de: María Espósito: Leyendas
Mapuches; en: Diccionario Mapuche mapuche-español /
español-mapuche; personajes de la mitología; toponimia
indígena de la Patagonia; nombres propios del pueblo
mapuche; leyendas; Editorial Guadal S.A., 2003; ISBN
987-1134-51-7
Resumen: Dos caciques (los amigos Limay y Neuquén) un
día detectaron a una bella mujer, Raihue, y los dos se
enamoraron. Raihue les daba la tarea levar una concha del
mar para escuchar el mar. Así los dos fueron convertidos
en ríos corriendo al mar. El viento - tb. celoso -
esperaba que no van a regresar pero van a enamorarse en
otras mujeres en el mar. Cuando Raihue escuchó eso, ella
quería liberar los dos ofreciendo su vida al creador del
mundo (Nguenechen) y fue convertido en una bella flor. El
viento ahora sopló tanto que los dos ríos se unieron y
sopló que Raihue había muerto. Así los dos amigos se
reconocían como amigos poniéndose ropa negra de luto, y
así fue creado el "río Negro".
<Neuquén y Limay eran dos caciques muy amigos. Uno vivía
al norte y el otro, al sur. A ambos les gustaba ir a cazar
y, casi siempre, lo hacían juntos. Un día, mientras
recorrían la orilla del lago en busca de alguna presa,
escucharon una hermosa melodía. Se dirigieron hacia allí y
sus ojos se deleitaron (ver con alegría) al descubrir una
bellísima mujer de largas trenzas negras.
"¿Cómo te llamas?", preguntaron casi al unísono.
"Me llamo Raihue", contestó la joven, mientras bajaba la
cabeza, avergonzada (con vergüenza).
Ambos muchachos se enamoraron de Raihue. Y tanto querían su
amor que, ya en el camino de regreso, sintieron que los
celos destrozaban su larga amistad. Los padres de los
jóvenes comenzaron a preocuparse. Neuquén y Limay ya no se
frecuentaban tanto como antes. Ni siquiera iban a cazar
juntos. Entonces, consultaron a una
machi (chamana), quien
les explicó la causa de la enemistad. De común acuerdo, los
padres propusieron una prueba a los muchachos.
"¿Qué es lo que más te gustaría tener?", preguntaron a
Raihue.
"Una caracola para escuchar en ella el rumor del mar",
contestó la bella mujer.
"El primero que llegue hasta el mar y regrese con el pedido
de Raihue, tendrá su amor como premio", sentenciaron los
padres.
Los dioses convirtieron a los jóvenes en ríos, quienes - uno
desde el norte y otro desde el sur - comenzaron la larga
carrera hacia el lejano océano. Mientras tanto, el viento -
envidioso por no haber sido tomado en cuenta - comenzó a
susurrar (hablar con voz baja) en los oídos de Raihue:
"Ellos nunca más volverán. Las estrellas que caen al mar se
convierten en hermosas mujeres que enamoran a los hombres.
Nunca más los volverás a ver."
Al ver pasar el tiempo sin que sus amantes regresaran,
Raihue comenzó a sentirse muy triste. Tanto era el dolor,
que fue al lago y, extendiendo sus brazos, le ofreció su
vida a
Nguenechen
(el creador del mundo) a cambio de la salvación de los dos
muchachos. Dios concedió el pedido y transformó a Raihue en
una hermosa flor de pétalos rojos.
El malvado (malo) viento corrió a contarles a los jóvenes,
que esforzadamente, continuaban su camino hacia el mar.
Sopló tan (p.276) fuerte el viento, que modificó el curso de
los ríos hasta juntarlos en un solo caudal (río). Cuando
comprendieron que Raihue había muerto de angustia (pena),
dejaron atrás el resentimiento que los había distanciado y
se abrazaron vistiéndose de luto (tristeza) por su amada.
Ése fue el origen del río Negro. Unidos para siempre,
siguieron su recorrido hasta el mar en honor de la bella
Raihue.> (p.277)
[Y hoy existen de verdad los ríos Limay y Neuquén formando
el río Negro saliendo de la Sierra argentina de la provincia
de Neuquén].