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Cabrera: Mensaje de las piedras

4. El misterio de Ocucaje y el secreto de los incas

4.4. [LA VENTA DE PIEDRAS GRABADAS EN OCUCAJE - Y FALSIFICACIONES CON "PRODUCCIÓN" ACTUAL]

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Presentación de Michael Palomino (2012)


de: Javier Cabrera Darquea: El mensaje de las piedras grabadas de Ica; edición privada, quinta edición 1991; avenida Bolívar 170, plaza de Armas, Ica, Perú. tel. 231933 / 234363;


4.4. [LA VENTA DE PIEDRAS GRABADAS EN OCUCAJE - Y FALSIFICACIONES CON "PRODUCCIÓN" ACTUAL] (p.151-158)

[Unos campesinos venden piedras grabadas y el gobierno peruano loco no hace NADA]

Las piedras se venden en el caserío de Ocucaje, pequeño doblado constituido por un conjunto de casas diseminadas, algunas hechas de cañas recubiertas de barro y otras hechas de adobe. Sólo algunos de los campesinos que habitan en el poblado las venden. Que estos campesinos vendan las piedras en sus mismos domicilios, ha servido para que se crea que son el producto de una artesanía (p.151) local. Que se vendan con un brillo y color dado por una capa de betún, ha servido para hacer más sólida esa creencia (29).

(29) En los primeros años los Gliptolitos de vendían sin alteración alguna. La mayoría de mi colección proceda de esa época. Pero cuando empece a mostrar las conclusiones preliminares de mis estudios que iban demostrando cada vez más categóricamente la validez arqueológica de ellas, empezaron a venderse con el brillo y el color del betún.

[Unos campesinos falsifican piedras grabadas sistemáticamente y el gobierno peruano loco no hace NADA]

Y por último: el que quienes las venden manifiestan, cuando lo creen necesario, que ellos son los autores de los grabados, ha servido para que tal creencia sea rotunda. Sin embargo, todo esto no es más que el resultado de un embuste hábilmente urdido por los interesados en que se crea que las Piedras Grabadas de Ica no son especímenes arqueológicos, con el propósito de que puedan ser libremente comercializadas. Y ante mi insistencia de que se realicen los estudios científicos para que se reconozca la validez arqueológica y así se ponga fin al comercio ilícito de las piedras, el hábil embuste ha creído ponerse a cubierto acuñando una coartada: en vista de que actualmente puede grabarse piedras, se ha logrado que estos campesinos graben una que otra, algunas de ellas en presencia de personas neófitas en la materia, para que éstas certifiquen que todas las Piedras Grabadas de Ica son de manufactura reciente.

[Pero los campesinos no graban de la misma manera y el gobierno peruano loco les deja falsificar]

Para el embuste parece haberse pensado en todo: como el tipo de piedra que utilizó la Humanidad Gliptolítica puede encontrarse - aunque escasamente - en la zona de Ocucaje, estos campesinos lo utilizan para hacer sus demostraciones, dado que son fáciles de grabar con cualquier objeto que tenga dureza. Pero como estas piedras son escasas, se ven obligados a utilizar los Gliptolitos. Para ello borran el grabado y entonces el Gliptolito queda en condiciones de poder ser utilizado en la demostración de grabar figuras ante los sorprendidos neófitos que asisten ciega e ingenuamente al embuste. Otras veces emplean los cantos rodados, tan comunes y abundantes en los lechos (p.152) de los ríos, y que son extraordinariamente duros. Para hacer en éstos las incisiones, se valen de sierras de acero. Pero tanto en uno como en otro tipo de piedra el trazo revela impericia, extremada simpleza y poca profundidad de incisión. Es más: los análisis de laboratorio que se hagan sobre estas piedras tendrán que revelar la inexistencia de la película de oxidación - capa de envejecimiento - que recubre los grabados en los especímenes auténticos. Pero el hábil embuste va más allá: en gliptolitos, los supuestos artesanos graban, al lado de figuras y símbolos gliptolíticos, sus iniciales, fechas, dibujos de objetos actuales y algunas veces leyendas que pretenden aludir a las figuras representadas. Resultan así mezclas insólitas, com por ejemplo un dinosaurio junto a un ómnibus o una botella.

Con todas estas modalidades de grabar actualmente piedras, los campesinos de Ocucaje graban unas cuantas que luego exhiben y hacen creer que todas las auténticamente gliptolíticas son de hechura reciente. Así, se ridiculiza la idea de que sean testimonios de una humanidad que existió en el más remoto pasado y con ello se aseguran que puedan ser comercializadas libremente. Las fotos de la única piedra con las que la revista Mundial ilustra su artículo y el diario Correo las declaraciones del director del Museo Regional de Ica - en ambos casos, como ya he dado cuenta, para demostrar que las piedras grabadas las hacen actualmente los campesinos de Ocucaje -, no son sino fotos de una piedra cuya figura es indudablemente falsificada para que sirva de cebo a profanos en la materia. Se ha tratado de imitar la simbología gliptolítica, pero el uso de ésta sin conocimiento de la sistemática ha dado por resultado un dibujo de trazos anárquicos, en donde lo que parece haberse querido representar como la cabeza de un hombre es una mezcla de bestia con calavera humana (Véase Figs. 34 y 35).

Fig. 34: El diario
                              "Mundial" presenta campesino con
                              piedra grabada falsa
Fig. 34: El diario "Mundial" presenta campesino con piedra grabada falsa (p.154)

Fig. 35: El diario
                              "Mundial" presenta campesino con
                              piedra grabada falsa, detalle
Fig. 35: El diario "Mundial" presenta campesino con piedra grabada falsa, detalle (p.155)
He aquí un acto desleal a la ciencia que se pregona defender: afirmar que las Piedras Grabadas de Ica son manufacturadas por actuales campesinos de Ocucaje, y no haber realizado ningún estudio científico que sustente tal afirmación. En vez de ello, exhibir fotos de una piedra falsificada, la única que encontraron los interesados en poder de los supuestos autores de los miles de piedras que han salido y siguen saliendo de Ocucaje. La pregonada intención de defender a la Ciencia se torna dudosa cuando quienes en enero de 1975 afirmaron públicamente que (p.155) las piedras eran falsas (redactores de la revista limeña Mundial y Adolfo Bermúdez Jenkins, Director del Museo Regional de Ica, a través del diario limeño Correo) utilizaron entre las fotos que exhibieron no sólo las de la misma piedra sino además una misma foto: Correo se vale de un detalle (Fig. 35) de una de las fotos exhibidas dos días antes en mundial (Fig. 34).

¿Hubo acuerdo previo entre los interesados en ambas publicaciones? ¿Por orden de quién y con qué propósito? Hacer afirmaciones en nombre de la Ciencia recurriendo a actos desleales a la Ciencia misma, puede obedecer al temor de que la Ciencia se encargue de convalidar oficialmente lo que se quiere destruir: el valor científico que siempre han tenido las Piedras Grabadas de Ica (p.156).


[1975: El "exportador" de piedras grabadas Carcelén afirma que piedras grabadas serían "artesanía" - el ministerio de cultura da aprobación para exportar desde 1973]

En enero de 1975, el diario limeño La Prensa publicó las declaraciones de Marino T. Carcelén, un exportador de Piedras Grabadas de Ica o Gliptolitos. La información del diario dice que, a juicio del señor Carcelén, las Piedras Grabadas de Ica no son otra cosa que artesanía, que él (p.153) mismo las ha visto fabricar y que para disipar toda duda sobre la contemporaneidad de las piedras que exporta, las hace firmar por la artesana Irma Gutiérrez de Aparcana. Pero el diario le señala una contradicción, que pone en duda el que tales ejemplares sean artesanía. Dice el diario:

"Sin embargo, habría que anotar que el símbolo utilizado como firma y que aparece en todas aquellas piedras que nos ha mostrado, da la impresión a veces de haber sido realizado con otro instrumento o en momento distinto al de la grabación propiamente dicha, pues es de trazo y color ligeramente diferentes, en algunas piedras por lo menos." (30)

(30 Véase nota 25: ("Exportador de Gliptolitos dice que son artesanía"; En: La Prensa, Lima, 7 de enero 1975)

El diario agrega que Marino T. Carcelén manifiesta estar exportando piedras desde 1973, para lo cual el Instituto Nacional de Cultura le otorga autorización (31)

(31) El Instituto Nacional de Cultura - antes Casa de la Cultura del Perú - es el organismo que entre sus funciones tiene la de resguardar el patrimonio arqueológico nacional.

El diario acompaña su información con la foto de un documento que autoriza a Marino T. Carcelén la exportación de las piedras grabadas (p.156). Aquellos campesinos que abiertamente venden ejemplares de Gliptolitos en el caserío de Ocucaje, no creo que sean los que han hallado los depósitos que usó la Humanidad Gliptolítica para guardar las piedras. Los que conocen los depósitos extraen las piedras y las llevan al caserío con dos finalidades inmediatas:

-- mantener la imagen de que son producto de artesanía local y mantener en secreto el lugar de los depósitos.

-- Pero tampoco creo que estos campesinos como los que venden las piedras sean los únicos interesados en que se sigan vendiendo sin tropiezo alguno. Deben ser instrumentos de una organización cuyos jefes han urdido todo este embuste tan propio de una auténtica mafia que, envenenada por el ansia de hacer dinero, no le importa que su propósito sea alcanzado aun a costa de atentar contra el más importante patrimonio arqueológico no sólo del Perú sino también de la humanidad.

[La manipulación del diario "Mundial" mostrando solo una única piedra en una foto en el artículo - y el gobierno peruano loco no hace NADA]

Esto no es imaginación. Hay indicios reveladores e incuestionables. Los periodistas autores del artículo de la revista "Mundial" no fueron directamente a Ocucaje; antes se entrevistaron con alguien en la ciudad de Ica, quien les dio los nombres de los supuestos artesanos de las piedras a quienes debían entrevistar, según se informa en el artículo. ¿Quién es esa persona? el hecho de que la revista exhiba fotos de una sola piedra falsificada, demuestra que no encontraron los miles de piedras cuya paternidad atribuye a los supuestos artesanos; si las hubieran encontrado las habrían fotografiado. En el reportaje que publica el diario "Correo" y que recoge las opiniones de Adolfo Bermúdez Jenkins, Director del Museo Regional de Ica, se exhiben fotos de una sola piedra. Las fotos de la revista y del reportaje son de la misma piedra, y una de las fotos se utiliza en ambas publicaciones.

¿Quién ha proveído de la misma foto a dos órganos periodísticos diferentes cuyos artículos tienen el mismo propósito? ¿Por orden de quién? Y finalmente, son reveladoras las palabras vertidas por el Prefecto del departamento de Ica, ingeniero Enrique Egoaguirre, a los periodistas de la revista "Mundial". Luego de señalar, respecto de Basilio Uchuya e Irma Gutiérrez de Aparcana, "nos hemos limitado a tomar sus declaraciones y nada más", el prefecto agregó:

"Esto, a pesar de que hay gente interesada en este asunto. Gente (p.157) que, incluso, me ha llamado desde Lima para decirme que por qué no hacemos esto o aquello". ¿A quiénes se refería el prefecto? Responder a estas interrogantes puede conducir no sólo a conocer quiénes son los más interesados en que se sigan vendiendo estos auténticos especímenes arqueológicos, sino también a conocer los depósitos de donde se les sigue extrayendo por millares. Así, se habrá logrado develar el misterio de Ocucaje (p.158).


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