de: María Espósito: Leyendas
Mapuches; en: Diccionario Mapuche mapuche-español /
español-mapuche; personajes de la mitología; toponimia
indígena de la Patagonia; nombres propios del pueblo
mapuche; leyendas; Editorial Guadal S.A., 2003; ISBN
987-1134-51-7
Resumen: Un pájaro pequeñito "chichihuen" fue
manipulado por la escarcha volar tanto hasta cayó y se
rompió una ala. Buscando la culpa de la manipulación todos
se echaron la culpa: la escarcha al sol, el sol a la nube,
la nube al viento, el viento a la tierra, sin fin se
echaron la culpa.
<El chichihuen es un pajarito muy pequeño que, si alguien
se acerca para atraparlo sale disparado (de manera rápida),
a gran velocidad, para arriba.
Una mañana muy fría, la escarcha (humedad de la noche) le
dijo al chichihuen:
-- Vuela otra vez, chichihuen. Tu paseo es muy corto. Vuela
más alto y más lejos.
-- Ya no puedo más. Estoy muy cansado -- contestó el
diminuto (pequeñito) pájaro.
Tanto insistió la escarcha, que el chichihuen volvió a
volar. Fue tanta la mala suerte que, cuando quiso aterrizar
en el suelo, cayó mal y se rompió una alita.
Nguenechen (el
creador del mundo) se enfadó mucho por lo que había
sucedido. Entonces, le preguntó a la escarcha:
-- ¿Por qué le quebraste (rompiste) el ala al chichihuen?
-- Porque el Sol salió tarde -- contestó la escarcha.
La culpa la tenía el Sol, quien reconoció que él no había
podido derretir (disolver) la escarcha. Pero agregó:
-- Yo tenía que andar muy ligero porque la nube no me dejaba
llegar nunca.
Entonces,
Nguenechen
se enojó con la nube y la recriminó (inculpó) por haber
tenido esa actitud.
Pero la nube se defendió:
-- Es el viento quien me empuja (p.268).
El viento fue culpado, mas éste volvió a defenderse:
-- Es la tierra quien me manda.
Y así siguió.>