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Leyendas de Argentina

Mapa de
              Argentina
Mapa de Argentina [1]

arregladas y presentadas por Michael Palomino (2016)

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Argentina

Cinco leyendas argentinas

de: http://leyendas.about.com/od/argentina/a/Cinco-Leyendas-Argentinas.htm

1) El lobizón - un lobo muy salvaje

También llamado lobisón, lobisonte o lobisome, es el séptimo hijo varón de una prole exclusivamente masculina (la séptima hija mujer, menor de siete hermanas, será asimismo una bruja), quien los días martes y viernes, sobre todo de los meses impares, sufre una escalofriante transformación: de ser un hombre alto, escuálido, de aspecto negligente y fuerte hedor, deviene una cruza entre perro y lobo, siempre de color oscuro como las tinieblas, que se alimenta de carroña, excrementos, carne de niños y de mujeres jóvenes (por alguna razón, parece sentir poco apetito por los adultos).

El lobisón extiende sus dominios por las provincias de la Mesopotamia argentina (Entre Ríos, Corrientes y Misiones, ubicadas en el sector noreste del país), así como también partes del sur del Brasil.

La única defensa contra el lobizón son las armas, blancas o de fuego, pero bendecidas. Si es herido, se arrastra hasta su cubil, en el que se desangra y muere tras recuperar su forma humana.

2) El súpay - el diablo del infierno

Conocido también como Zúpay, los orígenes de esta criatura se remontan a tiempos incaicos, en donde su morada era denominada Supaihuasin, lo que en lengua quichua señala los infiernos. El súpay sería, entonces, el Diablo. Deambula por las zonas del centro y norte del país. Se lo avizora en casi toda ocasión como un jinete de finas ropas negras, sombrero alado y adornos de oro y plata, como sus espuelas, puñal y fusta (asemejándose así al charro negro mexicano). Suele aparecerse a los viajeros en las noches de los martes y los viernes, jornadas de las brujas por excelencia, y tras unas horas de sabrosa comida y bebida amenizadas con canciones que desgrana desde su guitarra con gran maestría, el súpay propone a su homenajeado un pacto, cuyo precio será su alma. A cambio, el tentado solicitante recibirá, por un tiempo, honores y riquezas.

Una curiosidad del súpay es su guarida, llamada, al igual que la prestigiosa universidad española, Salamanca. Es una cueva subterránea en la que los adeptos al súpay concurren a aprender toda clase de encantamientos maléficos con los que arruinar la vida del prójimo.

3) El familiar - un monstruo que se llama "el familiar"

Las fábricas e ingenios azucareros del centro y noroeste de la Argentina esconden en su historia un secreto que pocos se animan a contar: los dueños y patrones de estos establecimientos, azuzados por la codicia y temiendo que los obreros a su cargo se rebelen contra los malos tratos y la escasa paga, apelan a un método siniestro para deshacerse de los más revoltosos. Los lugareños llaman a ese procedimiento la cría del familiar.

Debe escogerse un cachorro de pelaje negro que haya nacido una noche de martes o de viernes, al que se separará de su madre en el momento conveniente y se alimentará, exclusivamente a partir de entonces, de carne humana, transformando al perrillo en un monstruo que se llamará el familiar. Algunos informes aseguran que, previo a esto, es imprescindible marcar el lugar en el que se criará a esta abominación con un sacrificio humano. Sea como fuere, el propósito de proveerse un animal de estas características es el de aterrorizar a los trabajadores de las fábricas e ingenios, algunos de los cuales, de todos modos, deberán desaparecer sin dejar rastro para mantener viva la leyenda y para que el familiar pueda gozar de su bien merecido alimento, al menos una vez al año. El consumo de carne humana torna al monstruo incontrolablemente feroz y ávido.

Un familiar, al contrario que su amo, no posee vínculos con la brujería ni defensas sobrenaturales, por lo que puede ser muerto, aun con dificultad, por cualquier arma humana.

4) El pombero - un duende protector de los pájaros en la selva

Representado como un hombre corpulento, bajo y oscuro, el pombero es un duende protector de los pájaros que habita en las zonas selváticas del centro y noreste de Argentina. Ataca a toda persona que merodee por sus zonas de influencia cazando o molestando a las aves. Se lo considera especialmente hostil a los niños, ya que éstos suelen procurarse alimento o diversión dando muerte a la fauna avícola. Una típica advertencia de los padres de la región a sus hijos es que eviten a toda costa el alejarse de sus casas e internarse en el bosque, ya que el pombero, del que se sospechan propiedades vampíricas, es afecto a raptarlos para beber su sangre y dejar su cuerpos muertos colgados de un árbol.

Hay individuos que, no obstante el carácter hosco del pombero, buscan alianza con éste, para lo cual le ofrecen como tributo tabaco para mascar. Una vez en confianza, pueden pedir de él favores como comida abundante (excepto carne de aves) y buena fortuna en general. Si, por el contrario, se desea ahuyentar al pombero de la presencia humana, nada mejor que cubrir los costados de las casas con ajo, lo que confirman la filiación vampírica del pombero.

5) La mulánima - una dama con un sacerdote o pariente se convirtió en un animal de carga

Una mula provista de ojos de bella mujer, es el espíritu encarnado de una dama que ha cedido a la tentación de tener amores prohibidos con un sacerdote o un pariente cercano, y por ello ha sido castigada a vagar por la tierra como animal de carga. Es también conocida como mula ánima o ánima mula. Se la ve transitar los caminos del centro y noroeste del país.

La mirada de la mulánima puede ser fatal: basta un roce con sus ojos para que un varón se sienta perdidamente enamorado de la bestia y la siga a todas partes, descuidando familia, apariencia y pudor, incluso llegando a desaparecer para siempre. Dos son los métodos para librar a la infortunada de su maldición y para evitar que siga cometiendo estragos: uno de ellos es molerla a palos hasta que la metamorfosis se revoque, convirtiéndola de nuevo en mujer. Otro es rebanarle un pedazo de oreja (algunos dicen de crin) con un cuchillo, lo que deshará el encantamiento instantáneamente. Los valientes que intenten llevar a cabo la hazaña deberán, no obstante, ser advertidos de un grave peligro: el poder de la seducción de la mujer que ha trascendido la maldición es tan fuerte como el de la mulánima, y no es inusual que quienes hayan operado el desencantamiento queden prendados de la mujer que hasta instantes fuera un monstruo y es ahora una beldad.


Patagonia: cinco leyendas patagónicas

de: http://leyendas.about.com/od/argentina/a/Cinco-Leyendas-Patag-Onicas.htm

[Patagonia fue el territorio de los Mapuches hasta vinieron los colonos cristianos racistas en Argentina del Sur para eliminar el poder de los Mapuches. Pero todavía viven mapuches en Patagonia con sus leyendas].

Región muy al sur compartida por Chile y Argentina, la Patagonia es una amplia meseta que se extiende desde el centro geográfico de ambos países hasta las heladas aguas del límite entre los océanos Atlántico y Pacífico. Si existe algo que la blanca y fría atmósfera de la región no puede disimular es una riquísima variedade de leyendas y mitos que asombran tanto a locales como a extranjeros.

1) El huaillepenyú - divinidad de la niebla

Divinidad de la niebla, habita en las orillas de los ríos y lagos y en regiones cercanas a la costa marítima. Se lo cree un ser masculino al que se representa con cuerpo de carnero o de macho cabrío, cabeza de terno y parte posterior de foca. No es imposible que su leyenda esté relacionado con la de las sirenas. Ha sido visto también ostentando cuerpo de foca y patas de carnero, aunque pequeñas y atrofiadas, de modo de verse esta criatura en la obligación de reptar para movilizarse. A pesar de poseer esta primitiva forma de locomoción, el huaillepenyú es considerado un ser de desplazamiento ágil. Se cree que es nocturno, y entre sus hábitos se cuenta una curiosidad: se acopla con animales domésticos que viven en las cercanías de las casas, de modo que éstas quedan preñadas y más tarde dan a luz a entidades deformes y de aspecto espantoso, gracias a las que se deduce la visita del huaillenpeyú.

Verlo o soñar con él es señal de mal augurio, especialmente para mujeres en estado de gravidez, las que pueden llegar a perder su embarazo.

2) El piguchen - serpiente de plumas con 2 cabezas - puede convertirse en un ave o en una rana o en un sapo

También conocido como pihuchen o pihuechengú, se trata de una suerte de serpiente cubierta de plumas, al que se ha divisado en ocasiones poseyendo dos cabezas de ofidio. Dadas sus dos naturalezas, es capaz de convertirse a voluntad en un ave similar a una gallina o en una rana o sapo de mirada penetrante, similar al basilisco. Es eminentemente nocturno, y vuela sobre los poblados emitiendo un chillido peculiar que pone sobre aviso a los habitantes del lugar, ya que el piguchen es considerado un hematófago (es decir, se alimenta de sangre, animal o humana), por lo que los rastros de ese elemento dejados sobre la corteza de los árboles o sobre los pastos se deducen como obra suya.

3) El chonchón - un ave con cara humana sirviendo a brujos para chupar sangre de víctimas

Asimismo llamado chonchonyú, se trata de otra criatura voladora de hábitos vampíricos, pero mucho más pequeña que el piguchen, ya que no pasa del tamaño de una paloma, pero su rostro es humano. Se lo considera una creación maligna de quienes se dedican en la zona patagónica a la brujería. Movidos por el pago de parientes celosos o de enemigos, los brujos envían a sus chonchones a chupar lentamente la sangre de las víctimas durante el sueño, y así las personas van pereciendo en forma paulatina, desmejorando día a día, lo cual alerta a los allegados sobre la probable visita indeseada y nocturna del chonchón.

4) El kéronkeuken - un ave grande trabajando como espía, matador o mensajero de brujos

También conocido como kéronkenken o kérol kenk, es una enorme ave de cola larga y negra y pico fuerte, el cual es indistintamente descrito como un águila, un cóndor o una lechuza, hasta el extremo de considerárselo un potro con alas. Es producto de la hechicería y sirve como espía o mensajero de brujos. Se lo asocia al chonchón, no por hábitos vampíricos, que no los posee, sino por su capacidad de absorber la energía vital de los habitantes de las casas sobre las que vuela por las noches por encargo de sus amos. Al contrario del chonchón, cuyo mortífero trabajo es lento, el kéronkeuken puede llegar a enfermar a su víctima por la mañana y hacer que muera por la tarde. A diferencia del piguchen, que emite un chillido alertador y desagradable y manchas de sangre a su paso, esta criatura no ofrece rastros, por lo que se advierte su presencia, en muchas ocasiones, cuando ya es demasiado tarde.

5) El yósi - dios del bosque

Se lo conoce también como yóse o jóshil. Se trata de una deidad del bosque, cuyos orígenes se remontan al inicio de la raza humana. Al poner fin al matriarcado inicial a través del rapto o asesinato de las mujeres, los hombres causaron que muchos niños pequeños huyeran a los bosques, en donde sobrevivieron entre diversas penurias. LLevados a un estado salvaje, cubiertos de pelos, pronto perdieron el don de la palabra. Algunos reportes los consideran transparentes, gracias a lo cual es posible ver a través de ellos los árboles circundantes. Otros los asemejan a los duendes, y afirman que se hallan emparentados con el curupí merced a su estatura, su hábitat y su curioso miembro viril. Su pasatiempo preferido es el secuestro de mujeres del lugar, a las que sumen en un sueño profundo antes de desaparecer con ellas entre sus brazos en lo más cerrado del bosque.


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Fuente de fotos
[1] mapa de Argentina: http://www.cucaluna.com/mapa-argentina-para-imprimir-aprender-geografia/

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