Muerte Grau en Angamos el
8 de octubre de 1879 y Bolognesi el 7 de junio de 1880 en
Arica, el Perú quedó a merced del enemigo (la guerra sería
definida el 13 y 14 de enero en San Juan y Miraflores, y
el 16 de enero de 1881 ingresaron a Lima). El presidente
Pinto ordenó que se hicieran expediciones por la Costa
para atemorizar a las poblaciones.
a. Palabras de un senador
e historiador chileno.
"Linch [Lynch] y la invasión de Chimbote: En los primeros
días del mes de setiembre la expedición se hizo a la mar;
iban en pos de vergüenza e ignominia. Constaba con 2.230
hombres de todas las armas, acondicionados en dos vapores.
Salieron de Arica el día 4 y el 10 anclaban en Chimbote."
Cerca de este puerto estaban las haciendas de Puente y
Palo Seco propiedades de don Dionisio Derteano. Había aquí
un ferrocarril para el transporte de caña, grandes
edificios que ocupaban los talleres; treintiseis casas
para empleados, hechas de fierro y madera, construidas en
los Estados Estúpidos. La casa era un verdadero palacio
ricamente amueblado. Tenía una casa de pailas y maquinaria
valiosísima para la elaboración de azúcar, numerosos
establos con gran cantidad de caballos de pura sangre,
entre ellos el potro [caballo pequeño] que costó en
Inglaterra 1.500 libras esterlinas, hijo del famoso
Gladiator (p.78).
El ingenio de arroz estaba también dotado de buena casa y
excelentes bodegas. Los principales edificios fueron
construidos en 1876.
[El chileno criminal
Lynch quiere 100 mil pesos en 3 días - y después Lynch
deja quemar todo]
"Apenas hubo desembarcado Linch en esta población pacífica
y floreciente intimó el pago de una contribución de 100
mil pesos. Esta suma se debía de pagar en el término
perentorio de tres días, o pena de destruir por el fuego y
la dinamita aquel gran establecimiento; el alambique
[palos], los trapiches [molinas de azúcar], los calderos
[baldes metálicos], todo fue quemado y destruido." (p.79)
en: Carlos Valcárcel:
Historia de los peruanos; pág. 200 (1)
(1) Biblioteca Nacional del Perú; Lima
Capítulo II: cupo exigido por el ejército
chileno
a. Telegrama de Nepeña.
[Nepeña es un pueblo en un valle cerca de Vesique].
Fecha 11 de setiembre de 1880.
"Señor Derteano: Ayer recibimos el siguiente telegrama
para Ud. que no pudimos trasmitir por interrupción de la
línea. Señor Derteano, con arreglo a las instrucciones de
mi gobierno, impongo a su ingenio de Palo Seco una
contribución de guerra de cien mil pesos en plata o
especies que valgan esa misma suma. Si no contesta ud.
inmediatamente dando las órdenes correspondientes a su
empleado para que satisfaga la indicada contribución,
tendré el dolor de arasar completamente su ingenio de Palo
Seco. Puede usted indicar los medios de pagar la
mencionada contribución de guerra. Jefe de la
División del Ejército Chileno. Chimbote."
de: El Peruano, Nº 63, Año
3, Tomo 2; Lima, miércoles 15 de setiembre de 1880
Linch tuvo vergüenza de poner su nombre en el telegrama.
b. Segundo telegrama de
Nepeña.
"Señor Dionisio Derteano. Calle Ayacucho Nº 76.
Chilenos posesión hacienda, esperan hasta mañana
contestación sobre pago cien mil pesos plata o destruyen
fundo. Estoy bien, no me he movido de aquí; personalmente
los recibí, el término es hasta las 10:00 a.m. Arturo
Derteano. Setiembre 11 de 1880." (p.79)
de: Íbid. Ut Supra (2)
(2) El Peruano,
periódicos de la época. Archivo Histórico del Perú
Notificado Derteano de tan difícil situación trató de
hacer gestiones para satisfacer el chantaje y salvar su
hacienda. La Casa Graham Rose y Cía, le autorizó
para que girase sobre su cuenta en Valparaíso, y hacía al
mismo tiempo un telegrama a Mr. J. W. Firth, gerente de la
Compañía Inglesa de Vapores comunicándole su decisión de
pagar el referido cupón.
Al ser enviado el mensaje a la oficina de telégrafos, se
le solicitó el visto bueno de la Secretaría General. Al
verificar este trámite fue paralizada su gestión y en su
lugar se expidió un Decreto Supremo:
"Lima, 11 de setiembre de 1880. Visto el presente
telegrama que quedará archivado en la Secretaría de
Gobierno y no pudiendo ser considerado el pago de cien mil
pesos a las fuerzas chilenas sino como un auxilio al
enemigo del Perú, lo que constituiría delito contra él,
sin que conste la amenaza de destruir el fundo mismo, que
no es lícito evitar por aquel medio, prohíbese
absolutamente el envío de dicho despacho telegráfico y se
recuerda que la entrega de toda suma al enemigo por el
hacendado de Puente, cualquiera que sea la forma en que se
verifique, será perseguida y penada como delito de
traición a la República. Declárese además ipso facto, de
la pertenencia del Estado toda propiedad que suministrase
al enemigo dinero o especies que no tomase éste a viva
fuerza y por sí mismo. Téngase esta resolución como regla
general para los casos de igual naturaleza, dándose copia
de ella y del telegrama de su referencia a los interesados
si lo demandasen. Publíquese y regístrese. Rúbrica de S.E.
Orbegoso." (p.80)
c. Telegrama de Dionisio
Derteano a su hijo Arturo.
"Contesta por escrito al señor comandante de la expedición
chilena que me has comunicado su notificación, y que
espantado del procedimiento de su Gobierno, e impotente
como ciudadano aislado ante la fuerza militar que manda,
tengo que someterme a las consecuencias que mi patriotismo
me impone; pero que habiendo en Palo Seco valiosos
intereses de terceros neutrales comprometidos bajo la fe
de mi palabra y por obligaciones comerciales los he
impuesto de lo que pasa, a fin de que lo resguarden hasta
donde sea posible. Dionisio Derteano. Lima, setiembre 12
de 1880." (p.80)
d. Carta de Arturo
Derteano a Patricio Linch [Lynch].
"Chimbote, setiembre 13 de 1880. Señor coronel Patricio
Linch.
Tengo el honor de dirigirme a Ud. dándole a saber que a
pesar de los esfuerzos que creí de mi deber hacer para
salvar el fundo de mi señor padre, no he conseguido mi
intento, porque un Decreto del Jefe Supremo de la
República trasmitido por telégrafo, prohíbe hacer
transacciones de este género. Mi señor padre me encarga
hacer presente a Ud., que el fundo Puente se halla afecto
a la responsabilidad de valiosos intereses de un tercero
neutral, y que Ud. se sirva tener éstos en consideración.
Me permito indicar a usted que actualmente se hallan en el
fundo algunas familias de empleados extranjeros (sic), por
lo que solicito a Ud. se sirva dar sus órdenes a fin de
que con las mayores seguridades posibles sean trasladados
por ferrocarril a este puerto para ser embarcados. Soy de
Ud. S.A.S.S. Arturo Derteano."
de: El Peruano; Lima,
miércoles 22 de setiembre de 1880. Diario La Patria
e. Respuesta de Linch
[Lynch] a Arturo Derteano.
"Chimbote, setiembre 13 de 1880. Señor Arturo Derteano.
Presente. Muy señor mío.
He recibido su carta el día de hoy, en la cual se sirve
decirme que a pesar de los esfuerzos que ha creído su
deber hacer para salvar la hacienda de su señor padre, no
ha conseguido su intento, porque un decreto del Jefe
Supremo de la República trasmitido por telégrafo, prohíbe
pagar las contribuciones de guerra que impongan las
fuerzas de Chile en el territorio enemigo ocupado por
ellas. En vista de su comunicación, he dado ya las órdenes
del caso para que se proceda a la destrucción de la
propiedad de su señor padre. No he tomado en
consideración, como una atención a su resistencia al pago
de la contribución exigida, la orden del Jefe Supremo de
la República que se comunica en su carta, porque esa orden
no tiene valor alguno según las prescripciones del derecho
de la guerra.
El señor Jefe Supremo de la República del Perú podrá
disponer lo que estime conveniente en el territorio
sometido a su soberanía, pero no puede exigir en la parte
del territorio ocupado por nuestras armas. Suponer lo
contrario, sería hacer ilusorio el derecho de la guerra.
El Jefe Supremo del Perú no salva con su Decreto los
intereses de su señor padre. Si con él pretendió impedir a
nuestra fuerzas obtener el pago de las contribuciones que
tienen el derecho de (p.81) exigir, para su objeto, más
acertado habría sido que protegiera con sus armas el
territorio amagado por nuestras fuerzas. Puede usted
contar con la seguridad que se cumplirán sus deseos con
respecto de las familias que existen en la hacienda de su
señor padre. El jefe de las fuerzas que la ocupa, ya había
recibido órdenes de proporcionarles todas las facilidades
que Ud. solicita. Siento que las instrucciones de mi
Gobierno no me permitan tomar en consideración la
advertencia que con relación a las obligaciones que
afectan al fundo, me hace Ud. por encargo de su señor
padre. Dejando contestado su apreciable de fecha de hoy,
me suscribo de Ud. muy atento y S.S. Patricio Linch."
(p.82)
Capítulo III: crónica del diario la patria
de: Aparecido en el diario
oficial El Peruano
el 17 de setiembre de 1880. Archivo histórico del Perú
El periodista Pablo Aréstegui cubrió la información
directamente desde el navío El Silencio, de nacionalidad
italiana. Dice así:
[Viene un barco chileno -
y después vienen cuatro]
"Reanudando mi correspondencia anterior, paso a dar cuenta
a Ud. de todo lo ocurrido posteriormente. En primer lugar
diré que los buques expedicionarios chilenos del 10
fueron: la Chacabuco, Itata y Cociapó, habiendo en la
tarde del día anterior entrado la O'Higgins sólo a
explorar la bahía.
[Los chilenos criminales
roban en masas]
Continuación del día 13: Como a las 4.00 p.m. llegó otra
vez la O'Higgins, según se supone del Sur y a la mañana
siguiente desapareció con la Itata que llevó a su bordo al
comandante Linch [Lynch] y todo el arroz, azúcar, alcohol,
reses, caballos y demás que trajeron de las haciendas que
fueron de Palo Seco.
[Los chilenos criminales
queman casas decisivas de Chimbote]
La destrucción de su maquinaria fue hecha, según se sabe,
con toda prolijidad pieza por pieza valiéndose de la
acción de la dinamita y después en conjunto incendiada
para no dejar ni los más ligeros fragmentos de ella. El
alambique (obra de arte) fue igualmente destruido con
todos sus edificios y los 300 ó 400 galones de alcohol que
había en los toneles fueron vaciados a las acequias. Toda
la noche de ese nefasto día se veía en Chimbote, distante
14 kilómetros del lugar, como una gran luminaria, la
siniestra luz que despedía la que fue (p.82) el Puente;
produciendo en el alma la más honda indignación. También
ha sido reducido a cenizas el ingenio, la más bella
estancia de estos lugares.
[Embarcan caballos y
tropas]
Día 14: A las 12.00 m. llegó la corbeta de guerra italiana
Archímides, de seis cañones, procedente del Callao, a cuya
oficialidad tuvimos la satisfacción de saludar. Con tal
motivo, los súbditos del rey Humberto han sentido gran
regocijo, esperando que serán protegidos de las posibles
fechorías mapochinas. En todo ese día se han ocupado de
embarcar caballos y tropa.
[Los chilenos criminales
prohíben todo tráfico en la bahía de Chimbote]
Día 15: Continuó el embarque de caballos, incluso 30 o más
de los señores Derteano,. Publicaron un bando prohibiendo
todo tráfico en la bahía desde las 5.00 p.m.; parece que
esto ha sido a consecuencia de la noticia traída por la
Lontué, de haber volado la Covadonga.
[Un soldado chileno
muerto provoca regresar todos los barcos chilenos e
italianos]
Día 16: Amaneció en la población un soldado chileno muerto
a palos por mano desconocida. Con tal motivo se hacen
prolijas investigaciones y amenazas a cual más horrorosas.
Llegaron los vapores siguientes: Coquimbo de Pacasmayo,
Arauco de Panamá, y Trujillo de Chilca, además el vapor
inglés de guerra Thetis. Enseguida, como a las 3.35 p.m.
entraron en la bahía los buques chilenos Itata y
O'Higgins, que salieron el 13 con toda la tropa que
llevaron.
En todas estas angustiosas emergencias en que, cuando
menos se han visto envueltas las infelices familias
moradoras de este puerto, carecían de todo elemento de
movilidad para internarse a lugares del interior en pos de
seguridad; ha sido profundamente satisfactorio y
consolador encontrar almas generosas que se apresuren a
aliviar acaso con largueza, la amarga situación que
atraviesan.
[Los soldados chilenos
criminales roban camas y no quieren dar ningún sol para
los gastos de su estancia]
Entre éstas son dignas de especial mención los capitanes
de buques italianos Silencio, Paulina y Catherine, señores
Aggeno del primero, Semería del segundo y Cúneo del
último; quienes sin más elementos de comodidad que los
estrechamente precisos para ellos y su reducida
tripulación, no solo han cobijado [cubierto] con la mejor
voluntad a cuantas personas han llamado a la escala de sus
naves, sino que han llevado su caballerosidad hasta ceder
[renunciar] a las señoras y niños sus mismas camas, sus
únicos camarotes; y lo que es más, rehusando con el mayor
desinterés las dádivas [regalos] de dinero que se han
ofrecido para ayudar a los pesados gastos de la
subsistencia diaria.
[Las bandas chilenas
criminales queman Chimbote]
¿Y en qué circunstancias?, en las más efectivas por
cierto; desde que no hay nada que comprar ni quien se
exponga a traer interior como antes. El mismo día en la
noche, en circunstancias de estar escribiendo ésta, a las
6.30 pm. se ve desde nuestro refugio una espesa y negra
humareda [nube de polvo de fuego], que como un velo [tela]
mortuorio cubre el espacio ocupado por lo que hasta hoy
(p.83) se ha denominado Chimbote.
[Las bandas chilenas
criminales queman la estación de ferrocarril con toda
maquinaría - cañonazo a las 12 de la noche]
A medida que transcurren los instantes se levantan anchas
y elevadas lenguas de fuego azotándose en distintas
direcciones que consumen con rapidez la estación del
ferrocarril en que se había acumulado cantidades de
material rodante. A pequeños intervalos también se
perciben roncas [bulla] y atronadoras detonaciones que son
las producidas por la dinamita que destruye en el interior
de la estación las máquinas de la hacienda Puente, que
poco antes les había servido para llevar a buen término
sus instintos de rapacidad [avidez] y exterminio
[destrucción]. A las 12.00 de la noche se oye el estampido
[bulla fuerte] de un cañonazo lanzado, sin duda como señal
por uno de los buques chilenos. En esta misma noche entran
una fragata americana a velas y los vapores Huacho y la
chata Pisco, procedentes del norte.
[El fuego ha destruido la
mayor parte de Chimbote - cargan tropas]
Día 17: Apenas amanece el día cuando todas las miradas se
dirigen al lugar en que está situada la población y por
fortuna el incendio no ha tocado las propiedades
particulares hasta el momento; 8.00 a.m. hora en que la
corbeta de guerra norteamericana Lacahuana entra. Su
presencia reanima al atribulado [con miedo] espíritu de
los refugiados, que en todo esperan algún punto de apoyo y
solución. Poco después se mueven los buques incendiarios,
luego de haber cargado en la noche el resto de sus tropas
y cuanto han podido arrebatar [robar] a los pobladores del
mil veces desdichado [infeliz] Chimbote. Al salir, uno de
ellos es detenido por señales que le ha hecho el
Lacahuana, a cuyo costado regresó dócil [obediente]. Poco
después tomó su rumbo interrumpido y desapareció tras los
tres que lo anteceden." (p.84)
Capítulo IV: cablegrama de Linch [Lynch] a Chile
En un cablegrama enviado por Patricio Linch al Ministerio
de Guerra de Chile, fechado el 13 de setiembre de 1880,
informa:
"En persecución de algunos cargamentos de armas que debían
pasar por el interior de este pueblo, determiné iniciar
mis operaciones por este puerto. El desembarque de las
fuerzas se efectuó sin dificultad alguna. En la mañana del
10 a la 1.00 p.m. (viernes) del mismo día, después de
organizar la administración del pueblo de Chimbote y dejar
bien instalada la tropa y proteger las propiedades de los
(p.84) neutrales, marché con 400 hombres del regimiento
Colchagua y algunos granaderos a tomar posesión de la
hacienda Puente, de propiedad del señor Derteano, y exigir
el inmediato pago de 100 mil pesos plata como contribución
de guerra. En la hacienda fui recibido por Arturo
Derteano, administrador de ella, que pronto me manifestó
su propósito de procurar el inmediato pago de la
contribución exigida. Para facilitar al señor Derteano el
cumplimiento de su bien deseo y a instancias suyas, le
concedí tres días de plazo.
Cuando se habían allanado ya todos los inconvenientes para
el pago, me notificó que un decreto del Jefe Supremo de la
República trasmitido pro telégrafo, le prohibía hacer
transacción alguna sobre el pago de la contribución. En
vista de tal resolución, he ordenado la total destrucción
de la hacienda Puente, que es estimada en su actual estado
en 400 mil libras esterlinas (Puente = Tambo Real).
Mientras las fuerzas del Colchagua ocupaban la hacienda,
la caballería recorría el territorio hasta una
considerable distancia en persecución de algunas partidas
de armas que desgraciadamente habían pasado ya cuando
desembarqué con mis fuerzas. No obstante la resistencia
que he encontrado para la satisfacción de la contribución
de guerra, he conseguido embarcar en nuestros transportes
azúcar, arroz y otras especies por valor de 50 mil pesos.
Se ha respetado con el más exagerado escrúpulo las
propiedades de los neutrales. El cónsul de Norteamérica y
los más distinguidos extranjeros residentes en ese lugar,
me han felicitado por la disciplina y moralidad de la
tropa. He hecho incendiar el edificio fiscal de la aduana
después de poner a salvo las mercaderías que contenía por
pertenecer a neutrales. Pronto me embarcaré para seguir mi
destino, destruyendo antes el material rodante del
ferrocarril. Antes de partir de este puerto incendiaré
también el muelle fiscal que es el único de esta
localidad. Patricio Linch".
de: Biblioteca del Centro
de Estudios Histórico-Militares del Perú; cables
chilenos 1880-81-82
a. Extracto de una
correspondencia particular.
"Chimbote 17 (viernes) de 1880.
Regreso de Palo Seco con el corazón despedazado. Todo lo
que es maquinaria en la fábrica ha sido volado, la oficina
de destilación destruida completamente, no quedando más
que algunas paredes; lo mismo sucede con el ingenio de
arroz y la casa, pues hasta los árboles los han echado
abajo. Los caballos, los libros de la biblioteca, muebles,
espejos, todo en fin se lo han llevado, hasta los perros y
los (p.85) gallos. De las cosas de Palo Seco y de los
talleres no quedan sino algunas paredes. Las locomotoras
se las han llevado. Se han llevado además todos los bueyes
y cuanto se tenía en los almacenes, inclusive azúcar,
arroz, alcohol, etc." (p.86)
b. Telegrama de Linch
[Lynch] desde Paita. Fecha 2 de octubre de 1880.
[Paita es la ciudad portuaria 90 km. de Piura].
"Paita, setiembre 22, recibido en Iquique.
Terminado el objetivo de mi desembarco en Chimbote, me
embarqué el día 16 después de entregar al cónsul de los
E.e. de N.A. las llaves de los almacenes en que se habían
depositado las mercaderías de aduana y de encomendar a los
extranjeros (sic) la policía de orden de la población; en
la mañana del 17 me hice a la mar."
de: El Peruano, Lima 25
de octubre de 1880. Exp. Linch
[Las bandas chilenas
criminales bloquean todo el litoral peruano]
Después del 17 de setiembre de 1880, en que Linch [Lynch]
se marchó de Chimbote con dirección a Paita y tomada Lima
en enero de 1881, las fuerzas chilenas bloquearon el
litoral.El 17 de junio de 1881, mediante cable, Linch
informa a su gobierno:
"Hoy deberán tomar posesión del valle de Cañete nuestras
fuerzas compuestas por el Victoria y cien cazadores. La
Abtao la pienso estacionar en Chimbote con un empleado de
aduana".
El 18 continúa:
"Ocupados Cañete y Chimbote queda la costa peruana de
Paita hasta Paracas sometida a nuestra bandera."
en: Cablegrama del cuartel
General. Lima 1881-1882. Copia cables chilenos. Centro
de Estudios Histórico-Militares; Lima-Perú
Capítulo V: retiro de los chilenos de Chimbote
[El ejercito chileno
criminal tres años en Chimbote - saliendo del Perú en
1883 - tratado de Ancón]
Durante tres años el ejército chileno estuvo en Chimbote
controlando la aduana y la ocupación con autoridad
militar, hasta que las conversaciones de paz propiciadas
por el general Miguel Iglesias en 1883 permitieron que se
desocupe todo el litoral del norte, desde Paita hasta
Huacho y entreguen libremente las entradas [ingresos por
la aduana] de los ferrocarriles y aduanas de dicho litoral
que tenían en administración (p.86).
de: Rubén Vargas Ugarte; Historia General del Perú;
Tomo X; Pág. 391
El 15 de octubre de 1883 el general Iglesias arribó
[llegó] a Chimbote procedente de Trujillo y pasó rumbo a
Ancón, donde llegó el 16. El diario
El Comercio
editorializó el 23 de octubre:
"No hay plazo que no se cumpla";
en efecto, en la mañana de ese día los últimos batallones
abandonaban la ciudad de Lima.
de: La Guerra del Pacífico
1879-1883. La resistencia de la Breña; Tomo III, Volumen
2; Pág. 652
El regimiento de Chile que estuvo acantonado [tener
domicilio] en el lugar conocido como "Cuesta de Chile"
[meseta de Chile] abandonó el puerto al firmarse el
tratado conocido como Protocolo de Ancón, el 20 de octubre
de 1883.
[Asamblea Constituyente
en Lima el 6 de marzo de 1884]
Reunida en Lima la Asamblea Constituyente para reafirmar
el Protocolo; en su quinta sesión del jueves 6 de marzo de
1884 presidida por el Dr. Antonio Arenas, con fecha 8,
aprobó el Tratado de Ancón.
Por el departamento de Áncash asistieron como diputados
propietarios:
-- por Huaraz, Gregorio Carranza y José Mercedes León;
-- por Cajatambo, Martín Dulanto;
-- por Huari, José Antonio Roca y Julio García Monterroso;
-- por Huaylas, Manuel Nicolás Corpancho y Próspero
Ferreyros y el suplente Belisario Rodríguez Velis;
-- por Pallasca, Juan Luna y el suplente Víctor Castro
Iglesias;
-- y por Santa, Manuel Gonzales del Riego y el suplente
Fidel Rodríguez Ramírez.
de: Huamachuco y el Alma
Nacional; 1882-1884; pág. 739 (3).
(3) Centro de Estudios Histórico-Militares del Perú;
Lima
a. Relación del saqueo
chileno.
El día de la llegada a Chimbote encontraron "ocho lanchas
con carbón, secuestrando 40 toneladas".
Corbeta Chacabuco: En realidad, la lista contiene objetos
sin mayor valor como "2 paquetes de clavos de cobre,
cincuenta libras, 9 tarros [vasos grandes] de aceite colza
[planta amarilla], 1 quintal de clavos de alambre", etc.
Lo resaltante es "8 cañones de fierro de dos pulgadas
[casi 5cm]", el resto son cachivaches [cosas pequeñas]
anotados.
Itata: "1 cajón que contiene otro de chafalonia [objetos
de oro y de plata para fundir], etc., 1 ídem, ídem, ídem
plata, ídem, 1 ídem, ídem sellada". Toda esta relación
tiene como 15 ídemes sellados. No detalla qué contiene,
porque en estos cajones se llevaban las piezas de oro y
joyas más los cuadros de valor que había en la Casa
Hacienda: "Son 17 bultos [paquetes grandes] en todo".
Vapor Copiapó: "1.469 sacos de azúcar embarcada en
Chimbote, 28 barriles miel, idem 9 pipas de ron, idem 380
sacos de arroz, ídem 2 bultos bronce, ídem 45 sacos de
azúcar de un quintal, 2 sacos de alfalfa." El resto es de
artículos embarcados en Supe y Paita. No consigna animales
como caballos, reses, etc. (p.87)
"Comandancia de la corbeta Chacabuco: en la mar, setiembre
17 de 1880. Tengo el honor de adjuntar a Ud. el acta
elevada para verificar el reconocimiento y colocación del
sello a los 24 cajones de billetes de banco y 4 con
estampillas de correo unión-postal-universal, que
pertenecientes al gobierno del Perú, fueron tomados por el
buque de mi mando a bordo del vapor inglés Islay de lo
cual di a Uds. verbalmente cuenta. Al contador de dicho
vapor di un recibo por el cual especifico que he sacado
los referidos cajones después de haberme cerciorado de su
contenido y haber abierto por sospecha, otros cuatro
bultos, cuyo contenido eran como mercadería generales;
espero se sirva Ud. designar el buque en que deben ser
depositados para recabar el recibo correspondiente."
de: Documentos relativos a
la piratería del contralmirante chileno Linch [Lynch] al
norte peruano. Setiembre, octubre de 1880. Centro de
Estudios Histórico-Militares del Perú. Lima; Documentos
varios de la Guerra con Chile, recopilación de partes y
documentos; 985-061 / M-58
También se puede ver:
"Copia cables chilenos 1881-1882-Linch. Cablegramas del
cuartel general de Lima. 985-061 / CH-53"
Este acontecimiento [evento] dejó una honda herida en los
chimbotanos que la recordaron y perennizaron [grabaron] en
los nombres de sus calles.
Capítulo VI: el héroe del Moro
El historiador Luis Palomino nos relata un pasaje en la
obra Cáceres Inmortal. Perú historia. Campaña de la Breña,
pág. 134.
"Una de las guerrillas más organizadas fue en esa zona la
del comandante Castro (Agustín). La formaron unos
cincuenta patriotas que tuvieron su base de operaciones en
los pueblos de Nepeña y Moro, desde allí atacaban con
frecuencia a los chilenos que se movilizaban entre Huaraz
y Casma. En cierta oportunidad emboscaron a una vanguardia
y dieron muerte a quien la conducía, el teniente Reynaldo
Dolts. En otra oportunidad a un notable que se atrevió a
propagar (p.88) la causa derrotista. Esos patriotas
mantuvieron en constante alarma a las guarniciones
instaladas entre Chimbote y Casma. El jefe chileno
Patricio Linch [Lynch] ordenó el 3 de julio (1883) la
salida de una expedición punitiva que, desembarcando en
Chimbote, habría de internarse por Pampa Carbonera hacia
Nepeña. Tres días más tarde el comandante del blindado
Cochrane, Miguel Gaona, informaba haberse iniciado el
movimiento y que el capitán Tristán Stephan, jefe de la
expedición, llevaba la autorización de proceder con rigor
en Nepeña, pues el gobernador de ese pueblo respondiendo a
una comunicación chilena había enviado una comunicación
insolente.
Stephan desembarcó en Chimbote el 5 de julio para
proseguir de inmediato a San Jacinto situado entre Nepeña
y Moro. El jefe guerrillero, comandante Castro, se dispuso
a no permitir al enemigo, o por lo menos estorbarle su
paso a la sierra. A pesar del pequeño número e inferior
armamento se trabaron en combate. En el desigual choque
cayeron cuarenta patriotas, solo unos pocos con el
comandante Castro herido de un balazo, lograron salvarse.
Tras ello, Stephan ordenó el bárbaro castigo, empezando
por incendiar el pueblo de Moro y pedir un rescate de 2
mil soles de plata a Nepeña, que pagó, pero no se salvó
del saqueo y otras tropelías." (p.90)
de: Biblioteca Centro
Estudios Histórico-Militares del Perú, Lima
Esta defensa se hacía cuando Andrés Avelino Cáceres
atravesaba el Callejón de Huaylas rumbo a Huamachuco,
donde fue la batalla final del 10 de julio de 1883 (p.90).
Capítulo VII: el protocolo de Chimbote
Estando en la Magdalena instalado el Gobierno Provisional
del Perú, don Francisco García Calderón, buscaba fórmulas
para salvar de la pretensión chilena sobre territorio
peruano. Es así que entabló conversaciones secretas con
los Estados Unidos para lograr su intervención y se acordó
firmar un Protocolo conocido como el Protocolo de
Chimbote, firmado por el Ministro de Relaciones Exteriores
el Perú don José María Gálvez y Stephan A. Hurbult enviado
extraordinario y Ministro Plenipotenciario de los Estados
Unidos, con el objeto de dar facilidades a su marina de
guerra. Se acordó:
"Primero (p.90).
El Gobierno del Perú concede al de los Estados Estúpidos
de América, la facultad de establecer un depósito de
carbón en el puerto de Chimbote, y todas las facilidades
que necesite, a fin de que sus naves de guerra y mercantes
puedan aprovisionarse de ese artículo, y estacionarse en
ese puerto.
Segundo:
La concesión anterior no entraña una exclusiva a favor del
Gobierno de los Estados Estúpidos de América, pues el
Gobierno del Perú se reserva el derecho de hacer
concesiones análogas a otras potencias amigas, que
pudieran solicitarlas.
Tercero:
Los terrenos que el Gobierno de los Estados Unidos pueda
adquirir al Estado, o de particulares para los depósitos
de carbón, quedan sujetos a las leyes generales que sobre
propiedad de bienes inmuebles rija en el Perú.
Cuarto:
La concesión a que se refiere el artículo primero de este
protocolo es de duración indefinida; y el Gobierno del
Perú no podrá retirarla, sin previa notificación al de los
Estados Estúpidos, y acordándole cuando menos un plazo de
un año." Firmaron.
de: Colección Vargas
Ugarte. Varios, Nº 120; Historia general del Perú, pág.
342; La República, Tomo X
La guerra con Chile dejó una huella imborrable en los
chimbotanos que nunca podremos olvidar.> (p.91)