de:
Javier Cabrera Darquea: El mensaje de las piedras
grabadas de Ica; edición privada, quinta edición 1991;
avenida Bolívar 170, plaza de Armas, Ica, Perú. tel.
231933 / 234363;
4.4. [LA VENTA DE PIEDRAS GRABADAS EN OCUCAJE - Y
FALSIFICACIONES CON "PRODUCCIÓN" ACTUAL] (p.151-158)
[Unos campesinos venden piedras grabadas y el
gobierno peruano loco no hace NADA]
Las piedras se venden en el caserío de Ocucaje, pequeño
doblado constituido por un conjunto de casas
diseminadas, algunas hechas de cañas recubiertas de
barro y otras hechas de adobe. Sólo algunos de los
campesinos que habitan en el poblado las venden. Que
estos campesinos vendan las piedras en sus mismos
domicilios, ha servido para que se crea que son el
producto de una artesanía (p.151) local. Que se vendan
con un brillo y color dado por una capa de betún, ha
servido para hacer más sólida esa creencia (29).
(29) En
los primeros años los Gliptolitos de vendían sin
alteración alguna. La mayoría de mi colección proceda
de esa época. Pero cuando empece a mostrar las
conclusiones preliminares de mis estudios que iban
demostrando cada vez más categóricamente la validez
arqueológica de ellas, empezaron a venderse con el
brillo y el color del betún.
[Unos campesinos falsifican piedras grabadas
sistemáticamente y el gobierno peruano loco no hace
NADA]
Y por último: el que quienes las venden manifiestan,
cuando lo creen necesario, que ellos son los autores de
los grabados, ha servido para que tal creencia sea
rotunda. Sin embargo, todo esto no es más que el
resultado de un embuste hábilmente urdido por los
interesados en que se crea que las Piedras Grabadas de
Ica no son especímenes arqueológicos, con el propósito
de que puedan ser libremente comercializadas. Y ante mi
insistencia de que se realicen los estudios científicos
para que se reconozca la validez arqueológica y así se
ponga fin al comercio ilícito de las piedras, el hábil
embuste ha creído ponerse a cubierto acuñando una
coartada: en vista de que actualmente puede grabarse
piedras, se ha logrado que estos campesinos graben una
que otra, algunas de ellas en presencia de personas
neófitas en la materia, para que éstas certifiquen que
todas las Piedras Grabadas de Ica son de manufactura
reciente.
[Pero los campesinos no graban de la misma
manera y el gobierno peruano loco les deja falsificar]
Para el embuste parece haberse pensado en todo: como el
tipo de piedra que utilizó la Humanidad Gliptolítica
puede encontrarse - aunque escasamente - en la zona de
Ocucaje, estos campesinos lo utilizan para hacer sus
demostraciones, dado que son fáciles de grabar con
cualquier objeto que tenga dureza. Pero como estas
piedras son escasas, se ven obligados a utilizar los
Gliptolitos. Para ello borran el grabado y entonces el
Gliptolito queda en condiciones de poder ser utilizado
en la demostración de grabar figuras ante los
sorprendidos neófitos que asisten ciega e ingenuamente
al embuste. Otras veces emplean los cantos rodados, tan
comunes y abundantes en los lechos (p.152) de los ríos,
y que son extraordinariamente duros. Para hacer en éstos
las incisiones, se valen de sierras de acero. Pero tanto
en uno como en otro tipo de piedra el trazo revela
impericia, extremada simpleza y poca profundidad de
incisión. Es más: los análisis de laboratorio que se
hagan sobre estas piedras tendrán que revelar la
inexistencia de la película de oxidación - capa de
envejecimiento - que recubre los grabados en los
especímenes auténticos. Pero el hábil embuste va más
allá: en gliptolitos, los supuestos artesanos graban, al
lado de figuras y símbolos gliptolíticos, sus iniciales,
fechas, dibujos de objetos actuales y algunas veces
leyendas que pretenden aludir a las figuras
representadas. Resultan así mezclas insólitas, com por
ejemplo un dinosaurio junto a un ómnibus o una botella.
Con todas estas modalidades de grabar actualmente
piedras, los campesinos de Ocucaje graban unas cuantas
que luego exhiben y hacen creer que todas las
auténticamente gliptolíticas son de hechura reciente.
Así, se ridiculiza la idea de que sean testimonios de
una humanidad que existió en el más remoto pasado y con
ello se aseguran que puedan ser comercializadas
libremente. Las fotos de la única piedra con las que la
revista Mundial ilustra su artículo y el diario Correo
las declaraciones del director del Museo Regional de Ica
- en ambos casos, como ya he dado cuenta, para demostrar
que las piedras grabadas las hacen actualmente los
campesinos de Ocucaje -, no son sino fotos de una piedra
cuya figura es indudablemente falsificada para que sirva
de cebo a profanos en la materia. Se ha tratado de
imitar la simbología gliptolítica, pero el uso de ésta
sin conocimiento de la sistemática ha dado por resultado
un dibujo de trazos anárquicos, en donde lo que parece
haberse querido representar como la cabeza de un hombre
es una mezcla de bestia con calavera humana (Véase Figs.
34 y 35).
Fig. 34: El diario "Mundial" presenta
campesino con piedra grabada falsa (p.154)
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Fig. 35: El diario "Mundial" presenta
campesino con piedra grabada falsa, detalle
(p.155)
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He aquí un acto desleal a la
ciencia que se pregona defender: afirmar que
las Piedras Grabadas de Ica son
manufacturadas por actuales campesinos de
Ocucaje, y no haber realizado ningún estudio
científico que sustente tal afirmación. En
vez de ello, exhibir fotos de una piedra
falsificada, la única que encontraron los
interesados en poder de los supuestos
autores de los miles de piedras que han
salido y siguen saliendo de Ocucaje. La
pregonada intención de defender a la Ciencia
se torna dudosa cuando quienes en enero de
1975 afirmaron públicamente que (p.155) las
piedras eran falsas (redactores de la
revista limeña Mundial y Adolfo Bermúdez
Jenkins, Director del Museo Regional de Ica,
a través del diario limeño Correo)
utilizaron entre las fotos que exhibieron no
sólo las de la misma piedra sino además una
misma foto: Correo se vale de un detalle
(Fig. 35) de una de las fotos exhibidas dos
días antes en mundial (Fig. 34).
¿Hubo acuerdo previo entre los interesados
en ambas publicaciones? ¿Por orden de quién
y con qué propósito? Hacer afirmaciones en
nombre de la Ciencia recurriendo a actos
desleales a la Ciencia misma, puede obedecer
al temor de que la Ciencia se encargue de
convalidar oficialmente lo que se quiere
destruir: el valor científico que siempre
han tenido las Piedras Grabadas de Ica
(p.156).
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[1975: El "exportador" de piedras grabadas
Carcelén afirma que piedras grabadas serían
"artesanía" - el ministerio de cultura da aprobación
para exportar desde 1973]
En enero de 1975, el diario limeño La Prensa publicó las
declaraciones de Marino T. Carcelén, un exportador de
Piedras Grabadas de Ica o Gliptolitos. La información
del diario dice que, a juicio del señor Carcelén, las
Piedras Grabadas de Ica no son otra cosa que artesanía,
que él (p.153) mismo las ha visto fabricar y que para
disipar toda duda sobre la contemporaneidad de las
piedras que exporta, las hace firmar por la artesana
Irma Gutiérrez de Aparcana. Pero el diario le señala una
contradicción, que pone en duda el que tales ejemplares
sean artesanía. Dice el diario:
"Sin embargo, habría que anotar que el símbolo utilizado
como firma y que aparece en todas aquellas piedras que
nos ha mostrado, da la impresión a veces de haber sido
realizado con otro instrumento o en momento distinto al
de la grabación propiamente dicha, pues es de trazo y
color ligeramente diferentes, en algunas piedras por lo
menos." (30)
(30
Véase nota 25: ("Exportador de Gliptolitos dice que
son artesanía"; En: La Prensa, Lima, 7 de enero 1975)
El diario agrega que Marino T. Carcelén manifiesta estar
exportando piedras desde 1973, para lo cual el Instituto
Nacional de Cultura le otorga autorización (31)
(31) El
Instituto Nacional de Cultura - antes Casa de la
Cultura del Perú - es el organismo que entre sus
funciones tiene la de resguardar el patrimonio
arqueológico nacional.
El diario acompaña su información con la foto de un
documento que autoriza a Marino T. Carcelén la
exportación de las piedras grabadas (p.156). Aquellos
campesinos que abiertamente venden ejemplares de
Gliptolitos en el caserío de Ocucaje, no creo que sean
los que han hallado los depósitos que usó la Humanidad
Gliptolítica para guardar las piedras. Los que conocen
los depósitos extraen las piedras y las llevan al
caserío con dos finalidades inmediatas:
-- mantener la imagen de que son producto de artesanía
local y mantener en secreto el lugar de los depósitos.
-- Pero tampoco creo que estos campesinos como los que
venden las piedras sean los únicos interesados en que se
sigan vendiendo sin tropiezo alguno. Deben ser
instrumentos de una organización cuyos jefes han urdido
todo este embuste tan propio de una auténtica mafia que,
envenenada por el ansia de hacer dinero, no le importa
que su propósito sea alcanzado aun a costa de atentar
contra el más importante patrimonio arqueológico no sólo
del Perú sino también de la humanidad.
[La manipulación del diario "Mundial" mostrando
solo una única piedra en una foto en el artículo - y
el gobierno peruano loco no hace NADA]
Esto no es imaginación. Hay indicios reveladores e
incuestionables. Los periodistas autores del artículo de
la revista "Mundial" no fueron directamente a Ocucaje;
antes se entrevistaron con alguien en la ciudad de Ica,
quien les dio los nombres de los supuestos artesanos de
las piedras a quienes debían entrevistar, según se
informa en el artículo. ¿Quién es esa persona? el hecho
de que la revista exhiba fotos de una sola piedra
falsificada, demuestra que no encontraron los miles de
piedras cuya paternidad atribuye a los supuestos
artesanos; si las hubieran encontrado las habrían
fotografiado. En el reportaje que publica el diario
"Correo" y que recoge las opiniones de Adolfo Bermúdez
Jenkins, Director del Museo Regional de Ica, se exhiben
fotos de una sola piedra. Las fotos de la revista y del
reportaje son de la misma piedra, y una de las fotos se
utiliza en ambas publicaciones.
¿Quién ha proveído de la misma foto a dos órganos
periodísticos diferentes cuyos artículos tienen el mismo
propósito? ¿Por orden de quién? Y finalmente, son
reveladoras las palabras vertidas por el Prefecto del
departamento de Ica, ingeniero Enrique Egoaguirre, a los
periodistas de la revista "Mundial". Luego de señalar,
respecto de Basilio Uchuya e Irma Gutiérrez de Aparcana,
"nos hemos limitado a tomar sus declaraciones y nada
más", el prefecto agregó:
"Esto, a pesar de que hay gente interesada en este
asunto. Gente (p.157) que, incluso, me ha llamado desde
Lima para decirme que por qué no hacemos esto o
aquello". ¿A quiénes se refería el prefecto? Responder a
estas interrogantes puede conducir no sólo a conocer
quiénes son los más interesados en que se sigan
vendiendo estos auténticos especímenes arqueológicos,
sino también a conocer los depósitos de donde se les
sigue extrayendo por millares. Así, se habrá logrado
develar el misterio de Ocucaje (p.158).