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Leyendas del Perú 3c: Incas (extraterrestres, Vikingos)

Incas: Manco Capac y Mama Ocllo -- PITUSIRA - una mujer inca hermosa con doncellas y guerreros -- Incas: El general de los ejércitos incas: Ollantay -- El Pishtaco: un gigante blanco, pelo rojo, barba rubia - [un Inca, un Vikingo] (Cajamarca) -- Los Incas mandan un toro y esconden un tesoro: El Toro de Catalina Huanca (Huacho) -- Un tesoro de los Incas: El Cerro Centinela (Huacho)

Mapa del "América" del Sur con el
              imperio incaico
Mapa del "América" del Sur con el imperio incaico [1]

presentadas por Michael Palomino (2016)

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Leyendas del Perú 3c: Incas (extraterrestres, Vikingos)

Incas: Manco Capac y Mama Ocllo

Cusco.

de: http://leyendas-peru.blogspot.pe/2011/06/manco-capac-y-mama-ocllo-cusco.html

Esta leyenda expresa que en épocas muy antiguas el dios sol compadecido del salvajismo y barbarie en que vivían los pueblos, se compadeció y decidio enviar a dos de sus hijos para que emprendieran una campaña de enseñanza y aprendizaje hasta convertirlos en verdaderos seres humanos.

A esos hijos suyos, llamados Manco Cápac y Mama Ocllo, los despidió en el lago Titicaca, de donde salieron a recorrer la tierra andina.

Les dio una vara de oro para que la enterraran en todos los lugares a donde llegaran, y se quedasen afincados en el sitio donde esta se hundiera.

Emigraron al norte, llegaron a Tamputocco, del cual pasaron a Huanacauri y por fin penetraron al valle del Cusco, donde la vara se hundió en el suelo.

Allí se quedaron y dando cumplimiento al mandato del dios sol, se arraigaron para formar un pequeño señorío.

Manco Cápac entonces, se dedicó a enseñar todas las artesanias, técnicas y demás obras necesarias para sacar a los hombres andinos de su primitivismo; Mama Ocllo, por su lado, hacia lo mismo respecto a las mujeres.

Así dice la leyenda, es cómo los peruanos aprendieron las técnicas de la agricultura, ganadería cerámica, textilería, Arte culinario, etc.



PITUSIRA - una mujer inca hermosa con doncellas y guerreros

Recogida en Calca, capital de la Provincia del mismo nombre, Departamento del Cuzco.

de: http://leyendasperu.blogspot.pe/

Cuentan que en los tiempos del famoso Imperio de los Incas existía en la ciudad de Calca, que antes se llamaba Callca, un señor altivo, orgulloso y noble; este hombre se hacía llamar Orcco Huaranca, y su fama de conquistador y guerrero era conocida por toda la comarca. Un día, después de sus acostumbradas correrías, trajo consigo a una niña, fruto de unos amores que él había ocultado. Llamó a la niña Pitusira. Pasaron los años y Pitusira se transformó en una hermosa doncella; era la Diosa de Orcco Huaranca, quien la hacía cuidar con 100 doncellas y resguardar con 500 guerreros.

Sahuasiray y Ritisiray se habían enamorado de la bella Pitusira. Ambos rivales, un día se presentaron ante Orcco Huaranca, solicitando la mano de Pitusira. Entonces el gran cacique les dijo: “concederé la mano de la bella Pitusira a quien de vosotros haga llegar el agua hasta mi propiedad”.

Ritisiray había conquistado el corazón de Pitusira; pero ambos tuvieron que llevar a cabo su audaz empresa. Sahuasiray construyó una represa en una alta montaña, en donde había una laguna (esta represa hasta ahora existe, siendo una maravillosa obra de ingeniería).
Ritisiray hizo llegar el agua por las faldas de una montaña que por su forma la llaman “Corazón”. Sahuasiray salió triunfando, al lograr traer el agua desde las alturas hasta las tierras de Orcco Huaranca.

Pitusira se casó con el orgulloso Sahuasiray. Ritisiray asistió a la boda con el corazón destrozado, y en su cerebro imaginaba horrorosos pensamientos. Una noche tempestuosa, en que la furia de los truenos azotaba Callca, Pitusira huyó a las alturas en busca de su amado, luego de encontrarse, subieron muy arriba, a la cordillera; pero Dios quiso castigarlos y convirtió a Pitusira en un monolito de piedra junto con su amado Ritisiray. Desde entonces es que ese cerro permanece siempre nevado y siempre frío.




Incas: El general de los ejércitos incas: Ollantay

de: http://leyendas-peru.blogspot.pe/2013/06/ollantay.html - http://es.wikipedia.org/wiki/Ollantay

El general de los ejércitos incas, Ollantay, es un guerrero de origen plebeyo que por sus excelentes servicios ha sido elevado a la nobleza de privilegio y se le han concedido numerosos premios. Pero se enamora de Cusi Coyllur (Lucero Alegre o Estrella), hija del Inca Pachacútec (El restaurador del mundo), amor prohibido, pues de acuerdo a las leyes de Imperio, nadie, salvo otro de linaje inca, puede casarse con una princesa. No obstante, Ollantay, enceguecido por el amor, se une a Cusi Coyllur, secreto que comparte la reina madre Ccoya o Anahuarqui.

Pese a los augurios en contra que le da el Huillac Uma o sumo sacerdote, Ollantay decide pedir al Inca que apruebe formalmente su unión con Cusi Coyllur. Pachacútec le recuerda a Ollantay su origen humilde y le señala su increíble audacia de querer “subir demasiado alto”; luego, enfurecido, lo expulsa de su presencia. Cusi Coyllur es encerrada en un calabozo de la casa de mujeres escogidas o Acllahuasi, donde deberá expiar su falta; allí dará a luz una niña, fruto de su amor con Ollantay, a la cual llamará Ima Súmac (Bella Niña).

Ollantay, al enterarse que Cusi Coyllur ya no está en el palacio de la reina madre, cree que ha sido asesinada y decide abandonar el Cuzco, junto con Piqui Chaqui (Pies de pulga), su confidente y servidor, no sin antes amenazar con volver y destruir la ciudad imperial. Se instala en la ciudad que lleva su nombre, Ollantaytambo, donde se atrinchera y se hace independiente, dispuesto a resistir con las armas a las huestes del Inca.

El Inca ordena a su general Rumi Ñahui (Ojo de Piedra) que reúna fuerzas y marche a combatir a Ollantay. Por su parte, Ollantay envía a su general Orco Huarancca (Mil Montañas) quien tiende a Rumi Ñahui una emboscada en un desfiladero, derrotándolo. Diez años después el Inca Pachacútec muere sin haber conseguido su deseo de derrotar a Ollantay; le sucede su hijo Túpac Yupanqui (El estimado por la realeza).

Mientras tanto, en el Acllahuasi, Cusi Coyllur tiene a su favor a una de las acllas o vírgenes del Sol, Pitu Salla, pero como fiera oponente a la dura Mama Caca (Madre Roca), la gobernanta del Acllahuasi. No obstante haber pasado diez años de férrea prisión, Cusi Coyllur aun conserva alguna esperanza de salir de ella. Su hija, Ima Súmac, ha sido criada por Pitu Salla como una escogida más, pero sin enterársela nada de sus padres; la niña descubrirá por casualidad a su madre, proponiéndose desde entonces ir donde el nuevo Inca a fin de pedir clemencia para ella.

Mientras tanto, Túpac Yupanqui se propone derrotar y capturar a Ollantay, para lo cual envía a Rumi Ñahui, quien le promete rehabilitarse de su anterior derrota. Esta vez Rumi Ñahui decide emplear la astucia: se presenta ante Ollantay cubierto de heridas y pretende que así lo ha tratado el nuevo Inca; de esa manera se gana su confianza y aprovechando una fiesta nocturna, abre las puertas de Ollantaytambo para dar acceso a sus tropas, las cuales, sin ninguna resistencia, logran capturar a Ollantay, a Orco Huarancca y a otros oficiales, que son llevados al Cuzco, ante la presencia de Túpac Yupanqui. Éste pregunta a sus consejeros qué debería hacer con los rebeldes. El Huillac Uma, que siempre hace de pacificador, pide clemencia; más Rumi Ñahui pide la muerte de ellos. Túpac Yupanqui aprueba la pena capital; pero a último momento no solamente perdona a los rebeldes, sino que les confiere puestos todavía más altos. Ollantay es nombrado general mayor y lugarteniente del Inca en caso de ausencia de éste por asuntos bélicos. Orco Huarancca es nombrado jefe del Antisuyo.

Pero Ollantay tendrá otra dicha más por recibir: su reencuentro con su amada Cusi Coyllur. Ello ocurre en efecto, gracias a la casualidad: Ima Súmac, desde su niñez valiente, ingresa al palacio imperial y se arrodilla ante la presencia del Inca, pidiéndole piedad para su madre, encadenada en lo más recóndito del Acllahuasi. Aunque por el momento no sabe de quién se trata, el Inca se interesa por el asunto y junto con Ollantay se dirige al Acllahuasi, donde encuentran a la mujer prisionera, que más que persona les parece un espectro cubierto solo por su larga cabellera. Finalmente el Inca reconoce en ella a su hermana (lo que es una bonita anagnórisis) de cuyos labios oye su penosa historia. Entonces Túpac Yupanqui, magnánimo, la libera y allí mismo la desposa con Ollantay, terminando así, con final feliz, el drama inca.




El Pishtaco: un gigante blanco, pelo rojo, barba rubia - [un Inca, un Vikingo] (Cajamarca)

Los Andes.

de: El Pishtaco (Cajamarca); http://leyendas-peru.blogspot.pe/2011/06/el-pishtaco-cajamarca.html

Este es uno de los personajes de mayor presencia en la narrativa oral andina. Se trata de un personaje prefigurado con presencia en las altas cordilleras, parajes desolados, lagunas y quebradas de los Andes. Tiene como característica primordial su gran medida corpórea y su aspecto de hombre blanco, barbudo y rubio o pelirrojo. Algunos han observado la similitud de este personaje con los antiguos conquistadores, Mistis o hijos de los terrieros españoles o mestizos blancos que teniendo fama de sanguinarios, inmorales y de lengua no reconocible por los quechuas.

[Con ese Pishtaco se confirma la indicación de los primeros cronistas cristianos que los Incas fueron blancos, y también la indicación del historiador Zillmer parece lógico que los Incas fueron Vikingos que habían tomado la fuga de la Iglesia bruta de Roma. Ahora los indígenas desarrollaron rumores y difamaciones contra el Pishtaco]:

[Los indígenas con rumores contra el gigante rojo rubio]

Hacían de este un personaje diabólico e invencible como los ichillocllo o gnomos barbados, rubios lujuriosos que pueblan puquios y manantiales.

[La difamación de sacar la grasa humana]

El "Nacaj" o Pishtaco no es un simple asesino. En su raíz mítica no mata por dinero ni por diversión, sino por mandato de superiores con el fin de obtener una dotación de grasa humana. Según versiones recientes recogidas en el Cuzco por F. Kauffmann (1974) esta grasa humana sería indispensable para el funcionamiento de maquinaria fina emplazada en Lima y para mezclarla con la gasolina para hacer volar a los aviones.

El pishtaco pudo ser en tiempos pre-colombinos un comisionado oficial del sacerdocio, proveedor de material para los sacrificios.


Los Incas mandan un toro y esconden un tesoro: El Toro de Catalina Huanca (Huacho)

Santa María y Hualmay, región de Huacho.

de: Julio Solórzano Murga; en: http://leyendas-peru.blogspot.pe/2011/07/el-toro-de-catalina-huanca-huacho-lima.html - http://www.huacho.net

El Toro Huanco

Desde el año 1945 hasta promediar el año 1970, los vecinos de Santa Maria y Hualmay dedicados a la agricultura y a la ganadería en pequeña escala, en época de escasez de pasto llevaban en forma conjunta a pastear sus reces en la conocidísimas “Lomas de Lachay” situado a 50 Km. al sur de Huacho.

Las lomas de Lachay siempre fue un lugar de verdes pastizales, sobre todo en los meses de invierno cuando el pasto se escasea en los terrenos de cultivo de los pequeños agricultores de estos dos distritos, así como también los ganaderos en menor escala de Sayán y Huaral. Cada comunidad campesina albergaba alrededor de 300 cabezas de ganado vacuno, pastoreada por sus propietarios que iban apertrechados con todo lo necesario para pernoctar todo el tiempo de pastoreo que eran aproximadamente de 25 a 30 días.

Concluida el tiempo de pastoreo, las comunidades campesinas reunían sus ganados para la verificación de rutina, para luego partir el regreso a casa. Cierto día al finalizar el rodeo a la media noche sucedió algo insólito, se escuchó un ruido ensordecedor por lo cual las reces se espantaron y huyeron despavoridos en diferentes direcciones. Las personas que cuidaban las reces no podían controlar el desbande descomunal del ganado. Nadie veía nada, pero todos decían el “Toro Huanco” y así sucedía cada en temporada de pastoreo.

Durante la estampida se perdían algunas reces que se desbarrancaban de las lomas y quedaban como comida para las aves de rapiña. En cierta ocasión el comunero Jacinto Chinchay, perdió su mejor torillo, no lo encontraba por ningún lugar, busco a su animal por varios días internándose hacia quebradas lejanas, logrando ubicarlo en una de las quebradas situada a dos días de camino del lugar de pastoreo. Cuando estuvo cerca del animal don Jacinto comenzó a tener temor, atardecía ya, el sol se ocultaba lentamente y las piedras alumbraban como si fueran faros de carro, Jacinto logro sacar a su torillo, se ideo la manera de ubicarse bien colocando señales donde las piedras alumbraban.

Pasado varios años cuenta esta aventura a un amigo que según se dice le había pasado la misma historia en el cerro llamado el “Toro” ubicado en la Pampa de Animas en el distrito de Santa Maria, que al final resulto ser un gran “TAPADO” oculto por los antiguos Incas. Según los brujos y espiritistas de la zona confirman que lo sucedido a Jacinto Chinchay fue el entierro de un gran tesoro, que posiblemente perteneció a “Catalina Huanca”. De ahí viene el nombre de “Toro Huanco” porque alguien tenía el dato de dicho tesoro que se encuentra en el lugar donde señalo don Jacinto Chinchay.



Un tesoro de los Incas: El Cerro Centinela (Huacho)

Carquín, región de Huacho

de: http://leyendas-peru.blogspot.pe/2011/07/el-cerro-centinela-huacho-lima.html - http://www.huacho.net

Los antiguos pobladores de Carquín afirman que el Cerro Centinela tiene mágicos sucesos, como aquel túnel con muchos caminos, extensos, que Ilega incluso hasta la Histórica Huaura.

Los pobladores manifiestan, que en este cerro los antiguos incas guardaban el oro y objetos de valor, para evitar ser víctimas de saqueos por parte de los españoles.

Cuentan, que los incas pusieron varias trampas y también a un Centinela, que era una especie de brujo que cuidaba celosamente el preciado tesoro. Narran además, que algunos intrépidos jóvenes que ingresaban con el deseo de apoderarse de dicho tesoro nunca lograron salir.

En una oportunidad un estudiante de la capital ingresó y dos días después salió con síntomas de locura, y botando espuma por la boca.

La gente afirma que ha existido siempre ese túnel y no lo han podido explorar por terror a ser encantados, o podría cerrarse tras de ellos y no poder salir nunca. Por eso nadie quiere entrar, ni menos destruirlo, pues lo consideran como una reliquia del pueblo de Carquín.

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Fuentes de fotos
[1] Mapa del "América" del Sur con el imperio incaico: https://de.wikipedia.org/wiki/Inka

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