales a extrañas enfermedades estomacales, pulmonares y hasta la muerte. Existen también actos de sanación con presencia de ofrendas de frutas, alcohólicos, coca y animales.

Esta creencia de la venganza del muerto aflora como defensiva, de respeto a los "gentiles". Probablemente el respeto a los antepasados puede mas que la ambición para el poblador andino, quien no ha abandonado sus creencias no obstante las niegue ante los extraños.

Tumbas precolombinas - creencia a vigilantes sobrenaturales

Las tumbas precolombinas, poblados antiguos hoy han dejado de ser venerados, pero se supone que una fuerza sobrenatural las custodia castigando a los profanos.





La palanca de oro en el cerro de Varapunta - desapareció (Cajamarca)

Departamento de Cajamarca (Andes del Norte).

de: Cercado Alto: tradición de tesoro escondido (Cajamarca): http://leyendas-peru.blogspot.pe/2011/06/cercado-alto-tradicion-de-tesoro.html

Contaba el señor Vidal Cerna, que el cerro de Varapunta, en cierta oportunidad estaban cavando en la tierra y se encontraron una palanca de oro, trataban de sacarla pero pesaba mucho, entonces se fue a traer gente a que le ayuden, pero a su regreso ya no encontraron nada. La palanca de oro, había desaparecido.




Dos hombres con plata en su mochila - no sobrevive ninguno de ambos en las montañas (Ayacucho)

Recogida en Huanta, capital de la Provincia del mismo nombre, Departamento de Ayacucho (Andes centrales).

de: Ayahuarco; http://leyendasperu.blogspot.pe/

En el camino de Ayacucho a Huanta, junto a Huamanguilla, hay un lugar que tiene dos cerros inmensos; en medio de esos cerros se ve un abismo, que solamente contemplarlo causa un miedo horrible. Este lugar se llama Ayahuarco, que en castellano significa “lugar donde se cuelgan los muertos”. Hay una leyenda acerca de ese sitio, y dice así: que en tiempos remotos iban dos viajeros que llevaban dinero; uno de ellos, que era ambicioso, por quedarse con el dinero, en el momento en que pasaban por este sitio, en un descuido empujó a su compañero al abismo, pero apenas había andado unas cuantas leguas murió misteriosamente.

Dicen que todas las noches, la gente que vive en las alturas, ven en Ayahuarco un hombre colgado de una inmensa cadena que sale de ambos cerros; el hombre se lamenta toda la noche y al amanecer desaparece. Dicen que ese hombre es aquel que empujó al otro, y que está condenado, y que los diablos lo cuelgan todas las noches.




Locos cristianos: encuentran una campana de oro, juegan con cohetes y la mula regresa a la laguna... (Cajamarca)

Cajamarca.

de: Rodeopampa: tradición tesoro escondido (Cajamarca); http://leyendas-peru.blogspot.pe/2011/06/rodeopampa-tradicion-tesoro-escondido.htm

Cuentan que un pastor en cierta oportunidad estaba pastando sus ovejas por el lugar, y de pronto escuchó el sonido de una campana, como el sonido era bastante fuerte, este pastor comunicó a las autoridades de San Miguel, quienes se dirigieron al lugar indicado y efectivamente encontraron la campana que era de puro oro macizo y la misma que se ocultaba a tres metros de profundidad en el suelo.

Como la campana era bastante grande y pesada, decidieron llevarla sobre una tarima jalada por una yunta de bueyes, pero los bueyes increíblemente no podían jalarlo, entonces probaron en el lomo de la mula, la que tranquilamente iba con su campana, y ya estaban llegando a San Miguel, y había salido la población al encuentro de la campana con cohetes y banda de músicos, pero al escuchar el sonido de los cohetes, la mula en un instante se convirtió en fuego y se regreso a la laguna de Mishacocha. Esto sucedió porque la campana estaba destinada para Llapa y no para San Miguel, por eso regresó a seguir oculta en el fondo de la laguna.


*****

Locos cristianos: La leyenda de Kerukocha: una campana de oro atrae enemigos y provoca la laguna Kerukocha (Ancash)

Ancash

de: http://leyendas-peru.blogspot.pe/2015/03/la-leyenda-de-kerukocha.html; de: http://es.wikipedia.org/wiki/Recuay

Durante la colonia, el virrey envió a Recuay una campana de oro, cuyo sonido se oía a mucha distancia, envidiosos los huaracinos, marcharon sobre Recuay para apoderarse de ella.

Los recuaínos se defendieron con bravura, en el fragor de la lucha, dos guerreros, uno huaracino y otro recuaíno, se trenzaron en singular combate, el recuaíno tenía la campana y la defendía con fiereza, en el colmo del furor los dos rodaron a un precipicio y en el vertiginoso trayecto, la campana se le escapó al guerrero y cayó en una pampa donde se hundió.

Al sepultarse formó un enorme hoyo de cuya profundidad brotó agua dando origen a la laguna de Kerukocha. A las 12 de la noche ésta campana repica fúnebremente, doliéndose por la muerte de los guerreros.

[Problema: El servicio secreto google no reconoce la laguna Kerukocha en su mapa].



El Condenado - un tesoro, un choro y el castigo (Huancavelica)

Región de Huancavelica (Andes centrales).

de: http://leyendas-peru.blogspot.pe/2014/09/el-condenado.html; http://cuentosandinos.blogspot.com

Vino un empleado de un jefe de Huancavelica con plata en mulos viniendo de Ayacucho. Se alojó en una finca "Molino"de un señor David y no quería regresar a Huancavelica pero quería todo el tesoro viviendo en "Molino". Ahora un día un cuidador del "Molino" robó un mulo y una parte de la plata y lo partió con su señor David. Ahora el empleado hizo un teatro llorando sin fin pidiendo que le devuelvan la plata robada pero el señor David y el cuidador no querían aceptar nada. Poco tiempo murieron el cuidador, su mujer y su hijo. El culpable empleado tomó la fuga a los montes y se convirtió en un animal medio humano gritando "David devuelve la plata". El dueño David de la finca "Molino" se quedó vivo. Rumores dicen que él sufrió de parálisis en sus piernas y no pudo caminar más...

Versión original:

<Un arriero que traía de Ayacucho cuatro cargas de plata a lomo de mulos, por encargo de su patrón, se alojó en las inmediaciones de Izcuchaca (Huancavelica), en un lugar denominado “Molino” de propiedad del señor David, quien tenía su cuidador; éste muy de madrugada, mientras el arriero cargaba el cuarto mulo, hizo desviar una carga y arrojó solo al animal.

Mientras el cuidador se repartía el dinero con el propietario del sitio, el arriero desesperado con su desventura a cuestas, puesto que, para reparar la pérdida tenía que trabajar el resto de su vida y tal vez hasta sus descendientes, impetraba de rodillas a los causantes quienes por la codicia del dinero tornándose indolentes y sordos al clamor el pobre indio cuyas inocentes lágrimas llegaron hasta el cielo en procura de la justicia divina.

Al poco tiempo murió el cuidador del “molino”, su mujer y su hijo. Aquel por ser el culpable directo se condenó, es decir, arrojado “alma y cuerpo” de la vida ultraterrena, debía refugiarse por entre los montes tomando la forma de un animal con cabeza humana gritando de vez en vez: David devuelve la plata… Inclusive creen que por causa del humo don David, dueño del molino, que aún vive, sufrió de parálisis en sus piernas.>



EL TORO DE ORO, ENIGMA OCULTO DE JATUN UCHCU (Huanuco)

Jatun Uchcu, región de Huanuco (Andes centrales).

de: http://leyendas-peru.blogspot.pe/2010/04/mitos-y-leyendas-de-huanuco.html

Jatun Uchcu, es considerado hoy no solo un lugar turístico, sino un yacimiento de increíbles historias contadas por los pobladores, y que hasta ahora no ha podido ser explorada con intensidad, debido a su profundidad (la falta de oxígeno) y su peligrosidad que desalienta al explorador e investigador a estudiarla. Todos los que han tratado de ingresar, aseguran haber oído hablar que en el fondo hay un toro de oro amarra-do a un frondoso árbol de naranjo, cuyos frutos son también de oro y que está rodeado de hombres petrificados y que es vigilado por un indio de vestidura reluciente. Se dice que este personaje, en las noches de tranquilidad y luna llena, sale a la superficie a tocar su quena con una delicada melancolía. Manuel Nieves Fabián, en su libro «Mitos y Leyendas de Huánuco» nos relata: «Se cuenta que una noche, un hombre que había salido de su casa, volvió y gritando: ‘¡Encanto!, ¡Encanto!, ¡vengan todos! En el cerro hay un hombre como si fuera de plata, brilla como la luna y hasta empaña la vista. ¡Vengan!, ahí está tocando su quena y bailando sobre una piedra. Al escuchar los gritos salieron corriendo sus familiares y sus vecinos, pero no vieron a nadie, sólo la luna alumbraba como si fuera de día.

El hombre no se explicaba cómo había desaparecido tan rápido e intrigado se quedó toda la noche para ver si aparecía nuevamente. Al amanecer, se dirigió a la casa de Tayta Allico para que le explicara sobre el hombre de Jatun Uchcu. El anciano le respondió contando la siguiente historia: El hombre que aparece sobre la puerta de Jatun Uchcu, allá, hace muchos años atrás, había matado a su padre. En castigo, la justicia le condenó a veinte años de cárcel. Cuando se encontraba en prisión se le presentó el demonio y le propuso libertad con la única condición, que al morir su alma le serviría de esclavo. El hombre ni corto ni perezoso aceptó la propuesta y en un abrir y cerrar de ojos, fue puesto en libertad. Cuando ya se encontraba libre, nuevamente se le apareció el demonio para recordar-le el compromiso pactado.
El hombre aprovechó este momento para desconocer al demonio y negar todo tipo de contrato...El diablo ante la desfachatez del hombrecito, sumamente irritado lo cargó sobre sus hombros y lo condujo a Jatun Uchcu. Allí le condenó para que eternamente cuidara los tesoros enterrados en las entrañas, y lo sacrificó.

A partir de esa fecha, el condenado saca al campo a pastar al toro de oro en las noches de luna llena, mientras él toca su quena...En una ocasión, una mujer sorprendió al hombrecito tocando su quena y se enamoro de él, pero el diablo que no quería la felicidad de su esclavo, condujo a la mujer a Ichic Uchcu y la enterró viva. Desde entonces, cada vez que se escucha el sonido de la quena, la mujer sale a bailar y los enamorados tratan inútilmente de juntarse.

Teniendo como argumento este relato muchos han tratado de apoderarse de los tesoros de Jatun Uchcu, pero en sus intentos se han convertido en piedras. Se dice que los hombres petrificados están a la espera de alguien más fuerte que logre vencer al vigilante esclavo y a su patrón para devolverles la vida.



Un toro con oro - desaparece - el río CURI-YACU (San Martín)

Recogida de Del Castillo, en la Provincia de San Martín, Departamento del mismo nombre.

de: http://leyendasperu.blogspot.pe/

Juan Antonio Pinedo Panduro era un honrado agricultor, que en su juventud se dedicó mucho a la caza. Una mañana pidió permiso a su mamá para ir en busca de venados; y luego que ella le puso en el morral una media docena de huevos cocidos y un par de plátanos maduros, partió hacia el riachuelo Cumbaza y siguió aguas arriba hasta llegar a la cabecera de dicho riachuelo, en donde desembocan algunos otros riachuelos. De pronto vio en las aguas de uno de ellos unos shitaritos dorados y con el ansia de cogerlos los iba siguiendo, pero los pececillos como si adivinaran la intención del joven se escabullían, dirigiéndose a una poza de agua oscura. Pinedo descubrió, con sorpresa, tendido en la orilla de esta poza un enorme toro negro y brillante, que babeaba algo de color amarillo.

Y sobreponiéndose a la fuerte impresión que tuvo, se propuso investigar de cerca. El toro permanecía en el mismo estado y en el mismo sitio; se dio cuenta que en el lugar donde caía la baba del animal habían unas pepitas de oro de pura ley. Contento con este hallazgo, resolvió regresar a su casa. Pero no bien había caminado una cuadra, se produjo un viento terrible, con truenos y relámpagos, impidiéndole seguir adelante. Pinedo, al ver que era imposible continuar caminando, pues ya todo se ponía oscuro, optó por sacar del bolsillo las pepitas de oro y echarlas al riachuelo; inmediatamente y como por encanto cesó la tempestad y el cazador pudo llegar a su pueblo. Pinedo contó lo sucedido a un viejecito; éste le dijo: “En cuanto recogiste las pepitas de oro, has debido darte un corte en cualquier parte de tu cuerpo; y hubieras hecho una cruz con tu sangre sobre las pepitas para desencantarlas”.

El viejecito y Pinedo fueron al riachuelo, pero ni los peces dorados ni el toro dieron señales de vida; habían desaparecido y sólo encontraron el riachuelo que hoy lleva el nombre de Curi-Yacu o sea “Río de Oro”.




Un pirata con un tesoro en una maleta - escondida para siempre (Moquegua)

Departamento de Moquegua.

de: El vengador espíritu pirata (Moquegua); http://leyendas-peru.blogspot.pe/2011/08/el-vengador-espiritu-pirata-moquegua.html

Narran los pescadores con más experiencia del varadero artesanal de Ilo, que Puerto Inglés, playa ubicada al sur de la ciudad, fue como una especie de fuerte y desembarcadero pirata.

Los piratas desembarcaban aquellos tesoros que sustraían de los navíos de la corona española en una fortaleza peñosa construida por la propia naturaleza, la cual hallamos en el cerro de peñas que se encuentra ubicado frente a la playa.

Como era costumbre, después de haber atacado un navío real, la tripulación pirata quedaba maravillada de tanta riqueza , todos los objetos eran de oro y decorados con rubíes.

Al día siguiente de cada robo, el capitán de la embarcación declaraba los tesoros y a la vez los demás daban fe de protegerlo de cualquier amenaza inclusive sacrificando sus vidas.

Una noche Gulibert uno de los piratas, presionado por la codicia de la mujer que amaba, sustrajo un cofre. Al ser descubierto por sus compañeros, huyó despavorido rumbo al cerro de peñas con la finalidad de esconderlo, y así lo hizo.

No había pasado mucho tiempo y Gulibert fue detenido por el capitán, quien ordenó castigarlo por la traición, lo cual era castigado con la muerte, y así lo hicieron. Degollaron a Gulibert y condenaron su espíritu a la protección infinita de los tesoros.

Transcurridos los años, nadie se atrevía a buscar el baúl. Gulibert recorre las inmediaciones del cerro de peñas, decapitado, debido al castigo que le dieron.

Se dice que su espíritu seguirá penando hasta reunir la cantidad de vidas que tenía la tripulación pirata a la que pertenecía. También dicen que aquel que encuentre o trate de encontrar el baúl del tesoro será maldecido como Gulibert.




Un tesoro escondido en Tumbes donde está el fuego de un mendigo - el Hualtaco Mocho

Departamento de Tumbes (norte del Perú).

de: El Hualtaco Mocho (Tumbes); http://leyendas-peru.blogspot.pe/2011/08/el-hualtaco-mocho-tumbes.html; http://prehistoriapiura.tripod.com/leyenda_tumbe.htm

Por el año de 1902 Don Ricardo que así se llamaba el personaje de esta historia continuamente viajaba de Tumbes a la palizada hoy Puerto Pizarro, a caballo a fin de despachar los buques que llegaban a la rada.

En medio del camino se encontraba un Hualtaco que por tener la parte superior medio quemada se le conocía con el nombre de “Hualtaco Mocho” y según la tradición allí aparecía un sujeto que hablaba con el ocasional viajero que por allí pasase en un idioma nativo.

En una de esas idas y venidas Don Ricardo observó desde lejos que en la base del Hualtaco Mocho existían brasas candentes y al acercarse un sujeto le habló en un idioma para el desconocido, nuestro personaje picando espuelas galopó hasta llegar a su casa donde relato lo ocurrido.

Cuentan que allí hay un tapado que hasta ahora permanece oculto.



Selva

El Paititi: Un rumor provoca expediciones a la selva sin fin

Selva del Perú.

de: http://leyendas-peru.blogspot.pe/2012/10/el-paititi.html

Desde los lejanos tiempos de la Conquista se ha hablado de la existencia de "ciudades perdidas", del legendario Paititi y de las fabulosas riquezas escondidas entre la floresta del Departamento de Madre de Dios, encaramadas en las estribaciones de los Andes que penetran como espolones en la selva virgen.

Numerosas han sido las expediciones que se han realizado para encontrarlas, sin que ninguno de los exploradores las haya localizado hasta ahora. Al respecto dice el Padre Aza en sus "Apuntes para la Historia de Madre de Dios", que el Padre Cenitagoya, también misionero dominico, le informó sobre monumentos de respetable antigüedad encontrados en una expedición al río Pantiacolla, cuando se estableció la Misión que lleva el mismo nombre. Dichos restos, de los que antes no se tenía noticia alguna, consisten en inscripciones y figuras grabadas en roca en una tensión de once metros de largo por dos de ancho.

La codicia de los conquistadores españoles por el oro y el deseo de los indígenas de deshacerse de ellos, dieron lugar en los primeros años de la conquista a la proliferación de leyendas sobre imperios de fabulosas riquezas y bellas mujeres, enclavados en la espesura de la selva. Uno de los más interesantes relatos de este tipo es el del Imperio del Paititi, recogido y mencionado por primera vez por Alvarez de Maldonado al retorno de su desgraciada aventura al río Madre de Dios, o Amarumayo, que era el nombre con que los Incas conocieron este río.

La confusa idea, que por entonces se tenía de la región, hace que en los relatos de la época se atribuya a los ríos fantásticos recorridos por lejanos lugares. Y así, en la versión dejada por Alvarez de Maldonado sobre su expedición se mezclan y confunden los ríos Apurimac, Jauja, Jircas, Amarumayo, Manu, Etc. El hecho es que según esta leyenda del Paititi, en la confluencia del Madre de Dios y el Beni, con el río Mantaro, que se suponía se prolongaba hasta el interior de la selva amazónica, había un imperio en el que se habían originado los incas, quienes a su vez habían fracasado más tarde en el intento de conquistar a sus supuestos antecesores.

Como había sucedido con anteriores leyendas, el mito del Paititi se propagó y dio lugar a muchas tentativas de penetración en la selva de esa región, conocida también como región de los mojos, parte de las cuales se encuentra hoy en el territorio de Bolivia, en busca de las riquezas que se suponían existía allí. Desde Cochabamba y Santa Cruz salían también con frecuencia expediciones para explorar la selva amazónica, actividad que cobró inusitada intensidad cuando se generalizó la leyenda del Paititi y así, la mayoría de los gobernadores de Santa Cruz hicieron constantes intentos de penetrar en la región de los Mojos y reducirlos.

Tal fue el interés que se puso en estas andanzas que aún el Presidente de la Audiencia de Charcas, Juan de Guizarazu, preparó una expedición que no llegó a realizar, pero originó que reuniera una importante documentación sobre todas las tentativas que hasta entonces se habían realizado y sus resultados. Entre los documentos que reunió, está el relato del cura de Mataca, Diego Felipe de Alcaya, quien dice que los Incas penetraron a la región de Mojos y sostuvieron cruentas luchas con invasiones de guaraníes. Dice también Alcaya, que un general incaico, sobrino de un emperador y llamado Mango, logró someter a los indios del Paititi y su imperio llegó a tener una gran extensión.

El Conde de Castelar envió un cronista al Rey, en el que se indica la región de los ríos Madre de Dios, Beni, Mamoré y Andera y según este croquis, la región central del Imperio del Paititi se encontraría en la confluencia de los ríos Beni y Mamoré en zona que es boliviana. Pese a las numerosas expediciones realizadas por los españoles a la zona del supuesto imperio, nunca se llegó a encontrar indicios de su existencia.

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Fuentes de fotos
[1] baúl de tesoro: http://www.feste-bambini.com/feste_per_bambini_roma/caccia_al_tesoro_per_bambini_roma.asp

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